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Daniela y su hijo. Una historia de amor

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Esta es una historia de la cual yo no soy la protagonista, solo escuché lo que mi amiga Daniela me contó; lo que ocurrió, me dio su versión y me pidió que yo lo escribiese así que esta es la historia de ella que yo simplemente cuento. Daniela es menor que yo y vive a 3 casas dela mía. Esta es su historia contada por ella y dice así…

Me casé a los 17 años con Andrés el novio que tuve desde los 14 años, estudiamos juntos, nos casamos apenas nos recibimos, enseguida quedé embarazada mi embarazo fue muy traumático, se complicó tanto que tuve que ser operada de urgencia, perdí mi bebé y toda posibilidad de volver a quedar embarazada lo cual me provocó un gran problema psíquico, estuve con psicólogos, yo como toda mujer quería tener un hijo y la psicóloga me sugirió la posibilidad de una adopción. Mi marido “¿acepto?” pero a regañadientes.

Dos años después, a mis 19 años adoptamos un chico de 3 años que fue mi devoción por fin era mamá, estaba feliz porque a pesar de no haber estado en mis entrañas sentí que él era todo para mí, pero Andrés no sentía lo mismo, nuestra relación fue complicada, dos años después nos divorciamos.

Tenía 21 años nos quedamos solos Matías (mi hijo) y yo. Matu, como yo lo llamo empezó jardín de infantes, yo trabajaba como docente y mis padres me ayudaron con la crianza cuidando a Matías cuando yo estaba trabajando.

A medida que mi hijo crecía y yo me afianzaba económicamente, me fui a vivir con Matu a un departamento que alquilamos y compre un auto con el cual resultaba más fácil desplazarnos.

A medida que Matu fue creciendo nuestra relación fue afianzándose, yo fui padre y madre ya que luego del divorcio mi marido no tuvo con nosotros ningún tipo de relación, yo sentimentalmente no sentí la necesidad de estar en pareja, aunque tuve dos o tres muy fugaces…

Cuando Matu entró en la adolescencia, nuestra relación fue muy linda, fuimos muy compinches y compartíamos muchas cosas, sus amigos y amigas estaban bastante en casa porque se encontraban cómodos conmigo, yo casi era una más del grupo y compartí con ellos algunas salidas.

Así conocí algunas noviecitas, Matu siempre fue muy confidente mío, pero a la vez se mostraba algo celoso, cuando notaba que me miraban o me piropeaban, pero bueno, mi psicóloga decía que era un comportamiento “casi normal” ya que él se consideraba mi protector porque se crio solo a mi lado, es más él algunas veces me lo decía… ”yo ahora tengo que cuidarte, vos lo hiciste durante estos años y ahora me toca a mí”. Mi psicóloga sostenía que su actitud era normal, ya que yo era joven, muy atractiva y los chicos que no pertenecían a su grupo lo molestaban diciendo cosas de mí y que alguna vez me defendió agarrándose a piñas con otro chico y comprendí los argumentos… él en ese momento tenía 18 años y a mí me faltaban algo más de dos meses para cumplir los 35, no me considero una mujer infartante pero sí bastante atractiva, simpática, de buen cuerpo y de excelentes piernas.

Luego de esos encuentros con la psicóloga terminé por aceptar que los celos de mi hijo eran normales y propios de la edad porque tenía una madre muy joven, bonita y sexualmente atractiva, razón por la cual a mi hijo le molestaba que saliese sola vistiendo ciertas ropas que no le molestaban que las use estando con él, es más a veces me decía como me miraban, y como caminábamos tomados de la mano parecíamos novios, y el a veces nos tomábamos por la cintura como si lo fuésemos…

Él salía con sus amigos/gas o venían a casa los fines de semana, pero ambos teníamos un fin de semana en el que salíamos solos, íbamos al cine, a bailar, a caminar, a cenar pero solos… eso nos encantaba… era hermoso la relación madre- hijo que habíamos entablado y me sentía estupenda por tener un hijo así.

Todo transcurría dentro de “esa normalidad”, hasta que sucedió algo que cambió nuestras vidas fue un fin de semana Matías y sus amigos decidieron ir a un camping… me invitaron a ir con ellos, pero no quise, en realidad me hubiese gustado ir pero no quería ocupar el fin de semana que no me correspondía y decidí quedarme y usar esa soledad para limpiar la casa.

