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Cumpliendo dieciocho

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Hannah y sus dos migas Nika e Itziar tenían una apuesta desde secundaria, en cuanto cumplieran la mayoría de edad tendrían sexo con algún desconocido. La apuesta era que las otras elegirían con quien. Las tres son rubias de ojos de color y acuden al colegio más caro de la ciudad. Obviamente ya habían tenido Laguna experiencia anterior.

La primera en casa motor fue Itziar, era lógico que no escogerían a alguien que les gustara. Hannah sugirió al chofer del taxi pero Nika acertó.

—al pinche profesor Nájera –todas se miraron, Itziar negaba con la cabeza

—No no mames es pinche viejo no mames no

—¡ándale pues si nomas te lo vas a coger! –decía Hannah a carcajadas

—No mamen otro, mejor si el chofer

—¡el profe! -dijo Nika decidida.

El profesor Nájera les daba física, los números no eran lo más divertido. Pero además las odia por estar toda la clase mandándose mensajes o sacándose selfies. Itziar era chaparrita 1.50 rubia de ojos azules, aunque apenas tenía tetas, su atractivo era el culo parasito que Yeni hace años. Aunque a ella no le gustaba, las pecas en su cara también la hacían ver hermosa. Parecía una niña tierna. Pero las tres sabían que ella era la más morbosa de las tres, las metió al mundo de Hentai y casi siempre sus mensajes eran de fotos con penes enormes. Así que decidido estaba Itziar espero al final de la clase a que salieran todos para cercarse al profesor.

—Hola profe, mire me preocupa mi promedio…

—pensé que solo le preocúpala salir bien en sus fotos –interrumpió el

—siempre salgo bien profe, pero me gustaría repasar un poco para el examen final

—¡en serio! Vaya señorita me sorprende, ¿no es una broma suya verdad? -pregunto extrañado y tratando de disimular el nervio que le provocaba esa joven rubia.

—No, quisiera repasar, podría ir a su casa

—¿sabes donde vivo?

—Claro, el departamento arriba de la tienda de pinturas –el profesor frunció el ceño y trago saliva.

—¿como sabes?

—Mi mamá toma terapia enfrente, lo he visto salir de ahi un par de veces.

—Ok, solo puedo después de las 7, ¿está bien?

—¡perfecto! Lo veo hoy

—¿hoy?

—¿no puede? –pregunto ella acercándose con ojos de gatito triste

—si claro… me avisa, le doy mi número…

—yo llego –dijo ella mientras se alejaba y él miraba su culo moverse

Bastó una sesión para que Itziar lograra su cometido, con unos shorts pequeños y ajustados tocó a la puerta del profesor que abrió nervioso.

—¿te trajo tu mamá? –pregunto nervioso

—No, vine sola dijo mientras pasaba con confianza

—¿Tiene cargador de iPhone? –Dijo ella

—si, toma –respondió rápido dándole el cargador. Ella notó que el profesor olía a perfume, siempre olía a cigarro y eso le dio confianza

—¿y vive solito? –pregunto con cara de puchero y pegándose mucho a él

—si, me divorcié hace unos años y… bueno, ¿que quieres repasar?

Se sentaron en el sillón y ella lo miraba fijamente, mientras él tragaba saliva y decía fórmulas y números que a ella no le importaban.

—¿a que vino señorita? –pregunto ya confundido

—a esto –dijo ella y lo besó, el trato de separarse pero ella lo jalo.

—¿estas segura?

—Ya tengo 18 y lo sabes, le diste like a mi foto de cumple… y si, estoy segura

Por fin se dejó llevar y la besó mientras las pequeñas manos desabotonaban su camisa y luego el pantalón.

—esto está muy duro dijo tomando con ambas manos su verga

—así me pone señorita -dijo el profesor quitándole la blusa para chupar sus pequeños pezones.

Ella se escurrió y arrodillada bajo el bóxer del profesor para chuparle la verga.

—¡Puta madre que rico! -exclamó el caso gritando y mirando como esa pequeña cara pecosa sonreía mientras lamía la punta.

—tiene buena verga profe –dijo y comenzó a chupar mirando al profesor que estaba hipnotizado por sus ojos verdes

—¡guau que rico! Mmm

Luego se levantó y lentamente se bajó el short, debajo no traía nada así que el profesor Nájera pudo ver su culo rozado y los labios de su vagina. Se subió al sillón y se empinó.

