Otro intercambio

2
10044
23
T. Lectura: 11 min.

Nos gusta que nos escriban comentarios y nos den me gusta.

Después de cuatro años….

Era enero, recibo un mensaje a mi teléfono de un número que no tenía agendado que decía:

Soy Esteban, ¿te acordás de mi? Estuvimos juntos en Brasil, me separé hace un año con Sol. Ahora a estoy en pareja con Cele.

Y ahí empezamos a cruzar mensajes, mientras me contaba que a él le gustaba hacer intercambios como aquellos que hicimos, que nosotros fuimos los culpables y Sol no lo acompañaba. Y que un día lo hecho por que se cansó que le insistiera con eso y también se enteró que él había estado con otra.

Le dolió porque estaba enamorado de ella, aunque al poco tiempo conoció a Cele en un swinger, y que a ella le encantaba los juegos sexuales y todo lo que se relacione con el sexo. Nos contó que tienen un grupo swinger que se juntan cada tanto en quintas que están alrededor de la ciudad. Y de paso nos invitaron a ir cuando queramos.

También no contó que le contó toda la historia que había pasado en Brasil y que Cele quedo encantada y que le hubiese gustado estar a ella ahí.

Así que un día hicimos una video llamada los cuatro, para conocerla. Ella era muy parecida a Sol, aunque se notaba que le llevaba unos años a Esteban. Flaca, con pocas tetas y con una cola carnosita, por lo poco que pudimos ver por la pantalla. Hablamos casi exclusivamente de todo lo que paso en Brasil. Entre muchas risas y morbo por todo lo sucedido. Y prometiendo que la próxima iba a ser con Marcia y Cristiano también.

Cele, nos contó que es de una familia adinerada. Así que nos invitó a conocernos en una ciudad cercana a la nuestra, sin ningún compromiso. Ella reservaría las habitaciones, a lo que aceptamos inmediatamente.

Apenas cortamos, con José como que nos pusimos tensos, hacia mucho que no teníamos una cita para concretar algo que nos encanta, pero siempre nos da un poquito de temor al principio. Pensábamos si le seguiríamos gustando, a nosotros nos pasan los años, ellos son bastante más jóvenes. Al día siguiente recibimos la reserva de un muy buen hotel, para encontrarnos el fin de semana siguiente.

Esteban no dejaba de mandarme mensajes a cada rato, diciendo todo lo que me va a ser cuando nos veamos, cosa que me calentaba muchísimo. Decía también que José le tenía que caer bien a Cele para concretar. Esa era la única restricción. Me mandaba fotos de él desnudo y de ella. Y Quería que yo haga lo mismo, cosa que no hice, que me iba a tener en carne y hueso si se daba.

Con José le contamos a Marcia y Cristiano, cosa que los puso contentos de que volvamos a tener ese tipo de experiencia, es que ellos la tienen seguido. Y le encanto la idea de hacer video llamada los seis, con la idea de un día no muy lejanos juntarnos los seis. Mientras me recuerda coda vez que quiere mi cola… ja, ja, ja.

Llegó el sábado y salimos al encuentro. Llegamos al hotel, ellos todavía no habían llegado. No acomodamos en la habitación, era enorme, con una vista al río hermosa, con muchos espejos, una cama gigante, con sabanas suaves y un perfume encantador. Nos dimos un baño, en donde la ducha era de vidrio y se podía ver a José con su pija casi erecta. Seguramente ya estaba pensando en todo lo que se podía dar. Me puse mi mejor tanga, diminuta que solo tapa mi conchita ya inquieta por todo lo que podía suceder.

Al rato recibí un mensaje que ya estaban en el hotel, en le habitación de al lado. Que nos encontremos en el hall a las 7. Ahí estábamos, cuando los vemos llegar, Esteban con un físico mucho más trabajado de cuando lo conocimos en Brasil, se notaba que se entrena muy duro, y ella con un vestidito que insinuaba todo lo que uno puede imaginar.