Limpié el baño, mi habitación y luego fui a la de Matías, él mantenía su habitación muy ordenada pero esa mañana parecía que en ella se hubiese producido una batalla campal, propia de alguien que sale a los apurones… así que decidí ordenarla, limpie su habitación, ordené sus cosas, hice su cama y cuando salía de ella fui hasta su computadora a cerrar un cajón del escritorio, al moverlo su monitor se encendió porque no había sido apagada, me senté frente a ella y vi que estaba haciendo un trabajo para la facultad, en ese momento sonó el teléfono, era Matías que me pedía que grabase y cerrase la compu porque él se había olvidado, lo hice y al despedirnos dije:

D- Ya está que la pases bien cielo… te extraño

M- Yo también hermosa… te amo ma...

D- Yo también te amo… un beso…

Iba a apagar la compu y me quede jugando un rato, estuve así casi una hora y mire sus carpetas, y cuando iba apagar la compu me llamó la atención una que decía “Mi diario”, quise abrirlo, de pura chusma, pero no podía porque tenía contraseña, intente algunas pero no respondía a ninguna…estaba por apagarla cuando nuestro perro ladró porque había alguna discusión de tránsito, volví para cerrarla y se me ocurrió usar Terry que era el nombre de nuestro perro y se abrió, empecé a leerlo era su historia de cómo apareció en mi vida pero a modo de preámbulo, no especificado por día, luego comenzaron sus historias diarias, sus amigos, sus salidas, el futbol, sus novias… nada que yo desconociese porque en general él me contaba todo, pero en lugar de irme seguí leyendo… tal vez porque pudiese encontrar algo que no supiese... y media hora después encontré una carta que me impactó, me turbo y sacudió mis fibras más íntimas.

Yo era la destinataria de esa confesión pero solo me enteré cuando llegue al final de la lectura y decía así…

Como quisiera poder decirte que sos el amor de mi vida, que formas parte de mis sueños y que estas constantemente en mis pensamientos, que sos lo más hermoso de la vida y que te deseo más que a nada en el mundo, deseo tenerte en mis brazos, desnudarte y hacerte mía; recorrer con mis manos tu cuerpo, disfrutar cada curva de él y saborear con mis labios cada milímetro de tu piel canela y convencerte para que compartas mis deseos y así poder amarnos sin ningún tipo de limitaciones, entregados a la pasión y al deseo que solo podríamos disfrutar si compartieses de la misma manera el amor que siento por vos.

Quisiera recorrer tu hermoso cuerpo, besar tus senos, lamer y chupar tus pezones y sentirlos endurecerse dentro de mi boca, luego besarnos en la boca y sentir nuestras lenguas unidas y enredadas por la pasión, deseo abrazar tu cuerpo, sentir tu calor, tu aroma a mujer en celo, quiero que mis caricias enloquezcan de pasión tu hermoso cuerpo y que vibre con los besos y los mimos que solo yo puedo ofrecerte, porque te amo más que a nada en el mundo y sé que nadie podrá darte tanto amor, quiero sentir y saborear tu torso, tu vientre. Quiero entrar en tu vagina y saborear la humedad de tus efluvios, y con mi lengua lamer tu clítoris y así estimular tu pasión hasta transportarte a un mundo en el que estemos solo vos y yo enloquecerte de pasión hasta sentir tu cuerpo convulsionar en un interminable orgasmo, y cuando tu cuerpo se aquiete besar y lamer, tus torneadas piernas, tu espalda, tus nalgas y tu divino culo.

Me gustaría mirarte a los ojos, ver tu boca sonreír gustosa y complaciente diciendo con ella que ya no hay nada que impida el deseo de amarnos y que deseas con todos tus sentidos que te haga mi mujer porque mi pene desea poseerte y amarte con desenfrenada pasión porque no debe haber nada más hermoso que penetrarte, y así poseer a la mujer que más amo en la tierra.

Y consumado nuestro amor, estar así abrazados largo tiempo, acariciándonos, besándonos, respirando fatigados por la entrega de nuestro primer encuentro de amor, de pasión infernal y de deseos contenidos y reprimidos, darnos un beso y sentir que nada puede compararse con el… y estar así por siempre unidos y ya no llamarte “mamá” y poder “decirte Daniela mi amor…”

Pero esta confesión va a quedar aquí en mi diario porque prefiero estar toda mi vida así como ahora siendo tu hijo, que perderte para siempre

Te amo y te deseo mami. Matu

No lo podía creer… el final de la carta me dejó perpleja… Pero hubo un antes de llegar al final de esa carta. Les dije que tuve algunas parejas fugases, ahora hacia 3 años que estaba sola y este texto me excitó por demás, a medida que lo iba leyendo sentí como mis pezones se excitaban… se endurecían y mi mano incursionó bajo mi blusa, acariciándolos, excitándolos… estaba tan excitada que por momentos detenía la lectura, a veces seguía leyendo un poco más y mi calentura crecía a ritmo acelerado… en la mitad de la carta, mi mano se introdujo bajo mi bikini y comenzó a frotar mis labios vaginales; estaban muy húmedos, comencé a frotar mi clítoris, al principio despacio, pero a medida que mi pasión aumentaba mi masturbación iba in crescendo hasta que mi cuerpo estalló en un tremendo y maravilloso orgasmo… hacia tanto que no me masturbaba… hacia tanto que no me sentía tan excitada, estuve un rato sentada disfrutando lo que había vivido, cuando me aquiete volví a la lectura para descubrir que era yo la destinataria de tanta pasión…

Cuando llegué al final, no podía creerlo, mi hijo me deseaba como mujer y yo me había masturbado con esa lectura donde solo al final supe que yo era la destinataria, me sentí mal, me sentí extraña, mi hijo estaba “enamorado de mí?” o ¿solo deseaba tener sexo conmigo?, de cualquier manera cualquiera las dos opciones eran aberrantes. Si bien él no había crecido en mi vientre yo era su madre

Volví a entrar en la compu, volví a leer lo que había escrito de mí y seguí mirando en busca de otros escritos, había fotos mías, en polleritas cortas, en pantalones en shorts, en bikini, si bien en ellas no mostraba mucho en cada una de ellas había comentarios sobre mí que aludían a cada una de mis atributos físicos diciendo lo hermosas que eran, y él alababa cada una de ellas a tal punto que si yo me guía por sus calificativos yo era la mujer perfecta, dos horas después volví a leer su escrito volví a excitarme y volví a masturbarme y tener otro orgasmo violento y hermoso como hacía mucho no sentía.

El sábado me levante a la mañana muy temprano, había dormido muy poco, salí a hacer las compras y entré enseguida a casa, estaba cansada, y aturdida, por primera vez casi sin reacción… casi cerca del mediodía comí algo muy liviano, me quedé dormida en el sillón, a la hora me desperté, me levante me duche y me vestí poniéndome ropa muy sexy que hacia un tiempo no usaba, me miré al espejo, llevaba mi cabello negro azabache largo y lacio que llegaba a 10 cm de mi cintura, sin maquillaje salvo un rouge rojo tenue en mis labios, soy de piel trigueña y llevaba un corset muy pegado al cuerpo sin breteles, cierre en el frente y con mis brazos y media espalda al descubierto estampado con flores en rojo azul y blanco, con un escote que permitía ver de manera insinuante las nacientes de mis senos y que dejaba a la vista unos 5 cm de mi pancita chata y una minifalda de jean lavado también ajustada de unos 10 cm arriba de mis rodillas y unas sandalias abiertas de color beige. Las polleras cortas me quedaban bien porque tengo muy buenas piernas. Mis medidas son 1,64 de altura de piel trigueña ojos negros y 95-65-92, me miré al espejo, giré como para verme en él sin percatarme en ningún momento que Matías había vuelto y me estaba observando solo me enteré que estaba allí cuando escuché su voz diciendo:

M- Sos perfecta la mujer más hermosa del mundo…

Yo me sobresalté y entre tartamudeo y sorpresa solo atine a decir:

D-¿Qué… que… haces acá?... ¿No venias el lunes?