—cógeme –dijo mientras el profesor se tomaba la cabeza ante ese espectáculo.

Colocó su verga en su panochita pero luego cambió de idea, así que la recargó en su colista y empujó.

—¿me vas a dar por el culito?

—mmm sii haaa —empujó con fuerza hasta que entró un poco su verga, luego entró suavemente

—ay me duele que rico profe, métame la ah ah métame su verga

Sus nalgas chocaban contra él que sudaba y bufaba como loco, se agarraba a sus nalgas y empujaba fuerte.

—si que rico profe que rico

—mmm ha mm ha ha

Paro un poco pues sentía que terminaría en cualquier momento y le besó el cuello, los labios, la espalda, las nalgas, el culo y la panocha.

—está usted deliciosa

—mmm que rico profe

Luego ella lo tumbó y se montó sobre el que solo sentir que su verga entraba de nuevo en su cola cerró los ojos.

—¡Dios mío!

—Mmm ay ay ahí entró mmm

Cuando abrió los ojos Itziar ya rebotaba sobre él, sus nalgas chocaban y sonaba como aplausos.

—me gustaaa aaah me gusta por el culo aaah que rico

—mmm si así así sigue mmmm

El profesor cerró los ojos y prestó los dientes, Itziar sintió como él le llenaba de semen el culo y con movimientos circulantes se meneó hasta que sintió que nada más salía.

—mmmm huuu

—me lleno el culo de leche profe mmm que rico

Se levantó lentamente y se arrodilló a chupar los restos de semen sobre la verga del profesor que seguía incrédulo mirándola.

—¿ya tenemos 10?

—¿tenemos? –pregunto el profesor Nájera

—si, 10 para mi y mis amigas, ¿o no me lo gane?

—Puta madre hasta 11 pero no puedo ponerles 10 a las 3, no saben ni madres de la materia.

—Oiga profe, ¡me lleno mi culito con su leche!

—mira 10 a ti y a ellas 9 o un 8 pero nada de esto a nadie, ¿me oíste?

—Lo prometo dijo Itziar mientras llevaba semen de su culo a su boca.

Después de ver el video que rabo cuando colocó su teléfono, las tres estaban un poco mojadas. Itziar no volvió a dirigirle la palabra al profesor que se tuvo que tragar su coraje y ponerles buenas calificaciones. Un mes después Nika cumplió años y justo en su fiesta con amigos y familiares ellas discutían con quien carajos tendría sexo.

—¡el chofer! —dijo ella

—ni madres, yo me chingue al puto maestro de mate, de menos al don ese que te mira el culo en la tienda

—yo lo tengo, yo lo tengo –dijo Hannah

—No Hannah ya vi tu cara

—¡al chucho! –dijo Hannah casi peinándose de risa

—¡si claro! –exclamó Itziar

—No no mamen ese güey es un idiota

—¡Por eso! -exclamaron ambas

Jesús era su compañero de escuela, llevaba años engordando y creciendo. Más de 1.85 pero era un otaku, se disfrazaba de personajes de anime y jugaba con cartas. Además de su adicción a los videojuegos. Un perdedor sudoroso que todos tomaban a burla.

Cuando Nika se acercó a él toda la escuela volteó a mirarlos. Jesús estaba confundido, seguro quería que hiciera alguna tarea por ella.

—Hola chucho, ¿qué haces?

—¡si te vienes a burlar de mi por favor vete a chingar a tu puta madre!

—¡hey tranquilo! Mira, yo sé que es raro que yo… bueno… ya sé que somos una mierda de amigas… bueno…

—¿qué quieres? –dijo mientras daba un sorbo de su vaso en forma de Pokémon

—Mita bien fácil, y al grano. Apostamos a que te daría miedo coger conmigo.

—¡¿Qué?! –dijo tan fuerte que todos voltearon

—Si te da miedo pues ahí la dejamos, es en serio –dijo con cara seria.

—¿pero por qué yo?

—¿importa?

—No

—¿entonces? –pregunto ella frunciendo el ceño

—¿cómo yo quiera?

—obvio, nada más no me disfrazo de nada de esas madres chinas

—Ok

—¿ok qué?

—si te cojo

—¿te veo en tu casa? –pregunto ella sonriendo

—si, mis papás llegan hasta la noche de trabajar, tenemos toda la tarde

—tranquilo tigre -dijo ella sonriendo y se alejó riéndose.

Nika llegó por la tarde muy confiada, aunque con un poco de asco a casa de Jesús, tocó el timbre y él miró por la cámara del interphone. La chica rubia de piernas largas que solo andaba con tipos mayores estaba ahí en su puerta. Volvió a tocar el timbre y se levantó las gafas de sol. Ahí estaban los ojos verdes une lo volvían loco y ese cuerpo perfecto con él tantas veces se masturbo en el baño.

—hola, pensé que me ibas a dejar aquí –lo saludo de beso en la mejilla, el primer beso que recibía de alguien que no fuera su mamá o su abuela.

—sigo pensando que es una broma, pero pasa

—si fuera broma ni llegó, ¿tienes cargador de iPhone?

—si, ahí está en el mueble

—Gracias, y entonces aquí tienes tu colección de cosas –dijo sin saber que más

—de hecho están en mi cuarto, ven vamos

—Bueno, me llevo el cable

Le mostró sus colecciones, espadas, tarjetas, disfraces, funkos y luego se borró la sonrisa y la miró con morbo.

—¿si vamos a coger?

—si, pero tómate tu tiempo…

—quítate los pantalones, pero te dejas la tanga, ¿si usas tanga?

—…si… –dijo ella que sacaba sus jeans lentamente

—siempre fuiste tan perfecta

—¡Gracias!

—ahora déjame ver tus chichis –dijo en modo autoritario

—¿tú nunca…?

—No, pero veo porno a diario. Si sé qué pedo no soy pendejo –dijo con su voz aniñada.

—ok, ¿y ahora qué?

—chúpamela –dijo él bajando su pantalón y dejando ver su verga debajo de una enorme panza— agáchate ahí, así se ponen en el porno.

—ja ja ja ok voy –se agachó y sostuvo su verga que no era la más grande pero no estaba mal, chupi un poco y él le tomó la cabeza.

—ay ay se siente chistoso, ¡chupa puta!

A ella le sorprendía ese modo raro, pero siguió chupando, pensaba que disfrutarían mucho viendo esto.

—haagh aaaagh ¡oye! –el la apretaba por la nuca para que mantuviera su verga dentro.

—así chupan las putas del porno, chúpala… puta

—haaagh gaaaagh mmm –su frente chocaba con la panza que comenzaba a sudar así que trató de esforzarse, con suerte se vendría rápido.

Sin embargo, el siguió hasta que se hartó, su panza no dejaba ver esa cara que lo volvía loco.

—ven aquí, súbete… puta –le dijo mientras se recostaba.

—ok –dijo ella limpiándose un poco la boca y la frente.

—No te quites la tanga –ella se acomodó sobre él, apuntó su verga a su panochita y bajo.

—se siente calientito… muévete puta –Nika casi soltaba una carcajada en un par de ovaciones, pero aguanto.

—Eso, ¿te gusta chucho? Mmm –Jesús estaba ocupado chupando sus tetas así que no contesto, pero le tomó las nalgas para moverla más fuerte.

—mmm pinche chucho ya no eres virgen

—mueve ese culo puta

—¡Pendejo! –exclamó y meneó su culo a sabiendas que nadie resistía.

—ha ha ha es rico coger

Nika se cansó y tomó un respiro, mientras Jesús se levantaba con mucho trabajo y aún más sudado.

—Empínate, pero hasta abajo, levanta tu culo

—¿así? –dijo ella divertida

—tienes un culote Mika

—¡Nika!

—ya se, mm aaah –en cuanto acomodó su verga la metió con fuerza y empezó a penetrarla con fuerza, Nika sentía el sudor de esa enorme barriga ahora mojando sus nalgas.

—mmm si chucho dale así siii sii

—pinche culote, estas bien bonita… puta

Nika estaba casi al punto del orgasmo, no pensó que Jesús durara tanto, pensó que sería muy fácil y rápido.

—pareces puta de las de las porno

—en tu vida vuelves a tener una así chucho mmm sigue cabron si si

—ya se –dijo y salió de la habitación

Regreso con un vibrador de plástico en la mano.

—es de mi mamá, la escucho cuando lo usa, puja mas que con papá

—oye pero…

—dijiste que como quisiera, date vuelta –Nika se acomodó en cuatro y sintió como el vibrador entraba en su panocha, luego empezó a vibrar.

