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Después de 10 años de egresados, me la pude dar a mi amiga

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Soy egresado de la carrera de psicología, de una facultad donde hay una gran diversidad de personas, gente muy brillante y otros que prácticamente van por que no encontraron otra cosa que hacer. Una de mis compañeras, la más amigable, sociable, "desmadroza" como decimos en México, era la representante del salón. Una chica sonriente, no muy lista, pero con una personalidad muy agradable. Era linda, algo conocido como "gordibuena", eso sí, tenía, más bien, aun lo tiene, un gran trasero muy bien distribuido, es decir, sus nalgas sobresalen y son muy lindas, aparte ella es bonita, cabe mencionar.

Durante el último año de la universidad, nos hicimos muy cercanos, llegamos incluso a "hacernos ojitos" pero realmente nunca paso nada, alguna que otra vez bromeábamos con cosas sexuales, pero hasta ahí quedó. Después de eso, hemos coincidido en diferentes cosas, incluso una vez pude ayudarla a conseguir trabajo, porque le urgía y yo tenía esa posibilidad. Me hice cliente de su esposo, en fin, hemos hecho amistad y buena relación, nunca más allá de la simple amistad.

Hasta que recientemente ella abrió una cuenta en Instagram y nos empezamos a seguir, ella subía fotos donde se veía muy linda, y por supuesto que yo le daba su respectivo "me gusta". Hace poco nos vimos en una posada navideña, platicamos y bebimos un poco y ahí nuevamente se encendió una chispa, al terminar la fiesta nos despedimos de beso en la boca, algo poco sexual, mas como de travesura. Sin embargo, eso me dejó pensando en ella, y por lo visto, a ella le pasó igual.

En fin, nos estuvimos mandando mensajes para darnos los buenos días, y ocasionalmente el tema se tornaba más caliente, hasta que un día le hice la propuesta "vamos a darnos una escapada"... ella con pena y culpa aceptó la propuesta. Un día yo tenía que salir de la ciudad, por lo que el estar desconectado un tiempo de mis deberes y teléfono era normal, así que la invité a irnos a un motel en las afueras de la ciudad. Pasé por ella muy temprano, le hice la maldad de despertarla lo antes de lo debido jaja, ella venía cómoda, con un pants, una blusa y en tenis, porque dijo que iría a hacer ejercicio. Nos saludamos aun con pena, pero sabíamos que teníamos una misión que cumplir.

Mientras conducía yo procuraba hacerla sentir cómoda, le tocaba la pierna, su mano, volteaba a verla sonriendo, ella me respondía igual, más adelante su mano comenzó a moverse hacia mi pene, empezaba a masajearlo sobre el pantalón, y pues yo dejaba que hiciera lo suyo. Me preguntaba si sabía lo que le iba a hacer y le dije que si, contundentemente.

Le confesé que yo era un ferviente amante del sexo anal, y que si ella recordaba que una vez entre broma y broma, me lo propuso, para lo que ella dijo que sí. También comencé a decirle que le iba a lamer sus senos, y que le quería morder sus "nalgotas", sus piernas y su espalda. Ella comenzó a apretarme el pene, como teniendo pequeños espasmos por lo que le iba diciendo.

Al llegar al hotel, bajé mi maleta y ella su pequeña bolsa, donde supuestamente traía sus cosas de entrenamiento. Entramos al hotel, abrió su bolsa y me enseñó un atuendo súper sexy, me dijo que lo traía especialmente para mi. Sin dudarlo le dije que fuera a ponérselo, mientras yo también me ponía más cómodo. Después de unos minutos de ella en el baño, salió con su lencería color rojo, estaba muy apenada, pero yo no permití que sintiera más vergüenza. Se veía súper sexy, es cierto que es gordita, pero con las medidas perfectas para una buena revolcada, por lo que yo no tuve más opción que lanzarme hacia ella, la tomé para besarla y agarrarle sus nalgas, esas nalgas que se dejaban expuestas por el ligero que traía. Mis manos no eran suficientes para rodear tremenda masa de piel, pero yo me esforzaba. Comencé a besarle el cuello, luego el pecho, y me detuve en sus senos por unos minutos, le lamía el derecho y mientras con la mano le masajeaba el pezón izquierdo, y así al revés también. Sus senos son pequeños, pero adecuados para jugar con ellos.

