Tentación en la oficina

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T. Lectura: 2 min.

El lugar donde trabajo es pequeño pero no demasiado. Ella hizo como que no podía pasar por un pasillo angosto y empujaba su enorme trasero en mi verga parada. Después de un día entero de que me estuviera calentando los huevos, estaba realmente tentado a tomarla por su delicada cinturita y empujar con mis caderas. No entiendo como un cuerpo tan elegante y delgado puede complementarse tan bien con un trasero tan grande. Durante el repetido movimiento de adelante y atrás, sentí como mi pantalón se atoraba entre sus enormes nalgas y cuando ella se movía hacia adelante era casi como si me arrancara el pantalón. No me hubiera sorprendido que ella supiera como deslizar mi cremallera hasta abajo y sacar mi verga sin ayuda de sus manos.

Quería bajarle su ropa interior y meter mi verga por debajo de su falda. Pero logré contenerme. Ella caminó hacia el final del pasillo y con una mirada seductora me rogó que la siguiera a la siguiente habitación mientras casi podía escuchar como se apretaba su estrecha vagina desesperada por un pene. Ella dejo la puerta entreabierta. Yo sabía que no había nadie más en esa habitación… Solo ella… Y muy pronto estaría conmigo entre sus piernas y sus ojitos en blanco.

Di un paso hacia adelante pero un escalofrío recorrió mi espalda y me detuve en seco.

Quería entrar en la habitación y hacer a esa chica mi puta… pero mi reina en casa jamás me lo perdonaría.

Apreté los dientes y salí de la habitación, directo al baño.

Jamás pensé que me la jalaría en un baño del trabajo, me parece el lugar más aburrido para jalársela… pero necesitaba saciar esa energía que me jalaba hacia el borde del abismo entre sus piernas.

Sentí culpa, pues en mi imaginación los labios de la puta eran los que me mamaban la verga. Eran sus tetas las que me enterraban y su vagina la que yo penetraba hasta vaciar todo mi semen dentro de ella.

Al fin terminé. Todo ese maldito deseo quedo chorreado en unos siete cuadritos de papel higiénico. Me desconcierta que cuando ese liquido se encuentra en los testículos se convierte en un veneno por el cual podrías echar tu vida por la ventana con tal de tirarlo en una vagina. Además había sacado muchísimo semen; trillones de espermas y solo uno basta para embarazar.

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