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Cristián

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Como ya saben, para uno de mis cumpleaños, mi esposo preparó como regalo sorpresa un encuentro con mi ex, en el que tuvimos sexo los tres, diría que fue un gran trío.

Después de esa noche no hicimos comentarios sobre lo sucedido. La verdad que no quise traer al presente historias del pasado. Pero en mi cabeza a los pocos días apareció la duda, ¿cómo será volver a verlo? ¿será que todavía nos guste coger juntos?

Lo busque a través de una red social y no fue para nada difícil plantearle lo que estaba planeando. Solo quería un poco de sexo. Un encuentro solos y nada más. Él aceptó.

Coordinamos, el día y el lugar. Ahora no sabía si contarle a mi esposo o hacerle trampa y que esta oportunidad quedara solo para mi recuerdo.

Es viernes, falta una hora para las 22 h, y ya casi es la hora de salir rumbo al hotel, donde Cristián me espera, estoy un poco nerviosa, no sé cómo voy a manejar la situación. Opto por guardar silencio y le digo a mi esposo que salgo a comer con mis amigas.

Llegue al hotel y busque la habitación, apenas golpeo la puerta, Cris abre y sonríe.

En ese momento mi cuerpo se encendió, me acerque para saludar y no me dio tiempo a decir una palabra. Me agarró de la cintura y me dio un beso como cuando éramos novios, ese beso me aflojó todas las dudas y me mojé, ya estaba entregada, entera, quería aprovechar esas horas y me afloje el vestido dejándolo caer, no pare hasta quedar totalmente desnuda, el me besaba, me acariciaba, me recorría todo el cuerpo, olía mi perfume, me fue besando todo el cuerpo hasta que se arrodilló delante de mí, y me pasó la lengua por la conchita, se me aflojaron las piernas, quería sentirlo dentro.

Sentir sus movimientos, me acomode en el borde de la cama y me puse en perrito, se acercó y bajó su pantalón, de una embestida ya estaba sintiéndolo, se movía lento, fuerte, me pego una nalgada, apenas pegué un grito, me sujeto de las caderas y se movió más fuerte, ese roce me llevó al primer orgasmo, me agarró y me dio vuelta, levantó mis piernas y volvió a meterla, con una mano me sujetaba las piernas levantadas y con la otra me agarraba del cuello, sentí miedo pero me sorprendió otro orgasmo. Solo la sacó y sin mirarme a los ojos me la metió por el culo, se movió un poco y fue bien adentro, para acabar, no me dijo nada, en ningún momento habló, mientras que trataba de recuperar el aliento me agarró de las piernas y me acomodó en la cama, se subió el pantalón y se fue.

No entiendo que hice mal, me dejó como un pedazo de carne que ya no sirve. Solo se fue.

No volvería a llamarlo jamás.

(9,10)