Otra ida a cabinas de internet

1
5796
4
T. Lectura: 4 min.

Andaba paseando por la zona rosa de la Ciudad de México. Ese día, no sé qué pasaba por mi mente, pero estaba con ganas de ser penetrado por un hombre varonil, me acorde que cerca de ahí, estaba un lugar de cruising, que ya había visitado en dos ocasiones anteriores, un café Internet con cabinas privadas, me encamine en dirección a la ubicación ya antes visitada a probar suerte, tal vez pudiera encontrar eso que yo deseaba.

Después de un par de vueltas por la zona, logre dar con el lugar, esa entrada un tanto oculta, subo por las escaleras y llego a donde está la recepción, pido una cabina individual, me da la llave y me dirijo a la zona donde está ubicada. Como la anterior ocasión que había ido, me percato de que hay muchos que andan caminando por los pasillos entre las cabinas, abro la puerta, paso al interior, me siento frente a la computadora, empiezo a leer el chat y a navegar en algunas porno para entrar en calor.

Estaba entretenido leyendo lo que estaba viendo en el monitor de la máquina, toca alguien a la puerta de la cabina, me levanto del sillón y abro un poco la puerta, se asoma un hombre varonil, de buen ver, de al menos unos 42 años, un poco más alto que yo, de complexión media, pone su mano en la puerta y la abre por completo, dejándome a la vista su cuerpo completo.

Vestía un pants de color negro, de tela delgada, con raya lateral blanca con gris, playera blanca con estampado de playa, tenis blancos, se da cuenta de que lo estoy viendo de arriba abajo, me sonríe y me hace un guiño con el ojo, me pone una de sus manos en mi cintura y al notar que no tomo reacción negativa o resistencia, me empuja al interior de la cabina, cierra la puerta, me toma las manos y las sostiene por encima de mi cabeza, sin decir una sola palabra, me comienza a besar con bastante pasión y deseo.

Me sigue besando y baja una de mi mano izquierda, para ponerla encima de su entrepierna, haciendo que le agarre su verga.

La empiezo a sobar por encima de su pants, notando con mi mano, que tiene un tamaño respetable, al menos al tacto, con su mano que dejo libre, se baja el pants y saca su verga de su bóxer, la cual agarro con mi mano y empiezo a masturbarla, deja de besarme y acerca su cara a mi oído, me lame el oído y me dice en un tono de voz caliente, “Quiero verte tu culo, date la vuelta”, al terminar de decirme eso, me suelta de la mano que todavía me estaba sosteniendo, entonces me doy la vuelta, dándole la espalda, el aprovecha y pone sus manos en mi cintura, haciendo que me incline un poco hacia adelante, de tal forma que haga sobresalir un poco mas mis nalgas a su vista.

Paso una de sus manos para enfrente de mi pantalón, tomando el botón de mi pantalón y desabrochándolo, tomando mi pantalón con sus dos manos y bajándolo junto con mi bóxer, hasta mis rodillas, luego puso sus manos sobre mis nalgas expuestas, las cuales, empezó a estar acariciando y las tomo, abriéndolas, dejando expuesto a su mirada, mi orificio anal, el cual al sentirse expuesto, se frunció, ante esa vista que tenía, expreso en un tono triunfante, “Mira que rico culo que te estabas escondiendo”, pasando una de sus manos por mi culito, haciendo el intento de meter uno de sus dedos, siendo infructuoso en ese momento.

Retiro sus manos, me empujo hacia el sillón y me hizo ponerme en 4 encima del mismo, apoyando mi cabeza en el respaldo, puso su verga entre mis nalgas, empezando a hacer movimientos con su cadera de arriba abajo, haciendo que su verga resbala por entre mis nalgas, haciendo que también rozara de vez en cuando mi orificio anal, provocando con cada pasada, sensaciones de placer que recorrían mi cuerpo, haciendo que empezara a ir soltando gemidos de placer cada tanto, escuche y sentí como soltó saliva en medio de mis nalgas, como la fue restregando con su verga por toda mi raja.

Después, volvió a soltar otro tanto de saliva, pero esta vez, lo sentí directo en mi orificio anal, poniendo la punta de su verga en la entrada de mi agujero, empezando a hacer presión, tratando de abrirse paso a mi interior.

En un momento, sentí, como la cabeza de su verga logra abrirse paso a mi interior, venciendo sin mayor objeción, la resistencia inicial que le había puesto mi culito a ese invasor, que ahora lo estaba perforando, sin vacilación alguna, entre un gemido de placer.

Logro entrar, siendo aprisionado por las mis paredes internas, continua empujando hacia mi interior, hasta que finalmente la tiene completamente dentro de mí, sacándola por completo y volviendo a meterla de un solo empujón hasta el fondo, provocando con eso, que soltara un gemido fuerte entre dolor y bastante satisfacción, vuelve a sacarla y toma con sus manos mis nalgas, para separarlas y dejar a su vista mi culito recién penetrado, el soltando un suspiro de gusto, para luego de hacerlo, escupirle, untando su saliva en mi culito palpitante y de nuevo metiendo su verga hasta el fondo, empezando a meterla y sacarla de forma constante.

Entre los constantes gemidos de ambos, se alcanzaban a percibir algunas palabras que profería, como, por ejemplo, “Que rico que estas”, “Me estas apretando muy rico”, entre su constante mete y saca, escucho en ocasiones como suena que tocan la puerta, pero estando en acción, no le prestamos mayor atención, saca su verga por completo de nuevo, vuelve a tomar con sus manos mis nalgas y las abre, dejando a su vista mi culito palpitante y deseoso de continuar recibiendo su verga, al ver como palpita, dice, “No me había comido un culo tan rico como el tuyo, que delicia”.

Termina de decir eso, se levanta y vuelve a ensartarme de un empujón, recibiéndolo ya con placer mas que otra cosa, continuando con su mete y saca, pero esta vez acerca su cara a mi oreja, me da una lamida en mi oído y me dice, “Ya estoy llegando a mi limite, me dejas echártelos dentro”, a lo que entre las embestidas que me estaba dando, contrabajos le conteste que sí.

Al saber de mi afirmativa a su petición, me tomo con sus manos de la cintura y empezó a bombearme con bastante más intensidad, dejándome sentir como entraba y salía su verga con mayor rapidez, sacando gemidos mas fuertes y constantes de mi parte y bufidos de parte de él, haciéndose más sonoros con la intensidad que me estaba cogiendo, de pronto soltó exclamaciones sonoras de “Aaaah, Aaaah”.

Empujando su verga hasta el fondo de mi culo y empezando a percibir algo de líquido y calor en mi interior, dio otras dos arremetidas más, sacando su verga, poniendo sus manos en mis nalgas y abriéndolas, para que el pudiera ver mi culo, recién cogido y llenado con su leche, exclamando, “Sabes, que rico me vine, tienes un culo delicioso”. Dándome una nalgada, tomándome con sus manos, haciendo que me levante y me siente, dejándome a la vista, su verga todavía húmeda, se subió su pantalón y abrió la puerta de la cabina, para irse, solo diciendo, nos veremos después.

Me vestí rápido, me quede un rato más, esperando si sucedía algo más, pero solo me quede media hora más, me retire del lugar, con la sensación de esa rica cogida, todavía con mi culo, sintiendo como lo dejo ese descarado invasor de su profundidad, tenía la idea de que tal vez, algún día, lo volvería a ver, pero, ya no nos volvimos a ver.

MicifusARM

Loading

1 COMENTARIO

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí