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Carla: El tío la coge y la prostituye (segunda parte)

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—Mmmm Creo que esto de ser putita part time puede gustarme, dijo, para provocarlos.

—Que polvo tremendo dijo C me encantó.

—Y lo que falta! Dijo Carla. Los tres novillos dan para pasar la noche. Podes quedarte Sergio? —No vida, debo dormir en casa, mi mujer volvió de Argentina. —Mmmmm bueno mañana te cuento. — Y vos T?

—Sííí… si C comparte y alcanza con lo que pagó… me encantaría.

—Claro que alcanza…a demás si voy a ser la puta de C, quiero satisfacerlo bien.

—En serio la noche? Dijo C

—Todaaa la noche. Pagaste bien ja ja, estoy dulce. Pero ojo! No rebajo.

—Chupala otro poco.

—Sí Sr.

Un lindo oral mas, se dieron una ducha juntos, Carla se quedó en el apartamento, había traído ropa en abundancia y no la necesitaría en realidad ja ja, y ellos salieron a hacer alguna cosa particular y pasar por el hotel a liquidar la cuenta.

Aún hubo tiempo para charlar un rato antes de dispersarnos. Carla no escatimaba seducción, puesto que se quedaba en el apartamento se limitó a ponerse vestido de red de un sex shop, simplemente un micro vestido a pliegue de culo, todo de red elastizada, con malla de 3 cm de lado. Los pezones, obviamente afuera, todo a la vista. Una micro tanga hilo negra, con apertura en la concha y una hilera de perlas sobre la misma, resaltaba debajo del blanco del “vestido”. Se sentó en el sofá y dijo:

—Estoy bien puta así?

—Muy puta, muy linda, muy deseable. Vas a seguir trabajando?

—Y… yo que sé, me va gustando, no se… en realidad una vez me disfracé y fui a hacer de puta a la plaza Gomensoro una noche de Carnaval, te acordás Sergio? Pero no le cobré. Otra vez fui toda una tarde a una casona de chicas, me encantó! Desfilábamos cada vez que llegaba un macho. Todo lo que cobré se lo regalé a las chicas. Y la vez que fui mas puta digamos fue en la subasta. Subastamos tres horas conmigo y eran tres a pujar en la subasta, yo les desfilaba cada vez mas en bolas ja ja. Estuvo genial!

—Entonces?

—A tus órdenes, para ti y los de esa ciudad, siempre puta, eso sí, a ese precio ja ja.

—Mmmmm… no es mucho? Y por que a los de nuestra ciudad?

—Ya algún día lo sabrán… Y decime, cuantos novillos vendiste? Y cuantos tenés?

—110 vendí y ponele 1500.

—Y la soja… se interesó Carla.

—Unas dos mil hectáreas.

—Entonces? No te alcanza? Viste mi servicio? Y lo que te queda por ver y disfrutar.

Ya estoy disfrutando dijo C, sentándose a su lado y acariciando los pezones ya duros nuevamente. Es la ventaja del vestido de red, da acceso a todo! El tío se sentó del otro lado, y dejó de lado su recato, se consideró invitado y le acariciaba el muslo, Carla giró levemente y le dio mas acceso, de manera que por los agujeros de la red, le tocaba fácilmente el culo.

—Ya me dijo la vendedora en el sex shop… con esta red vas te van a beneficiar hasta con el vestido puesto! Ja ja… Pero no ahora chicos. Esta putita va a descansar, Uds a lo suyo y Sergio a su casa. Pido pizza para la noche? No se olviden que debemos quedar livianitos, para divertirnos. Además hoy me viene bien hacerlos cómplices de una travesura que planeamos con Sergio, y tu, amor, mañana de mañana pasas por aquí y te cuento todo todo todito.

Me marché, y al pasar, como por curiosidad, le pregunté al portero a que hora se retira (no hay portero nocturno, queda el sistema de video portero).

—Salgo a las 23 me dijo.

—Ahhh porque a esa hora aproximada viene el delivery y como mi pareja está en casa con unos amigos, y yo vuelvo muy tarde, pensaba si Ud. hubiera podido acompañar al chico hasta el apartamento, Carla me dijo que el chico le ha hecho comentarios raros a Ud. sobre ella, y nunca se sabe…

—Pero señor igual me quedo 15 minutos mas, yo me voy en moto, la hora me da lo mismo. Con mucho gusto. Uds. no viven aquí, pero vienen tanto y el Sr Luis y H los aprecian tanto que lo haré con gusto.

