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Despertando a la mañana siguiente aun como niña

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Esa mañana me desperté al sentir algunos ruidos cerca de mí, al moverme sentí la seda de una bata muy femenina en mi cuerpo, además sentía mi culito apretado por una tanga pero me sentía muy cómoda y protegida, entonces recordé que me había quedado dormida en una pijama de niña, que tenía un pañal puesto con unas tangas debajo, unas pantimedias y unos pantis encima. Entonces abrí los ojos y lo primero que vi fue el plug que Marcela había metido en mi culito la noche anterior, sentí más ruidos y vi como ella salía de la habitación ya desnuda y con alguna ropa en sus manos, así vi como entro al baño y escuche como abría la ducha. Yo tenía un poco de resaca y me voltee para el otro lado para dormir otro poquito.

Cuando volví a despertar no sabía cuánto tiempo había pasado, pero si note que habían cambios, ya no estaba el plug y en cambio vi que en su lugar estaban algunas cremas y ropa interior femenina blanca, entonces me comencé a mover para levantarme y apareció Marcela en la puerta de la habitación, tenía puesto un pantaloncito corto muy pegado y una blusita ombliguera, con medias hasta las rodillas y tenis, estaba maquillada y había peinado su pelo a los lados con colas, se veía como una adolescente. Ella me miro tiernamente y me dijo “por fin despierta mi princesa, justo a tiempo para desayunar”, yo sonreí recordando que la noche anterior ella me había dicho que al despertar debía seguir comportándome como una niña mientas ella quería jugar a ser mi niñera.

Yo la seguí y al cruzar la puerta me dirigí al baño, entonces ella me pregunto a donde iba, yo le señale el baño y ella me respondió que todavía no íbamos a hacer el entrenamiento de baño, que primero debía desayunar, que si tenía muchas ganitas podía usar el pañal que tenía puesto, pero que el solo podía hacer chichi y no popis. Me tomo de la mano y me llevo a la cocina, yo aún continuaba con muchas ganas de hacer chichi y cuando llegamos a la cocina cruce mis piernas y puse mis manos en la mitad de mi cintura como una niña, ella me miro y sonrió, luego tomo mis manos y las coloco en la barra de la cocina y me dijo que me relajara, yo comencé a respirar profundamente y antes de que me diera cuenta estaba haciendo chichi en mis pañales, se sintió muy rico me sentía a la vez mojada y caliente, también me sentí muy sucia.

Cuando terminé me senté en uno de las butacas que tenía la barra, entonces ella fue a la nevera y saco un plato de la Barbie con su cucharita a juego, se puso frente a mí y comenzó a darme mi desayuno, mientras lo hacía me conto que desde que comenzamos a escribirnos y planear nuestro encuentro como dos niñas había estado fantaseando con ser mi niñera y dominarme, me dijo que después de que acordamos encontrarnos había comprado todo lo que quería y un par de regalos para darme si me comportaba como la niña que le decía que quería ser, yo la escuchaba y asentía a cada una de sus propuestas, también comencé a hacer pucheros cuando menciono los regalos, ella sonrió y yo le dije que quería cumplir su fantasía.

Cuando termino de darme el desayuno, me dijo que ahora si era hora de bañarme y limpiarme bien, que como era una niña no debía estar sola en el baño y ella iba a acompañarme. Cuando llegamos note que ella había preparado el baño, como era amplio ella había puesto un par de toallas en el piso, tenía un par de vestidos de baño en ganchos y algunos elementos que no conocía, vi que también tenía cremas y talcos de niña, además de una pañalera de la Barbie.

Ella entro primero y cuando entre me indico que debía acostarme en las toallas que había en el piso y prepararme para que me quitara el pañal, mientras lo hacia ella me comenzó a decirme que como niñera tenia algunas reglas que debía seguir, primero que todo no debía cuestionar sus órdenes, pues cada vez que lo hiciera recibiría como castigo entre 10 y 20 nalgadas, me dijo que debía obedecerla y seguir sus indicaciones, que ya en la mañana me había comportado mal y no me había aguantado para hacer chichi. Cuando termino te quitarme el pañal me dijo que tampoco debía estar ton sucia, que parecía una perrita toda cochina, que eso sumado a mi desobediencia ya me hacía merecer unas de 20 nalgadas. Me dijo que me pusiera de pie y me quito la pijama y toda la ropita interior de niña con la que había dormido, me indico que debía ir a hacer popis y mis necesidades en la tasa, para esto le puso un protector rosado y mientras lo hacia ella comenzó a cambiarse por uno de los vestido de baño, note que era de una pieza y de un solo color, verde y que era de tanga, cuando termine ella, ella me indico que debía volver a acostarme en las toallas, primero tomo paños húmedos de bebe y me limpio bien la colita, me indico que debía levantar bien las piernas y para ayudarme me las amarro juntas y me las puso hacia arriba con la ayuda de uno de los toalleros. Entonces me dijo que me iba a poner un enema de agua para limpiarme bien, yo me deje muy sumisa y sentí como ella metía un tubo delgado en mi culito, después sentí algo fresco y estuve así relajada hasta que ella me dijo que era momento de volver a la tasa del baño.

