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La inesperada visita de mi cuñado
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Tiempo de lectura: 14 minutos

El relato que les voy a contar sucedió ya hace algunos años, cuando apenas llevaba meses de casada con mi esposo Carlos, habíamos comprado nuestro apartamento en mi ciudad natal, Villavicencio, y mi esposo había dejado su familia en Medellín.

Como les conté en mis primeros relatos, soy una mujer muy atractiva, y en mi perfil esta la prueba. En fin, ya estábamos ubicados en el apartamento llevábamos tres meses allí, y todo era perfecto, él estaba trabajando en un consorcio muy importante y yo estaba haciendo mis primeros pinitos en mi profesión de diseñadora de modas, no teníamos quejas de nuestra vida de casados, nos amábamos y nos entendíamos a la perfección, la confianza era mutua, todo era color de rosa.

Carlos salía todas las mañanas para el consorcio, yo iba a mi rutina diaria de gimnasio, para luego ir al pequeño taller de diseño que estaba empezando a crear y prácticamente me quedaba casi toda la tarde libre para ir de compras, organizar casa, actualizar mis redes sociales, y esperar a que mi esposito llegara casi siempre a eso de las 6 pm y estar juntos, hablar y compartir. Aunque éramos muy unidos cada uno tenía su propia independencia y esa tal vez es la clave para que aun estemos juntos.

La decisión de ambos habernos ido de Medellín a Villavicencio, fue para el netamente profesional y la mía era para estar cerca de mi familia, pero al mismo tiempo para alejarlo un poco de su hermano Luis, que era el descabezado de la familia y no perdía oportunidad para, llevar a mi esposo, a sus bacanales, algo que no me gustaba aunque mi relación con mi cuñado era de mucha confianza, era como un hermano.

Como les contaba, todo era perfecto, yo normalmente llegaba casi todos los días a mi casa a eso de las tres de la tarde, preparaba la cena, me duchaba de nuevo y me ponía lo más sexy posible para la llegada de mi esposo. Recuerdo que era un lunes cuando como de costumbre yo estaba ya en la sala esperando la entrada de mi esposo, ese día tenía un short cachetero color negro y un top blanco, estaba realmente sexy. Eran la 7:30 y el no daba rastros de aparecer y ya me estaba preocupando pues él siempre estaba en casa a más tardar a eso de las 7, pero justo cuando le estaba marcando al móvil, se abrió la puerta y apareció, pero no solo, con él estaba Luis.

Yo estaba de pie y al verlos entrar se me olvidaba la poca ropa que tenía puesta, pero al ver las caras de ambos, la de mi esposo de enamorado y la de mi cuñado de encantado, mi cara se puso roja de la pena, y mi única reacción fue subir a mi habitación y ponerme una sudadera y una blusa para, luego bajar a recibir a mi esposo y mi cuñado.

-Qué pena el desplante, pero amor debiste haberme avisado que venias con tu hermano, mira en las fachas que andaba.

-Amor tranquila que no pasa nada, además Luis me llamo apenas hace media hora y me pidió que lo recogiera en el Aeropuerto. No tuve tiempo de avisarte, verdad Luis.

-Si claro Danny quería darles la sorpresa, pero la sorpresa fue mía jajaja, tu estas tan linda como siempre, pero ven dame una abrazo…

Nos echamos a reír, y ya él nos contó que tenía unos compromisos durante esa semana en la ciudad y pues aprovecho para quedarse en casa, si no había problema. Obviamente no había problema, luego de haber hablado por un rato, prepare algo más para atender a mi cuñado, cenamos y nos quedamos casi dos horas en la sala hablando de cosas y riéndonos de anécdotas. Ya eran las 11 pm y decidimos ir a preparar la habitación de huéspedes, subimos los tres, dejamos instalado a Luis y nos fuimos para el cuarto de nosotros a descansar, mi esposo se ducho y se acostó, yo me quite la sudadera y la blusa que me había puesto de afán, y me quede en mi mini short y mi top, mi esposo encendió la tele y yo baje a la cocina como de costumbre a tomarme un vaso helado de agua antes de irme a dormir.

