Nuevos relatos publicados: 11

De madrugada en casa ajena

  • 6
  • 11.182
  • 9,60 (15 Val.)
  • 0

Resulta que una novia que tuve me invitó a una región del país a conocer a su familia, yo encantado fui a participar de unas fiestas que habrían en aquel pueblo para esas fechas, pues ya es en el lugar ella me presentaba a cada persona, familia, vecinos, amigos, etc…

Llegada la noche me dijo que ella dormiría en la casa de su abuela y que yo me quedaría en la casa del frente que pertenecía a su madrina, no me sorprendió ya que su familia es muy conservadora y estaba más que seguro que no nos permitirían dormir juntos, por lo menos no que se supiera…

Ya bien adentrada la noche nos quedamos charlando con varias personas mientras jugábamos algunas rondas de Dominó, ellos bebían mucha cerveza al mismo que tiempo que contaban historias familiares y me preguntaban que de donde era y demás cosas, yo charlaba muy amenamente con ellos y a decir verdad no tenía nada perverso planeado con mi novia, el esposo de la madrina de mi novia pidió que prepararán algo para comer, y nos brindó a todos los presentes, tanto su abuela como la anfitriona se movieron a la cocina y mi novia me pidió que las acompañará, nos sentamos a hablar los 4 en la cocina, me brindaron de comer y salieron a llevarles la comida a los que estaban afuera.

Al rato ya se habían ido algunas personas, debían ser aproximadamente las 1 de la madrugada y estábamos los 4 aún en la cocina pero su abuela dijo que ya se iría a dormir, que estaba cansada y era muy tarde, mi novia le dijo que ella se quedaría un rato más pero su abuela no quiso dejarla, así que le insistió para que se fuera a dormir con ella, yo en ese momento todavía no entendía los planes de mi novia, pero si madrina le dijo que la dejara terminar de cenar y que ella misma la acompañaría hasta su casa, su abuela refutando de nuevo dijo que no, que la iba a esperar.

Mi novia y yo seguíamos comiendo mientras ellas seguían conversando, pero la pobre señora estaba ya cabeceando del sueño que tenía, mi novia le dijo que se fuera a dormir que ella iría en un rato y su madrina también le dijo lo mismo y se levantó para acompañarla hasta la puerta, ella refutando se levantó y cruzó la calle hacia su casa, desde que estuvimos solos mi novia me comenzó a sonar el pene con sus pies por debajo de la mesa y fue entonces cuando entendí lo que pretendía.

A esta altura de la madrugada ya todos se habían retirado y el esposo de su madrina estaba roncando en su cuarto todo borracho que estos se podían escuchar en la cocina, la madrina volvió a la cocina y nos recogió la mesa, nosotros comenzamos a comer de un dulce que ella misma nos brindó y luego de limpiar los trastes ella apagó la luz de la cocina y volviéndola a entender rápidamente pidió disculpas mi novia le dijo que no importaba que la podía dejar apagada, que nosotros casi nos iríamos a acostar y que la luz de la sala era suficiente para terminar el dulce, su madrina dijo que no había problemas y se retiró a su habitación.

Mi novia comenzó a reclamarme lo abobado que había estado todo el tiempo, y me dijo todas las indirectas que me había tirado y yo no había captado ninguna, me sentí tonto, pero yo la calle besándola, nos reímos de que su madrina había apagado la luz porque ella si se había estado dando cuenta, me sentí bastante tonto, pero ya estaba caliente así que nos comenzamos a besar, ella me pidió que tuviéramos cuidado porque era la casa de su familia y que si se daban cuenta iba a ser un escándalo, yo le dije que todo estaría bien mientras sacaba una de sus tetas y la comenzaba a mamar, a ella siempre le encantó eso y sus gemidos ahogados era de lo mejor, la comencé a besar en el cuello mientras sacaba mi pene, ella lo agarró con fuerza, me lo sobaba salvajemente y me aparto de su cuello solo para hincarse y comenzar a mamármelo, escuchábamos los ronquidos del señor de la casa y como su madrina se alistaba para acostarse, desde su habitación me dijo donde dormiría y le pidió a mi novia que cerrará la puerta cuando se fuera, mi novia se sacó mi pene de la boca solo para decir “está bien, yo cierro” y siguió mamando, yo estaba ansioso por penetrarla y ella se levantó se colocó contra la mesa bajando su shorts hasta las rodillas mientras me decía “estoy mojadisima, métemelo ya” lo cual para mí fue una orden.

Al tocarla comprobé su humedad y sin más procedí a penetrarla, ella trataba de ahogar sus gemidos y yo trataba de que los choques con su gran culo no hicieran mucho ruido, sabíamos que su madrina aún estaba despierta y aunque se había comportado como toda una cómplice, no pretendíamos que nos encontrara en el acto, al momento de darnos cuenta que su madrina había apagado la luz de su habitación y cerrado la puerta entonces si comenzamos con el desorden, la volteé, subiendo la a la mesa y la comencé a penetrar de frente, la besaba, le mordía el labio y ya si estábamos haciendo un poco de ruido, ella me decía que le encantaba como se lo hacía mientras yo le dejaba saber lo delicioso que se siente su apretada vagina, la baje de la mesa volví a colocarla de perrito se lo metí y me quedé quieto un momento, ella volteó a ver porqué no me movía, me envolví su pelo en mi mano derecha y sujeté su cadera con mi izquierda, ya ella sabía lo que venía y me dijo que no, que no podíamos hacer ruido yo ignorándola comencé a penetrar la con fuerza, el sonido de su culo contra mi pelvis sonaba muy alto, estaba seguro que su madrina debía saber que a su ahijada le estaban dando tremenda cogida en su cocina, mi novio no protestó más y al cabo de unos minutos sentí como sus piernas temblaban, sabía que se había venido y ahora me tocaba a mí, seguía cogiéndomela y cuando yo sentía que ya me iba a venir le pregunté que donde iba a quererla, ella me comenzó a pedir que terminara dentro de ella y así lo hice, sentí que me salía una cantidad enorme de semen y todo se lo deje ir adentro, al retirar mi pene cayó bastante cantidad en el piso, ella busco papel para limpiarlo y notamos que también le estaba corriendo por los muslos, nos miramos y reímos, nos besamos durante un rato más y luego ella se marchó hacia donde su abuela, al salir su madrina llamándola por su nombre le dijo que pasará buenas noches, ella volteó a verme con cara de sorpresa y vergüenza, yo sonreí y me dirigí hacia mi habitación asignada donde dormí muy profundo y descansado hasta el día siguiente donde ella me llevó a otras partes del pueblo a conocer más familiares y dónde también estuvimos cogiendo como conejos.

(9,60)