—mmm se siente rico mmm ya entiendo a tu mamá uuuy

Luego él se acomodó y trató dos veces de meter su verga en el culo de Nika sin éxito, la tercera se recargó hasta que por fin su verga avanzó.

—uy pinche chucho ay ay no mames doble haaa ay duele un poco mmm

—así se cogen a las pintasen el porno, ¿te voy a volver a coger?

—¡NO! –dijo ella muy segura

—entonces se mi puta –le tomó el cabello y la jalo tan fuerte que Nika no sabía si pujaba del dolor en su culo o el dolor del cuero cabelludo.

—mmm ay ay aaay mmm pppfff ha ay mmm

—se siente raro por el culo… me gusta… puta haaa

—mmm pinché chucho cabron mmm ay ay mmm rico aaay

Por fin Jesús estaba a punto de terminar y la jalo hasta el piso mientras agarraba su teléfono.

—yo también estoy grabando –le dijo mientras se masturbaba a centímetros de su cara

—¿como sabes?

—es una apuesta, tienes que llevar evidencia mmm levanta la cara te los voy a aventar como a las putas del porno aaah

Nika levantó la cara y varios chorros de semen cayeron en su cara, igual que el sudor que seguía escurriendo de su barriga.

—aaah así si que rico –dijo el sosteniendo su teléfono para grabar a Nika

—¿ya me puedo levantar? –pregunto ella ya con asco

—si, espera… levanta tus pulgares como las putas del porno –ella obedeció– listo

Se limpió la cara con las manos y luego de preguntar por el baño, se lavó la cara. Estaba a punto de vestirte cuando él la detuvo.

—No, espérate

—¿y ahora que? –pregunto ella mirándolo ahí aún desnudó y sudoroso.

—regálame tu tanga –Nika se la quito para aventársela, él la olió y sonrió.

—Gracias… puta

—¡YA! –dijo ella sería

—ok

Las tres miraban a carcajadas el video

—No mames como suda el chucho

—cabron no mames, todo me escurría

—bien que pujabas cabrona

—traía un puto vibrador y una verga en la cola, no mames casi me vengo con el chucho ja ja ja

—Bueno, un mes y ya Hannah, ya tenemos a quien…

—¿a quién?

—ya verás cabrona

—Hijas dé su pinche madre no quiero ni imaginarme

Así llegó su cumpleaños casi a fin de curso y ella pensaba que se habían olvidado, pero no.

—ya eres amor Hannah y tienes que pagar tu apuesta

—ya sé que se van a pasar conmigo cabronas

Cuando le dijeron que era el conserje, ella se negó y suplicó que otro.

—al profe o al chuco, pero no mamen, ¿ese viejo?

—nosotras ya cumplimos, el chucho ya hasta cree que me habla

—y sácate nueve en una materia que no entiendes, así que no hay manera Hannah

—¡HIJAS DE PUTA!

Don Pepe era un viejo gruñón de casi 60 años, flaco correoso, con un bigote mal cortado y apestoso. Hannah no sabía ni cómo acercarse a él, además las odiaba a ellas y a todos. “Pinches chamacos pendejos” Era su frase favorita.

Así que tomó aire y al final de las clases se quedó mordiéndose los labios hasta que no quedó un solo alumno, luego vio a los profesores salir en sus autos.

—¿qué chingados haces aquí? –dijo don Pepe tomándola por sorpresa

—¡PUTA MADRE! Me espanto don Pepe

—desde hace rato te vi, ¿dónde están tus amigas? Ahora que chingadera quieren hacer

—No no nada, estoy solita

—¿te pegan en tu casa? ¿Tienes problemas o qué?

—No y no, solo que ya casi acabamos el curso y pues yo quería que usted y yo

—Habla claro niña, ya todos están pendejos, ¿a qué te quedaste chingao?

—¡a coger puta madre a coger!

—¡no digas mamadas! ¿Con quién? ¿Dónde está escondido?

—está parado frente a mi –don Pepe dio la vuelta y luego otra vez

—¡No digas pendejadas! ¿Conmigo?

—¿no le gustó o que don Pepe? –pregunto ya de pie y un poco enojada más que nerviosa.

—Hija, tienes ojos azules eres rubia, diario les veo el culo a ti a tus amigas. Tú le gustas hasta a las maestras.