Todos teníamos hambre, así que pedimos unos tragos con una picada abundante, mientras la charla se ponía cada vez más cachonda. Esteban se sentó bien pegado a mí, y cada tanto aprovechaba y ponía su mano sobre mis piernas que se buscaban abrir, con las historias que nos contaban sobre sus experiencias swinger con su grupo. Luego de una charla larga Cele se acerca a José y le dice algo al oído, y dice vamos a nuestras habitaciones, y como si lo hubiésemos planeado, Esteban y yo del brazo y Cele y José también, nos dirigimos al 9º piso donde nos dieron habitaciones contiguas, nos miramos y Esteban dijo, Cele vamos a cambiarnos para ir al bailar un rato.

Todos nos miramos y Cele dice yo me voy con José, Vos anda con Esteban y entramos a las habitaciones con parejas cruzadas, era solo para acomodarnos ir al baño y salir, nada más, pero con todo el erotismo que eso significaba. Estábamos haciendo una historia de aquellas, estaba resultando muy sensual, en ese momento si me decía de coger, me bajaba el vestido y me la ponía ahí.

Entro en la habitación, Esteban me pregunta si me voy a arreglar y me da maquillaje de Cele, por supuesto que, si le contesto, dale rápido que tenemos solo media hora. Saco algunas pinturitas del bolso, y me dice que me pinte bien llamativa como para dar un poquito de celos, y así lo hice, mientras él estaba tirado en la cama tocándose para que lo viera por el espejo.

Todo pasó sin más cuando nos vemos en el hall del hotel. Cele estaba sentada en un sillón con José, lo tenía abrazado como si fueran realmente esposos y hasta diría, recién casados. Me dio un poquito de cosa verlos así. Pero no te cuento la cara de José al verme pintada como una gata en celo. Y me dijo: parece que vas a dar todo amor.

Nos metimos todos en el auto de ellos, seguíamos parejas cruzadas. Cele se acostaba sobre José y la verdad que me estaba dando celos, y Esteban seguía tocando mis piernas mientras manejaba. Llegamos al boliche, y cuando entramos, nosotras por un lado y ellos por el otro, nos pedimos unas copas, y sentadas nos pusimos a conversar, el primer tema es la sensualidad de la entrada a la habitación, y las dos coincidimos cuando empezamos a contarnos como fue la entrada en la habitación.

Yo le comenté que Esteban solo me sugirió la que me maquillara así, como para dar celos, ella me comentó que no perdió tiempo y que quería conocer la pija de José y que antes de salir se la había chupado un poquito antes de salir, lo que logro ponerme realmente celosa. Las dos coincidimos que era espectacular la situación por esos motivos, el tema era como seguía.

Cele me dijo, que no nos gastáramos en pensar, ellos decidirían, yo pensé lo mismo, y decidimos dejarnos llevar, y que la resolución del problema fuera de ellos.

Pasaron unos minutos, y salimos a bailar mientras tomábamos caipiriñas. Esteban aprovechaba para tocarme, ya no solo las piernas sino también mi cola. Creo que ya sabía que Cele se la había chupado a José y quería recuperar la ventaja que nos sacaron y a eso de las tres de la mañana pusimos rumbo al hotel, yo adelante con Esteban y Cele con José atrás. Yo ya estaba perdida, casi borracha otra vez, y muy caliente, a lo que Esteban aprovechaba para tocar entre mis piernas ya completamente mojada.

Entramos y cuando estábamos en el ascensor, notamos que ninguno de los dos soltaba prenda de cuando terminaba el juego. Cuando estamos en el pasillo y frente a las habitaciones Esteban le dice a mi esposo, mira vamos a dormir como estamos, y voy a hacer de cuenta que no le vas a perdonar nada a mi Cele, y te aconsejo que pienses los mismo, que mañana no haya reproches, de porque le tocaste acá, lo mejor es entrar y tomar lo más que puedas para que sea parejo y sin reproches, ¿qué les parece? Nos tomó de sorpresa, nunca lo hicimos separados con José.

