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Una noche apasionada con mi prima

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Yo soy Pedro y tengo 21 años.

Hace unos meses mis tíos se fueron de viaje dejando a mi prima (que me saca unos meses) en mi casa ya que no se quería quedar sola. Yo estaba extrañado debido a que tenía que dormir en mi cama ya que no teníamos otra.

Ella es hermosa, tiene unos pechos firmes y grandecitos sin llegar a ser muy exagerados, y su culo era redondito firme y sobretodo hermoso.

Nos quedamos solos y ella se fue a duchar por lo que yo aproveché para masturbarme ya que ella siempre me excito muchísimo y teníamos que dormir juntos.

El caso es que ella termino y entro al cuarto desnuda sin saber que yo estaba allí. Ella sorprendida por lo que me pillo haciendo, cerró la puerta y se tumbó en la cama a mi lado.

Comenzó a masturbarse junto a mí lo cual me extraño y le pregunte el por qué lo hacía. Y me respondió lo siguiente

Amelia: Lo hago porque desde pequeña te he amado y nunca encontré la manera de hacerlo.

Yo: la verdad es que yo también te he amado siempre y no me pude contener hasta que te fueras de aquí.

Tras eso se subió sobre mí y comenzó a besarme apasionadamente mientras frotaba su coño sobre mi pene.

Metió su lengua hasta el fondo de manera que me sentí violado, pero en realidad me gusto y luego con su lengua empezó a jugar con la mía.

Estuvimos así varios minutos, dado el hecho de que me dijo que seguía siendo virgen al igual que yo y que quería que su primera vez fuese conmigo.

Yo decidí hacerle caso y cumplir esa fantasía suya.

Me puse sobre ella y comencé a besarla descendiendo poco a poco hasta llegar a sus pechos. Los lamí y los bese, seguí jugando con ellos mientras seguía bajado hasta su coño.

La dedee un poco hasta que estuvo bastante húmeda aunque la verdad no se la metí por que quería probar el jugoso néctar vaginal de mi querida prima.

Entre gritos y gemidos me pidió que parase que estaba por venirse y tome paso a s vagina. Estaba muy húmeda y comencé a frotarle el pene sobre su vulva hasta que le pregunte:

Yo- ¿Estás segura de que quieres hacer esto?

Amelia- Claro que quiero. Todas las noches me masturbo pensando en ti.

Yo- ¿De verdad? La verdad es que siempre fantasee con poderte coger algún día.

Amelia- Pues ese día es hoy cojamos hasta desfallecer.

Tras eso comencé a meterle el pene cuidadosamente para que no le doliese mucho debido a que ambos éramos vírgenes inexpertos.

Le metía el pene en esa hermosa vagina hasta tocar lo más profundo que pudiese. Decidí voltearla y arrodillarme tras ella para ponerla a cuatro y poder apreciar su ano. Mientras cogíamos empecé a acariciarle el ano para que se excitara aún más.

Se lo lamí para dejarlo lubricado y poder meterle un dedo para que disfrutase del momento.

Tras varios minutos y cambios de posturas, entre gemidos me dijo que estaba por acabar y que quería que acabásemos juntos. Pero no quería que acaso fuera sino que se los echase todo dentro de su húmeda y caliente vagina.

Cuando lo solté todo dentro de ella se sacó mi pene de dentro de ella y se giró hacia mí. Me dio un beso apasionado y no satisfecha se giró de manera que su coño acabase en mi cara y comencé a sentir una sensación que nunca sentí dándome cuenta de que mi prima me la estaba mamando.

Primero lamió todo el tronco desde el glande hasta los testículos, y luego dándome un beso en el glande comenzó a introducírselo en la boca. Jugaba con la lengua en mi glande haciendo que estuviese a punto de venirme de nuevo le avise se lo saco de la boca y me pidió que se lo diese todo en la boca que quería saborearlo todo. Yo como buen primo le hice caso y me corrí en su boca.

Tras eso volvió a besarme.

Nos quedamos desnudos abrazados el uno al otro con todo mi semen saliendo de su coño. Le dije que si le gusto lo del dedo en su ano me dijo que si, que nunca lo había probado mientras se masturbaba y que a partir de ahora se convertiría en algo esencial para ella.

Tras eso nos levantamos de mi cama y fuimos juntos a la cocina donde lo volvimos a hacer pero esta vez me dijo que quería que le penetrase el culo.

Empecé a acariciárselo mientras nos besábamos frente a la encimera. Me agaché se lo lamí y cuando esta lubricado me levante y comencé a frotarle el pene por el ano. Le pregunte:

Yo-¿Estás lista?

Amelia- Claro mi amor házmelo.

Ella se apoyó en la encimera y comencé a metérselo poco a poco. Ella soltó un gemido de placer y dolor a la vez aunque ese dolor se convirtió en solo placer.

Tras varios minutos de metérsela y sacársela a un ritmo lento me vine dentro de su culo soltando una gran cantidad de semen caliente.

Se giró me beso y fue a darse otra ducha a la que me invito.

En la ducha no pasó nada solo nos enjabonamos el uno al otro de manera muy sensual y excitante.

Salimos de la ducha me volvió a besar y nos vestimos. Por la noche ella durmió con sujetador bajo su camisa por lo que pase todo la noche agarrado a sus pechos.

Desde aquel día comenzó a vivir conmigo ya que ella era de una ciudad distinta y el lugar donde encontró trabajo estaba cerca de donde yo vivía.

De manera formal hacia nuestra familia vivimos como primos pero en realidad somos pareja y todo el tiempo que pasamos en casa lo pasamos desnudos.

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