Mientras mis hijos se ocupaban de sus asuntos, mi hijo pequeño me manifestó un deseo muy especial, que me follara a su amigo Pablo, la verdad es que hacerlo con un chico de dieciocho años se estaba convirtiendo para mi en una costumbre deliciosa. Así que acepté, el morbo de mi hijo fue en aumento cuando su hermano mayor y yo le explicamos que podría verlo todo por cam desde la habitación de su hermano, aunque fueran los dos hermanos juntos.
Así que lo preparamos aprovechando que ni mi marido, ni mii hija estaban en casa, mi hijo pequeño quedó con su amigo, utilizando el viejo truco de venir a casa a traerle unos apuntes, y cuando ya el amigo estaba de camino le llamó para decirle que se tenía que ir pero que yo estaría en casa.
Me preparé para la ocasión, me puse una blusa que dejaba al descubierto una parte bastante importante de mis tetas y una falda blanca cortísima, podíamos tener asegurado que su amigo me iba a ver las bragas.
Cuando su amigo llamó al portero automático yo respondí y le invité a entrar, y mis dos hijos e fueron al cuarto de su hermano mayor a contemplar el espectáculo, me las apañé para que cuando el entrara en el salón me pillara de espaldas, doblada, marcando mi culo, el me saludó, yo me puse a conversar con él, me senté en el sofá con mis piernas bien abiertas, el chico debía de estar viéndome las bragas, ya que no apartaba sus ojos de esta zona, en un momento determinado, se sentó en el sofá y puso uno de los libros que traía encima de su polla, estaba claro que trataba de ocultar el estado de su miembro, jajaja, así que decidí pasar al ataque final y le pregunté:
-¿Qué te pasa que estas nervioso? Y ¿Por qué pones el libro en esa posición? No es nada apropiada para leer.
Él se puso más nervioso, yo le parte el libro su bulto quedó ante mi vista, entonces yo haciéndome la sorprendida dije:
-Pobre, perdóname, no había pensado que mi forma de vestir te pudiera excitar, pero me temo que no hay más que una solución, y ya que yo soy la culpable de esto, yo debo de solucionarlo,
Llevé mi mano hacia su bulto y se lo acaricié por encima del pantalón.
Después le dije:
-Pobrecita tu polla, debe estar muy apretada ahí, dejémosla que salga de su prisión.
Le desabroché la bragueta y se la saqué en ese momento dije:
-Menudo miembro tienes, no pensé que un chico de dieciocho años la tuviera así.
Él no sabía que hacer, yo continúe acariciándosela, hasta que le dije:
-Cariño así debes de estar muy incómodo, levántate y deja que yo te quité los pantalones.
Lo hicimos y el se quedó con el bóxer, no obstante, volvió a esconder su polla, pero yo no se lo iba a consentir, se lo baje y deje su polla al aire, luego le ordené, siéntame en el sofá, me obedeció y en ese momento yo me puse de rodillas en el sofá y agachando mi cabeza la dirigí hacia su polla y metiéndomela en la boca comencé a chupársela, debía de reconocer que el chico tenía una buena herramienta, al sentir mi boca sobre ella el comenzó a gemir, en ese momento me pidió:
-Por favor que tu hijo no se entere de esto.
-Cariño, este será nuestro secreto, le respondí
Y me puse a chupársela de una manera intensa, el plan de mi hijo pequeño era utilizar el sexo para apartarle del alcohol, y tuve la intuición de que era posible, mi boca succionaba su polla y él parecía estar gozando muchísimo, pero tuve también la intuición de que le hacían falta algunas clases de folleteo, así que le pregunté si había comido alguna vez un coño, avergonzado me contestó que no, le dije:
-Tranquilo mi amor, que yo te enseñare,
Me quité la falda, e hice mi mismo con mi tanga, me puse recostada en el sofá y le pedí que se arrodillara ante mí, después le pedí que metiera s lengua dentro de mi coño y que me lo lamiera, fe muy obediente, aunque se le notaba que era su primera vez y sus movimientos eran torpes, ponía muchas ganas y pasión en lo que hacía. Poco a poco sus lengüetazos se hicieron más certeros y me fue haciendo gozar cada vez más, hasta provocarme un orgasmo, en ese momento yo le dije:
-Cariño, tu polla esta durísima, ¿Quieres que follemos?
Me confesó que era virgen, que nunca había metido su polla dentro del coño de una mujer, Yo le repliqué:
-Mi amor, a follar se aprende follando, si quieres yo te enseñare.
Él aceptó la idea y siguiendo mis instrucciones se sentó en el sofá, primero le pise un condón, que había dejado escondido en el sofá y le dije:
-Cariño, cuando folles que no se te olvide ponerte esto, una cosa es que te diviertas, y hazlo todo lo que puedas, y otra traer niños al mundo, que debes hacerlo cuando estes preparado.