Cuando termine nuevamente de hacer popis ella me entrego un vestido de baño y me dijo que me lo pusiera mientras abría la ducha para bañarme, yo me lo puse y me mire en el espejo, ahí estaba yo en el baño de mi amiga, con un vestido de baño con estampados de princesas, muy excitada y desarreglada, ella me llevo a la ducha y entro conmigo llevando un jabón en pasta y algunos tarros, después supe que eran champú, bálsamo y jabón líquido pues con ellos y la pasta se dedicó a lavar mi cuerpo completo mientras me tenía en vestido de baño, sentí como metió esa pasta dentro del vestido y la paso por todo mi cuerpo dejándola varias veces entre mis piernas por largos ratos. Cuando terminamos ella me saco del baño, me quito el vestido dejándome desnuda y tomo la pañalera, de ella saco un par de toallas que uso para secarme y secarse, también saco un collar de perrita con una placa que decía “la mariquita de Mami”, un plug metálico con una colita en bolita como la de una conejita de color rosado, unas medias de liguero blancas, unos tacones altos blancos y un conjunto de brazaletes y tobilleras de cuero rosado con argollas, apenas me puso las medias y cada cosa en su lugar me puso crema humectante con olor a flores y después de quitarse el vestido de baño se colocó una camisa larga y unas pantis, cuando termino puso la correa a mi collar y llevo hacia la sala.

Apenas llegamos note que tenía un montón de cosas preparadas, había abierto un sofá cama y tenía mucha ropa interior de mujer puesta en los muebles, también un par de vestidos, había cremas, maquillaje y algunos juguetes eróticos, también note que había un par de muñecas y otras cosas de niña que me pusieron muy caliente de solo verlas. Marcela noto mi obvia excitación y comenzó a decirme que desde que habíamos comenzado a conocernos y a planear nuestro encuentro había notado que tenía un gusto muy particular por las cosas infantiles y por representar papeles de niña que lo único que hacían era enmascarar mi falta de experiencia. Mientras me iba contando que a medida que me conocía había comenzado a fantasear con ser mi niñera o mi mami, que desde el día anterior había comenzado a disfrutar mucho de vestirme y tratarme como una muñeca, y me decía que le encantaba lo obediente que era, ella había comenzado a vestirme, lo primero que me puso fue un sostén de encaje blanco, al cual siguieron unas pantis de encaje del mismo color que tenían una abertura en mi traserito ubicada de forma tal que ella había sacado el plug de mi culito solo un momento para subirlas y lo había vuelto a colocar, después siguieron dos batas blancas y un vestido rosado de princesa que me según me dijo había comprado en una rebaja de disfraces.

Cuando menos lo pensé estaba completamente vestida y maquillada como una princesa y ella me seguía contando sus fantasías, mientras comenzó a ponerse unas medias de liguero, luego una falda corta y unos tenis, se sacó la camisa larga y se puso unos lindos sostenes y una camisita apretada, se puso algo de maquillaje y mientras lo hacía comenzó a hablarme como a una niña, me dijo que era hora de que jugáramos un rato pues todavía faltaba tiempo para que me recogieran, además de que me había puesto el vestido más lindo para eso, yo solo le respondía que si mientras estaba de pie con mis piernas cruzadas, mis manos abajo juntas y la mirada lo más sumisa que podría. Marcela tomo nuevamente la cadena y me halo hacia la cama, mientras me decía que había preparado un rico juego para mí, primero me acostó en la mitad del sofá cama y comenzó a amarrar mis manos hacia arriba, las ato juntas a una argolla que de alguna forma estaba en la parte de atrás del sofá, luego fueron mis piernas las que estaban juntadas atadas, en ese momento Marcela se colocó encima de mi colocando mi cabeza entre sus piernas, con lo que tenía una hermosa vista de sus pantis por debajo de su faldita y note como estaban mojaditos y muy apretados debido a su excitación.