M- Vine me peleé con Andrea… fuimos a la cocina… tomamos un café… luego tomados de la mano fuimos al living nos sentamos en el sillón y dije:

D-¿Me querés contar que pasó?

Estuvimos de charla más de 1 hora, yo no conocía a Andrea pero por comentarios que me llegaron sabía que ella era bonita y que tenía muy buen cuerpo aunque tenía poco senos; cuando pregunte el porqué de esa ruptura me dijo que descubrió que ella estaba saliendo con otro chico a la vez, se lo veía mal y sentí que necesitaba hacer algo para levantarle el ánimo y la propuesta fue ir de vacaciones los dos a Brasil. Matías al principio no quería ir, pero le dije que los dos necesitábamos descansar y divertirnos juntos, hacía ya 2 veranos que no lo hacíamos y que a ambos nos vendría bien, como él estaba un poco reticente intente convencerlo…

Estábamos sentados en el sillón en silencio, mi pollera cubría poco de mis piernas, al igual que el corset a mis senos, apoye mi cabeza sobre su hombro, el me abrazó tomándome del hombro, sentirlo así me hizo estremecer… el silencio reinaba en el ambiente, recordé su carta, su perfume me seducía… tome su mano libre, y se entrelazaron nuestros dedos, y llevé nuestras manos sobre mi pollera y pude sentir su piel suave y tersa sobre mis piernas cruzadas, sentí mi cuerpo temblar, y pude ver como bajo su pantalón su pene se endurecía… hacia tanto que no sentía la piel de un hombre en mi cuerpo, mi respiración se volvió un poco agitada, me incorporé lo miré a los ojos, y sentí deseos por él… por Dios que me estaba pasando nunca sentí nada igual… y volví a insistir con el viaje, él aceptó ir y mi cuerpo se llenó de felicidad y dije:

D- Gracias mi tesoro, vamos a disfrutar cada momento que estemos juntos… te amo

M- Yo también te amo mamá, mucho más de lo que te imaginas

D- Lo se mi amor, leí en tu compu cuanto me deseas debo confesarte que cuando leí tu carta me sentí muy molesta, y sentí que mi mundo se desmoronaba, no sé cómo llegamos a esto, pero si sé que es lo más hermoso porque ahora al estar tan juntos, me di cuenta que yo siento lo mismo por vos. Leí tu carta muchas veces y me masturbe todas las veces, y ahora cuando sentí tu piel en la mía comprendí que deseo profundamente hacer el amor con vos… quiero ser tu mujer… mi alma es tuya desde el primer día que nos conocimos, ahora quiero entregarte mi cuerpo estar en tus brazos y entregarme al ser que más amo en la vida.

Él se quedó inmóvil, casi petrificado… sorprendido, y yo aproveche esa quietud para sentarme sobre él con mis piernas abiertas, bajé el cierre de mi corset dejándolo caer y comenzamos a besarnos, nuestras lenguas se entrelazaron y sentí que mi cuerpo se transportaba, nunca sentí nada igual, la sensación que estaba viviendo era única, luego de varios minutos, nuestras bocas se separaron, él me miró a los ojos y dijo:

M-Te amo má… te amo Daniela… sos hermosa… la mujer más hermosa y la más deseada por mí del mundo… sos el amor de mi vida

D- Yo también te amo, jamás un beso me estremeció tanto

Llevo las manos a mis senos, los acaricio suavemente, mis pezones se hincharon tanto que sentí que estallarían de tanto placer y su boca se sumergió en ellos y comenzó a chuparlos con desesperación, me encantaba sentir su boca en ellos, y la desesperación con que lo hacía, mi boca gemía de placer. Mi mano mientras tanto desprendía los botones de su camisa, y empecé a acariciar sus pectorales. Mi excitación era total, ni que decirles cuando sentí su pene endurecido debajo de mi pollera a la altura de mis nalgas y creciendo cada vez más, más aún cuando moví mi trasero sobre ese bulto.