Yo me puse delante de él, mirándole a los ojos me senté encima de él y acoplé su polla dentro de mi coño, pablo al sentirlo comenzó a gemir, como si le fuera la vida en ello y me dijo:
-Señora Clara esto es increíblemente delicioso, nunca creí que se gozara tanto
Acerqué mis tetas a su boca, y el entendiendo mis deseos se puso a chupármelos, mientras lo hacía, le respondí:
-Cariño, después de lo que estamos haciendo no me vuelvas a llamar señora, llámame, Clara, o, si te animas mama.
-Así lo hare, dijo el, sin parar de gemir, nunca creí que con esto se gozara t ato, Clara siempre te recordare por este instante.
-Cariño, es la primera lección que debes aprender, el sexo es maravilloso, si estas con alguien que quieras o desees.
Mientras teníamos esta conversación tan interesante yo no paraba de cabalgar a mi nuevo potro, la verdad es que estaba disfrutando muchísimo con él, en ese omento pensé en mis hijos que, sin duda alguna, estaban disfrutando del espectáculo, así que seguí cabalgando al jovencito con ansia, quería que su primera vez fuera muy especial, en un momento dado, sentí que necesitaba cambiar de postura y sin sacársela me di la vuelta y continue cabalgándole, me sentía mu mujer, y a la vez maestra del jovencito que tenia a mi espalda y cuyos gemidos eran cada vez más intensos.
Pero para mi sorpresa fui yo quien se corrió primero, se lo dije y creo que es ese momento un orgullo varonil se apoderó de él, nuevamente me dio las gracias por ser la primera mujer con la que había follado y me repitió lo de no decírselo a mi hijo, su amigo, jajaja y en ese momento, para mi sorpresa me propuso:
-Mamita mi polla sigue dura, pero ahora quiero ser yo quien se ponga encima.
Era su momento y no era cuestión de negarle nada, así que le dije:
-Como tu desees mi amor.
Me tumbé en el sofá con las piernas bien abiertas y le dije:
-Soy tuya.
Él se puso en el sofá entre mis piernas e introdujo su polla dentro de mi coño y comenzó a moverse, en un principio con torpeza, pero para eso estaba yo su profesora, le fui indicando como hacerlo y que ritmo llevar, y el fue un alumno muy aplicado, poco a poco fue cogiendo el ritmo adecuado para volver loca de placer a cualquier mujer, nuevamente me volvió a decir:
-Muchas gracias mama Clara, me has hecho un hombre de verdad
Y siguió moviéndose en mi interior de una forma deliciosa, hasta que sentí como se iba a correr, y aunque fuera dentro de un condón una gran cantidad de leche salió de su polla.
En ese momento le pedí que se pusiera de pie, me arrodillé ante él, le quité el condón, y sacando mi lengua de la boca, me puse a lamerle esa polla que me acaba de dar unos momentos muy satisfactorios de placer, el me dio las gracias y me dijo:
-Quiero agradecertelo de una manera muy especial, comiéndote nuevamente el coño.
-Si ese es tu deseo, mi príncipe, le respondí
Me tumbé en el sofá, con las piernas bien abiertas, como habíamos hecho para follar, el puso su cara sobre mi coño y sacó su lengua y con ella se puso a explorar mi lengua, se notaba que había aprendido la vez anterior, su lengua comenzó a repasar cada centímetro de mi coño, dándome un placer muy delicioso, entre gemidos le dije:
-Aprendes muy rápido vas a ser un follador muy bueno, si quieres te ire presentando a alguna amiga.
-Déjame pensarlo, dijo él, de momento solo me apeteces tu.
Tras decir esto siguió comiéndome el coño, noté como me iba humedeciendo cada vez más hasta que estallé, ese mocoso había logrado provocarme otro orgasmo.
En ese momento me volvía fijar en su polla, estaba nuevamente dura, así que me dispuse a calmarle y le dije:
-Mi amor, se nota que eres un chico joven y potente, follame otra vez.
-¿Te gusta como lo hago? Estoy aprendiendo todo lo rápido que puedo, dijo él.
Me tumbé en el sofá y él, nuevamente, introdujo su polla en el interior de mi coño y comenzó a moverse de una manera que revelaba un cierto aprendizaje, lo que hizo que nuestros gemidos se intensificaran. Y le dije:
-Mi amor lo estás haciendo muy bien,
Él me siguió follando hasta que me corrí, cuando lo hice le bese en la boca, pero el estaba sin culminar, y le pedí que me dejara llevar el ritmo, el aceptó y se tumbó en el suelo, lo primero que hice fue chuparle la polla, quería darle seguridad y era una forma de agradecer el inmenso placer que me estaba dando, cuando esta estuvo bien dura me senté encima de él.
Pablo, al sentir su polla dentro de mi coño se puso a gemir y me dijo:
-Muchas gracias mama Clara, por lo que me estás haciendo.