Ellos ya lo tenían pensado en ese momento, o mejor dicho lo planearon mientras que José y Yo no sabíamos que hacer. Pero no ocurrió así, entre mi borrachera y mi calentura tome las llaves que tenía Esteban en la mano abrí la habitación y guiñándole un ojo a le dije que se esforzara porque su compañera casual de habitación no se quedara dormida, dicho esto y de la mano de Esteban le di un beso de lengua bien mojado a José, y entre en la habitación con Esteban.

Ya dentro de la misma, poco sabia yo que hacer, por supuesto mi primera reacción fue entrar al baño, me refresque un poco la cara, me quite el vestidito que poco me tapaba, me quede con los tacos y salí para ver qué pasaba, Esteban ya estaba en la cama y cuando me acerco noto que debajo de la sabana estaba completamente desnudo porque sus calzoncillos estaban tirados junto a la cama, solo atine a comenzar a quitarme las sandalias, a medida que lo hacía de su entrepierna comenzó a crecer un penacho, y de qué manera, el tipo me desnudaba la poca ropa que me quedaba con los ojos, cuando me quito el corpiño, su expresión fue sobre mis pezones, que por ese entonces estaban duros y grandes.

Entro a la cama solo con la tanguita y cuando quiero taparme con la sabana, me dice que lo deje contemplar un poquito, comienza a recorrerme el cuerpo con los ojos y con sus dedos, cuando llega a mi cintura, empieza primero por un lado luego por el otro a bajarla, y cada tanto pasa su mano por mi pubis, acariciándolo siquiera, muy suave, eso me excita, me hace levantar un poquito mi cintura para notar unos dedos diferentes en mi concha. La tanga ya no está, nos abrazamos nos besamos, parecíamos novios, un beso de lengua, la pija de él al palo y me la friega por todos lados, y yo que lo dejo, que calentura, me pone boca abajo, quiero sentir mi pija en ese culo, es mi sueño, me confiesa.

Bueno ya lo tenía subido, yo boca abajo y recaliente, y noto que intenta metérmela por el culo, espera Esteban, primero hacerme acabar a mí y después vemos.

Dicho me dio vuelta, y en el medio de la vuelta, su pija queda frente a mis ojos, ya la conocía es, muy parecida a la de José, la tomo con una mano, y me la meto en la boca, despacito primero, luego sacarla, y terminar con la leguita afuera rozándole la cabecita, otra vez adentro y dos o tres bombas, una linda meme, estaba al palo, lo note y de una la espalda en la sabana, subite y acábame, fue decirlo y se me vino como bombero, estaba desesperado, dio varias embestidas dentro mío, lo que hizo que acabáramos muy rápido los dos juntos. Y nos dormimos también muy rápido.

Por la mañana temprano, escuchamos la puerta, se levanta y abre la puerta era José preguntando como la pasamos, la imagen que vio era alucinante, Esteban tras la puerta en bolas y con la pija al palo, yo con los pelos hechos un enjambre tirada en la cama boca abajo con las piernitas abiertas, como si hubiera pasado la mejor de las cogidas de mi vida, lo cual no fue cierto, pero tuve un hermoso orgasmo.

Eran como las 10 de la mañana, entreabro los ojos, Esteban lo toma del brazo y lo invita a pasar, imagínense la situación, yo totalmente en bolas tirada en la cama, destrozada por la borrachera, ni fuerzas para levantar una pestaña, semitapada por las sábanas, tenía solo la cintura oculta, medio de costado mi marido podía verme el culo, las piernitas abiertas, tal cual me las había dejado Martin después de haber lamido mi colita antes de abrir la puerta, los pelos, una maraña y los brazos extendidos sobre la cama. Los dos con los ojos puestos en mí, recorriéndome de lado a lado, me di vuelta y ni los miré solo quería dormir un ratito más. Esteban le propone darse una ducha, conmigo por supuesto y después ir los cuatro a desayunar al salón del hotel.

