Y ese día íbamos a celebrar nuestro décimo aniversario

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Hola muy buenas, esperando no ser una molestia, hoy quiero contarte una de las tantas experiencias que he tenido con mi amada ex esposa y dice así:

Era un viernes en la tarde y habíamos quedado de vernos para celebrar nuestro décimo aniversario de bodas en un restaurante al que habíamos reservado mesa, pasé a recogerla a su oficina, y empezamos a caminar por la calle buscando un taxi, cuando de pronto escuchamos con una voz de acento extranjero pronunciar su nombre, volteamos a ver quién era y era un señor alto de piel bronceada barbado de unos 60 años quien se bajó de un campero, nos miramos con mi esposa y la veo que se sonríe emocionada y me dice:

-Ay papi perdóname yo no sabía que Raúl estaba en Bogotá, de haberlo sabido te había cancelado, pero no te vayas a molestar podemos celebrar otro día.

A lo que le digo.

-Pero mami tenemos las reservaciones e íbamos a ir.

Me pone su dedo en mis labios indicando que me callara, me dice:

-Si yo sé papi, celebramos otro día, hoy quiero irme con Raúl, que hace rato no lo veo.

No me quedó otra que aceptar y dejarla ir.

-Listo mami si quieres irte con el anda vete ya.

Sin despedirse de beso como es su costumbre, rápidamente se aleja de mí y va hacia el Raúl a quien al llegar a su lado brincando de la felicidad, se besan apasionadamente por varios segundos, hablan algo no alcanzo a escuchar oír por lo retirado que estoy, a lo que ella mueve su cabeza afirmativamente y vuelven a besarse, se sonríen.

Raúl le abre la puerta del campero, mi esposa se sube y mientras el Raúl da la vuelta para subirse y arrancar. Teresa me mira y sonriendo me hace señas despidiéndose con su mano, arrancan y se van perdiéndose por las calles mientras yo me quedo caminando en busca de un taxi para irme para la casa e imaginándome a mi amada esposa desnuda en la cama de aquel caballero.

A Teresa la volví a ver hasta el domingo en la noche que regresó de su fin de semana de sexo, lujuria y pasión desbordada, vino por una ropa para ponérsela al otro día ya que se quedó toda la semana con su amante hasta el otro domingo que viajó de regreso a su país.

Una semana que disfrutó hasta el cansancio, conoció a varios de los amigos del Raúl con los que realizaron tríos sexuales, llenos de lujuria. Terminando el último sábado en una orgía impresionante donde 12 hombres hicieron las delicias de 8 mujeres, la verdad yo no lo podía creer, que mi amada esposa se prestara para estos eventos.

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