En ese momento yo le follaba de espaldas a él, pero mi alumno estaba aprendiendo muy deprisa y me pidió que me diera la vuelta tenía ganas de ver mis tetas mientras lo hacíamos, le complací, por supuesto, y al darme la vuelta el se puso a acariciarme las tetas, me pidió que me acercara a su boca y cuando lo hice me beso de una manera en que la dulzura se mezclaba con la pasión, y así seguimos, pero el me pidió:
-Mi amor esto es fantástico, pero me gustaría ser yo quien llevara el control, quiero aprender mucho para hacerlo mejor otras veces.
¿Cómo negarse ante este argumento? Me salí y me coloqué de lado ej el suelo, el se giró también y desde esta postura introdujo su polla en mi coño, y nuevamente comenzó a moverse provocándome un placer muy especial, en ese momento, por un instante pensé en mis hijos que seguramente me estaría viendo por la cam, esto me llevaba a ser más morbosa, quería que disfrutaran a tope del espectáculo, esto me puso todavía mas caliente, mientras Pablo seguía follandome con rubia y diciéndome:
-Mamita eres divina, te adoro.
Mientras su polla seguía moviéndose en el interior de mi coño, ese niño mejoraba su habilidad para follar por momentos, pero sus gemidos iban en aumento, y no puciendo más me dijo:
-Mamita no puedo aguantar más.
Le pedí que se saliera, y que se pusiera de pie, nuevamente hizo caso de su maestra, yo me puse de rodillas a su lado, cogí su polla con mis manos y le quité el condón, luego me puse a masturbarle, hasta que tras un fuerte gemido se corrió, su leche salió disparada de su polla y fue a parar a mis tetas, yo con mis manos me la restregué y el viéndolo dijo:
-Que alucine mami.
Después de esto nos tumbamos juntos en el suelo, elme volvió a dar las gracias, yo l e pregunté por su vida sexual y el me hizo una confesión llevaba un tiempo sintiendo atracción por una vecina de su abuela, llamada Emma, que había sido el objeto de muchas de sus pajas.
Mientras hablábamos, entre el recuerdo de Emma y mi mano que acariciaba su polla esta se fue recuperando yo le dije:
-Parece que tu polla tiene ganas de más marcha.
Le volví a pedir que se pusiera de pie, y yo me arrodillé nuevamente y con las mimas tetas que poco antes habían recibido su semen las aprete contra su pola y me puse a moverme un poco, su polla se puso dura como un palo, en ese momento él con mucha vergüenza me pidió:
-¿Mami, te la podría meter por el culo?
Nada más decirlo, pareció arrepentirse, ero en ese momento yo primero le abracé y luego con voz melosa le dije:
-Mi amor, eres un hombre y es lógico que quieras meter tu polla por cualquier agujero de una mujer, lo que no sería normal es que una mujer no lo desee.
Después me puse en el sofá a cuatro patas y le dije:
-Venga mi amor, anímate, yo te guiare, veras que bien lo vamos a pasar.
Él se puso detrás de mí, antes de otras cosas quería que aprendiera lo que se le puede hacer al culo de una mujer, sin penetrarla, así que le pedí que restregara su polla contra mi culo, lo hizo, y sentir su polla sobre los acachetes de mi clo me encantó, y aé también, aunque desde luego se le veía desesperado por alcanzar el premio mayor, así que le hice cambiar, le dije:
-Mi amor, podrás follar mi culo, pero antes quiero que comprendas como un hombre puede dar mucho gusto a una mujer, lo primero quiero que me lamas el culo con tu boca.
Él no se si por curiosidad, o como un medio para lograr su premio final, me obedeció, poniéndose también de rodillas, introdujo su lengua en mi culo y comenzó a lamérmelo, puede que fuera su primera vez, puede que fuera el morbo, pero sentir su le gua sobre mi culo la hizo gozar muchísimo, no tardó en provocarme un gran orgasmo.
-Mi amor, me has dado mucho gusto, le dije, te has ganado el premio mayor, puedes follarme.
Al oír mis palabras el se puso muy contentó, se colocó detrás de mí y de un golpe, como con miedo, me la metió, yo al sentirla me puse muy caliente, pero no podía dejar de lado mi función de maestra, así que le fui indicando como tenía que moverse, él, otra vez demostró ser un buen alumno, y comenzó a moverse al ritmo que yo le indicaba, además, una vez más, esto hizo que comenzara a sentir un placer muy intenso, y por lo que oia de sus gemidos él también estaba gozando mucho, la verdad es que ser una desvirgadora de jovencitos estaba resultando una experiencia divina. Mientras yo pensaba esto no dejaba de gozar, y sus gemidos se intensificaban.
Por fin no pudo aguantarse más, y tras un fuerte gemido descargó su leche dentro de mi culo dejándomele chorreando, me la sacó y me dijo:
-Gracias mami, me has hecho muy feliz.
Le invité a pasar al baño, allí se duchó y después se vistió, y finalmente le acompañé has la puerta, nos despedimos con un fuerte beso y prometiéndonos que lo íbamos a repetir, nada más cerrarse la puerta mis hijos salieron de la habitación.
-Es la cosa más porno que he visto en mi vida, dijo mi hijo pequeño,
Los dos se abalanzaron sobre mi y follamos de una manera bestial.
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