Media hora más tarde, los cuatro llegábamos juntos a la mesa, Cele con unas ojeras como si la hubieran cogido entre diez, se notó que mi marido no le dejo un agujero sin perforar. Nos pusimos a tomar el café todos muy cachondos y contentos, en un momento José le saca de su bolsillo una tanguita blanca diminuta y mostrándosela a Esteban y se la da a Cele, y nos pusimos a comentar de cualquier cosa menos de lo que había pasado la noche anterior como si fuera lo más común del mundo. Para mí había sido una de las noches más emocionantes, coger con Esteban, sin José, sin miedos y sin culpas, cambiar de monta sin prejuicios.

Salimos los cuatro a caminar muy tranquilos, como si nada, despacito llegamos como a las 14.30 a un bar sobre el río, un almuerzo frugal, y de vuelta al centro.

Por la peatonal caminando los cuatro, muy distendidos, como si fuera así de toda la vida, hicimos compras sobre todo ellos que tienen una capacidad económica mucho mayor a la nuestra, nadie rompió las bolas con nada, ni una discusión, era tocar el cielo con las manos, de paseo con nuestros maridos sin discusiones ni reproches.

Llegó la tardecita y nos encaminamos al hotel, cada uno con su pareja, cuando entramos a la habitación, José rápidamente se mete en el baño para darse una ducha, yo comienzo a elegir la ropa, no tardo mucho ya casi lo tenía decidido todo, muy sensual y provocativa, ese era mi look para esa noche.

Entro al baño, se está duchando todavía, y decido desvestirme, corro la cortina y me meto, imagínense él al palo, déjame que te ayude así no perdemos tiempo, y me froto el jabón en las manos y comienzo a enjabonarle la pija, los huevos, le tiro la pielcita para atrás, bien enjabonado todo el miembro, lo empujo un poquito para atrás y comienzo a enjuagarlo, cuando está listo, me arrodillo, lo miro a los ojos y le digo, si me prometes quedarte tranquilo, lo lustramos un poquito, no es muy común este vocabulario en mí, agarrado de las manijas solo atina a mirar, un besito en la puntita, otro más, un poquito de lenguota en la cabecita, ahora se la aprieto con los labios, un poquito adentro, la muerdo suavemente, y otra vez afuera.

Nos terminamos de lavar, nos acostamos sin ningún comentario de lo que pasó la noche anterior, para renovar fuerzas y las 10 estábamos en el hall del hotel esperando.

Pasaron diez o veinte minutos y decidimos ir en busca de los dos, llegamos a la habitación, pudimos entrar, los dos ya se habían vestido para salir, pero Cele se fue a peinar, Esteban quiso hacer lo mismo parándose detrás, nos imaginamos como se la abra apoyado, que ninguno de los dos pudo rechazar el impulso, que vamos a decir, si unas horas antes habíamos hecho algo parecido. Se terminan de vestir y arreglar y salimos.

Primero una buena comida, muy buena por cierto, después vamos al mismo bar, un par de veteranos nos pusieron fuera de sí, tratando insistentemente de levantarnos a las dos, que por casualidad estábamos como diosas, una más sensual que la otra, yo con un vestidito no tan corto, pero que dejaban ver las piernas que tengo, y que además me levanta aún más el culito parado que poseo y unos zapatos de taco aguja.

Cele por su parte una pollerita muy corta, tiene también muy lindas piernas, un poco flacas pero muy buenas al fin, zapatos de piel y una blusita transparente con un corpiño de encaje transparente que dejaba ver sus pezones que son oscuritos y se ve que estaba o muy caliente o con frío porque resaltaban bastante de su busto.

Por fin como a eso de las 2 de la mañana decidimos irnos al hotel, nada cambio cuando llegamos Esteban me toma de la mano y me lleva a su habitación y José y Cele a la suya. Sin mediar ni una palabra, eso no lo teníamos pensado o por lo menos yo creí que íbamos a estar los 4 juntos en una habitación.

Cuando estamos en la habitación con Esteban, nos empezamos a besar, jugueteamos como adolescentes, o sea me metió mano por todos lados, cuando ya estábamos desnudos y muy calientes nos metemos en la cama, él de espaldas en la cama, lo destapo y me propongo hacerle una meme de aquellas, se la tomo con mi mano, comienzo una pajita lenta, me toma del cuello dulcemente y con un poco de rigor hace que me la introduzca en la boca, aunque ganas no me faltaban, cuando ya la tengo hasta la garganta, otra vez la puerta, pero esta vez abren, son la otra parejita.

