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Descubriendo a Sarita
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Antes de seguir con la historia de Becca les voy a contar algo más reciente. 

Me dedico a dar clases en un colegio donde las familias tienen suficiente dinero para pagar colegiaturas de más de 10 mil pesos. Donde las nanas o los chóferes fungen como papás o mamás y donde los padres biológicos nunca están, o si están solamente es cuando los llaman a alguna reunión o alguna actividad dentro del colegio.

Esta primera historia pasó durante la cuarentena.

Trabajando en el colegio con un alumno de PF (Prefirst) se apegó mucho a mí, Diego se llama. Antes de que nos mandaran a la cuarentena ya tenía planes de trabajar con él en el formato de clases extras (música) pero por falta de horarios no se pudo. El contacto con su familia era directamente con la mamá vía correo electrónico.

Ya estando en cuarentena me tocó dar clase curricular al grupo de Diego y pude concretar una clase extraescolar. Durante la clase curricular el formato fue individual. El día que me tocó dar clase le pedí a Diego que llamara a su papá o a su mamá. Se dio la casualidad de que fue la mamá quien apareció por la pantalla. Una mujer blanca, cabello negro con cola de caballo, tenía unos leggins negros deportivos y ya frente a la pantalla pude alcanzar a ver que tenía puesto un top, estaba terminando de colocarse un pequeño suéter para cubrirse un poco esos pechos que lograban notarse.

Sara: Buenos días profesor mucho gusto Sara.

Yo: Que tal… (formalidades)

Sara: Entonces también vas a trabajar con Diego en su clase extra

Yo: Así es, lo veo el día viernes a las 15 horas yo le mando el link y que tenga listo su instrumento…

Sin mas rollo los días de after platicaba con la mamá unos minutos ya que ayudaba a Dieguito a conectarse a la clase. La mayor parte de las veces la veía en ropa deportiva y en otras la veía muy arreglada.

Sara es la típica a esposa ama de casa que tiene dinero porque se casó con un tipo rico, la ama de casa que se cuida mucho el cuerpo y que tiene las mejores cremas para verse joven.

Los días que la veía arreglada se veía muy bien, por las mañanas la veía de vestido y tacones, alguna pañoleta sujetando el cabello y maquillaje ligero (la verdad no lo necesitaba).

Uno de los días que la vi muy bien producida se notaba que estaba algo nerviosa y algo apurada.

Sara: bueno profe te dejo, tengo que atender a unas visitas

Yo: con calma acá espero a Dieguito.

No sé que andaba haciendo Dieguito pero pude ver que al fondo de la pantalla por donde salió Sara pasó un hombre, calculo 1.80 de altura y se veía que era trabajador de alguna obra ya que estaba con el tipo o pantalón de mezclilla, botas una playera y su gorra.

Esto va a sonar a cliché de fantasías señora adinerada y obrero pobre. Y tal cual así es.

Diego apareció en la pantalla por algún lado y me dijo que no quería tomar clase, que se sentía triste porque no le gustaba que ese señor estuviera en su casa.

Yo: Pero que pasa Diego, porque dices eso.

Diego: es que ese señor le habla feo a mi mami.

Yo: No Diego eso está mal. Porque no le dices a tu papá, para que ya no le hablen.

Pero el que hace ala en tu casa?

Diego: está componiendo el cuarto de mis papás.

Yo: bueno diego cuéntale a tu papá todo esto.

Y comenzamos la clase.

A lo lejos se escuchaba un taladro, golpeaba con un martillo, golpes en la pared, y esas veces que tomaba clase Diego era siempre ese ruido.

Uno de los días que Sara estaba arreglada pasó tal cual lo mismo, entró el hombre y Sara detrás de él pero agarrados de la mano. Diego no aparecía y ya hasta el final se puso frente a la cámara y me dijo que le estaban pegando a su mamá. Que se escuchaba que gritaba.

Diego: ya no le habla feo ya le pega- por el chat

Yo: Diego activa tu micrófono por favor.

"ay… pla… pla… pla… si… pla… no tan duro… nos… pla… van… a… escuchar…" -se escuchaba acompañado del ruido del taladro y apenas y se escuchaba lo que hacían.

Yo: Diego necesito que vayas a hablarle a tu mamá esto no puede estar pasando.

Diego se fue corriendo a donde se escuchaban los gritos.

Sara: no Diego cierra la puerta!!! – gritando

Diego: – entró corriendo- le está pegando a mi mami.

Entró Sara colocándose un zapato y regañando a Diego.