Estaba sirviendo el vaso de agua cuando escuche que alguien bajaba y pensé que era mi esposo, pero en realidad era Luis.

-Uyyy Danny que pena, pensé que ya estabas acostada, y baje a tomar un poco de agua, esta ciudad es muy caliente, que calor el que hace.

-Ahhh, tranquilo yo pensé que estaba también ya acostado y mira mis fachas, pero si esta ciudad es algo caliente, a diferencia del clima cálido de Medellín.

Yo estaba muerta de la vergüenza y muy incómoda, pues mi ropa era algo atrevida para alguien que no era mi esposo y más si era mi cuñado, algo que a él no parecía importarle ni incomodarle, por el contrario podía notar como me miraba de arriba abajo.

-No pasa nada cuñis, mira yo como estoy también, jaja.

Yo lo mire y vi que estaba sin camisa y en una especie de pantaloneta pero algo corta y dejaba ver su cuerpo atlético y bien formado.

-Bueno, Luis tienes razón jaja, más bien sírvete el vaso de agua, que esta deliciosa.

El paso por un lado tomo la jarra y un vaso y sirvió el agua, luego se hizo al frente mío y riéndose me dijo.

-Se ve que esta rica, el agua jaja. Hay Danny ahora entiendo por qué mi hermano se ajuicio tanto.

-¿Por qué lo dices? -pregunte.

-Pues con una mujer tan linda y sexy como vos, cualquiera se ajuicia jajajaj.

Yo me sentí halagada, pero también algo nerviosa, y lo único que hice fue tomar un trago de agua, el cual estaba tan frio que me hizo erizar los bellito y causo que mis pezones se notaran más en mi top.

-Que tonto eres Luis, jaaja, él se ajuicio porque me quiere. Tu debería hacer lo mismo y conseguirte alguien que te saque de las fiestas jaja. Y ahora si señorito me voy a dormir.

Él se rio, tomo su vaso de agua se me acerco un poco más y respondió en tono pícaro.

-Pero, donde consigo una así, como vos, dímelo y me ajuicio.

Se acercó más, y por un costado estiro un brazo con el vaso ya vacío y lo puso en el mesón de la cocina, y cuando trajo de nuevo su mano por mi costado, la puso sobre mi cintura y haciéndome cosquillas dijo.

-Tú veras si me ajuicias, jajajaja.

-Que tonto eres, más bien sube a dormir tonto.

El me miro y se fue riendo a su cuarto. Yo quede algo nerviosa y a la vez pensé que estaba bromeando, por lo que no preste atención y subí a dormir al lado de mi esposito.

El siguiente día fue normal, nos levantamos, ellos salieron al mismo tiempo, cada uno para su trabajo yo me quede un rato más, luego fui al gym y el resto de día fue normal. A eso de las 4 pm yo ya estaba en casa, pero al poco rato llego mi esposo muy feliz, y me contó que había logrado un buen negocio y que sus jefes lo habían felicitado, que le habían dado dos días libres y que si seguía así pronto seria promovido de cargo y que más adelante incluso podría formar parte de la sociedad. En ese momento llego Luis y al escuchar las buenas noticias de inmediato dijo.

-¡Esto hay que celebrarlo!

A mí me pareció algo adecuado y a Carlos igual, por lo que nos arreglamos y nos fuimos para un restaurante bar a comer y tomarnos una buena botella de vino.

Cenamos, luego brindamos, nos tomamos la botella, bueno ellos se la tomaron, todo iba bien hasta que Luis pidió una de whiskey. Yo la verdad no estuve de acuerdo, pero por ser un día tan bueno para mi esposo decidí no arruinarlo. Eran ya la 1:30 am y ambos ya estaban bastante ebrios, pero más mi esposo que tuvo que salir a rastras con mi cuñado y uno de los meseros. Yo solo había tomado un poco de vino y estaba en perfectas condiciones, por lo que tuve que conducir hasta la casa. Llegamos entre Luis y yo subimos a mi esposo, lo acosté le quite los zapatos pero no pude cambiarlo porque se quedó profundo.