Un rato después baje de su cuerpo y me arrodillé frente a él deslicé mi mano sobre su bulto, y lo miré a los ojos mientras su boca comenzaba a entregar los primeros gemidos… y dije

D- Así mi amor… demostrale a mami… o a Daniela cuanto me deseas

Su boca no paraba de gemir y sus manos jugueteaban con mi cabellos, desabroché su cinturón baje el cierre y quité sus pantalones y por último su slip, cuando vi su pene gemí placenteramente, estaba excitada, dentro de segundos sería dueña de un pene maravilloso.

Acerque mi boca a él y lo bese varias veces… Matías no paraba de gemir, lo tomé con ambas manos, comencé a besar suavemente su glande, para que luego fuese mi lengua la que se enroscase en ella, luego baje y subí por su tronco varias veces, yo me sentía sumamente excitada, nunca nadie me había puesto así, en un momento mi boca besó varias veces la punta de su pene, para luego introducirla en mi boca lentamente, mientras miraba la carita y los ojitos seductores de Matu… mi boca comenzó a chuparla, cada segundo me adueñaba más de ese manjar, podía sentir su pene palpitar y a entregarme las primeras gotas de semen, seguí así hasta que mi boca se adueñó por completo de su pene, y aceleré mi mamada quería que acabase en mi boca, jamás había sentido nada igual, era hermoso que mi boca subiese y bajase por su pene, entonces dijo:

M- Ya no aguanto más mami… voy a acabar…

Mi boca aceleró mis incursiones en su pene lengüeteándolo cada vez más rápido hasta que su pene me entregó torrentes de semen, llenando por completo mi boca, y seguí mamándola hasta dejar su pene totalmente seco, sin ningún vestigio de semen. Lo miré a los ojos, me seducía su mirada dulce rebosante de amor, tome su mano, lo ayudé a levantarse, me tomo de la cintura, me besó en la boca y dijo:

M- Vamos a tu cuarto me muero por hacerte mía

D- A nuestro cuarto, hoy nuestras vidas cambian para siempre, a partir de hoy no voy a dormir sola nunca más… hoy comprendí que ser tu mujer es lo que más deseo en la vida.

Fuimos hacia la habitación entre besos, arrumacos y caricias, era hermoso me sentía como una adolescente que estaba a punto de perder su virginidad, sentir su mano en mi cintura me estremecía. Entramos en la habitación. Se sentó al borde de la cama yo estaba a dos metros de él me baje la pollera y me quedé con una pequeña tanga color turquesa y dije:

D- Me volves loca cuando me miras así.

M- Te miro así porque te amo y te deseo

Me acosté en la cama, me senté a su lado y besé su boca suavemente, él se acostó a mi lado, acarició mi cuerpo y por sobre la tanga deslizó su dedo recorriendo la línea de mi vagina, le pedí que me las quitase, él obedientemente bajó mi tanga quedando totalmente desnuda frente a él

El me miró embelesado, acarició mi cuerpo con suavidad, desde mis senos hasta mí depilada vagina y recorrió mi raja con su dedo índice eso me hizo estremecer como nunca, en especial cuando dijo:

M- Te amo Daniela sos la mujer más hermosa del mundo

Me senté a horcajadas sobre sus muslos, besé su pene y me acosté sobre él besándolo en la boca. Él giró su cuerpo, y quedo sobre mí, beso mis senos, mamó mis pezones los que se endurecieron como nunca, y luego los mordió muy suavemente, en ese momento mi boca era un concierto de gemidos y alaridos de placer. Su cuerpo bajó hasta que su boca se colocó casi sobre mi sexo sentir su aliento muy cerca de mi vagina me estremeció, la acarició con su mano, abrí mis piernas, mi sexo estaba mojado, la beso casi tímidamente, y dijo:

M- Te la voy a comer mamá

D- Si mi amor es tuya… pero empezá a llamarme Daniela… ahora soy tu esposa

M- Si mi amor…

Su lengua se deslizo por mis labios vaginales y cuando se apodero de mi clítoris mi cuerpo se estremeció a más no poder, abrí más mis piernas demostrando mi entrega, mi boca gritaba, gemía, el placer era inmenso, mis manos jugaban con su cabello, y aferraba su cabeza contra mi sexo, estaba totalmente entregada, hacia esfuerzos por contener ese orgasmo que estaba cada vez más próximo, su lengua en mi vagina me estaba volviendo loca de tanto placer… nunca había sentido nada igual, mi piel se erizaba y ya no pude contenerme más y tuve el más placentero de los orgasmos, mi cuerpo no paraba de agitarse, mis gritos y gemidos eran interminables mientras su boca seguía entre mis piernas saboreando mis líquidos vaginales.

