Mi familia en apariencias es normal, casi se podría decir que una familia ideal, pero las apariencias casi siempre engañan. Mi nombre es Ethan, vivo con mis dos padres, Elías y Judit, también con mi hermana Nuria, de un año menor.
Mi padre es muy conservador, un fanático religioso, que lleva al extremo sus convicciones convirtiéndose en una persona autoritaria, en cambio mi madre es el otro extremo, la otra cara de la moneda, aunque respeta todo lo que piensa mi padre, lo hace más por miedo que por convicción.
Mi padre las obliga a vestirse con discreción, vestidos largos, camisas de manga larga, mi madre ya está acostumbrada pero mi hermana se resiste, aunque no le que otra que respetar las reglas de mi padre.
Mientras mi padre está trabajando, cambia diametralmente la cosa, ellas en casa andan lo más cómodas posibles, no tienen vergüenza de mostrar sus cuerpos espectaculares, dos rubias con culos hermosos y tetas tambaleantes. Aunque no andan desnudas, llevan escotes grandes y no usan sostenes, así que cuando las tengo cerca y se agachan puedo ver por instantes sus rosados pezones, aunque no sé si lo hacen a propósito, pero lo hacen muy seguido. Yo estoy en el paraíso.
Un día mi hermana empezó a discutir con mi padre, era un griterío insoportable, mi madre trataba de calmarlos, pero cada vez se ponía peor la cosa. Empezaron a discutir porque mi hermana quería salir a la noche con unas amigas y no la dejaban, ella había cumplido 18 años, pero mi padre aseguraba que mientras ella viva con ellos tendría que cumplir con las tradiciones de su familia. Se pone a llorar y sale corriendo a su cuarto, después de un rato voy a su cuarto a tratar de calmarla, estaba acostada sobre la cama mientras lloraba, no podía dejar de ver su culo cubierto por el vestido largo.
Ethan: No llores, ya sabes como es papá y toda su familia.
Nuria: pero estoy cansada que mis amigas se burlen de mi
Ethan: ¿Pero de qué se burlan?
Nuria: Me dicen que soy la única virgen de la clase y estoy cansada que se rían de mi todo el tiempo
Ethan: Pero que tiene de malo, si no tuviste novio.
Nuria: Es que les mentí, le dije que tengo novio y tenemos sexo seguido. Pero no me creen, dicen que soy una mentirosa.
Ethan: pero ellas saben las reglas de tu religión
Nuria: Si, saben, pero igual se ríen de mí. Les dije que le voy a llevar pruebas
Ethan: ¿pruebas?
Nuria: Sí y quiero que me ayudes, quiero que tengamos sexo para grabar un video que le pueda mostrar a mis amigas
Ethan: Pero estás loca, somos hermanos y si se enteran nuestros padres nos matan.
Nuria: No tiene nada de malo, no se tienen que enterar, será nuestro secreto
Ethan: Es peligroso que pierdas la virginidad si no estás casada y menos conmigo, sería una locura
Nuria: pero sería por el culo y solo una vez, grabamos el video y listo. No saldría tu cara.
Ethan: no es tan fácil por el culo duele mucho, te puedo lastimar
Nuria: ¿Cómo sabes que duele?
Ethan: Tuve novias y nunca quisieron que se la meta por ahí.
Nuria: a mí no me duele, me meto el dedo todo tiempo y no me duele
Ethan: no es lo mismo, tus dedos son finos, una verga es otra cosa, seguro tu ano está muy apretado.
Nuria: Dale, proba, mete el dedo.
Ethan: ¿Estás segura?
Nuria: Si dale, antes que venga mamá
Se pone de pie a un costado de la cama y me da la espalda, queda mirando la puerta de la habitación y se agacha mientras se levanta la falda. Veo su ropa interior de color rosa con unos pequeños dibujitos, no puedo perder tiempo, no quería que se arrepienta, acerco el dedo y empujando con este la tela buscando el pequeño agujerito, puedo sentir sus arrugas, pero apenas lo toco y trato de hacer presión para meterlo, pega un salto y cierra el culo.
Ethan: shhh, shhh, no grites, nos van a escuchar. Ves que te dije que te iba a doler.
Nuria: perdón, perdón
En ese momento se escucha que mi madre nos llama para la cena. No sabía como disimular la erección que tenía, mi hermana se había dado cuenta, pero no dijo nada, solo tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras se acomodaba la falda.
Nos sentamos en la mesa como todos los días uno al lado del otro enfrentados en la mesa a nuestros padres. Mi padre mientras espera a mi madre traer la cena, está mirando el celular, yo paso mi dedo índice por la nariz, casi por un acto reflejo y me doy cuenta que tiene un sutil olor a mierda, era el de mi hermana, casi al instante me vuelve la erección.
En silencio volteo y veo a mi hermana que estaba distraída acomodando una servilleta, no se me ocurre mejor idea que compartir con ella mi hallazgo y le paso el dedo por su nariz, enseguida retira la cabeza y me mira, pero se da cuenta que era el dedo que había rozado su ano. Me mira y sonríe, no dice nada, mira a mi padre y se da cuenta que seguía en su mundo, entonces toma mi dedo con la mano, se lo lleva a la boca y lo chupa, fue lo más erótico que vi en mi vida. Llega mi madre con la cena y comenzamos a comer.
Ya casi habíamos terminado la cena y mi padre recibe un llamado, por lo que se levanta y se va a seguir hablando en el living, antes de terminar de comer, Nuria pasa su mano sobre mi pantalón y empieza a acariciar mi verga. No podía creer que lo haga estando delante de nuestra madre, sabía que con cualquier reacción se podría dar cuenta lo que estaba haciendo, así que me quedo quieto, pero con la erección que tenía en unos segundos termino eyaculando sobre mi pierna, el semen traspasa la tela y le moja los dedos, entonces retira la mano y se vuelve a chupar los dedos.
Mi hermana se levanta de la mesa y me dice si la acompaño a la habitación, siempre con una sonrisa en la cara, ella sabía que si me levantaba mi madre vería mi pantalón mojado, así que no le contesto y espero a que mi madre empiece a limpiar la mesa, así puedo ir a mi habitación para cambiarme.
Cuando regreso la veo a mi madre y a mi hermana, que la está ayudando con las cosas de la cocina, algo que en raras ocasiones pasa y charlando como pocas veces. Mi hermana se da cuenta que las estaba mirando y con una mano se levanta la falda y me muestra el culo, mi madre no se da cuenta de lo que hacía Nuria, no me pude resistir y me acerco con la excusa de que, si las podía ayudar, mi madre me dice que me vaya y nos reprocha entre risas, que nunca la ayudamos.
Pero mi objetivo era el culo de Nuria, mientras le apoyo la mano izquierda en el hombro a mi madre, con la derecha le toco la raya del culo, la recorro de arriba abajo, hasta que mi madre se mueve para atrás, para acomodar unos platos y tengo que sacar deprisa la mano antes que se dé cuenta.
Ese día nos mandamos mensajes toda la noche de una habitación a otra, estábamos los dos calientes y nos pajeamos toda la noche.
Al día siguiente llego a casa pasado el mediodía, no tenía clases a la tarde, mi hermana llegaba una hora después, como todos los días mi madre llega del negocio de mi padre, donde ella trabaja, una o dos horas después que Nuria, así que con mi hermana estaría por lo menos una hora a sola con ella.
Como todos los días cuando llego voy a mi cuarto a jugar online y no me interrumpe nadie hasta que llega mi madre, pero ese día mientras estaba jugando, con los auriculares puesto, no escucho cuando entra mi hermana y me toca la espalda, me asusto y cuando volteo la veo que me muestra el culo y sale corriendo a su habitación, no pierdo un segundo en abandonar la partida y salgo corriendo tras ella.
Cuando llego a su cuarto la veo a costada en su cama con el culo al aire y me dice.
Nuria: vamos rápido, es tuyo, apurate antes que venga mamá
Lo decía mientras se separaba las nalgas con las dos manos.
Ethan: ya te dije, que te va a doler, puedo hacer la prueba, pero si no lo sabes dilatar duele mucho, ayer te dolía cuando te metí un dedo, yo la tengo mucho más gruesa.
Nuria: A ver
No dudo ensacarme la ropa y mostrarle el tamaño de mi pene, se queda sorprendida, se acerca y a solo unos centímetros lo inspecciona.
Nuria: ¡Es gigante, muy grueso!
Ethan: Te dije.
