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Cobrando venganza (Segunda parte)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Después de salir molesto de la habitación donde deje a mi esposa fui al refrigerador por una cerveza y me dirigí al sofá, pasaron quizá unos 20 minutos desde que se fue Mony, yo estaba sentado en la sala con las luces apagadas bebiendo mi cerveza cuando vibró mi celular, era un mensaje de Mony, –vamos a otro lugar a seguir tomando- escribió, -es casi la 1:00 de la mañana no creo que encontremos algo decente- le conteste extrañado -vamos a un hotel- y mi respuesta final fue -dónde estás?-, al tiempo que salte del sofá, no espere su respuesta y fui hacia la habitación buscando pelea y dispuesto a todo para poder salirme de casa pero no fue necesario, Laura estaba profundamente dormida a causa de tanto alcohol, ni siquiera se molestó en quitarse la ropa y dudo que hubiera podido.

Salí corriendo de ahí, subí al auto vi rápidamente el último mensaje de Mony en mi celular y fui a donde me esperaba, estaba solo a unas 3 cuadras de la casa, subió al auto y nos dirigimos a un hotel cercano, en el camino no hablamos más que para ponernos de acuerdo a que hotel ir… en este punto necesito explicar que ir con ella a un hotel o que ella lo propusiera, no significa nada en realidad, solo es un hábito que adquirimos en nuestras salidas con amigos, cuando ya muy noche los bares y antros cerraban, nosotros nos trasladábamos a un hotel adecuado para seguir la fiesta, lo cual nunca paso de ser eso, pero en esta ocasión y después de lo ocurrido anteriormente en la mesa de aquella fiesta, no pensaba en beber y era una oportunidad que no pensaba dejar pasar.

Llegamos al lugar, pedí la habitación y unas cervezas al entrar ella se dirigió directamente al baño, yo prendí las luces, deje las cervezas en una repisa tomando solo una, me quite los zapatos y me recosté en la cama, no sé cuánto tiempo paso, Mony tardo mucho, comencé a sentir mucho sueño y pensé que me quedaría dormido pero el sonido de la puerta del baño al abrir me despertó, ella se subió por el otro lado de la cama opuesto al que me encontraba y yo sin bajarme de la cama me estire para alcanzarle una cerveza, la abrí y se la di, le dio un trago largo, la puso en un mueble que se encontraba de su lado y sin más se montó sobre mí y comenzó a besarme apasionadamente, no sé qué paso con mi cerveza pero antes de darme cuenta tenia mis manos en sus nalgas y su lengua tan profundo en mi boca como le era posible, puso sus manos en mi pecho y se levantó, sonriendo maliciosamente me dijo –me costó un poco hacerla enojar, y a ti- me dejo tan perplejo que no puede responder.

Aun no salía de mi asombro cuando sin esperar respuesta de mí parte se quitó la blusa quedando desnuda de la cintura hacia arriba para aumentar mi sorpresa, no sabía en qué momento se quitó su sostén y no me importaba, enseguida se reanudaron los besos y las caricias y como es obvio no tarde en hundir mi cara entre sus deliciosas tetas, lamerlas, chuparlas y acariciarlas con las ganas que siempre quise hacerlo, poco a poco nos fuimos desnudando cuando al fin pude recostarla en la cama y retirarle sus shorts y calzoncitos para después usar mi lengua y recorrer con ella cada pliegue de su suave y húmeda concha, hundiendo mi lengua en ella, mordisqueando levemente con mis labios, aumentando y reduciendo el ritmo de cada chupada y lamida hasta que ya no pudo más y tomándome del cabello me jalo hacia arriba hasta tenerme frente a ella y con un excitante susurro dijo –cógeme mi amor, cógeme ya-, lo que obviamente hice sin más espera, ni siquiera hubo necesidad de apuntar, casi sin advertirlo mi pene fue entrando en ella al mismo tiempo era mi lengua la que ahora se sumergía en su boca intentando llegar a su garganta mientras aumentaba el ritmo y la profundidad de cada estocada, mis manos recorrían su cuerpo, sus senos, sus piernas, sus caderas, cada tramo de su deliciosa piel era un majar extasiaste que me envenenaba y en un momento mis dedos se escurrían entre sus nalgas hasta que sin poder resistirlo la punta de mi dedo medio entro en su culo caliente haciendo que arqueara su espalda oprimiendo mi dedo y mi miembro al mismo tiempo ocasionando que la penetrara con más fuerza y rapidez hasta casi correrme dentro de ella, y así hubiera sido de no ser porque me detuvo en seco empujándome para que me quitara.