Sara: Diego esas no son formas de entrar a un cuarto, tienes que tocar la puerta antes. Perdón profe no se que le paso a Diego para que entrara al cuarto si ya se que lo están arreglando.

Yo: no te preocupes Sara, solo recuerda que todas las sesiones se graban.

En su cara se formó un rostro de sorpresa y nerviosismo a lo cual solo me dijo.

Sara: Profe una disculpa… Podemos hablar después?

Yo: Cuando gustes podemos realizar una sesión para platicar.

Sara: – con cara de tristeza -me parece bien.

Después de terminar mi jornada de clases recibí un correo de Sara pero de su mail personal, en el cual me mandaba su número de teléfono y me decía que por favor si había escuchado algo no le dijera a nadie, que le mandara un whats a las 11 de la noche.

En esos whats me contó que su esposo siempre estaba fuera y que ella sabía que le estaba siendo infiel pero por miedo a dejar de tener la vida que llevaba no le decía nada y por eso buscaba a otras personas para satisfacer sus necesidades.

Que lo que estaba haciendo no estaba bien pero no tenía otra opción. Necesitaba desahogarse.

Yo le dije que no había problema pero que al menos no lo hiciera mientras estaba en clase o que fuera mas discreta. Siempre he sido un pervertido pero a veces hay que disimular.

Ya pasando eso le recordé que la sesión estaba grabada y que el video ya estaba en la base principal del colegio pero que si quería que lo quitara (a forma de chantaje).

Tenía que pagar su esposo doble clase extracurricular y como me llevaba bien con el de sistemas le podía pedir que borrará esa clase y yo solo diría que se me olvido grabar.

Ella aceptó, así me gane una lana extra y entable amistad con Sara vía whats app teniendo pláticas nocturnas.

En los días siguientes las clases fueron de forma normal hasta que un día me llega un correo de extraño, era de Sara pero de su mail personal. Me preguntaba si le podía mandar un correo que no fuera el institucional para hacer una reunión y platicar. Así lo hice y después me llego una invitación programada para el horario y fecha en que recibía clase Dieguito.

Ya estando ese día en clase, con el link me conecte y en la pantalla se vio un fondo diferente era la sala y cerca de uno de los sillones había una puerta a la cual se le traspasaba la luz. Se veía a Sara que estaba arreglando las almohadas de los sillones.

Tenía puesto un pantalón de mezclilla pegadito, unos tacones tipo sandalia. Un top que se alcanzaba a ver le llegaba por arriba del ombligo y una charrita de mezclilla.

Ya había más confianza y como aún le seguía recordando que tenía guardado el video de lo sucedido antes, también le había preguntado en que pensaría el colegio (que es muy religioso) sobre todo esto y aparte su esposo que es muy respetado también en el colegio.

Sara: – en el monitor- profe no vayas a grabar esto.

Se abrió la puerta que se alcanzaba a ver y de pronto la cerró.

Por la luz que se alcanzaba a traspasar podía ver movimiento y sombras.

Unos minutos después sale Sara sin chamarra, sin tacones y con el pantalón a medio abrochar.

Sara: profe hoy Diego no va a presentarse a clase. Solo daré una exposición y espero ya con esto quede todo bien.

De nueva cuenta se metió al cuarto pero esta vez no cerró la puerta. Se escuchaba claramente que se estaban besando.

Sara: Ven, cerca de la puerta quiero que escuche.

Amante: es el pendejo que te está chantajeando verdad? Porque no me dices donde trabaja y le parto su madre para que deje de estar molestando.

Sara: No amor, el ya sabe todo. Lo que quiero es que vea como me das, andale que tenemos poco tiempo.

Amante: a que profe tan puerco, pues vente pa'ca de una vez que también tengo que ir a otras casas.

Sara: sí.

Al fondo en ese cuarto con la puerta abierta se vio que Sara coloco un espejo largo y alto.

Podía ver claramente su cuerpo y como su amante empezaba a manosearla toda.

Vi como de un tirón le bajó el top y le empezó a dar unas chupadas a las tetas, que Sara lo que hacía era darle como si lo estuviera amamantando.

Mientras pasaba eso su amante le empezaba a bajar el pantalón. Ella se dejaba y prestaba su cuerpo. Poco a poco se veía la tanga que se había puesto. Una tanga gris de hilo que se perdía entre sus nalgas.