—¿entonces?

—¿es broma? ¿Quieres que me corran?

—No y no, pero igual y mejor me voy…

—ni madres, quieres coger a coger –dijo interponiéndose entre ella y la puerta

—solo déjeme conecte mi teléfono que casi no traigo pila

Apenas termino de conectarlo don Pepe estaba sobre ella, metiéndole mano en las nalgas y tetas.

—¿don Pepe? –dijo ella dando vuelta y conteniendo un poco la respiración por el olor.

—Don Pepe ni que la chingada, ven acá –la recostó sobre el escritorio y bajo su pantalón hasta sacarlo por sus tobillos, hizo a un lado la tanga de Hannah y comenzó a lamer su panochita.

—mmm don Pepe espére mmm aaaah

—abre las patas chamaca, déjame chupar tu chocho

Sus manos ásperas separaban sus piernas y su lengua entraba en su panochita, le pasaba la lengua desde abajo, chupaba su cola y luego regresaba a su panochita metiendo su lengua hasta el fondo y escupía sobre ella. Luego la volteo y empinó arriba del escritorio.

—¡hija de la chingada tienes bien rosita tu panocha, pero eres una putita, traes rasurada la pepa

—ay ay aaaah

El viejo solo la volteo para poder chuparme bien el culo, abría sus nalgas y metía su lengua. Luego metió dos dedos a su panochita en forma de gancho, buscando el punto G y los gemidos de Hannah le decían que acertó, así que comenzó el mete y saca de una manera desesperada si dejar de lamerle el ano.

—haaa haaam siii

—Pequeña rubiecita pita, puja perra puja más

—aaaah uuuh si aaaah

Hannah sentía como el orgasmo se acumulaba entre sus piernas, ya no pensaba en el olor del viejo, sus ojos estaban en blanco y su cuerpo se aflojaba. Un chorro grande salió de su vagina.

—aaaah

—ja ja ja eso perra que perra tan más puta eres

—aaauh –los chorros paraban pero don Pepe volvía a frontal tan rápido como podía y volvía el squirting, algo que hasta ese día Hannah y sus amigas pensaban que era algo falso.

—Eso ja ja ja ¿más? –y volvía a darle placer con dedos y lengua hasta que ella temblaba como si convulsionara, con los ojos en blanco.

—ahora ven aquí pequeña puta –dijo bajando su pantalón y sacando su Vega de entre unos calzones roídos.

Hannah bajó del escritorio y miró todo el piso mojado. Volteo y vio a don Pepe acomodado en una banca con su verga en las manos y una gran sonrisa.

—vamos zorra, ven por tu caramelo -dijo frotándose la verga que para su edad se veía bastante grande y dura. Hannah se puso en cuclillas y pudo sentir el olor desagradable que salía de ahí, aun así lamió la punta y luego chupó.

—aaaag –sintió ganas de vomitar al tener ese sabor a rancio en la boca pero respiro y siguió lamiendo hasta que se acostumbró y lo metió en su boca lentamente.

—chupa niña estúpida, esta es una verga de cabron. No como las de los mocosos con a los que les das las nalgas.

En cuanto ella comenzó a chupar de forma constante el la tomó del cabello para empujarla a que entrara toda su verga en aquella boquita.

—aaagh

—¡eso! ¡Eso perrita! ¡Chúpala toda!

—ggggh

—¡me gustan así, jugositas, chámarcas y putas!

—ggggj aaaah-tomo aire y sin dudar volvió a meter esa verga en su boca

—¡que pedazo de puta carajo!

Don Pepe se puso de pie y ahora le fornicaba la boca como loco

—ahh ahh ahh agggjh

—puta madre que rico –sus bolas le rebotaban en la barbilla de Hannah , ella expulsaba baba y mocos que se mezclaban con las lágrimas por el esfuerzo de aguantar los embates de esa verga.

Cuando por fin se cansó sacó su verga, embarro con una mano todo eso que escurría del rostro Hannah en el rostro de ella, frente, ojos. Luego la levantó y la recargó en el escritorio nalgueándose su culo blanco que quedó enrojecido apenas recibió la primera nalgada.

—¡aauch!

—vamos a probar este culito güerita –separó sus nalgas y metió su verga en su panochita que aún estaba sensible.

