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Mi juguete en Monterrey, Nuevo León, México

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Relato erótico basado en experiencias personales, en mi estilo de vida y fantasías.

Era viernes y estaba de copas, hablando de mujeres con los amigos. Fantaseando con actrices y compañeras de la universidad. Cerca de la una de la mañana me despedí de ellos y me retire de ahí.

Conduje aproximadamente 30 minutos por vías rápidas y entre a una colonia donde la renta apenas era de 1,200 pesos al mes. Baje del carro y torpemente intente abrir aquella puerta blanca. Cuando por fin abrí la puerta me topé con aquella muchacha semidormida con cara de susto.

-Estaba dormida, pensé que no vendrías -Se talló la cara con la mano izquierda su cara- ¿Quieres que te haga de cenar?

Ella era morena, delgada, de pelo lacio color oscuro con rayos rubios, tetas pequeñas de copa a, cadera no muy amplia y medía 1.56. Iba vestida con un pantalón de pijama de patrón de osos y una playera holgada con cuello de “V”.

Mientras yo cerraba la puerta ella se giró para dirigirse la cocina, pero apenas estaba girando la tome del cuello y apoye su cara en la puerta.

-Gracias puta, pero solo vengo a coger.

Le baje el pantalón junto con los calzones y le sobe la vagina. Era obvio que estaba seca, pero yo estaba caliente y me la pensaba coger de todas formas. Le mordí ligeramente el cuello, pase la mano que tenía en su cuello a sus senos y me escupí en la otra mano para humedecer su vagina. Empecé a oír como se quejaba levemente y sus excusas de que no mojaría, pero sin hacerle caso baje mi pantalón, apunte mi pene a su vagina y se lo hundí lentamente para gozar cada uno de los pliegos de su vagina.

-Me duele… aun no estoy bien mojada. ¿Tienes prisa?

-Cállate puta -empuje más su cara sobre la puerta de su casa y empecé a bombear primero lento y después cada vez más fuerte. Cuando dejó de resistirse pase ambas manos a sus pechos y la separe de la puerta. Apreté fuerte sus dos pezones mientras me venía.

-Aaaahhh

-¿te viniste bien?

-Definitivamente -con los pantalones aun abajo me senté en un sillón cercano a la puerta, mientras ella se subía los calzones y el pantalón.

-¿Ya quieres que te haga de cenar? ¿Te quedaras a dormir? -Me pregunto mientras nuevamente se dirigía a la cocina

-Putita…

-Dime -Estaba a unos 5 pasos de mi.

-Desnúdate -Me miró desconcertada, sin saber qué decir.- Solo vine a usarte y me voy a mi casa. No vine a cenar, ni a dormir, vine a cogerme a la puta que tengo a mi servicio. Así que te vas a desnudar, vendrás de rodillas a mi y me la vas a mamar como te enseñe.

Me acomode bien en el sillón mientras me quitaba el pantalón y los calzones. Ella me vio una vez más antes de quitarse la playera que dejó al descubierto sus pequeños senos con esas aureolas café oscuro y pezones de bolita que me gustaba morder. Se bajó los pantalones y los calzones donde pude apreciar que estaba recién afeitada, se arrodillo y se dirigió gateando hacia mí. Se colocó entre mis piernas, me regalo una sonrisa sarcástica y se tragó mi pene completo hasta que le llegó a su campanilla.

-Aaaahhh, definitivamente solo sirves para mamármela.

-Siempre me dices lo mismo y sabes que lo hago con gusto.

-No te dije que te la sacaras.

-Pergofafe.

-No te preocupes. ¿Te gusta mamármela?

-gfi señofff.

Me encantaba ver su cara subiendo y bajando mientras apretaba fuerte mi pene con sus labios en forma de “O”. Sentí una corriente de placer y presione su cabeza para hundir le mi pene hasta el fondo de su garganta. Le dieron una, dos, y a la tercer arcada me vine mientras ella tocia restos de semen por toda su sala. Cuando se recompuso se recogió el semen de alrededor se su boca y lamió mi pubis pene y huevos para recoger cualquier resto de semen.

-Hay semen en mi pie.

A lo que ella aun de rodillas se inclinó a lamerlo.

-Y en la sala -A lo que aun con la lengua lamió el sillón de vinil.

-Listo.

-En el piso aún queda -Me miró con ojos rebeldes, odiaba recoger el semen del piso, decía que la hacía sentir sin dignidad ni respeto a sí misma.- Eres mi puta, tu dignidad es nula y el respeto que te tengo es solo el que le tengo a mis juguetes. -Tome su nuca y presione hacia abajo por lo que puso sus dos manos en el piso ejerciendo un poco de contra fuerza a mi mano. A lo que respondí solo con mayor presión para llevar su cabeza al piso y embarrar el semen del piso en sus labios.- Saca la lengua y límpialo -Solo pude observar su lengua moviéndose contra el piso. Después de algunos segundos le retiré la mano, por lo cual se irguió aún de rodillas

-Gracias amo.

-De nada putita -Le dije mientras me vestía- Mañana vengo alrededor de las 11 -Tome mis llaves del auto y le di un beso en la mejilla con ella aun de rodillas.

Salí de su casa, tome mi auto y me fui a dormir.

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Soy de Monterrey, Nuevo León, en busca de mujeres sumisas que sepan su lugar.

Que entiendan lo que es una relación entre dominante y sumisa y están deseosas de servirme. Me gustan las mujeres petite, mayores de 18 años, y tendría especial interés en contactar con alguna madurita y/o esposa trofeo.

Tengo 29 años, dispuesto a hacer amistades.

PD. Gracias por tomarse el tiempo de leer, espero que muchas mujeres se masturben y fantaseen con este relato.

(8,25)