Nuria: lo puedo chupar
Sin que haya terminado de decir la frase se lo puso en la boca y empezó a mamarlo, mientras yo le acariciaba el pelo. Casi estaba por acabar en su boca cuando se lo saca y me dice:
Nuria: Dale, ahora por el culo.
Ethan: Como quieras, probamos, pero no creo que te entre
Nuria: Dale. Antes que vuelva mamá
Se desnuda para ponerse en la cama en posición de perrito, tenía una imagen increíble de su culo el pequeño agujerito rosado latía, pero estaba muy cerrado sería imposible cumplir sus deseos. Me da pequeña botella con aceite para usar de lubricante, con la que dejo brillosa mi verga. Comienzo mojar el ano con aceite para meter un dedo, pero no lo logro, le molesta y me toma de la mano para impedir que siga.
Ethan: no te la voy a poder meter si no te entra un dedo, primero vas a tener que dilatarlo
Nuria: Dale, quiero grabar un video.
Ethan: ya sé lo que voy a hacer, te voy a comprar unos dilatadores anales y los usas todo el día, así en unos días te la voy a poder meter por el culo
Se vistió y me fui a mi cuarto, mi madre volvería en un rato, busco en el pc unos dilatadores anales, encuentro un juego de tres de distinto tamaño y lo encargo para el otro día, lo tendría que pasar a buscar por una tienda cercana. Ese día mi hermana estaba muy caliente, no paraba de mostrarme el culo cada vez que podía, me dolía el pene de tenerlo erecto todo el día.
Al otro día cuando salgo de la escuela paso a retirar los dilatadores, estaban envueltos en un sobre negro, por lo que no me preocupaba que me viera algún conocido. Apenas llego a casa, Nuria estaba esperando detrás de la puerta, cuando entro me arrebata el paquete de las manos y lo empieza a abrir. Adentro había una caja de madera que contenía los tres dilatadores, muy parecidos a alfiles de ajedrez, de metal cromados y un pequeño envase con un gel lubricante. El primero tenía un diámetro de 2 cm, el segundo de 4 cm y el tercero de 6 cm.
Nuria: Dale ayudame a meterme el primero antes que vuelva mamá
Teníamos media hora así que nos apuramos, se inclina sobre la cama y se pone en posición de recibir el primer dilatador. No resisto y lo primero que hago es chuparle el ano durante unos minutos, pero me dice que me apure, quería el dilatador dentro, así que con el gel lubricante lo empiezo a pasar por el agujero hasta dejarlo bien brilloso. Tomo el dilatador y empiezo a empujar para que entre, lo logro casi de inmediato, ya lo tenía adentro, cosa que tendría que mantener hasta el otro día. Ese día cada vez que podía se daba vuelta y me mostraba el culo, separaba las nalgas para que veo que llevaba colocado el dilatador.
Al día siguiente repetimos el ritual con el segundo dilatador, aunque el esfuerzo de meterlo fue mayor, se notaba que se había dilatado el esfínter. Nuestra madre, aunque continuaba con su rutina, el trato cariñoso entre nosotros la hacía sospechar que algo le ocultábamos.
El último día había llegado, la prueba sería como el reto final, cuando por fin el esfínter de Nuria estaría preparado para mi verga, pero se la notaba más caliente que el día anterior cuando me preparo para poner el último dilatador, me detiene y me pide que ya era suficiente que pruebe con mi verga, que se sentía preparada, que no podía esperar.
No hacía falta de buscar la erección, es esos días era casi una rutina tenerla dura, así que la saco y Nuria no pierde ni un segundo en tomarla con las dos manos para llenarla del lubricante que usaba con los dilatadores. Se pone en cuatro sobre la cama y me ofrece el ano, que por cierto se lo veía abierto unos dos centímetros, casi un círculo perfecto.
Arrimo la cabeza de mi verga hasta tocar el esfínter, empiezo a empujar y veo como entra lentamente, hasta que logro meter la cabeza mientras pega un gemido. Puedo sentir el calor de su ano, casi fiebre anal, empujo hasta casi meterlo todo y empieza a gritar y sin sacarlo lo saco un poco y vuelvo a empujar cada vez más rápido, ahora los gemidos eran constantes y rítmicos.
Pasaron unos minutos de llenarle el culo con mi verga, hasta que me dice que la grabe.
Nuria: Vamos toma en móvil y graba.