Primero comenzó a tocarme encima de la faldita, mientras subía y bajaba su cadera pasando sus pantis por mis labios, luego levanto la faldita y después de tocarme un poquito comenzó a levantar mis piernas, para eso tuvo que bajar su cadera lo más que podía con lo que pude pasar mi lengua a gusto por entre sus piernas y chuparla toda, ella cada vez más excitada me regaño por golosa y me dijo que había sumado otras 40 nalgadas que ya serian 60 las que debía recibir antes de irme y comenzó a desatar mis piernas. Yo pensé que me iba a liberar para castigarme pero lo que comenzó a hacer fue a amarrarlas por separado para después ponerse detrás del sofá y decime que las levantara lo más que podía, yo lo hice y cuando menos lo pensé tenia mis piernas completamente abiertas, mi culito bien expuesto y casi ni podía moverme. Ella volvió a estar frente a mí y note que tenía dos juguetes eróticos, uno más grande que el otro, entonces comenzó a decirme que debía prepararme para jugar, que no me tenía que quitar las pantis pues las había comprado especialmente para ese momento, mientras me hablaba sentí que saco el plug que todavía tenía en el culito y con sus dedos comenzó a lubricarme toda, primero tomo un dildo vibrador y comenzó a meterlo en mi culito lentamente para después prenderlo y comerme con él unos minutos, cuando vio que estaba a punto de venirme lo saco y comenzó a preparar lentamente el segundo, un poco más grueso y de goma, este lo metió primero en mi boquita para que lo lubricara con mis babitas y después lo puso en mi culito metiéndolo todo, una vez lo tuve adentro, ella se puso de pie en la cama y mientras me decía que ya estaba lista fue bajando sus pantis, apenas las tuvo en su mano me pregunto si me había gustado su sabor, yo le conteste que sí, que me había encantado, entonces ella las hizo una bolita y las metió en mi boquita.

En ese momento sentí como ella saco lentamente el juguete de mi culito y volvió a usar el vibrador un momento mientras me miraba con lujuria, entonces comenzó a ubicarse encima de mí, levanto su faldita y puso su rica cola en la entrada de mi culito, presiono un poquito y metió su cabeza rica, yo sentí como si algo caliente y muy duro entrara por mi culito, lo sentía rojo y caliente, me dolía un poquito pero estaba demasiado distraída por sus dedos pasando por mis labios mientras me preguntaba si me gustaba, yo apenas alcance a mover mi cabeza en sentido afirmativo un par de segundos para que ella terminara de meter toda su colita por mi culito. Apenas lo tuvo adentro se quedó quieta un momento y después comenzó a moverse lentamente comiéndome toda de forma delicada y muy femenina. No estuvimos así mucho tiempo hasta que comencé a sentir que Marcela se movía mas rápido y me lo metía mas fuerte, entonces sentí como se ponía más duro y más caliente entre mi culito hasta que comenzó a venirse dentro de mí, al sentirlo comencé a moverme como una posesa, quería sentirlo adentro, quería que me llenara toda de su lechita, me sentía tibia por dentro y muy putica, ella se quedó encima de mí un momento mientras yo sentía como su colita iba bajando de tamaño hasta que finalmente salió de mi culito. Tras un momento de descanso ella se paró y dejándome así amarrada fue por la pañalera saco uno de los pañales y lo coloco debajo de mi nalguita, la cual estaba justo en la posición necesaria, cuando estuvo preparada desato mis piernas acomodando el pañal encima de mis pantis, luego se puso encima de mí, saco sus pantis de mi boquita y mientras hacía que desataba mis piernas y mis manos puso su colita en mi boquita para que limpiara sus últimos rastros de lechita.

Cuando termine de limpiarla ella se volvió a poner de pie con la correa de perrita en sus manos y me dijo que ya casi era hora de irme, que solo quedaba recibir mi castigo por ser una nena grosera y ella quería además hacerme mojar en las pantis, eso si quería quedarme con el vestido y par de la ropita interior que tenía puesta. Yo dije que quería mucho el vestido, también las medias, entonces ella halo mi correa y vi como mis manos ya estaban libres del sofá pero seguían atadas con una cuerda larga. Ella me llevo a un rincón de la sala y tomando la cuerda la paso por una de las vigas del techo poniendo así mis manos hacia arriba, como aun tenia los tacones puestos no fui capaz de pararme bien con las piernas cerraditas así que las abrí un poquito y fue cuando sentí como la lechita de Marcela salía de mi culito. Marcela me dijo que iba a descansar un rato, que debía quedarme así pues ahora comenzaba mi castigo, metió su mano por debajo de mi faldita y mis pañales hasta mi culito, cuando lo sintió tan mojadito me dijo que debería aumentar el número de nalgadas al doble. Entonces saco su mano y mientras se iba hacia el baño me dijo que debía hacer chichi en el pañal como una niña y debía estar siempre mirando el rincón, en ese momento me sentí muy excitada y con ganas de que nuestra aventura no terminara nunca. Escuche como ella abría otra vez la ducha y como caía el agua mientras se bañaba, entonces comencé a sentir muchas ganas de hacer pipí.