Mi cuñado a duras penas se sostenía en pie, por lo que lo ayude a llegar hasta la puerta de su habitación y le dije que se acostara.

-¿A mí no me vas a ayudar a cambiar Danny?

Me dijo mientras me tomaba por la cintura, con la típica voz de borracho.

-Tú te puedes cambiar solito, además yo no te mande a tomar más de la cuenta.

Lo deje ahí parado y me fui riendo para mi habitación. Allí termine de acomodar a mi esposo y me quite la ropa, me puse una pijama normal un short y una blusa de tiras sin sostén, y cuando iba a apagar la luz de mi habitación, Luis toco la puerta, yo medio la abrí, para ver que quería.

-¿Qué quieres, porque no te acuestas?

-Danny es que quiero un vaso de agua, pero la verdad no me siento capaz de bajar las escalas, ¿me podrías hacer el favor?

-Jajaja, está bien ya te lo subo.

Salí del cuarto, baje a la cocina, serví el vaso, pero antes me tome el mío y subí. Él ya estaba en su habitación con la puerta abierta, sin camisa y su pantalón con su correa abierta y el botón desabrochado. Yo le dije que saliera por el vaso.

-Entra y me lo das.

Yo lo mire, le dije que o salía o lo dejaba en el piso, y el riendo se me acerco me recibió el vaso, lo llevo a su mesa de noche y yo di la vuelta y me fui a mi alcoba, pero cuando iba a entrar sentí que me tomo por la cintura, me halo y me recostó contra la pared de afuera de mi cuarto.

-¿Qué haces? Déjame, estás muy borracho, mejor vete a dormir.

-Y tu estas muy hermosa y esa pijama se te ve espectacular igual que lo que tenías puesto anoche.

Yo lo mire con algo de susto mientras el levantaba un poco mi blusa con ambas manos y apretaba mi cintura.

-Mira como me tienes cuñadita, mmm, vamos a mi cuarto.

-Cálmate Luis estas muy tomado, mañana te va a pesar lo que estás haciendo suéltame y vete a dormir, mira que si se despierta tu hermano será muy incómodo, vete a dormir.

Él se recostó sobre mí y pude sentir como su pene erecto se apretaba en mi abdomen, agacho un poco su cabeza y me hablo al oído.

Yo seque no debo hacer esto pero, tu estas muy mamacita y es difícil aguantarse las ganas, más bien vamos a mi cuarto.

Mientras me decía eso, bajo una de sus manos levanto la pretina de mi short toco mi tanga y masajeo mi nalga. Yo saque su mano como pude lo empuje.

-No sabes que estás haciendo Luis, vete a dormir.

De nuevo intente entrar a mi alcoba, pero de nuevo me tomo de la cintura y me puso contra la pared esta vez con mi cara mirando el muro, empezó a besar mi cuello mientras nuevamente metió sus manos bajo mi blusa y las subía esta vez a mis senos, pero cuando estaba a punto de agarrarlos, yo reaccione y aprovechando su ebriedad, y que soy más bajita me escabullí pero quede al lado de lado contrario de mi alcoba, lo que me dificultaba pues él se atravesó para no dejarme pasar.

-Por favor déjame pasar Luis, mira que ya es tarde, tu estas muy borracho, y Carlos se puede despertar.

-¿Qué me das y te dejo pasar, Danielita?

-¿Cómo que, que te doy? Definitivamente, estás muy borracho, dame permiso.

-Jaja, pero no te enojes, está bien déjame hacer algo y te juro que me voy a dormir, no me demoro.

-¿Qué quieres hacer Luis?

-No es nada malo, Danny solo es un momento y te prometo que no te voy a molestar más por hoy.

¿a ver qué quieres? Pero, en serio déjame pasar.

