“Papi” me saca leche de mis ubres

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En esta ocasión les traigo un relato que me sucedió a los 20 años aproximadamente, en esa época estudiaba la universidad, y quise hacer algo con el tiempo lo re que tuve, ya que por medio de una conocida de mis padres me ofrecieron cuidar de un “adulto mayor”, lo comento así porque este hombre tenía aproximadamente unos 60 años, sin embargo tenía buen físico, siempre se arreglaba y aunque no era el rostro más bello, tenía algo que lo hacía licor bastante varonil y que a mí me atrajo, por lo que decidí aceptar la oferta de trabajo.

Este hombre a quien llamaré “papi” era divorciado y vivía solo, sus hijos lo frecuentaban pero no tenían una relación más allá de verse unas dos o tres veces al mes, y llamadas cada tercer día, “papi” necesitaba ayuda puesto que por situaciones laborales habría sufrido un accidente y requirió un operación que lo limitaba de sus piernas, más que nada mi trabajo sería de compañía y apoyo en cosas que no él no pudiera realizar, pero tenía un rehabilitador que acudía en ciertos momentos del día.

Cuando me lo presentaron acudí a esa cita con un vestido lindo, sexi más no vulgar, al verme sentí como me miraba de arriba a abajo con cierto tinte sexual, y obviamente eso me gustó.

Durante la primera semana salía de mi casa vestida lo más normal posible, pero al llegar a su casa solía ponerme más cómoda, con el pretexto de que al realizar ciertas tareas me sentía mejor, desde luego “papi” no tenía problema alguno, al contrario podía sentir sus miradas y alguna que otra vez vi su bulto erecto, “papi” permanecía en silla de ruedas la mayor parte del tiempo, sim embargo con ayuda de sus manos podía hacer movimientos a sillones, cama y lugares que el necesitaba, pero a veces con cierta perspicacia me pedía ayuda para poder ver mis tetas o tenerlas más cerca, eso era usual cuando tenía escotes pronunciados.

Una tarde calurosa, aproveché para quedarme en una blusa delgada, sin bra, y en un short delgado y ajustado, el cual marcaba mi redondo culo y una tanga, “papi” no dejaba de verme y me dijo:

Papi: ¿Danita, pero que calor hace hoy verdad? Me encanta verte tan fresca, con mucho respeto te tengo que decir que tienes un cuerpo muy bonito, tu novio debe ser el más afortunado.

Danna: Si, el día de hoy está muy caliente, espero que no te moleste verme con esta ropa, pero hay mucho trabajo por hacer. Y sobre el cumplido, gracias, la verdad no tengo novio, y por lo general nunca me dicen cosas tan lindas.

P: Pero como puedes decir eso, eres una niña hermosa si yo tuviera tu edad no te dejaba ir, lástima que pudieras ser mi hija o hasta mi nieta.

D: Que lindo, imagínate si yo fuera tu hija, serías mi “papi”, pero sería raro tener un “papi” tan guapo y varonil, eso no se si me gustaría. Y me acerque a él, agachándome y dejando ver mis senos.

P: ¿De verdad me consideras guapo?

D: Por supuesto, eres un guapo, amable y varonil. Supongo que alguna novia tendrás.

P: No bella Danita, lo que me dices es un halago, hace muchos años que no tengo pareja, que no recibo un beso, un abrazo y menos que tengo intimidad con una mujer.

D: Que pena, ellas se lo pierden, “papi”.

P: Me está gustando que me digas así, ¿Danita me dejarías tocarte? La verdad llevo días mirando esas tetas y ese culito, daría lo que fuera solo por verlas y tocarte.

Me acerque a su silla de ruedas, desabotone mi blusa lentamente y deje expuestos mis tetas, y le pregunté ¿Te gustan papi?

P: Ay Danita, tienes unas tetas bellas, me encantan esos pezones marrones y esos pezones erectos como mi verga.

Me acerque, tome su mano y la puse sobre mis tetas y le dije: Son tuyas papi, has lo que quieras.

Papi comenzó a jugar con mis tetas, jalaba mis pezones, hacía rebotar mis tetas, jugaba con mis aureolas y luego las puso en su boca, cuando sentí mis tetas húmedas por su saliva comencé a gemir suave, era muy excitante su forma de chupar.

En seguida me pidió que fuéramos a tu recámara, al llegar le ayude a desnudarse y cuando llegue a su miembro lo tome con ambas manos y lo metí a mi boca, mame su verga gorda, y luego la puse entre mis tetas, mientras la deslizaba, le daba golpecitos a su punta en mis pezones. Cuando termine, me quite el short y mi tanga, toque mi vagina y le dije:

D: Papi me tienes mojada, prueba mi miel, porque necesito tu verga en mí.

Tomé mis jugos y los puse en su boca, cuando se recostó le puse mi vagina en su cara, me chupaba con deseo, yo me movía suavemente y abría con mis manos mis labios, para que pudiera probarme toda, luego continúe mamando su verga. Lo monte, lo cabalgue y yo misma apretaba mis tetas, tocaba mi cuerpo y se lo ofrecía, después el no dejaba de lamer mis senos hasta sacarme gotas de leche que yo no sabía que tenía, en un momento y mientras seguía arriba de él, cabalgando apretó mis senos y un chorro de leche nos bañó.

Papi dijo: Que rico, eres una zorrita escurriendo leche por arriba y por abajo, me encantan las tetas con leche, te voy a mamar diario para que tengas más.

Seguí cabalgando mientras el chupaba y me exprimía mis ubres, mientras más me acercaba al orgasmo más leche salía, era mi primera vez lactando, no sabía que podía y eso me prendió, tuve un orgasmo increíble. Papi también se vino, saco su verga de mí y deposito su leche en mis nalguitas. Esas vacaciones siempre que llegaba el succionaba mis ubres, hasta sacarme lechita, en ocasiones nos masturbamos mutuamente y en otras teníamos sexo completo, a ambos nos llenó de morbo la leche de mis tetas.

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4 COMENTARIOS

  1. Uffff que ricas anécdotas, en especial esta última, me imagino la estimulación en tus temas y pezones para lactar de esa forma, felicitaciones.

    Espero leerte pronto.

  2. Así es, ambos disfrutamos mucho esa experiencia. Y otras más que me faltan por contar, espero sean de tu agrado.

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