Cuando mi cuerpo se estabilizó él se acostó a mi lado y yo lo besé con desesperación, nuestras lenguas se enredaron y sentía que ella tenía sabor a mí y eso me encantaba, nunca había disfrutado de esa manera… y esto recién empezaba.

Su boca me besaba se adueñaba de mi cara, mi cuello, mis senos, y su pene estaba vigorosamente duro propio de un adolescente, el deseo nos invadía por igual, tome su carita con mis manos lo besé en la boca y mimosamente dije:

D- Quiero ser tu mujer, quiero tenerte dentro de mí…

No usamos preservativo ya que yo no podía quedar embarazada, y ninguno tenía alguna enfermedad sexual, además ahora íbamos a ser marido y mujer

Él se colocó frente a mí de rodillas, yo abrí mis piernas y comenzó a jugar con mi vagina deslizando la punta de su pene sobre mi raja, mi boca gemía, gritaba su pene entró en mi vagina, el momento era sublime… hermoso, ahora Matías empezaba a hacerme suya, nos besamos desesperadamente, besaba mis senos, mamaba y mordisqueaba mis pezones. En un momento se detuvo se incorporó y dijo:

M- Estar así con vos es lo mejor que me pudo pasar en la vida, me elegiste como tu hijo y eso fue hermoso, pero es incomparable con este momento, sos el amor de mi vida, vamos a ser muy felices juntos.

D- No fue fácil aceptar esto, pero paso y ahora vamos a vivir cada momento juntos… como esposos

Nos besamos apasionadamente durante unos minutos, luego crucé mis piernas sobre su espalda tomándolo por la cintura y él me sujetaba por las muñecas de ambas manos, disfrutaba viendo su carita de placer.

Su pene vigoroso me penetraba sin cesar, era delicioso sentirlo así su miembro me llenaba totalmente, pero detuvo sus embestidas… volvió a besarme, a acariciarme, a jugar con mi cuerpo, yo me sentí extraña… sentí como que Matías se arrepentía de lo que estábamos haciendo y se lo dije:

D- ¿Que pasa bebé… te arrepentiste de lo que estamos haciendo?

M- Nooo… ¿cómo podes pensar eso? Es que quiero demorarlo… quiero disfrutar al máximo este primer momento juntos.

D- Yo también deseo disfrutarlo y vamos a disfrutar cada minuto que estemos juntos, pero ahora lo que más deseo es sentir tu semen en mi cuerpo, quiero gozar esta primera vez con mi marido.

Nos besamos cual adolescentes y después le pedí hacerlo en posición de perrito…

Me acomodé sobre la cama y él arrimó su pene a mi vagina súper empapada y empecé a sentir como volvía a penetrarme, su grueso pene volvía a reposar en mi nido de amor y eso me excitaba más aún, él la metía y la sacaba lentamente, por momentos me tomaba las tetas desde atrás, a veces se recostaba sobre mí y su lengua lamia mis orejas y cuello, y eso me excitaba más, mi boca no paraba de gemir… más aun cuando me decía lo hermoso y delicioso que era tenerme así, y más aún sentir su pene recorriendo mi vagina, luego sus movimiento se aceleraron y no pude aguantar más… mi cuerpo estalló un infernal orgasmo, el continuaba penetrándome lo que hizo que mi orgasmo se prolongase, de pronto empezó a gemir, su pene estalló y mi vagina se llenó de torrentes de cálido semen. Cuando me la saco, tome su pene se lo chupe hasta dejarlo limpito, yo disfrutaba eso sobremanera porque le encantaba mi lengua envolviendo la cabeza de su pene.