Se me acerco, puso sus manos en mi cara, y con los nudillos de sus dedos me acaricio las mejillas, luego acaricio mi pelo e inclino un poco su cara y me dio un beso en la frente, mientras con sus manos tocaba mi cabello y luego mis hombros, beso mi mejilla y recorría mi rostro con su boca hasta llevarla a mi oreja, allí sentí como con su lengua lamio mi lóbulo y me dijo.

-Discúlpame por portarme así, pero eres una mujer muy sexy y hermosa, vez que no te iba a hacer nada malo.

Yo la verdad estaba algo excitada, por la forma como estaba pasando todo, y como me besaba y acariciaba, y solo respiraba un poco agitada pero no era capaz de pronunciar palabras. Mientras tanto el viendo mi total quietud y consentimiento por lo que me estaba haciendo, siguió besando mi oreja luego mi cuello pasando su boca a través de él y llegar al otro lado de mi rostro, mientras sus manos ya estaba ubicadas en mi cintura por debajo de mi blusa yo ya en ese momento tenía mi cabeza inclinada al lado contrario donde besaba mi cuello y mis ojos cerrados, sentí como ponía una de sus manos en mi abdomen y recorría suavemente sus dedos por el bordo de la pretina de mi short e irla levantando hasta introducirlos hasta el borde de mi tanga mientras besaba mi mejilla cada vez más cerca de mi boca.

Recorría mi tanga de un lado a otro como jugando, yo respiraba cada vez más fuerte y profundo y más cuando empezó a levantar mi tanga y sentí como sus dedos acariciaban la parte superior de mis labios vaginales mientras con su otra mano empezaba a masajear mis nalgas, yo estaba a punto de terminar de ceder pero, cuando sentí que comenzaba a introducir uno de sus dedos en mi vagina pude reaccionar a esa locura y antes que lo hiciera y besara mi boca, me retire.

-Ya, ya Luis nomas por favor déjame ir a donde tu hermano.

Él se quedó quieto y yo pase por un lado suyo llena desvergüenza y ganas, me entre al cuarto cerré con seguro y me acosté muy confundida, no sé si se fue a dormir o qué, pero yo casi no me duermo del susto y el remordimiento con mi esposo.

Al día siguiente, yo me levante con mucha confusión y sin saber que reacción tomar cuando mi cuñado bajara a desayunar para irse, Andrés por su lado tenía mucho guayabo pero, se había levantado ya por costumbre. Cuando sentí que Luis bajo yo me puse algo nerviosa pero, el parecía estar como si nada pasara, me saludo de beso en la mejilla y se sentó en la salita a conversar con mi esposo de futbol y otras cosas. Yo no podía creer lo tranquilo que estaba y opte por seguir también como si nada.

Ellos se quedaron descansando, pero yo Salí para el gimnasio y luego me fui al taller de diseño, al rato me llamo mi esposo para que nos viéramos en el centro comercial y salir un rato, yo le dije que la verdad estaba algo ocupada y cansada, que fueran ellos dos, pero solo era para no estar cerca de Luis por vergüenza. Legue a mi casa a eso de las 5 pm, pero no había rastro de ellos, llame a mi esposo y me dijo.

-Amor en un rato más llegamos estamos tomándonos unas cervezas, si quieres vienes.

-Como así, amor estas tomando de nuevo, no amor yo que voy a salir más bien vente rápido si amor.

El me respondió que sí pero, se notaba que era por sacarme pues pasaron tres horas y no aparecían, yo decidí irme a dormir algo enojada, subí al cuarto me quite el vestido me duche y me puse unas tangas de color blanco y una pijama tipo animal print, la cual me había regalado mi esposo, muy sexy de una sola pieza con escote pronunciado y muy corta. (Es la que tengo en mi foto de perfil) pues a pesar de mi enojo esa noche quería hacer el amor con mi marido.

Estuve leyendo un rato, luego revise mis redes sociales me hice mis selfies como de costumbre, pero viendo que eran ya las 11.30 pm y no había rastro de él, decidí acostarme. Paso casi una hora y nada que llegaban, pero sonó mi celular y era mi cuñado.

-Hola Danny, ¿ya estabas dormida? Es que, no encontramos las lleves, nos podrías abrir.

Yo la verdad me enoje mucho, y no quise siquiera pronunciar palabra, le colgué el teléfono, busque una bata levantadora me la puse haciendo un moño en mi cintura y Salí a abrirles,

Cuando abrí la puerta mi enojo aumento al ver como Luis, prácticamente cargaba a Carlos, quien no podía sostenerse de la borrachera.

-Que bonitos, mira cómo llegaron, en serio Luis, que irresponsables. Me imagino que así se vinieron conduciendo.

-Calma cuñadita, a mi hermano le afecto mucho la cerveza y el sereno, pero yo estoy en perfectas condiciones.

-Igual no importa Luis, mira como viene mi esposo.

De inmediato tome de un brazo a mi esposo para ayudarlo a subir, algo que fue imposible por al ancho de la escala y tuvo que subirlo mi cuñado prácticamente a rastras, ya en la habitación yo lo ayude a acomodar, le quite los zapatos y lo acostamos. Él se voltio boca abajo y ahí se quedó privado. Yo estaba muy enojada.

-Por favor sal de la habitación Luis.

-Si cuñadita tranquila ya salgo.

Salió de mi cuarto, yo me quede organizando la cama y tratando de acomodar a mi esposo, pero estaba tan dormido que era imposible moverlo y yo de la ira lo deje así mal acomodado. Pero cuando iba a cerrar la puerta de mi cuarto apareció mi cuñado, ya cambiado solo con su bóxer.

-Te pedí que te fueras, en serio estoy muy enojada como es que vienes a nuestra casa a generar conflicto.

-Cálmate Daniela, no es para tanto. –me dijo mientras se me acercaba.

-Como que no es para tanto no seas tan desc…

No me dejo terminar de hablar puso su dedo en mi boca al mismo tiempo que me decía.

-Shittt, vas a despertar los vecinos.

Yo me quede callada mirándolo, mientras el con su otra mano, zafó el moño que cerraba mi levantadora, la cual se abrió dejando ver mi sensual pijama. Bajo la mano que tenía en mi boca la paso por mi hombro y corrió la bata hasta que la hizo deslizar por mi hombro, luego repitió el mismo movimiento en mi otro lado y la levantadora cayó al piso, me miro de pies a cabeza volteo a ver a mi esposo, el cual seguía dormido de la borrachera, puso sus manos en mi cintura y me apretó contra su cuerpo.

-Qué haces, déjame -le dije mirando a mi esposo llena de nervios.

-Hago lo que debí hacer anoche mamacita –me dijo tratando de besarme- Que rica te ves así con esa pijama tan sexy.

Yo no dejaba de mirar a mi marido mientras Luis ponía sus manos en mis piernas y las subía hasta el borde de mi pijama y comenzaba a levantarla hasta apoderarse de mis nalgas y besaba mi cuello.

-Déjame, déjame, nos puede ver.

-¿En serio no quieres Danielita?

Me dijo mientras pasaba una mano a mi entrepierna y la metía por uno de los costados de mi tanga para acariciar mi vagina. Yo lo mire algo asustada y excitada al sentir como introducía uno de sus dedos en mi vagina.

-Aquí no por favor.

Él sonrió, saco su mano de mi entrepierna y de una forma hábil me tomo de la espalda y de las piernas me cargo y me llevo a su habitación. Yo no opuse resistencia, allí me bajo se paró en frente mío, acaricio mi cara, mi pelo, mis senos, bajo a mi cintura con sus manos luego subió una de sus manos de nuevo a mi cara y con la otra se adueñaba de mi trasero debajo de la falda, me beso la boca yo le correspondí, para luego decirme.

-¿Entonces qué quieres hacer cuñadita?

Yo en medio de mi calentura, lo separe de mí, di un paso atrás mientras lo miraba y con mis manos corrí las tiras de mi pijama sobre mis hombros las cuales se desliaron, para dejar que callera mi sexy pijamita al piso mientras recorría mi cuerpo dejándome casi desnuda solo con mis pequeñas tangas.

-Que delicia cuñadita, eres tan perfecta mamacita rica.

Sin perder tiempo me tiro sobre la cama me beso al tiempo que yo, abría mis piernas para que él se acomodara entre ellas, empezó a recorrer mi cuerpo con su boca y lengua, masajeo mis senos para luego chuparlos hasta hacer que yo empezara a dar pequeños quejidos de placer, bajo por mi ombligo, luego con ambas manos fue quitando mis tangas al paso que besaba mi monte de venus, yo alce mi cuerpo para que salieran con facilidad, y luego sentí como me lamia el clítoris.

-Ahhhh, siiiii ufffff que rico cuñadito.

Sentía como recorría desde la entrada de mi culito hasta mi clítoris haciendo que mi placer llegara al éxtasis mientras chupaba mis fluidos y besaba mi entrepierna yo apoyaba su cabeza contra mi cosita con mis manos. Luego tome su cabeza y la hale hacia mí para que subiera de nuevo por cuerpo y por fin me penetrara, quería sentir su pene todo dentro de mí.

-Mamacita que cosa más rica tienes cuñada.

Me decía mientras llegaba a mis tetas y las chupaba de nuevo, llego a mi boca nos besamos apasionadamente.

-Métemelo pues Luis.

Con mis manos empecé a bajar su bóxer, luego tome su pene y lo guie a mi empapada vagina, él lo acomodo y me lo fue metiendo muy suave.

-Ufff quiero disfrutar de este momento cuñadita.

-Sii eso así cuñadito que rico.

Sentí como entro hasta el fondo, para luego el sacarlo de nuevo y esta vez hundírmelo de un solo empujón.

-Ahhh siii ahhh.

Con cada embestida mi placer era mayo, mientras me penetraba estrujaba mis tetas, nos besábamos, hasta que acelero sus clavadas y sentía como estaba a punto de venirse.

-Adentro no, bótalo afuera por favor.

El parecía no escuchar y cada vez me lo metía más duro y rápido causando que yo empezara a sentir espasmos y tras evitar que me llenara de su semen rodee con mis piernas su cuerpo mientras él se vaciaba y me llenaba de semen y yo caía presa de un orgasmo.

-Que rico cuñadita.

-La verdad si cuñadito.

-Quédate toda la noche, mi hermano esta privado, y te doy las mejores culeadas de tu vida, Danielita.

-Con esta que me acabas de dar creo que sí, pero es mejor evitar más peligro. Igual estuvo rico cuñadito, pero es mejor no repetirlo.

Me levante tome mi pijama me la puse luego mi tanga me agache le di un beso y me fui a dormir con mi esposito.

Al día siguiente, Carlos se levantó yo estaba enojada con él, pero decidí disculparlo, igual había sucumbido a las mañas de Luis. Por su parte mi cuñado se levantó como si nada, el día paso sin problemas y yo tuve tiempo para pensar y decidir que eso no debía ocurrir jamás, salimos los tres a comer esta vez solo hablamos fuimos a cine y llegamos a casa sin contratiempo, nos acostamos, yo me puse una camisa de Carlos de pijama sin sostén y semi cachetero de encaje color rosado que traía puesto ese día, estuve jugando y hablado con mi esposo un rato en la cama hasta que el sueño nos pudo y nos quedamos dormidos.