Mientras lo amamantaba le dejó el pantalón a medio bajar a la altura de las rodillas. Se escucho como su amante de chupetón sacaba la teta de su boca y la volteaba para que le diera la espalda, le empezó a lamer el cuello, a pellizcar los peones y con la otra mano le empezo a dedear su panocha.

Su amante se bajó el pantalón y dirigió una de las manos de Sara para que lo empezara más turbar.

Ella sin dudarlo lo hizo, automáticamente se lamio la mano y bajó a jalarsela.

Sara: ayy!! Si… Que rico… Te la quiero mamar…!!!

Amante: no Sarita hoy no habrá mamada para ti, te la voy a meter directamente…

La seguía dedeando, lamiendo y pellizcando la teta.

Amante: Anda Sarita hazte a un lado esa tanguita y ábrete las nalgas que ya te la voy a meter.

Ella sin pensarlo, sin soltar la verga de su amante, con la mano que tenía libre se hizo a un lado la tanga, soltó la verga y se inclino un poco como pudo.

Sara: listo… Ya metela… Por favor.. La quiero adentro…

La actitud de su amante cambió. La empujó al espejo y le jalo el cabello

Amante: ruega para que te la meta.

Sara moviendo el culo sin soltarse las nalgas ni la tanga meneaba a ritmo como si ya se la estuvieran metiendo

Sara: metemela, te lo ruego, te lo suplico… Ya estoy a punto. Por favor… Para la otra te doy mi culo como me lo has pedido… Pero ya metela…

Esas palabras prendieron a su amante. Rompió su promesa de que no habría mamada ya que jalandola del cuello la llevó hacia su verga, Sara sabía que era lo que pasaría, se hinco como pudo y abrió la boca.

Tres vergazos en la cara, embarrada de huevos y se la metió a mamarsela.

Menos de un minuto de mamada ruda y sin respirar.

Se levanto, se empino volviendo a abrirse las nalgas y jalando su tanga

Sara: ya metela voy a tener un orgasmo.

Amante: si Sarita, me gusta que seas una desesperada a la hora de coger.

Así como estaba empinada se la metió a la primera y Sara empezó a temblar

Sara: aaaggg… siii! Que rico… Aghhh…

Una metida y sacada sin fin hasta que Sara poco a poco perdía la posición en la que comenzó…

Amante: Así te gusta Sarita… Así te gusta…

Su amante le agarro el cabello y en la posición que ya se encontraba que era de perrito la pego al espejo. La mirada de Sara era hacia el monitor y entre los gestos de placer y gemidos se podía notar una leve sonrisa.

Amante: No me canso de cogerte Sarita… Porqué estás tan rica!!!

Sara: Estoy rica para el pendejo de mi esposo pero ni lo nota.

Siguieron un rato más cogiendo de perrito

Hasta que llegó el punto del clímax.

Amante: Sarita no se cuantas veces te has chorreando… Pero ya quiero darte toda mi leche.

Sara: solo avisame cuando vayas a acabar me la quiero… Co… m…

Amante: ahhh!! Si… Toma… Toda mi leche…

Sara: No adentro no!!! -con cara de espanto, pero después- ahh… Si… Oh… Si… Dame toda… Que rico…

Se quedaron un rato así hasta que quedara bien vacío su amante. Se levantaron y se dieron un beso en la boca. Su amante se subió el pantalón se lo abrocho y se salió del cuarto.

Amante: Mañana nos vemos Sarita. Tengo que terminar de trabajar. Te pones bonita.

Sara: Ay dios mira como me dejaste… Mañana no puedo estaré ocupada. Yo te aviso. – desde el piso.

Se levanto, se toco la vagina y se frotó por unos segundos con los ojos cerrados. Se subió la tanga y el pantalón, se acomodo el top. Se acercó al monitor.

Sara: profe espero que te haya gustado. Ya puedes dejar de chantajearme, si esto es lo que querías ya lo viste.

Yo: Sara me sorprendes. No creí que fueras capaz de hacer esto. Pero la verdad me hubiera gustado estar ahí.

Sara: No profe eso no será posible. (cosa que si fue posible)

Yo: esta bien ya no te diré nada pero espero que sigamos en contacto. Aún le quedan muchas clases a Dieguito.

Las clases siguientes Sara se aparecía de vez en cuando a saludar, ya no me decía profe y me llamaba por mi nombre.

Hasta la fecha sigo platicando con ella por whats ya que sus hijos aun van al colegio. Y ya la pude conocer en persona. Verla bien y notar que se ve muy diferente en el monitor que en vivo y directo.

Luego tal vez les cuente mi aventura con ella.

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