Seguí intentando hacer chichi cuando escuche que ella cerraba la llave de la ducha y cuando regreso a la sala me pregunto si ya había hecho, le dije que no y ella me respondió que tomara mi tiempo. Como sentí que ella se movía a mi espalda intente mirar de lado, ella me descubrió y rápidamente vino a taparme los ojos con una venda. Mientras seguir intentando hacer pipi escuche como ella se colocaba ropa, como prendía algunos aparatos electrónicos y como iba a la cocina y movía platos y ollas, escuche como abrió el agua del lavadero y fue como si me dieran una señal, la de que podía hacer chichi, entonces comencé a orinar en mi pañal, sin embargo no fue como ninguna otra vez, sentí como si me viniera todo el tiempo, mis piernas se doblaban y si no fuera porque tenía las manos amarradas encima de mi cabeza habría terminado tirada en el piso, hice chichi, pipi durante mucho tiempo y cada chorro grande o pequeño me hizo gemir, gemía pasito como una niña, mientras cruzaba mis piernas para no caerme.

Cuando termine y logre recuperarme un poco me sentí muy tibia y todavía más excitada que antes, me sentía muy cómoda y coqueta, además no podía dejar de sonreír, así estaba cuando escuche a Marcela decir “mmmm, que rico se vio eso”. Lejos de asustarme me puse como una niña coqueta que quiere seguir jugando, ella me quito la venda de los ojos y me volteo a un lado, pude ver entonces que se había vestido como una mistress, tenía una falda negra que le llegaba a las rodillas muy pegada, con una camisa blanca que dejaba ver un corsé negro, tenía zapatos altos negros, fue por unos ganchos que había preparado y comenzó a subir mi faldita sosteniéndola con ellos de la parte superior del vestido, empezó por la parte de atrás y escuche como tomo una foto de mis nalgas apenas la subió, luego siguió subiendo mi falda y tomando fotos hasta que termino, vi que tenía dos bolsas preparadas y unos paños de limpieza de bebe, me quito el pañal muy sucio y lo guardo en una bolsa, igual hizo con las pantis y me limpio muy bien con los paños.

Cuando estuve limpia me puso unas pantis de licra rosadas muy pegaditas y fue por un tetero para darme una malteada calórica de fresa que estaba deliciosa, mientras me daba mi tetero con una mano comenzó a tocar mi nalga con la otra, diciéndome que solo faltaban las nalgadas, que le debía unas 30 nalgadas, pero que era el doble, entonces eran 60, pero también había hecho pucheros y me había ganado otras 20 y así serían 80, pero que de esas 20 serían el doble, o sea 40 y así serían 100, cuando dijo 100 yo trague duro, entonces ella me miro enojada y dijo 150. Termino de alimentarme y fue por una silla alta de bar que tenía encima algunas correas, una chancla, un par de fustas y dos paletas, todas eran para dar nalgadas a chicas como yo. Ella me dijo que iba a empezar de inmediato y que era libre de mojarme en las pantis cuando quisiera, que lo debía hacer antes de irme para ella mirar, yo no alcance a terminar de decir Si cuando sentí la primera nalgada, fue suave, uso la chancla y siguió con ella indicándome que debía contar y así lo hice hasta llegar a 25. Entonces ella me dijo vamos a comenzar de nuevo, esta vez cuando sentí la primera note que estaba usando una paleta (así supe después que se llamaba) cubierta de tela rosada, con ella me indico que debía contar hasta 50 y así lo hice después de cada nalgada. Cuando termino siguió otra cuenta de 50 con una paleta, esta vez sin la cubierta, que me dejo las nalgas ardientes y muy calientes. Cuando termino la ronda ella se pegó a mi cuerpo y mientras me decía que solo faltaban 25 nalgadas y que mi culito rojito la ponía muy caliente sentí como me ponía lubricante en el culito, después sentí que comenzó a meter algo adentro de mí, no tarde en notar que era un vibrador en huevo pequeño, pues lo prendió un poquito mientras me decía que contara hasta 10 mientras me daba con una correa doblada en la nalguita. Cuando termino con los 10, cambio por una fusta, aumento la velocidad del vibrador y me dijo que contara 15, yo la obedecí muy excitada y a punto de venirme toda en las pantis, mientras recibía esas nalgadas sentía como ella se pegaba a mi nalguita después de cada una, como me rosaba con su colita dura a través de su falta pegada, cuando íbamos en 14 ella se pegó toda y yo comencé a mover mi colita muy coqueta caliente, ella se quedó un momento dejándome hacer y disfrutando, luego se separó y me dio unas 20 nalgadas más. Cuando termino de nalguearme yo sentí mi culito muy caliente, estaba súper excitada, creo que si me hubiera tocado en ese momento me habría mojado en esas pantis como una nena de inmediato, pero seguía amarrada. Ella me tomo de la cintura y arrimando más la silla de bar se sentó poniendo mi culito a su disposición, tomo lubricante y después de meterme los dedos por el culito saco el vibrador. Entonces se pegó a mi nalguita y puse sentir con mi piel enrojecida como bajaba lentamente su falda, sentí sus pantis y su colita dura y caliente debajo en mi nalga, luego ella se quitó sus pantis y las metió en mi boquita mientras volvía a meter su colita en mi culito.

Apenas sentí su cabecita adentro moví mi cadera hacia atrás para meterla toda, estaba caliente y desesperada por tener mi culito lleno, por mojarme toda para que ella me viera con las pantis mojaditas, comencé a moverme, a comerme toda, como una hembra, mientras Marcela me sujetaba por la cintura con una mano y con la otra primero toco mi cara y metió bien sus pantis en mi boca, después comenzó a bajar por mis tetas hasta llegar a mi colita, la cual comenzó a sujetar y sobar encima de las pantis. Así toda atada, sometida, castigada y comida me comencé a mojar en las pantis, ella me sujeto fuerte porque perdí el control de mis piernas, solo me sostenía de los brazos y seguía moviendo la cadera mientras me mojaba toda en las pantis y en su mano, mientras terminaba ella seguía comiéndome y no me dejo ni un momento para para sino que me mantuvo de pie y disfrutando de su cola dura y caliente en mi culito. Siguió un rato de ella comiéndome y llevando su mano llena de mi lechita a mi boquita para untarla en mis labios para que ella se pusiera de pie y soltara mis manos de la cuerda, apenas pude bajarlas me sentí como una muñeca de trapo, sentí que como ella me puso con la pancita en la silla y siguió comiéndome por el culito hasta terminar otra vez adentro de mí, cuando termino sentí su lechita adentro, me sentí mojadita y relajada.

Ella se retiró un poco y se sentó en uno de los sillones de la sala, me dijo que me quedara como estaba y comenzó a tomar fotos, yo veía el flash y sentí mis pantis mojadas por delante, también las sentía a un lado en mi nalguita, la cual estaba muy caliente por las nalgadas, entonces comencé a sentir como salía su lechita de mi culito, como bajaba por mis nalgas calientes hasta mis piernas para quedarse mojando mis ligueros, como pensé que se perdía por lo que con mi mano comencé a tomarla y llevarla a mis labios, ella me dijo que le gustaba lo que hacía, que lo hiciera lentamente y sacara sus pantis de mi boquita para poder chupar mis dedos. Después de unas cuantas fotos más vimos que estaba anocheciendo y que era hora de que me arreglara para irme a casa, como pude comencé a componerme, ella igual, nos desnudamos la una a la otra y nos metimos al baño, nos duchamos juntas entre besos, caricias y demás maricaditas.

Cuando salimos en toalla yo busque mi ropa de hombre para volver a casa, ella se vistió de mujer y cuando estuve listo me entrego entre una bolsa negra lo que me dijo eran mis regalos por esa jornada maravillosa, estaba el vestido de princesa, varias pantis, dos vestidos de baño y otra ropa que no había visto antes, también estaban los dildos y vibradores que había usado en mi culito, en la puerta nos abrazamos y prometimos seguir en contacto para buscar nuestro próximo encuentro, nuestra próxima fantasía.

Espero que les guste mi relato, esta última parte me quedo un poco larga, pero quería contar con lujo de detalles todo lo que ella me enseño a vivir.

Mi correo es [email protected], espero sus comentarios.

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