3:30 am, me desperté de improvisto, con mucha sed, Salí de mi cuarto mi mente iba a la cocina pero mi cuerpo fue a la habitación de Luis, la puerta abierta de par en par, se había dormido con la tv encendida, estaba acostado boca arriba solo en bóxer, me senté en su cama acaricie su pecho y baje mi mano hasta su bóxer lo alce y empecé a masturbar su pene el cual no tardo en ponerse como piedra, el apenas se movía de placer, aun dormido creo, me acomode el cabello e introduje su verga en mi boca, succionándola, hasta lo más hondo de mi garganta y luego jugar con mi lengua recorriendo desde sus testículos hasta su glande. Él ya se empezaba a despertar, luego me quite me subí sobre el con mis piernas abiertas y mis rodillas apoyadas en la cama corrí mi cachetero a un lado tome su pene y me fui sentando sobre el guiándolo con la mano para metérmelo todo él ya se había despertado sonrió, me tomo de las nalgas y yo cabalgue sobre su pene, el des abotono mi camisa agarro mis senos, y yo baje a su boca para besarnos mientras me clavaba de nuevo.

Terminamos de nuevo en un orgasmo compartido. Esa vez me quede un rato más en su alcoba y llegamos al acuerdo que aunque lo pasábamos muy rico era mejor no tentar más la suerte. Y que eso era mejor dejarlo en el pasado, me fui a mi habitación segura de que no pasaría más.

El día de su retorno a Medellín llego, era un domingo a las dos de la tarde y el vuelo salía a las 5, yo me organizaba me puse un vestido rojo con estampado de flores muy corto y arriba algo escotado sin sostén pues no combinaba con el estilo del vestido y unas tangas rojas.

-Bueno chicos ya estoy lista, amor tu aun no te bañas y recuerda que toca estar una hora antes por si adelantan el vuelo, supongo que tuya estás listo Luis.

-Si Danny ya todo está listo solo falta una cosa y ya.

-Amor ya me voy a bañar, que bella estas vida.

Me dijo mi esposo mientras subía a bañarse, yo fui a la cocina a prepararme un té, mientras le preguntaba a mi cuñado que le faltaba.

-¿Y qué te hace falta por alistar?

-Por alistar nada Danielita, pero si me falta algo.

-¿Qué? -Le pregunte mientras le hablaba de espalda preparándome la bebida, de pronto sentí que corrió mi pelo a un lado y me dijo al oído.

-Quiero llevarme algo tuyo, ¿me lo regalas?

-Si me dices que es de pronto te lo doy.

-Es esto.

Y puso su manos sobre mis muslos subió mi vestido hasta la cintura, mientras yo lo permitía, tomo los bordes de mi tanga y las fue bajando hasta llevarlas a mis tobillos para posteriormente sacarlas, beso mis nalgas, se paró de nuevo.

-Te lo haría ya mismo si no fuera porque Carlos puede bajar.

-Él se demora mucho en la ducha.

Le respondí mientras abría mis piernas y apoyaba mis codos sobre el mesón, para que me penetrara. Él se acomodó bajo su pantalón y me penetro está ves de un solo tajo, yo di un pequeño gemido pues no estaba aún lubricada

-ayy, suave Luis.

El beso mi cuello mientras me embestía de nuevo

-disculpa cuñada, no puedo parar, y más si no te puedo volver a follar durante un tiempo, que rico culo y que rico hueles.

Yo movía mi cadera al compás de sus penetradas y ya mi vagina se lubricaba lo cual hacia que me penetrara más fácil y más rico, metió sus manos por debajo de mis brazos y me bajo el vestido para apoderarse de mis senos y apretarlos mientras me seguía penetrando. Luego sacó su pene me giro, para cargarme de las nalgas, recostarme contra la pared de la cocina y penetrarme de nuevo, lo bese y le desabroché la camisa y le di un mordisco en el pecho.

-ahh, siii Danny mamacita.

-espero que cada vez que mires ese mordisco me recuerdes porque esto no volverá a pasar

El aumento su mete y saca y sentí como de nuevo me lleno de semen, terminando ambos con un beso profundo. Nos miramos el me bajo, me acomode el vestido y el hizo lo mismo, luego abrió su maleta y guardo mi tanga.

-espero que la cuides.

Le dije mientras subía a limpiarme y ponerme otra tanga, luego Carlos bajo y nos fuimos a llevar a mi cuñadito al aeropuerto.

Fin…?

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