Cele se arrodilla, empieza a desabrochar la bragueta de mi marido, cuando lo logra, introduce su mano y comienza a buscar su pija, la encuentra, la saca ya al palo, a diferencia mía no la besa, unos lengüetazos lentos y acompasados, parece que dan efecto en su compañero.

Mi marido da unos gemiditos de placer, sigue con lo mismo, conociendo a mi esposo, ya a esa altura la quería meter hasta la garganta, pero se contiene, ella sigue, lengüetazo y besito en la punta, le quita el cinturón y el último botón, baja su pantalón y su calzoncillo, ahora juega con sus huevos, abre las piernas de él y comienza a un juego frenético de sus manos, siempre con la pija de mi marido en la boca, con las piernas y el culito, noto que hasta llega a meter un poquito de sus dedos empapados de saliva en el culo, como ven estaba más pendiente de mi amiga y mi esposo que de la poronga de mi pareja ocasional que tenía en mi boca.

José hace que ella se incorpore comienza a desnudarla sin dejar de besar cada parte de ella que queda al descubierto, hooo, como me está calentando mi marido con otra y no se imaginan como estaba Esteban viendo tan caliente a su mujer.

Cuando están los dos completamente desnudos, yo ya estaba abrazada por detrás de mi compañero, los dos tirados en la cama contemplando el espectáculo de nuestros respectivos.

Esteban muy dulcemente pasa su mano para atrás y comienza a jugar con los labios de mi concha, para que tenga más comodidad y para mi mayor placer, no nos engañemos, abro mis piernitas, y cuando esto no es suficiente para que meta dos o tres deditos en mi concha paso una de las piernas por arriba de su cintura.

De mientras ellos ya están en la cama contigua, esas de una plaza, por si uno lleva los chicos, los dos abrazados a los besos, en un momento ella se levanta, y ubicándose en posición inversa, se acuesta sobre él, estábamos por presenciar un 69, acomoda su entrepierna en la boca de mi marido, que ya sacaba la lengua cuando faltaban por lo menos 20 cm. para que llegara a su boca, Cele se recoge el pelo y con la otra mano quiere terminar una meme que había comenzado hacia un rato.

No me pregunten como, minutos después estábamos con Esteban en posición similar, un ratito bastante largo, luego me incorporo y me acuesto sobre él, con las piernas como jockey, y comienzo a cabalgarlo.

Ellos en la misma posición, era para que jugara con mis pechos y José con los de ella, mi esposo besaba sus pezones los mordía y lo mismo hacia Esteban conmigo, cada gesto se copiaba, cada gemido tenía un eco en la otra cama, todas las caricias se repetían era todo una copia fiel y cada vez más excitante, después yo debajo de Esteban y Cele de mi marido, era como un valet acuático, con un ritmo parejo y sensual, mis ojos veían en los espejos como penetraba mi marido a Cele, estaba yo acabando con otro pero con la cabeza en mi marido y Cele acababa con mi José pero con los sentidos en su marido.

Acabamos mirándonos pareja con pareja, éramos un espejo, y el orgasmo fue de cuatro entre quejidos, gemidos, y jadeos, nos quedamos las parejas abrazadas hasta recuperar el aliento y ellos se pasaron a nuestra cama, los cuatro desnudos en las mismas sabanas, no teníamos ya fuerzas para nada, así me quede dormida en los brazos de mi amigo y mi esposo haciendo cucharita con Cele. Mientras Esteban me susurraba al oído que un día me iba coger por el culo.

Loading

2 COMENTARIOS

  1. hola,el mundo del inercambio,es un mundo para disfrutarlo,si estais los dos de acuerdo,yoya tengo 71 años y no veas los buenos recuerdos que tenemos de trios intercambios y fiestas particulares que hemos asistido,disfrutarlos y seguit contandolos,un fuerte abrazo

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí