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Y todo empezó cuando regresaba a casa (Partes 3 y 4)

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Parte 3: versión de Paco ‘Conversación y vínculos de amistad’.

Dos semanas habían pasado desde que despidieron a mi esposa de su trabajo, el dinerito que le habían dado por indemnización si bien era poco pero había servido bastante. Cecy estaba triste y otra vez la ausencia de sexo había vuelto. Su tristeza estaba justificada y de alguna manera también justificaba la falta de sexo por la depresión de estar sin trabajo, pero aun rondaba en mi cabeza ¿dónde estuvo la tarde de viernes? y porque estaba tan triste.

Cuando yo estaba en mi trabajo, yo revisaba su última conexión y notaba que ella Pasaba las horas conectada en whatsapp y también revisaba la conexión de William y siempre estaban conectados a la misma hora. Ya no podía más los celos me carcomían las entrañas y una tarde le escribí a William.

Paco: hola buenas tardes don William como esta?

William: Hola buenas tardes, estoy bien pero no tengo registrado su número.

Paco: Mi nombre es Paco, quisiera hacerle una consulta.

William: Es usted propietario de alguna farmacia?

Paco: no don William, no soy dueño de farmacia

William: entonces no tengo idea que tipo de consulta pudiera hacerme.

Paco: podrías mantener en confidencialidad esta conversación?

William: no entiendo que sucede pero si mantendré en confidencialidad esta conversación

Paco: le enviare una foto y dígame si conoce a la mujer que aparece ahí.

William: ok.

Paco: ella es mi esposa, el señor que aparece en la foto soy yo, y los 3 chicos son nuestros hijos.

William: si conozco a la señora.

Paco: se que la conoce y muy bien.

William: porque me dice eso, la conocí en el bus

Paco: eres un hombre joven y atractivo dime qué necesidad hay de destruir un hogar

William: no entiendo lo que me está diciendo

Paco: no me finjas hijo, me ves soy un hombre mayor, quizás seré de la edad de tu padre

William: es verdad te pareces mucho a mi viejo

Paco: dime te resulto muy fácil seducirla y acostarte con ella

William: si fue fácil

Paco: gracias por tu sinceridad hijo

William: Paco no vayas a cometer algo de lo que te arrepientas.

Paco: noo claro que no, solo me has confirmado lo que vengo sospechando desde hace unas semanas.

William: no sabía que era casada

Paco: si de seguro no lo sabias.

William: en verdad no lo sabía

Paco: me pregunto porque fue tan facil para ti convencerla.

William: ella es una dama muy Hermosa y vive contigo

Paco: lo se, es la madre de mis hijos

William: perdónala a ella y perdóname a mi

Paco: no hay nada que perdonar

William: gracias

Paco: te puedo hacer una pregunta

William: dime

Paco: como te la cogiste

William: estas seguro que quieres saber eso

Paco: si

William: ok. Me aviso que no me vería en la noche en el bus porque se iría a casa y le propuse vernos a las 3 de la tarde, conseguí un auto y nos fuimos a un motel de la capital. Llegamos al lugar entramos a la habitación y empezamos a comernos a besos, nos quitamos la ropa, ate sus manos y derrame sobre su cuerpo miel, lamí cada parte de su cuerpo, sus piernas su abdomen sus pechos tan hermosos grandes y ricos. Lamí su vagina que explotaba de deseo y pasión.

Le chupe desde el clítoris hasta la entrada de la vagina y le metí la lengua. Hasta que sentí que estaba teniendo un delicioso orgasmo. Hicimos un rico 69, y al parecer sin pensarlo se metió mi pene en la boca, después de un rato hizo que me viniera en su boca, mi lechita se derramaba en su boca, y se tragó todo ese rico néctar no dejo ni una sola gota.

Tuve una nueva erección, me acosté sobre ella y subí sus piernas dejando sus rodillas a la altura de sus costillas y empecé a penetrarla. Disfrutamos haciendo todas las posiciones que conocíamos y a la ves inventando nuevas, Lo disfrutamos demasiado, tanto que recorrí con mi lengua su ano, y ella me pidió la penetrara por atrás, rompí su culo. Le enterré toda mi verga, note que el dolor era grande pero el placer era enorme, el culo de tu esposa me acaricio la verga como nadie. Ninguna boca ninguna vagina me había hecho sentir tanto placer como el culo de tu mujer.

Horas después, salimos del motel y nos fuimos a la estación del colectivo, a las 8 de la noche estaba tomando el autobús, yo regrese a dejar el automóvil a la agencia y me quede a dormir en otro motel en san salvador.

Paco: entonces así sucedió

William: ni más ni menos y que conste tú lo pediste

Paco: gracias

William: estarás bien?

Paco: supongo que si.

William: ok.

Desde aquella conversación nada volvió a ser igual, ya no veía a mi esposa como antes, sentía mucha cólera contra ella y a la vez me preguntaba porque nunca intente hacer todo lo que William le había hecho, en nuestra habitación la cama era un tempano de hielo y no habían temas de conversación. Pero a le vez recordaba las palabras de William y por alguna razón se me ponía dura la verga y en mi mente veía cada escena de aquella tarde en un motel de san salvador, pues la historia de William dejaba poco a la imaginación. Ya Había pasado un mes desde aquella tarde de viernes en la que mi esposa cogió como puta con William, un joven de 25 años, que había conocido en el colectivo. Y precisamente un viernes en la tarde recibí un mensaje de William.

William: hola Paco, aun siento mucha pena contigo pero te prometo que no he vuelto a buscar a cecy, aunque ella si me ha buscado.

Paco: supongo que son verdades tus palabras y porque no la has buscado.

William: me siento apenado contigo

Paco: basta que ya no la busques

William: necesito preguntarte algo

Paco: dime

William: aun se te para la verga imaginando como me la cogi

Paco: como sabes que se me para la verga

William: no es necesario que lo confirmes, te acabo de mostrar una puerta, tú decides si quieres cruzarla. Pero después no hay marcha atrás.

Paco: si quiero.

William: seguro?

Paco: si seguro.

William: te mandare unas fotos imprímelas porfa

Paco: eres un desgraciado son las fotos que tomastes cuando te cogiste a mi mujer

William: imprímelas y avísame cuando las tengas

Paco: vete a la mierda

Por extraño que parezca William me había mandado alrededor de 20 fotos que había tomado cuando se cogió a cecy, en unas fotos estaba ella con la verga en la boca, en otras tenía la verga en la vagina en diferentes posiciones y en otras tenía la verga enterrada en el culo, todas las fotos se veía muy bien, no había donde perderse, era mi mujer con su amante. Quise asesinarlos a los dos a William y a Cecy, pero tenia mucha curiosidad de que habia tras la puerta que habia cruzado. Espere que Cecy saliera a la tienda y mis hijos estuvieran viendo la tv o en la calle para poder imprimir las fotografías que me mando William. Y una vez las tenia impresas le avise que ya tenía lo que me habia pedido.

Paco: ya tengo las fotos

William: excelente.

Paco: que quieres que haga con ellas

William: quiero que te hagas una paja y derrames tu semen en las fotos, ahora con tu celular tómale fotos a las páginas llenas de semen y mándamelas

Paco: eres un maldito enfermo

William: no te quejes, te va gustar lo que viene

Paco: ahí esta lo que pediste

William: excelente Paco, que sentiste al hacerte una paja viendo cómo se cogían a tu mujer.

Paco: morbo mucho morbo.

William: estás listo

Paco: para qué?

William: te espero a las 9 de la mañana en la parada del autobús donde se bajaba tu mujer cuando venía de trabajar.

Paco: ahí estaré.

Parte 4: versión de Paco “Que hay más allá de la puerta”.

Pedí permiso en mi trabajo para poder Llegar a la parada de buses, donde habíamos quedado de reunirnos. Espere unos 5 minutos en la parada y un automóvil viejito se detuvo frente a mí y una chica bastante atractiva me pregunto “Tu eres Paco”. No sabía que hacer o que decir y solo moví la cabeza afirmando mi identidad. La chica sonrió y me dijo “sube”

Subí al auto, pensé que esa guarolita se iba a detener en cualquier momento porque estaba ya bastante viejito pero menos mal no se detuvo y solo fuimos al pueblo siguiente en la carretera. La mujer solo me dijo en el camino que era amiga de William y que había venido a recogerme porque el había tenido un inconveniente. Nos bajamos y entramos a una casa en el centro del pueblo, aquella mujer con la que llegue a esa casa era una madurita bastante atractiva, quizás de unos 30 años, un poco gordita pero de buena estatura, usaba un jeans, botas y una camisa blanca tipo polo, una colita en su cabello y unos lentes oscuros. Entramos a la casa y me pidió que me acomodara. Muy cordialmente me dijo “soy Yeny, quieres algo de tomar? Una cerveza o un trago?” un trago le respondí y me quede sentado en el sofá. Me llevo un vaso con un trago muy delicioso, le pregunte si que llevaba ese trago y me respondió “lleva gaseosa spray, limón, hojitas machacadas de menta y un chorrito de vodka” le dije que estaba muy bueno y sonrió y me dijo “gracias”. Sonó el timbre, alguien estaba afuera y quería entrar a la casa, Yeny fue a abrir la puerta y entro un joven que reconocí inmediatamente “William” y una pareja de adultos. Un señor y una señora. William se dirigió hacia mí y me abrazo fuertemente y al oído me dijo “perdóname” le dije que no había nada que perdonar. Y se dirigió a los presentes de la siguiente manera: William: muy buenos días tengan todos, están aquí porque todos queremos conocer y explorar una parte más de nuestra sexualidad. Todos hemos venido aquí por diferentes razones pero coincidimos en algo y es la búsqueda del placer, la búsqueda de nuevos límites. Un abrazo muy fuerte para Paco un nuevo amigo que conocí bajo circunstancias un poco extrañas. Bienvenida mi amada Esposa Yeny y bienvenidos esposos Merino. Ana un gusto tenerte aquí y Pedro un placer que nos acompañes. Por favor tomen asiento y tomemos unos buenos tragos. Me quede un poco asombrado pues Yeny al parecer era la esposa de William y las otras dos personas también eran una pareja de esposos, Ana y Pedro. Empezamos a tomar y William se sentó a mi lado. Hablamos todos y nos presentamos vagamente pues no había mucho que decir, solamente coincidíamos en que queríamos nuevas experiencias. Note que Yeny estaba muy ansiosa y acariciaba y besaba a su esposo William y lo mismo note en Ana y Pedro pues los dos se acariciaban y se daban uno que otro beso. Ya nos habíamos tomado una botella completa de vodka y estábamos a punto de abrir la segunda botella, cuando yeny se colocó de rodillas frente a William y como una gata golosa le bajo el zíper y le saco la verga a William y empezó a chuparle la verga. Me quedé asombrado de ver a esa mujer atractiva chupando de buena manera la polla de su marido, se notaba que lo disfrutaba y la cara de placer de William reflejaba que también estaba disfrutando. Ana y Pedro se quedaron viendo las escena, sonrieron se terminaron su trago y empezaron a besarse de una manera más intensa y que hacia yo ahí? Yeny seguía chupando la polla de su marido, salivita se derramaba por las bolas de William y Cuando él estaba a punto de correrse en la boca de yeny la detuvo y le dijo a su esposa “espera aun no, falta atender a Paco” me quede más asombrado y yeny sonriendo se dirigió a mí y gateando se colocó entre mis piernas, me apretó las piernas y primorosamente bajo el zíper de mi pantalón, mi verga aún no estaba dura pero cuando yeny me la agarro y se la metió a la boca rápidamente se puso dura como roca. Yeny la esposa del hombre que se había cogido a mi esposa me estaba mamando la verga frente a su esposo y frente a otra pareja madurita de esposos. William se me quedo viendo y me dijo “cruzaste la puerta” nos reímos y con la voz entrecortada le respondí “casi estamos a mano” y me respondió “ya casi verdad, Yeny es hora” No sabía a qué se refería pero lo sospechaba, Yeny se puso de pie y me tomo de las manos, me halo hacia ella y me puse de pie, me miro a los ojos y puso sus dos manos en cada una de mis mejillas, se acercó más y me dio un largo beso en la boca, la tome por la cintura y correspondí a su beso, en ese momento pensé que se la acababa de estar mamando a su esposo y después a mí pero la verdad estaba muy excitado para poner reparos.

Yeny me dijo al oído “te gusta” Muchísimo le respondí y Después de un momento me empezó a desnudar, quito los botones de mi camisa y quedo descubierta mi pansa, soltó mi cinturón y el botón de mi pantalón y bajo mi pantalón y mi bóxer hasta las rodillas y me dirigió nuevamente al sofá junto a William. Me quede sentado en el sofá con la verga bien templada y yeny frente a nosotros. Empieza yeny a quitarse la camisa tipo polo y se queda solo en brazier, suelta el botón de su jeans y empieza a bajarlo mientras mueve sus caderas y hace un sexi baile, movía sus caderas de un lado a otro, se gira y se contorsiona hasta que sus manos tocan el piso pero manteniendo rectas sus piernas, vemos su culo aun con jeans pero que lindas pompas, enormes firmes y bien formadas. Vuele hacia nosotros, William se acerca para quitarle sus botas y se termina de quitar su pantalón. Me recuesto en el sofá y Yeny se acerca, coloca una rodilla a un lado de mis costillas y la otra al lado de mi otra costilla y se sube en mí, deja posar su culo sobre mi verga pero aún no se ha quitado su tanguita, y me empieza a besar nuevamente. Mis manos acariciaban sus pompas y recorrían sus piernas su cintura y todo el resto de su cuerpo. Lo estaba disfrutando mucho el morbo el placer eran enormes. De repente se escuchó una voz “Ana ven acá, ayuda a mi esposa y a Paco para que empiecen a coger” Ana se dirigió hacia nosotros y me agarro la verga con sus manos, y con su otra mano sujeto y aparto la tanga de yeny dejando descubierta su deliciosa vagina, “nena levanta un poco” le dijo Ana y coloco mi verga en la entrada de la vagina de yeny y en un centón mi verga se hundió en la húmeda vagina de Yeny. Su vagina derramaba sus ricos jugos y mojaban mis bolas y el sofá. “mi amor acércate a Paco” le dijo Pedro a su esposa Ana, y aquella mujer madura se acercó un poco más a mí, “bésame” le dije.

Ana se acercó a mí un poco tímida y mientras Yeny estaba sobre mí, empecé a besarme con Ana, Pero Yeny no perdió tiempo y al tener cerca a Ana empezó a desnudarla, me incorpore y entre los dos desnudamos por completo a Ana, su vientre era grande pero con unas enormes pompis, sus pechos un poco caídos y de buen tamaño, en sus ojos alegres y tiernos se notaba que estaba nerviosa y quizás un poco asustada, pero le dimos ánimos que se soltara y se dejara llevar. Mientras besaba a Ana empecé a tocar su vulva a frotar los dedos entre sus labios y a acariciar su clítoris. La humedad era increíble y a cada momento se escapaba de su boca un gemido de placer. William y Pedro sonreían viendo el espectáculo y acariciaban sus vergas. Después de un momento Yeny me dijo al oído “ahora cógete a Ana” y se levantó tomándome de las manos para que yo también me pusiera de pie. Yeny se dirigió a Ana y la guio a que se acostara en el sofá, Ana abrió muy grande sus piernas y las flexiono llevando sus rodillas hacia sus costillas y ahora era la oportunidad de cogerme a Ana, una linda señora gordita que estaba un poco asustada y nerviosa. Ella tenía una linda vulva grande y abultada, labios carnosos y su clítoris completamente cubierto por sus labios. Me coloque frente a ella apoyado en el sillón y empecé a meterle la verga, nos veíamos a los ojos con Ana mientras se la metía y a cada momento dejaba escapar un gemido pues se la estaba metiendo con muchas ganas, las manos de Ana se posaron en mi tronco y me halaba para que se la metiera más fuerte, en un momento me deje caer sobre el cuerpo de Ana pero nuestras barrigas no nos dejaban hacer mucho, solo logre chupar sus pezones y mientras lo hacia ella me dijo “muérdelos” y así lo hice, me quede apoyado en el cuerpo de Ana metiéndola y sacándola y mordiendo sus pezones hasta que un correntazo cubrió mi cuerpo.

No pude o no quise detenerme y me deje venir dentro de la vagina de Ana, y al mismo momento Ana me pidió que no me detuviera porque también estaba teniendo un orgasmo, sentí sus uñas clavándose en mi espalda y como se tensan los músculos al momento de tener un orgasmo. Su piel se puso roja y su respiración agitada el corazón latía a mil por hora y al momento de estar vaciándome en ella nos dimos un largo beso, apasionado a boca abierta y jugando con nuestras lenguas. Fue tan grato ese beso que nos quedamos un rato mas solo besándonos hasta que mi verga se puso pequeña y ella sola se salió de la vagina. Cuando nos incorporamos nuevamente Pedro estaba masturbándose viendo a Ana coger conmigo y Yeny sentada en las piernas de William, nos reímos y recibimos un fuerte aplauso. “Pedro acuéstate en el Sofá” le dijo William. Y Pedro se dirigió hacia el sofá donde recién me había follado a su esposa y Yeny iba tras él, “Acuéstate Pedro” le dijo Yeny. “Como usted mande” respondió Pedro con una sonrisa. Ana, William y yo nos fuimos a sentar al otro sofá, y empezó otro espectáculo. Pedro un hombre maduro como de mi edad de piel morena y un poco delgado se acuesta aun con toda su ropa puesta en el sofá y yeny una hermosa mujer treintona se acuesta completamente desnuda sobre el cuerpo de pedro. Poniendo su culo en la cara de pedro y haciendo un espectacular 69. Inmediatamente yeny se comió toda la verga de pedro y el metía y sacaba su lengua en la panochita de yeny.

Estábamos viendo un hermoso espectáculo pero algo faltaba. Ese algo era algo que no me imagine en ningún momento. William se puso de pie y se fue al sofá junto a pedro. Se colocó como de rodillas entre las piernas de pedro y saco su verga y la coloco junto a la de pedro. Las sujeto fuerte con sus manos y yeny siguió chupando las 2 vergas mientras pedro seguía comiéndole la conchita. Al cabo de un momento solo veía que mucho semen se derramaba por la verga de ellos dos y ella con una cara de satisfacción increíble, Pero no paraban de frotarse sus vergas dentro de la boca de yeny. Yo estaba sentado en el otro sofá y llego Ana a sentarse conmigo y se acostó en mis piernas para ver mejor el show. Era un trio increíble una pareja de esposos con un invitado madurito. En esos momentos Ana me pidió q saliéramos de la habitación y caminamos hacia el corredor. Pues salimos los dos desnudos al corredor y nos dirigimos al lavadero. Ana me comento que pedro nunca le chupaba su panochita y que se había sentido un poco celosa al ver como se lo estaba chupando a Yeny. Y que había aceptado esa invitación a ruegos de su esposo.

La fantasía más grande de Pedro era verla coger con otro hombre y en ocasiones anteriores el había buscado la ocasión para meterle otros hombres a Ana pero nunca se había dado. En ese momento no supe que decir yo solo la escuchaba y me comento que mi verga era la segunda que había probado en toda su vida. Sentí mucha ternura por Ana en ese momento y sin pensarlo puse una mano en su cintura y la otra en su cuello y la ale hacia mí, nos empezamos a besar apasionadamente y por primera vez en mucho tiempo sentí deseo por otra mujer que no fuera mi esposa. La tope al lavadero y se me fue parando la verga otra vez, en eso se me ocurrió acostar a Ana en el lavadero y hacerle un rico oral. Y así lo hice le ayude a sentarse en el borde del lavadero y le pedí q se acostara y abriera las piernas y enterré mi lengua en aquella panocha abultada y de labios carnosos, recorrí con mi lengua toda su vulva desde su clítoris hasta la entrada de su vagina y un poco mas abajo. Pase la lengua por su culito y me quede un momento lengüeteando su ano. Que rico que sensación extrema y escuchaba los gemidos de Ana y me animaba a seguir haciéndolo. Seguí comiéndole su panochita chupando sus labios y acariciando su clítoris con mi lengua hasta que me dijo con vos temblorosa y entre cortada "ya no aguanto más, métemela por favor " la hale hacia el bordo del lavadero y empecé a metérsela. Una mujer hermosa con su pansa grande y sus pechos caídos pero tremendamente sensuales.

La penetre rico y sin ningún miedo o remordimiento. Sus pechos se movían hacia delante y hacia atrás a cada envestida y aun que los sujetaba con sus manos. Sus piernas levantadas con sus rodillas tiradas a su costado me dejaban meter toda mi verga en esa panocha que no dejaba de humedecerse cada vez más. Hasta que dejo escapar un fuerte grito de desahogo y un fuerte chorro de líquidos salió de su vulva, mojando toda mi pansa y mezclándose en sus adentros con mi semen que se derramaba dentro de su vagina por segunda vez.

Quedamos jadeando y sonriendo habíamos cogido rico por segunda vez y era momento de volver a la sala donde estaban los demás. Ayude a Ana a sentarse en el lavadero para q se pudiera bajar y caminar hacia la sala. Cuando entramos el trio continuaba, pedro estaba sentado y yeny estaba sentada encima de el con las piernas bien abiertas y la verga bien clavada en su vagina y William hincado frente a ellos con la cabeza entre las piernas de yeny y mamando la panocha de su esposa y en cada momento pasaba su lengua por las bolas de pedro. Ana y yo nos sentamos y seguimos viendo ese rico trio. Hasta q Pedro se vino dentro de la vagina de yeny y William seguía chupando la vulva de su esposa en la misma posición. Después de unos minutos se levantaron y todos nos reímos. Que hermosa experiencia les comente. Que se repita dijo William, claro que si dijo Ana y hablando y sonriendo volvimos a incorporarnos. Turnándonos para usar la ducha y vistiéndonos. Al cabo de unos minutos Ana y pedro se despidieron pero Ana me dejo su número de teléfono y se fueron. William se acercó y me dijo que este era solo el principio "entonces que así sea le respondí" y salí con yeny porque me iba ir a dejar en el carro a la parada donde me había recogido unas horas antes.

En el camino apenas cruzamos algunas palabras de despedida y Así termino ese día. Esa noche Ana me escribió a Whatsapp, estuvimos platicando sobre lo sucedido en el día y cuanto habíamos disfrutado hacer el amor, pero había una propuesta de parte de Ana. Y era la de meter a mi esposa en este mundo de secretos y diversos placeres. Me pidió el número de celular de mi esposa para poder escribirle y empezar a inducirla y sin más que perder le di su número. Lo que paso después solo ellas dos lo saben.

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