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Araceli, acuática

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Tras seguir experimentando situaciones y momentos con Araceli, insisto en practicar sexo anal lo cual hasta el día de hoy de cierto modo se ha negado, pero, yo sigo insistiendo en el tema. Las pelucas, medias y antifaces se vuelven recurrentes en nuestros encuentros, algo muy curioso que tenemos es que durante los días previos a encontrarnos planteamos muchas situaciones o gustos que la mayoría no las llevamos a cabo puesto que el momento nos lleva a hacer algo mil veces mejor y otras como en esta ocasión no tanto.

Algo que teníamos en mente era hacerlo en un jacuzzi, pero para nuestra fortuna siempre estaban ocupadas esas habitaciones, algo que aun teníamos “atorado”, ese día sin tenerlo planeado resulto ser que tenían la habitación disponible, lo cual fue una grata sorpresa para nosotros y lógico el humor si lo traíamos al mil, subió exponencialmente, en mi caso muy particular tantas cosas que quería hacerle.

Al pedir la habitación, amablemente nos llevaron a ella y nos dieron indicaciones de “como” llenar un jacuzzi, que creía sobraban, pero nunca está de más tener un conocimiento extra ante esa situación, al entrar abrí la llave de agua que nos indicaron para que empezara a llenarse, mientras escuchábamos caer el agua, nos besábamos, lógico, lo primero era devorarme esa exquisita conchita, con labios carnosos y jugosos, tibia esperando mi lengua, empezaba a contorsionara su espalda, algo que me encanta sentir y disfrutar, lógico, ella me desnudaba y llevaba mi verga a su boca, que hasta el día de hoy es una maestra en el arte del sexo oral, a ese punto nuestras miradas hablan más de lo que imaginábamos, cosa que me encanta, nos sincronizamos increíblemente.

Ella me recostó y empezó a montarme, moviendo sus enormes caderas y apretando esas nalgas de infarto, como he dicho tenerla así me da la oportunidad de besarla y mamarle sus enormes tetas rosadas y si, le sigo marcando las tetas y el culo cada vez que puedo.

Entre el ruido que, hacia el agua al caer el jacuzzi, los gemidos y la calle, se escuchaba muy a lo lejos, la vibración de un celular o un tono, que no nos importaba, seguíamos en lo nuestro. Verla desnuda cada vez me excita más, disfrutarla en todas las posiciones, no solo sus nalgas, tener sus sabores en mi boca, le pedí que me mamara mi verga para llenarla de leche, no había comido piña previamente así que seguíamos sin saber si aplicaba el cambio del sabor del semen o no, a lo cual me apretó con su boca y su lengua dejándole ir un chorro de leche tibia la cual se tomó sin ningún problema limpiándome mi verga desde mis huevos hasta la cabeza, algo que siempre le agradezco.

Ya era el momento de pasar al tan esperado jacuzzi, y cual fue nuestra sorpresa que estaba con agua fría. Hablamos a la recepción haciéndole el comentario el cual nos respondieron que tardaba un poco pero que no desesperáramos, seguimos besándonos, cachondeando, pero seguía saliendo fría y el plus tanto el celular de ella como el mío tenía mensajes. En mi caso la mamá de mi hijo tenía una situación laboral y ella su esposo le preguntaba algo de una situación de sus lentes y el agua seguía saliendo fría.

Volvimos a hablar a la recepción para corregir lo del agua diciendo que nos mandarían a alguien para ver qué pasaba, nos volvimos a vestir pero era algo que no teníamos previsto, ni los mensajes ni el agua, la mucama, era distinta a quien nos llevó a la habitación, movía las llaves tratando de sacar agua caliente mientras tanto por el radio, discretamente decía… si, ya usaron la habitación… que Araceli tradujo con… si, ya cogieron… se retiró la mucama diciendo que no tardaría en salir agua caliente, así que volverla a desnudar fue maravilloso, besar su espalda, admirar sus nalgas, esas tetas divinas, meter mis dedos en su conchita y empezar a “curiosear” en su culito, que dependiendo el dedo me daba permiso de meterlo. Una de las posiciones que más disfruto es tenerla de lado sobre la cama y penetrarla así, yo tengo la sensación de llegar a lo más profundo de ella, le levanto la pierna y se la beso hasta los dedos de los pies mientras juego con sus tetas hermosas.

Ella se ponía en cuatro sabiendo que esa posición me fascina, entre sabiendo que es mi lugar seguro, admiro como se mueven mis nalgas al compás de mis embestidas, me hice para atrás para llevarla al jacuzzi, ¡¡¡que seguía con agua fría!!!

Una vez más llamamos a recepción para comentar la situación del agua, nos dijeron que volverían a mandar a alguien así que nos tuvimos que volver a vestir, para esa ocasión en lo que estaban “revisando” el agua fuimos a la recepción para que nos cambiaran de habitación, ya que el tiempo seguía corriendo y estas interrupciones nos “desconcentraban” en lo que llegaba el “gerente” en turno, recibí una llamada de la mamá de mi hijo diciéndome el horario que me lo iría a dejar, estábamos en el estacionamiento, casi en la calle pero de todos modos no es algo que quisieras escuchar en esos momentos y Araceli seguía siendo bombardeada por los mensajes de su esposo, por fin llego el “gerente” que nos dice… yo me bañe con agua caliente… a lo que respondimos… bien por ti, pero en donde estamos no hay… mando a una tercera persona y se quedó con nosotros en la habitación hasta que empezó a salir agua caliente, algo que no le dio mucha gracias a Araceli y menos cuando le decía que si le decíamos a la chica que nos grabara, solo veía la mirada de ella de…. ¡no!... por fin salió agua caliente, así que amablemente y con una sonrisa nos dijo… ya quedo, que la pasen bien, con permiso… a lo que Araceli tradujo… ya está, pueden seguir cogiendo…

Y va de nuevo, a desnudarla, ella a mí, era un deja vu maravilloso, la disfrutaba cada vez más, a esas alturas la habitación se empezó a llenar de vapor, algo que nos indicaba que en efecto ya estaba el agua caliente, nos besábamos, nos mamábamos, nos acariciábamos, esas ansias que me da el cuerpo de ella me vuelve loco. Por fin la lleve al jacuzzi, ya con el agua mediada, nos metimos. Primero yo, tendiéndole mi mano a ella, se metió con cuidado, me senté justo en medio del jacuzzi, vacié el frasquito de espuma y con el control empezó a funcionar, Araceli se sentaba sobre mí, metiendo mi verga dura dentro de ella, era exquisito, estar sin gravedad, con agua, espuma, sus besos, sus caricias, el agua me permitió subir mi cadera y ella casi de pie movía sus caderas, nos metíamos bajo el agua, con el cabello mojado, la volteaba y con cada embestida salpicaba la espuma y el agua, recorría sus nalgas, sus piernas hasta que eyacule dentro de ella, nos abrazamos dentro del agua.

Rodeados de ese calor, del vapor, nos besábamos, por fin después de mucho tiempo estábamos en un jacuzzi, sentir esa comunión con ella, la paz que nos dábamos crecía más y más, teníamos las pláticas de estar juntos, pero ella siente que tiene que “resolver” mucho antes de siquiera pensar en tener una relación “más seria” y no ser el “amante”. Platicábamos, reíamos de lo sucedido, lógico sin dejar de acariciarla que es algo que hago con o sin ropa. Por fin después de un par de horas más, salimos del agua, nos metimos a la regadera para bañarnos, sentir sus manos recorrerme, sentir como me consiente, como me cuida y me complace es maravilloso. Amo besarla en el agua ya sea cayendo sobre nosotros o ahora bajo del agua.

Nos empezamos a vestir, ella estaba sentada en una silla y verla así me hizo ponerme a mil, ya tenía la verga dura y lógico se la metí en la boca la cual recibió con la lengua, creo que ella pensó que llenaría de nuevo su boca de mi leche, pero como comente, amo tenerla de lado, así que la lleve a la cama y de lado se la deje ir, duro, fuerte, rápido, apretar esas nalgotas, besar su pie y llenarla de mi porque sé qué durante el día seguirá sacando mi leche de su conchita, nos terminamos de vestir, salimos a nuestros compromisos, pero como anteriormente, ya habíamos probado algo nuevo y era seguir subiendo la escalera de placer y definitivamente los siguientes encuentros de jacuzzi no se compararían con este y lo mejor, estaba por venir.

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