Visita inesperada de mi madre

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Hacía poco tiempo que me había mudado a vivir solo, siempre he sido muy independiente y estaba deseando encontrar trabajo estable para poder irme a vivir solo, por fin lo conseguí. Al poco de mudarme a mi nueva casa, invite a mi madre para conocerla y que viera que le parecía. Era sábado, mi madre me llamó para ver si necesitaba algo para traer a mi casa pero no era necesario así que le dije que no. Como media hora después sobre la hora de cenar, suena el timbre, era mi madre, venía espectacular con una falda negra y una camisa blanca a juego que le quedaba de maravilla y unos tacones negros estaba muy guapa.

Aun así, ella trajo algo de cena, la cual dejamos sobre la mesa del salón, mire por curiosidad la bolsa que había traído, eran unos dulces que había cogido en una panadería de camino a casa, siempre me habían gustado y al verlos me hizo la boca agua. Me dijo si podía traerle agua que en la calle hacia un calor horrible y estaba muy sofocada del calor que hacía, enseguida fui a por ella y viene con una taza, sin querer se la eché sobre su escote, mojándole la camisa que llevaba y el sujetador negro el cual podía ver perfectamente junto con la falda que también cayó ahí, la puse perdida jajaja.

Fui a por un paño para poder secarla, disimuladamente le sequé por la zona de las tetas y acto seguido me dijo entre risas, “mi amor me has puesto perdida”, se puso de pie para quitarse la camisa y pude ver el sujetador negro más de cerca diciéndole, “mamá ese sujetador te queda de escándalo”, ella se echó a reír mientras avergonzada por mi comentario se tapaba con la camisa. Mamá se fue a duchar y dejo la camisa en la mesa, yo por mi parte trate de lavarla para intentar quitarle la mancha pero fue imposible.

Escuché el sonido de la ducha, mi madre se estaba duchando y después de ver a mi mamá en sujetador tenía ganas de ver más, estaba cachondo y no me podía quitar esa imagen de la cabeza así que fui hacia el baño donde mi madre se estaba duchando ¡Con la cortina de la ducha abierta! Lentamente me acerqué un poco podía ver perfectamente a mi madre desnuda como se enjabonaba en ese momento el culo y los brazos pero termine pecando de arriesgado y mi madre me terminó pillando, al verme se sorprendió y rápidamente se tapó con la cortina de la ducha.

Necesitaba una excusa rápido y le dije que le traía una toalla que me parecía que no tenía, ella sonriendo me dio las gracias por ser tan amable le dejé la toalla sobre la repisa del lavabo y salí del baño.

Posteriormente mientras la esperaba para cenar se acercó en bragas y camiseta, mientras empezábamos a cenar le dije que agradecía tener su visita por aquí que la casa se notaba más llena y me dijo que estaba pensando en quedarse unos días, yo le dije que se quedara todo el tiempo que quisiera, fue entonces cuando me dijo que desde que se divorció de papá hacía mucho que no se sentía acompañada por nadie, yo le dije que estaba ahí para lo que fuera y entonces ella, acariciándome el brazo me dijo “qué bueno eres y que bueno has sido siempre”.

Seguí comiendo mientras ella seguía observándome tiernamente continuamos comiendo y al terminar, me fui a recoger mientras mi madre se sentaba en la cama con las piernas estiradas, le llevé un te como ella me pidió, ella dio las gracias con una plena sonrisa mientras observaba sus largas piernas, entonces me lance y le dije a mi madre que me encantaba verla así de plena y con poca ropa, ella se echó a reír poniéndose colorada, observé varias veces sus pies con esas uñas pintadas de color naranja rojizo le quedaban de maravilla muy veraniegas y le dije entre bromas y broma si sabía hacer muchas cosas con los pies, ella a su vez los movía mientras me miraba y se echaba a reír.

Brindamos por la compañía y le dije si le apetecía un masaje de pies, ella me dijo que si sonriendo y me acomode para dárselo, recuerdo lo suaves que los tenía a medida que el masaje avanzaba a mamá le empezó a subir la temperatura se acomodó en la cama y dejó la taza sobre una repisa de mi habitación. Seguí subiendo por los gemelos con mis suaves manos y mamá se puso boca abajo para que siguiera con el masaje, esas bragas rojas no podía parar de mirarlas, como se le abría metían por el culo, y lo mucho que ansiaba comérselo.

Seguí palpando la pierna mientras ella disfrutaba del masaje. Sentía como el calor se apoderaba de mi me agarre la polla sin que ella lo viera, estaba cachondo y no podía ocultarlo. Tímidamente le empecé a chupar los dedos de los pies, mi madre de repente se le escapó un pequeño gemido, seguí subiendo lentamente mis manos por sus gemelos hacia sus glúteos mientras ella por su parte me miraba lo que hacía, pude ver cómo se mordía el labio inferior y hacia pequeños jadeos.

Seguí chupándole los pies mientras ella emitía más jadeos y más fuertes, la temperatura seguía subiendo en la habitación y mi madre se estaba poniendo cada vez más cachonda.

Nos miramos mutuamente mientras ella se mordía el labio, no hizo falta decir más, mamá se dio la vuelta y me dijo, “ven cariño, acurrúcate conmigo aquí”, hicimos la cucharita mientras le abrazaba seguí besándola por la espalda y fui subiendo mi mano izquierda tocándole las tetas, no llevaba sujetador y notaba sus pezones duros, ella me llevó con su mano hasta su teta izquierda, estrujándola mientras ella jadeaba, no podía creer lo que estaba pasando de nuevo, que ganitas tenía de seguir estrujando esa teta y que ganas de comerla entera.

La bese por el cuello y ella no tardó en llevarme mi mano a su entrepierna tocando esas bragas rojas de tela, tenía el coño empapado y las bragas más aún. Normal que estuviera así, no pude resistirme y enseguida la cogí del cuello y le di un buen beso en sus labios, que bien besa mamá pensé para mí. Le levanté la camiseta dejándole las tetas al descubierto mientras nos besábamos, fui directa a sus tetas y no pude por menos, se las comí enteritas que ricas estaban. Ella me desnudo, me quitó la camiseta, me bajo el vaquero y fue directa a la polla me la saco del bóxer, claro que después de tanto jugar la tenía a mil.

Me empezó a hacer una paja y enseguida le quité las bragas y fui directa a comerle el coño, que rico sabía ese coño depilado y baboso estaba delicioso seguí comiéndoselo mientras le metía los dedos. Me acerqué con la polla a su boca, me hizo una mamada de infarto previa a metérsela lo cual estaba ansioso por hacer. Empezó a cabalgarme segundos después, el mejor momento de mi vida y como lo hacía fue maravilloso, instantes después la tumbé boca abajo y le metí la polla por el coño como gemía estaba a mil y a punto de correrse cada vez le daba más fuerte por suerte no termine dentro aunque cerca estuvo, termine por encima de su coño, corriéndome sobre su tripita. ¡Un día perfecto!

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