Provinciano

1
6930
8
T. Lectura: 4 min.

Por cuestiones laborales necesité ir a una provincia donde me hospedaría unos 15 a 20 días, como una de mis muchas búsquedas fue inscribirme en una pagina de citas gay, empecé a ver si en esa provincia había alguien con quien al menos pasar un rato, y así fue, logré hacer dos citas aunque una a ultimo momento canceló, la otra fue muy puntual.

En uno de mis descansos el sábado habíamos quedado en encontrarnos en una plaza, ya que yo desconocía el lugar, él me indicó donde pararme para poder identificarnos, nos encontramos tal cual lo habíamos pactado, charlamos un poco y me invitó a su casa, era en unos departamentos muy luminosos a los que al ingresar pasaba por un jardín y de ahí por una escalera directo al suyo, tal como si fuera la casa de un barrio delimitado. Un amplio living comedor que daba a la cocina era la entrada, y ya me esperaba con algo fresco en una mesa ratona y unos sándwiches de miga que quedaron a mano al acomodarnos en el sillón.

Seguimos charlando, entrando más en confianza y en un momento me acerqué, lo acaricié y besé, eso le encantó y se entregó a mí de forma apasionada; se definía como pasivo, pero yo esperaba revertir eso, je. En poco tiempo nos hallamos casi sin ropa, él tenía un amplio bóxer y yo un slip de lycra bastante ajustado que no tardó en bajar y tragar mi pene duro, lo noté muy caliente, casi como desesperado, entonces me paré, hice lo mismo con él y en medio de un intenso franeleo le pedí que me guie hasta su cama; cuando llegamos ya no teníamos lo único que nos quedaba de ropa y entre abrazos, besos y caricias él se afirmó a mi pija de forma que me hacía gemir muy fuertemente.

Estuvimos mucho tiempo en medio de juegos amatorios, 69 y un franeleo que daba la sensación que éramos novios, creo que luego de más de una hora me pidió que lo llene de leche por lo que una vez más lo puse en 4 y con fuerza y hasta el fondo le clavé mi poronga que al cabo de varios bombeos derramó su semen en un delicioso culo; nos acostamos uno al lado del otro, me ofreció bañarme y acepté, cuando salí estaba cómodamente sentado con algo de tomar y comer a su lado viendo televisión, me acosté junto a él.

-¿No te vas? Preguntó

-No pensaba, pero si molesto me voy, disculpá. Respondí al tiempo que tomaba mi ropa para cambiarme.

-No, está bien, me encanta que te quedes, lo que pasa que todos enseguida se van después de acabar.

-Yo no. No seré normal. Dije al tiempo que ambos nos reíamos

Y volví a acostarme desnudo a su lado, donde luego de ver algo en la tele nos quedamos recostados y tocamos nuestros cuerpos sin nada muy sexual, me convidó con lo que tenía a su lado y lo compartimos mientras hablamos para conocernos más, serían como las 20 h, cuando le dije que me iba y aunque me invitó a que me quede le dije que no podía, que al otro día sí.

Y así fue, ya teníamos el número de celular del otro por lo que por medio de mensajes coordinamos una nueva cita en la que incluso me quedé a dormir, lo pasamos más que bien juntos y nos vimos varias veces en esos 20 días, pero un día fue especial, él quería un trío con un amigo que lo solía frecuentar y cuyo miembro era más que generoso, si bien este provinciano era pasivo también sabía de mi versatilidad cuando se dejaba chupar la pija hasta acabar en mi boca.

Uno de los últimos días que nos vimos mientras estábamos en la cama, tocan el timbre alrededor de las 17 h, él se pone solo una bata y sale a atender, era su amante, lo hizo pasar, yo me quedé en la pieza, el anfitrión vino se desnudó nuevamente e iniciamos un intenso franeleo, donde me dijo al oído que su amigo se desnudaba y venía, por lo que seguimos en lo nuestro, un minuto después se asomó por la puerta un hombre alto, flaco, de unos 40 años, casi sin vello y con un semi flácido pene que prometía ser bastante gordo, aunque no sé si largo.

En ese momento yo me encontraba sentado contra el respaldo y tenía al dueño de casa muy entretenido haciéndome sexo oral en 4 patas de rodillas sobre la cama, el tercero se había empezado a excitar, con mi mano le hice una seña para que se acerque y tomé esa poronga muy gruesa, tanto que mi mano se cerraba de forma muy justa, ya deseaba tenerla en la boca, entonces me acerqué, un aroma fuerte y desagradable me invadió, como ácido, por respeto no hice ningún gesto, pero lo alejé de mí y él fue derecho a coger a quien tenía a mis pies, a mi pija más exactamente.

Primero jugó con su enorme miembro en la cola, luego tomó una vaselina que había sobre la mesa de luz y lubricó su ano, quien a su vez me miraba a los ojos sin sacar mi pija dura de su boca, y despacio, como sabiendo lo que hacía inició la penetración, él no emitía una palabra, mi amigo estaba enloquecido con dos penetraciones al mismo tiempo, sus manos se afirmaban a las sábanas en la medida que el ano se dilataba, cuando sentí que el pubis tocaba sus nalgas, me miró con los ojos grandes, soltó de sus labios mi poronga por unos segundos y gimió de placer, quien se lo cogía parecía hacer un trabajo, no demostraba nada de satisfacción.

Entonces la sacó de golpe y se acostó boca arriba esperando que ambos fuéramos a tragarnos un tremendo obelisco en su punto máximo, y así lo hicimos, pero cuando me acerqué nuevamente ése aroma fuerte, igualmente lo metí en mi boca en la que apenas entraba por el grosor que tenía, traté de disfrutarlo unos minutos mientras al mismo tiempo se metían sus enormes testículos en la boca de mi amigo también, pero no pude soportar el hedor y la saqué, jugué un poco más con mi amigo, me lo cogí un ratito.

Fue cuando sentí a este señor de poca higiene que se ponía por detrás de mí y me quiso penetrar, lo rechacé un poco, pero él insistió y con su enorme pene dilató mi ano, así era realmente placentero, consiguió que me volviera una hembra caliente y me moví como tal, mi amigo se puso a mi lado también 4 patas y entonces este individuo alternaba las penetraciones, hasta que sentí como inundaba mi cola de su semen, enseguida la sacó y se recostó para que se la mamemos, lo que no hice pero el dueño de casa sí, me levanté y me fui al comedor, me cambié y al asomarme por la puerta veo que este hombre activo estaba acostado, mirando por la ventana, mientras el otro no dejaba de jugar con su miembro muy tentador por su tamaño pero no por su higiene. Tomé mis cosas y me fui.

Mi amigo me escribió varios mensajes más solo le respondí uno diciendo que para mí la higiene es fundamental y que no volvería a verlos.

Loading

1 COMENTARIO

  1. Tienes razón, en estas relaciones lo más importante es la higiene. De no haberla se pierde la excitación se pierde al igual que las ganas.

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí