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Compañera de entrenamiento

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En esa época de mi vida estaba en un entrenamiento para entrar a trabajar en una compañía multinacional, en el principio iniciamos 14 personas, pero poco a poco se fueron por alguna razón u otra algunos de los compañeros, tanto así que solo terminamos el entrenamiento 6 incluyéndome.

El caso es que en dicho lugar había una compañera que no sé porqué exactamente pero despertó morbo en mi, describiéndola es bajita, tez clara, pelo largo y lacio, cara bonita y un buen par de tetas.

Al principio nunca entable una conversación directamente con ella sobre el morbo que había despertado en mi, más bien siempre que entre los compañeros iniciábamos el tema siempre bromeaba con ella buscando alguna mirada o indirecta que abriera las puertas a poder entablarle tema. Pero si notaba si picardía y soltura en las opiniones que daba cuando surgían dichos temas.

No fue hasta finales del entrenamiento que me atreví a hablarle directamente y fue de sorpresa para mí con la confianza en que pudimos tener una larga conversación sobre nuestros fetiches, experiencias y gustos en cuanto al sexo, y no perdí la oportunidad de proponerle cosas arriesgadas que me excitaban bastante y por la conversación supe que a ella también, le gustan las cosas en lugares arriesgados, le gusta hacer mamadas y me había dicho que le encantaba hacer Deepthroat o garganta profunda, yo cada vez me emocionaba más y comenzaba con mis indirectas a las que ella solo sonreía pero nunca me daba una respuesta concluyente de si si aceptaba o no quería que las cosas pasaran de conversaciones.

Cierto día hubo muy poco personal en la compañía y yo aproveché para para tirarle indirectas y ella solo sonreía, pero yo iba en serio y cada que ella se movía hacia algún lugar le decía algo como: “llévame”, “invítame”, “no me dejes”, etc…

Ella solo sonreía hasta que en una de estas indirectas me dijo “me voy a comer” mirándome a los ojos, yo inmediatamente entendí, habíamos hablado de que en la entrada de los baños no había cámaras y que fácilmente uno podría hacer una travesura ahí, así que la observé cuando se iba y espere un momento para seguirla, pero por estar esperando la perdí de vista, no habíamos hablado si entraríamos al baño de varones o al de damas, entonces entre al de varones y había una persona, di vueltas (medias obvias) hasta que salió, me lave las manos, hasta que la persona salió, mire hacia el baño de damas pero no la veía, salí y miré hacia las escaleras, pensando que si se había ido a comer y que yo en mi cabeza me había hecho el mundo pensando que había sido una indirecta, me sentí tonto, pero cuando me volteé de camino a los baños de nuevo, ahí me la encontré saliendo del baño de chicas y mirándome como diciéndome: ¿Por qué tardas tanto? La sujete por la cintura, la pegué a mi, le pregunté que a cual entraríamos me señaló el baño de damas y entramos, fuimos hasta el último cubículo y cerramos la puerta.

Comenzamos a besarnos con ansiedad, sus labios eran suaves, su olor era exquisito, sus tetas eran preciosas, como ya ella me lo había dicho, nos tocábamos por todos lados, la apreté contra la pared saqué sus tetas, le dije que si eran bonitas y las comencé a mamar, ella me pidió que despacio y me excitaba más escuchar sus gemidos (bajitos por el lugar donde estábamos). Seguíamos con el magreo, le tocaba su vulva sobre el pantalón, sentía lo caliente que estaba y entonces ella lo hizo, metió su mano en mi pantalón y sujetó firmemente y lo apretó

Sus manos era tiernas pero me sujetaba firme, y comenzó a arrodillarse, me miró a los ojos mientras lo hacía, luego bajo la mirada y se quedó mirando mi pene, sonrió, me miró a los ojos nueva vez y lo lamió, sonrió de nuevo, recuerdo que pensé, si es cierto le gusta hacer mamadas, y procedió a meterlo todo dentro de su boca, sonaba como suena cuando lo tienes hasta la garganta y hace el movimiento de mete y saca, lo sacaba para respirar, y lo volvía a meter todo a la boca, sonreía y seguía repitiendo la misma acción, yo estaba desesperado por cogérmela ahí mismo, le sujeté la nuca y se lo empujé hasta el fondo, quería tomar control de la mamada, pero al final mientras la sostenía con todo dentro y la veía lagrimear la dejé seguir a su ritmo, entonces escuchamos que alguien entró al baño, nos miramos ambos con una sonrisa y ella me hizo la señal de silencio con el dedo sobre la boca, y siguió con la mamada, de verdad notaba su entusiasmo, y su sonrisa remarcaba el que ella también le estaba disfrutando.

Cuando escuchamos que quien entró al baño salió, le pregunté por el tiempo de su período, no traía condón y si acertaba estar en fechas no fértiles me atrevería a cogérmela así mismo, pero me dijo que hacía más o menos unos 20 días así que lo pensé y creo que por primera vez mi conciencia le ganó a mi calentura, le aseguré que al otro día iría con condones para repetir y concluir esa cogida, ella sonrió y siguió la mamada mientras me decía que si con la cabeza, como ya habíamos estado ahí varios minutos y el tiempo del almuerzo era contado, la ayude un poco para poder darle todo en su boca y que como buena niña se la bebiera, y así lo hizo, al momento de venirme se lo introduje entero nueva vez y ella lo aceptó todo, y prosiguió a exprimirme hasta la última gota, yo quería gemir, pero sabía que no podía, la dejé hacerme y sacarme todo, ella lamió los últimos restos de semen de mi glande, me miró, sonrió y se levantó.

Estuvimos unos momentos escuchando gente alrededor y en el baño de caballeros, nos mirábamos, sonreímos y cuando hubo silencio, ella salió y me hizo las señas para que saliera yo. Al salir, bajamos al área de comida separados para no levantar sospechas, al encontrarnos con nuestros compañeros comimos normal y nos tiramos una que otra indirecta con lo que acababa de pasar, al despedirme porque tenía que irme para otro trabajo que tenía en ese momento, ella me dijo “por lo menos vas relajado a laborar a tu otro trabajo” y ambos reímos.

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