Una vez calmados nos fuimos a duchar juntos, fue hermoso, el me alzó en sus brazos y nos besábamos mientras me llevaba hacia la ducha, nunca sentí tanta excitación estaba dispuesta a todo, me bajo y el agua empezó a mojar nuestros cuerpos, lejos estaba el agua de aplacar tanta calentura, yo rodee su cuello con mis brazos y nos besamos con inusitada pasión, mientras él tomaba con sus manos mis nalgas. Volvimos a la habitación y nos acostamos, yo deseaba que él se adueñase de mí nuevamente.

Yo me acosté boca abajo, él se sentó a mi lado, su mano y su boca comenzó a recorrer mi cuerpo desde mis tobillos, mi cuerpo vibraba de pasión y deseo mientras me decía lo hermosa que era, lo que me deseaba y que yo era la mujer de su vida, y que mi cuerpo era perfecto, acarició mis nalgas, luego las beso, puso su cara entre mis piernas, separó mis nalgas y su lengua lamió mi ano, ese momento fue el inició de mi entrega anal, mi boca grito de placer y su boca se hundió más en él, mi mano tomó un pote de crema se lo di y dije:

D- Quiero que me hagas la cola, lubrícalo bien, solo una vez tu padre incursionó en él, ahora quiero que vos seas el dueño de todo mi cuerpo

M- Si Daniela… siempre en mis sueños lo desee

Le pedí que lo hiciese despacio, hacía mucho que no lo hacía por ahí y el pene de Matías era bastante poderoso, yo me puse en 4, lubricó mi ano, me tomó por la cintura para luego arrimar su pene a las puertas de mis nalgas, abrió mis nalgas y colocó su pene a la entrada de mi ano, mi boca gritó de placer, mientras una de sus manos se deslizó por mi vagina mientras su dedo masajeaba mi clítoris lo cual consiguió que mi cuerpo se relajase. Matías aprovecho ese momento para tomarme de las cadera e introducir su pene en mi cola.

Mi boca lanzó un inmenso alarido de placer, luego avanzó un poco su miembro dentro mío, me tomó por las caderas y se quedó quieto de manera que mi cuerpo aceptase su virilidad y que yo degustase esa invasión. Pasados unos segundos continuó ingresando dentro de mí hasta poco a poco hasta que su pene se adueñó por completo de mi ano. Luego comenzó a follarme lentamente, me encantaba que me cogiese así, ese momento fue deliciosamente hermoso, me sentía en otro mundo, mi boca lanzaba gemidos de placer y dolor que retumbaban en la habitación

M- Te gusta Dani…

D- Me encanta mi amor, tenerte así dentro de mí es lo más hermoso que me pasó en la vida

El momento era fantástico nunca había sentido nada igual, el vaivén de su pene dentro mío era inigualable, nunca había sentido tanto placer, deseaba sentir su semen recorriendo mis entrañas pero a la vez deseaba que esto no acabase nunca. Luego de varios minutos empezó a cogerme en forma más acelerada, hasta que sus manos aferraron mi cuerpo y su pene comenzó a lanzar torrentes de cándido semen, seguidamente mi cuerpo convulsionó y tuve el orgasmo más intenso de mi vida hasta ese momento, me corrí como nunca en mi vida, su cuerpo se echó sobre mí, su respiración al igual que la mía era muy intensa y sus palabras de amor me ponían aún más loca. Cuando su pene perdió rigidez lo retiró de mi cuerpo

Yo me eche sobre la cama, el sobre mí, y dijo:

M- Te amo Daniela… sos el amor de mi vida.

D- Ay Mati nunca pensé que algo así pasaría pero hoy viví el día más intenso y feliz de mi vida

M- A partir de hoy todos los días de nuestras vidas van a ser iguales, porque desde hoy somos marido y mujer. Sos el único amor de mi vida

Ese fue el comienzo de esta historia de amor, ese día continuó, hicieron el amor varias veces más, la pasión fue intensa y no la podían aplacar. Tuvieron su luna de miel en ese viaje a Brasil. Tiempo después se mudaron y se fueron a vivir lejos donde nadie los conociesen y poder ser marido y mujer sin dar ninguna explicación…

Esta historia (REAL) entre Daniela y Matías, llegó a su fin ellos ahora 3 años después viven su vida como pareja tan intensa y apasionada como comenzó… y son muy felices, doy fe de ello porque soy la mejor amiga de Daniela y Matías. Espero que les haya gustado.

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