—Se lo agradezco infinitamente.

Al llegar al coche, puse mensaje a Carla, “hecho”.

Ahí mismo ella hizo partícipes del plan a C y T, quienes se comprometieron a volver antes de las 22, para preparar todo.

Carla, según me dijo a la mañana siguiente, se preparó, incluso analmente, pues era casi seguro que su cola tendría acción, y durmió un rato.

A las 20 ya estaba fresca como una lechuga, pensando que ponerse para recibir nuevamente a su tío y a su cliente.

Los esperó “super puta”, zapatos de charol rojo, el vestido que es todo tiritas horizontales, con un hilo tanga (no tanga hilo) que es solamente un hilo ones, un poco grueso por delante y que pasa hasta la espalda y el hilo a la cintura, todo blanco nacarado. Por entre las tiras elastizadas del vestido escapan los pezones y hasta a veces medio seno o todo, si el interesado separa un poquito las tiras.

Ni bien llegaron C y T, Carla les recordó que a eso de las 23.00 vendría la cena, y que como recién eran las 20 y 30, podían descansar si lo deseaban.

Nota: A partir de aquí, voy relatando de acuerdo a lo relatado por Carla, no estuve presente, lamentablemente.

—Lo que yo deseo es comerte, dijo C. Ante la oferta de irse a descansar

—Y yo! Afirmó el tío, que empezó a desnudarse.

Se sentaron al sofá para una nueva sesión de manoseos, ya con ellos desnudos y pija-parados, y Carla con ese vestido de tiras, que es casi como nada.

Ni que decir, los besos de lengua y las chupadas de tetas se sucedían y se alternaban, el cliente y el tío tuvieron sus oportunidades. También hubo generosos orales a ella, y a ellos, con todas las variantes wue sabe implementar Carla de profundidad, succión, lamidas de tronco y bolas… hasta que finalmente dijo, quiero hacerle algo especial a mi Sr cliente, vamos a la cama.

Llegados a la cama, orden al tío de mirar y a C de acostarse y doblar y abrir bien las piernas. Ahí Carla comenzó, arrodillada en la alfombra a practicarle un largo y salivado beso negro a C. Pero nada de solo beso, le lamía el orificio, lo punteaba con la lengua, lo punteaba con el dedo y volvía a lamer. C tenía la verga como de piedra, y T se masturbaba lentamente.

—Te cojo? Preguntó Carla a C mientras el tío se seguía masturbando.

—Subite, tengo el culo ardiendo y quiero coger dijo C.

—A ver si te monto y si me entra! Dijo Carla juguetona.

Se le subió, y se acostó sobre él. “Para hacerle la viborita“ me dijo al otro día.

Primero se levantó el vestido hasta la cintura, le refregó bien los pelitos sobre el vientre de él, y luego comenzó a reptar sobre C hasta ubicar la verga a la entrada de su concha.

Bastó un movimiento experto de Carla y la cabeza estaba bien adentro, C empujó y todo estuvo adentro (“que hermosa pija que tiene, lo justo, no falta nada“). Y allí, show de movimientos, mete saca y caricias a los senos, besos de lengua, tambien algunos besos de T que seguía pajeándose lentamente… y luego de largo rato, otra generosa acabada interna de C… (que lindo lo sentí, bien tibio, espeso y como cuatro chorros), dijo Carla.

C se salió de ella, se limpió el miembro en el vestido mientras se lo bajaba a la cintura, y Carla comenzó a chupársela al tío, que, con lo visto y sin haberla penetrado desde un mes atrás, estaba a punto de desbordar; pasaron segundos, y Carla al ver como estaba de desesperado, le pidió: — Ponémela vos también…

El tío, encantado, se la puso en cuatro, mientras Carla se besaba con C.

“Me entró derecho” me contó Carla, que desde luego estaba dilatada por la pija de C y ademas llena de su leche.

La desesperación del tío llevaba a que se oyera claramente, me cuenta Carla, el plaf plaf plaf de los huevos contra su cuerpo. Pocos enviones mas “y sentí como un fuego la acabada del tío, no terminaba más, tenía muy mucho acumulado“.

Al salirse, me choreé toda! Ellos fueron a ducharse a los baños secundarios, y Carla al principal pues faltaba poco para la llegada del delivery con la pizza para C y T… (“yo me tomé solamente un té, pues sabía lo que se venía de noche“).

Se vistió como programado para recibir al delivery, tacos de 10 cm, sin tanga, babydoll blanco transparente, todo ribeteado en puntilla rosa, como todo babydoll, largo hasta el fin de los glúteos (o largo a pliegue de culo, como me gusta decir) imposible no ver todo. Con Carla habíamos planificado que como también iría el portero, queríamos que se viera todo todo. Pero por encima, bata negra totalmente opaca, larga.

Suena el timbre de la puerta de entrada (el delivery acompañado del portero, que se inventó la excusa de que a partir de ese día, los delivery debían ser acompañados, por seguridad…).

Corrió a la puerta, al abrir se encuentra al delivery y un paso mas atrás al portero. Carla simula sorpresa, “Que raro Ud. por aquí a esta hora!“. —Por la nueva reglamentación de acompañar a quienes suben, Sra., tuve que quedarme aunque ya era hora de irme.

—Que bien Gracias. Dame la pizza que ya te traigo la propina…

Se fue, volvió, le entrega los generosos 500 pesos de propina… —Gracias, hasta la próxima…

—Gracias Sra. No hay propina visual hoy? Disculpe mi consulta.

—Propina visual??

—Ehhh digo, las otras veces…

—Ahhh… me miraste las otras veces? Que pícaro!

Abrió la bata, sacudió la bata y la dejó caer al piso. Se quedó parada unos treinta segundos, se dio vuelta mas o menos el mismo tiempo. Y volvió a darles el frente.

Suficiente propina visual? Justo me encontraron por irme a dormir, ya preparada dijo. Y sonriente cerró la puerta.

—Se dieron cuenta? Ahora todo el mundo va a saber que soy exhibicionista, les dijo a C y a T. Y, para Uds., puta y exhibicionista. Dijo luciéndose ante ellos.

Ellos cenaron, se prepararon para ir a la cama.

Se fueron los tres a la cama. —Esto también incluido en el precio? Preguntó C…

—Sí, obvio, pero si quiere darme mas…

—Nooo ya es bastante no?

—Y… sí, es lo que pedí por prostituirme. Y quiero fidelizarte como cliente, je je.

Que tal si descansamos un rato? La noche es larga…

Así lo hicieron, durmieron un poco. Y siempre según me contara Carla, a eso de las cuatro de la mañana, era evidente que la estaban manoseando.

Al despertarse, era T sin lugar a dudas, que le acariciaba los senos y el culo… —Te quiero hacer el culito…

—El dueño es C ja ja…

Comenzó a manosear el miembro de C, y él despertó y la buscó a besarla, se besaban, se tocaban, también Tde frente a ella.

—Sabes? T quiere hacerme la cola…

—Mmmm mejor! Así te la prepara para mi.

—Oíste T?

—Síí… y bajó a chuparle el culo… fue un rato y el culo de Carla echaba fuego, lamido chupado y de a ratos con un dedo adentro.

—Así en cucharita? Síí, me encanta.

Carla se acomodó bien, estaba sobre el lado derecho, puso el pie izquierdo sobre la rodilla derecha y ya sintió que T se la arrimaba al ano.

Lentamente puso un poco mas de saliva en la cabeza del miembro y lo posicionó.

—Sí, Sí. Dijo Carla mientras C no paraba de besarla de lengua y de chuoarle las tetas.

T no se hizo desear… comenzó a empujar y con toda la humedad que tenía, no demoró en entrarle, “lo sentía bien, estaba cómoda“. En pocos momentos el vaivén era intenso. Carla pensaba a mil, y se decidió… — No me acabe tío quiero probar doble!… y lo de tío fue un error imperdonable… ”en la excitación se me escapó”

Nadie dijo nada pero…

Sacámela!

—Sabes C nunca me hicieron doble… probamos?

—Encantado. — Ponete de espaldas.

Carla lo montó, se metió la pija de él a fondo (“no me canso de repetirlo, una delicia de verga“).

Y entonces el tío se tendió sobre ella y la enculó a fondo.

Diría Carla era terrible la presión entre los dos, sentía los miembros a full, mi tío se movía mas, pero el tamaño de la de C, ufff me tenía la vagina plena.

Finalmente, T se vino dentro del culo, “todavía largó mucho“ pero C no había acabado… Carla no dudó… —Ahora vos C quiero sentir ese tronco en mi culo!

—Sí, divina!

Carla se puso en cuatro pero con la cabeza bien abajo y la cola bien levantada. El tío se puso al costado de ellos y para no perder detalle de la penetración, abrió con sus manos los glúteos de Carla. C ensalivaba lentamente y repetidamente la hermosa cabeza de su pija… hasta que buscó el agugerito, húmedo y flojo por la previa del tío…

“No quise pedir nada Sergio, ni delicadeza ni envión fuerte, lo dejé a C que hiciera lo que quisiera…al fin y al cabo estaba en rol de puta?“.

“Sentí que buscaba mi centro, lo encontró y guiando la pija con la mano empujó apenas, la cabeza ya entraba… y entonces, sin decir nada, dejó caer mas saliva sobre el tronco de la pija y empujó con todo, no brutalmente, pero a fondo, sin parar. Dije ahhh y casi lloro, pero fue un momento, enseguida se dilató y él se comenzó a mover. La sentía tan adentro!“ No fue demasiado tiempo, y él acabó. La dejó adentro como un minuto, y al sacarla dijo “Que buena puta sos”.

“No vacilé en chupársela a ambos, me manosearon toda, nos besamos, les volví a lamer el culo… y nos dormitamos un rato. Nos fuimos a duchar y a desayunar!”.

Y en medio de ese desayuno llegué yo, teóricamente de rumbo a la oficina.

Estaban eufóricos, encantados de las últimas 24 horas. Agotados también.

Pero había algo …

Lo de “no me acabe tío quiero doble“ había sido audible. Y C preguntó:

—Que fue eso de tío? Que me perdí?

Yo no sabía que era, lo supe al momento, Carla no decía nada, el tío menos…

Finalmente, medio minuto de silencio incómodo y Carla dijo:

—Lo siento, se me escapó, estaba muy excitada!

—Pero entonces? Dijo C.

—Sí dijo T, es así, hacía diez años que no la veía, y cuando comencé a venir, hace poco tiempo, Carla me dijo que ella ya a sus 22 años se daba cuenta que yo la deseaba… y bueno… ya ves! Pero por favor, nadie puede saberlo, nadie.

—Tranquilos, nadie lo sabrá de mi boca… ahora entiendo tu afán de venir a Montevideo y tu entusiasmo con ella.

—No te escandaliza? Pregunté yo…

—Sí, me escandaliza el precio! Ja ja ja… nos reímos todos. Que linda situación. Y se puede repetir?

—Sí cumples lo acordado, claro que sí, dijo Carla. Me encanta coger… y ahora también cobrar… mas allá de que muchos de mis novios me hacen regalos. Y que bien que no nos juzgas mal…

—Claro que no. Y pregunto entonces tu sos la, chica que T y la Sr criaron? La hija de XX (mamá de Carla) que se fue a España?

—Sí, y ellos tienen todo mi agradecimiento. Y mi madre, que pudo criarme hasta los diez años y que casi siempre llama. En cambio mi padre…

—El padre desapareció antes de ella nacer acotó T.

—Y nunca pude saber de él dijo Carla.

—Quisieras conocerlo?

—Sí, al menos saber quien es, no lo amo como padre ni lo conozco, tampoco lo odio, no sé de sus circunstancias.

Y conversando un poco mas, decidimos dispersarnos, nos despedimos, la besaron hasta cansar las lenguas, ja ja… y nos fuimos con Carla antes de que se hiciera el horario de llegada del portero. Claramente, reforzado con el morbo de lo que se había enterado, C se llevó el número de móvil de Carla, desde ya desesperado por volver sólo o con T. “Y no te olvides C, ni aumento ni rebajo tarifa, y como puta excepcionalmente abierta a clientes”. “Esto de prostituta no es tan malo si el hombre es bueno y tiene dinero”.

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