Su reacción fue tan violenta que pensé que se había molestado por mi audacia de invadir su culo sin su consentimiento y esperando un maltrato le pregunte titubeante que pasaba a lo que me respondió -espera- se quedó un momento recostada sobre la cama mientras a mí me comían las ganas de seguir cogiéndomela, entonces se levantó un poco y lentamente se giró para quedar boca abajo sobre la cama y sin voltear a verme como si sintiera algo de pena me dijo –mételo por atrás- y antes de que pudiera responder algo o siquiera moverme agrego –quiero saber lo que se siente-… ni siquiera la sorpresa fue suficiente para entorpecerme pues al ínstate estaba humedeciendo mi miembro con saliva para cumplir con su petición, mientras ella paraba sus nalguitas pacientemente yo se las separaba para dejar a la vista el magnífico obsequio que me entregaba, le acerque la punta de mi miembro y poco a poco comencé con un juego previo antes de intentar meterlo, debo confesar que soy bastante inexperto en esta práctica, solo en un par de ocasiones lo intente con Laura, logrando solo una de ellas y fue más doloroso que placentero para ambos, y que decir de Mony que tomando en cuenta sus preferencias sexuales era mucho más inexperta que yo.

Así que durante un largo lapso estuve intentando entrar sin lograr mucho, ella estaba siendo muy paciente y yo me estaba desesperando y a punto de darme por vencido logre encajarle la puntita, lo que provoco un pujido ahogado en la almohada que me puso más caliente y estuve a punto de empujarle con fuerza el resto pero logre controlarme recordando la dolorosa experiencia con mi esposa… me moví lento y de a poco fui aumentando el ritmo sin llegar a mucho, cuando sentía que se relajaba penetraba un poco más su estrecho culito hasta que pronto ya tenía casi la mitad de mi verga adentro de ella, me encantaba la estreches de su ano en mi miembro y el sonido de su voz pujando y gimiendo en combinación, estaba haciendo un esfuerzo inmenso por controlarme pero valía la pena pues esta vez el acto era delicioso, así seguimos por unos minutos y cuando se relajó completamente me dijo –métemela toda- lo que hice de una vez provocándole una combinación de grito y gemido que ahogo en la almohada, sin dejar de moverme me fui recostando sobre ella y sujetando sus deliciosas tetas la montaba penetrando su culo tan profundo como podía y cada vez más rápido, ella seguía pujando, gimiendo y gritándole a la almohada y sacudiéndose cada vez más hasta que fue tanto el alboroto que tuve que detenerme, pero ella seguía moviéndose tratando de contener sus gemidos, fue cuando me detuve que la sentí temblando incontrolablemente y entendí que estaba teniendo un orgasmo, aunque quise hacerme a un lado mientras se tranquilizaba ya no pude, con cada contracción succionaba fuertemente mi verga y en conjunto con sus gemidos y el movimiento de su cuerpo no pude más, reanude el movimiento y como loco la penetre haciéndola gritar literalmente con la cara enterrada en la almohada oprimiendo las sabanas entre sus manos como si quisiera arrancarlas del colchón, por mi parte me vine dentro inundando su culito con grandes chorros de mi leche caliente sin dejar de penetrarla con menor intensidad cada vez, seguimos así durante unos minutos más hasta que lentamente fuimos quedándonos inertes lo cual tardo bastante, cuando todo era calma me recosté aun lado y ella se quedó tal como estaba.

Lo siguiente fue que desperté ya casi amaneciendo, mire el reloj que marcaba las 5:47 de la mañana (aproximadamente), ella seguía en la misma posición en la que se quedó y me preocupe (su reacción durante el acto había sido muy violenta) así que la moví para despertarla, me costó trabajo pero al fin lo logre, me pregunto la hora y cuando la supo se levantó de inmediato tomo su ropa y se dirigió al baño para bañarse y vestirse lo cual hizo sorprendentemente rápido y al salir me dijo que teníamos que irnos ya, lo cual agradecí pues yo no tenía excusa para estar ahí.

Básicamente sin hablar salimos del lugar, subimos al auto y durante el trayecto a su casa solo cruzamos un par de palabras, el alcohol y la falta de descanso causaron estragos en ambos, al dejarla se despidió de mi con un beso largo y tierno, me abrazo de la misma forma, como si no quisiera dejarme ir (o al menos así lo quise pensar) pero al final se fue sin decir una sola palabra.

Cuando llegue a casa me prepare para lo peor, sabía que no podría justificarme y estaba dispuesto a aceptar lo que pasara, a dar la cara… siendo honesto, entre a mi casa sintiendo algo de temor, todo estaba en silencio fui hasta la recamara conteniendo la respiración y al verla acostada en la cama aún vestida me regreso el alma al cuerpo, creo que no es necesario describir lo que sentí, me fui al sofá y en minutos me quede dormido, horas más tarde me despertó el ruido de la licuadora, Laura estaba preparando el desayuno, aunque se sentía muy mal por la resaca estaba de buen humor, después de bañarme me senté a la mesa y me entere mientras desayunábamos que no podía recordar mucho de la noche anterior desde que llegamos a casa.

Camino a casa de sus papas para recoger a nuestro hijo pensaba en la imaginaria competencia que tenía con mi esposa e inconscientemente sonreí mientras me decía a mí mismo “le gané por paliza”.

Hombre Ingenuo…

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