—aaaah des… pa… cito aaaay

—levanta ese culo perra-dijo sujetándose de sus caderas para meter toda su verga y comenzar a cogerla.

Le tomó las manos para jalarla, el sonido de sus nalgas como aplausos causaba eco en el salón vacío.

—aaah aahhh mmm

—cojo putas, pero ninguna perra tan hermosa como tú

—aaah ah ah

—y menos gggg ah que venga y me pida que la haga mi perra huu! Pinche colita tan Érica cabrona

—mm haaaa aaah

Sacó su verga y metió sus dedos cuando sintió que la rubia se doblaba volvió a meter su verga y luego se hizo a un lado para que otro squirtign saliera expulsado.

—huuum aaaah –las piernas de Hannah se doblaban, don Pepe complacido aprovechó para meter su verga en el culo de ella.

—aaaay –con las manos se sujeto de su boca por ambos lados, la jalo con fuerza una y otra vez.

—aaaaagh

—¡eso perra eso! ¡Que rico está este culo!

—aaaagh

—ven y chupa perra-dijo y la jalo hasta que ella estaba de nuevo con su verga en la boca.

Al sabor a rancio ahora se le sumaba el sabor a su propio culo, trago tanta saliva como pudo para pasar ese sabor y siguió chupándole la verga a ese viejo que resultó u hijo de puta.

—arriba –dijo hasta levantarla de la cintura para sentarla en el escritorio.

—aaaah –el frío en sus nalgas la hizo brincar, el viejo le separó las piernas y metió su verga en su panochita acercándose hasta besar sus tetas.

—aaah aaah —el e hedor de la boca de ese hombre le daba más náuseas que el de su verga, justo tomaba aire cuando el volteo para besar sus labios.

—pinche carita de niña bien portada y mira ha ha ha perrita –siguió besándola y luego siguió con su cuello.

—mmm aaah mmm

—eres una puta, ven aquí

Se quitó su playera para tirarla en el piso y la puso en cuatro, antes de penetrarla contemplo ese culo perfecto, escupió un par de veces sobre ella y una tercera en su propia verga.

Ella veía las manchas húmedas en el suelo, habían salido de ella y le excitaba. Sintió la verga entrar y cerró los ojos. Un viejo asqueroso le estaba dando el mejor sexo de su vida.

—mmmm aaaah

—puta madre aaah

—¡adentro no adentro no!

—¡adentro hija de perraaa! ¡Adentro! ¡Aaaah puta madre que rico!

Siguió penetrándola un poco más después de llenarle de leche las entrañas, luego se levantó y la jalo del cabello.

—vuelve a chupar pendeja

—aaaagh –ahora se sumaba el sabor a semen a su boca

—límpiala perrita, lámela toda

—glup aaaah mmmm

—No se porque no para que pero gracias dios por ponerme a esta perra en mi camino, ahora vístete y lárgate.

—pinche viejo pendejo –dijo ella limpiándose la un poco, luego se acercó y lo besó en los labios.

—¿y eso?

—estuvo rico para un viejo mugroso como usted

—¡chingas a tu pita madre perra! Y platicarles a tus amigas, esa chaparrita culona y la otra mamona que me mira por encima del hombro. Diles que cuando quieran les doy sus buenas metidas de verga.

Hannah le pintó dedo, luego tomó su mochila y salió, aunque regresó unos minutos después.

—está cerrado –vio al viejo aún masturbándose

—vamos, te abro putita

Durante el trayecto a la puerta la nalgueó, le apretó las chichis y sobo su panochita.

—Nos vemos mañana perra

—mañana ni hable he –le dijo a modo de advertencia

Cuando curso la puerta, por fin dejo de fingir. A Hannah le dolía el culo y tenía dormidas las piernas. Por la noche en casa de Nika se volvió a mojar mirando como ese viejo la había usado.

—No mames, creo que te fue mejor a ti perra –dijo Itziar

—Itziar ese viejo olía culerisimo

—pero que cogida te puso no mames, seguro estás mojada –dijo Nika metiéndole mano

—¡oye!

—¡siii! Que perra

—yo estoy mojada –dijo Itziar

—llegando a loa veintiuno nos cogemos a algún otro así –dijo Hannah

—mejor un conocido –dijo Nika

—a un familiar –replicó Itziar riendo

¡NOOO! –gritaron las otras

(9,34)