Le hago caso, con una mano tomo el móvil y empiezo a grabar desde mi perspectiva, mientras ella gemía ante cada embestida, puedo ver que gira la cabeza para que pueda grabar su cara. Los gemidos ya parecían pequeños gritos.
De pronto, se escucha que se abre la puerta y era nuestra madre que había llegado más temprano. No pude parar con mi tarea estaba poseído con ese culo hermoso.
Puedo escuchar sus gritos.
Judit: ¿qué hacen? ¡Están locos! ¿Qué pasaría si los ve su padre?
Nuria: Perdón, perdón, ya terminamos.
Judit: ¡Paren!
No me quedó más remedio que sacar la verga, pero cuando lo hago acabo con tanta fuerza que un chorro de semen llega a la cara de mi madre, Nuria se da cuenta y se empieza a reír.
Judit: no te rías, mira cómo me dejó tu hermano.
Ethan: Perdón
Mi madre se pasa la mano por la cara y casi por instinto chupa el dedo con mi semen, Nuria se da cuenta.
Nuria: ves, que te gusta también.
Judit: pero estás loca, no te das cuenta que podés quedar embarazada, mira si pasa eso, papá nos mata a todos.
Nuria: ¿Por qué se tiene que enterar? Y nosotros sólo lo hicimos por el culo.
Judit: Pero está mal igual
Los gritos se acallaron y empezó una conversación normal entre mi hermana y mi madre. Nuria le empezó a contar como empezó todo, con todos los detalles. Yo al ver como miraba mi madre mi pene erecto, decido quedar desnudo y que lo disfrute con la mirada. Probar mi semen, ver mi verga y el discurso de Nuria la fueron convenciendo que no habíamos hecho nada malo.
Judit: Sé que son jóvenes y las hormonas los hacen hacer locuras. Pero no se puede enterar nadie de esto.
Nuria: pero ma, nos vas a decir que no te gusta el sexo, que no te gusta cuando papá te la mete por el culo.
Judit: no es lo mismo, yo no soy joven y nunca me la metieron por el culo y menos tu papá, iría en contra de la religión.
Nuria: ¿En serio nunca te la metió por el culo?
Judit: Las cosas que preguntas. No nadie me la metió.
Nuria: y por qué no aprovechas
Mientras le decía esto Nuria toma mi pene con una mano y lo sacude para que lo vea con detalle.
Judit: jajaja estás loca, dejalo tranquilo a Ethan, mira como lo tiene
Nuria: Dale ma, chupalo y no le contamos nada a papá.
La cara de mamá había cambiado, no podía sacar la sonrisa de la cara.
Judit: ¿me estas extorsionando? Jajaja
Nuria: un poquito.
Judit: bueno lo chupo un poquito así bajan un poco la calentura.
No podía lo que estaba pasando, mi madre me iba a chupar la pija, así que me recuesto sobre la cama, pero se pone una de cada lado y empiezan las dos a chupar, se pasaban mi verga de una boca a la otra. Mientras una chupaba mis huevos la otra el tronco. Habíamos perdido la cabeza, pasamos una línea que no nos dejaba volver atrás.
Nuria: Ahora que te rompa el culo.
Mientras mi madre no dejaba de chuparme la pija, Nuria le empieza a sacar la ropa hasta dejarla desnuda, tiene un cuerpo espectacular, es hermosa en todos los sentidos. Nuria toma el gel lubricante pero antes de pasarlo por el culo de Judit, se lo chupa mientras ella sigue chupando mi pene, luego mi hermana le lubrica el ano con los dedos.
Nuria: listo es tuyo, Ethan
Mi hermana ayuda a ponerla en cuatro sobre la cama y veo el ano más cerrado que el de Nuria, pero no sería oposición a mi verga erecta. Se la meto de un golpe y grita como si se hubiera roto una pierna. Luego fueron todos gemidos, estuvimos cogiendo como una hora, hasta acabar en el culo de mi madre.
Ese fue el primer día de cientos de días que siguieron, siempre lo hicimos por el culo, era una hermosa rutina, a vez con ellas por separado y otra con las dos juntas. Sigue siendo nuestro secreto, mi padre nunca se enteró, pero mejoró la relación con mi madre.
Tengo la suerte de tener dos putas en casa.
Orales
Ya hubiese querido tener esa experiencia
Nice Nice Nice
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