Ella comenzó a sentir lo duro de mi verga bajo mi pants, así que me lo bajó hasta a las rodillas y dejó expuesta mi verga que estaba muy dura, se puso sobre sus rodillas y comenzó a acariciarme el pene. Mientras hacía esto, volteo a verme y me dijo con su deliciosa voz "que rica verga, tengo ganas de comérmela por todos lados"... lo cual me dio carta abierta, suponía yo, para literalmente, estar dentro de ella por todas su cavidades (muajaja).

Comenzó a hacerme una deliciosa mamada, mientras con su mano me masturbaba, su lengua rodeaba todo mi glande, después se metía el pene hasta el fondo de su garganta, primero lo hacía suave, pero después empezó a hacerlo con más firmeza, lo que claramente me excitó demasiado. Después de esa rica mamada, se levantó y me dijo que estaba lista para comenzar con la proeza. Me puse el condón y nos fuimos hacia la cama, pero ella me detuvo detrás suyo, recostó medio cuerpo sobre la cama y sus piernas tocando el piso, se movió la tanga hacia un lado y me dijo "discúlpame, no tengo mucho tiempo pero si estoy muy excitada, ¿Podemos ir directo a lo que me proponías hace rato?...

Yo en mi mente estaba saltando de alegría, pero serio le dije que si. Me puse algo de crema que traía en mi maleta, porque la verdad no traíamos lubricante, le embarré un poco de crema en su culito con mi dedo. Le pasaba el dedo por las nalgas y terminaba frotándole el pequeño hoyo que apenas alcanzaba a ver, pues su gran trasero me obstruía la vista. Ella suavemente hacia unos gemidos, y movía en círculos su trasero, un movimiento que estoy seguro, hacia sin intención, era su cuerpo que estaba pidiendo ser tomado en ese momento.

Me agarré el pene desde la base, y me acerqué a su trasero, poco a poco comencé a sumergirme en sus grandes nalgas, hasta poder sentir el apretado trasero de ella, sentía que resbalaba suavemente, pero el camino era largo jaja, sus grandes nalgas impedían que llegara al destino, entones le pedí que me ayudara. Usando sus manos, separo sus nalgas y me dio acceso a su culo. La penetré poco a poco, obviamente cuidándola y no lastimarla. Al escuchar su gemido, me di cuenta que ya estaba en el lugar indicado, así que la agarré de la cadera y comencé suavemente a penetrarla, ella apretaba fuerte, y apretaba los ojos.

Mi vista era preciosa, podía verle su larga espalda y trasero golpeando en mis muslos, pero por el espejo que estaba en el respaldo de la cama, veía su rostro de dolor y gusto, abría la boca y mordía la almohada, sonreía y gemía, en momentos me veía a los ojos desde el espejo y volvía a sonreír, esto mientras mi movimiento era cada vez más duro. Ella se movía en varias posiciones, se recargaba en sus codos, con sus manos, luego se dejaba caer toda en la cama, estaba sintiendo cada vez más excitación, en ocasiones se levantaba y me dejaba tocarle los pechos para afianzar más el proceso. Le besaba la mejilla, le mordía la oreja, y cada vez más, mi empujón se hacía más fuerte.

Después de un rato se alejó de mi y me pidió que me sentara en la orilla de la cama, me volvió a dar la espalda y comenzó a darme unos ricos sentones, la verga cada vez resbalaba mejor, su orificio era más amplio por lo que la cosa se ponía mejor cada vez. Después se bajó las bragas e hizo algo que me encantó. Puso mi verga de manera vertical entre sus dos nalgas, y comenzó a hacerme un "assjob", tipo una paja rusa, pero con su trasero. La cosa era majestuosa, después de eso, ella decidió quitarme el condón y me dijo que si podíamos hacerlo al natural. Yo la verdad dudé, pero como sabía se su procedencia, creía que el riesgo (aparte del tema de la limpieza) iba a ser menor, así que acepté. Comenzó nuevamente a hacerme una felación y se puso en cuatro puntos en la cama, me subí a la cama y la penetré nuevamente de perrito, la tomé fuertemente de la cadera y la penetré con fuerza. Se escuchaba en toda la habitación el golpeteo de sus nalgas y sus gritos de dolor y gozo.

Comenzaba a decirme cosas como "dame más fuerte", "cógeme cógeme duro", "mi culo es tuyo, cógetelo"... Cosa que me prendía y me orillaba a hacerlo más y más fuerte. Cuando sentía que me venía, me detenía y eso nos permitía respirar un poco y volver a comenzar. Ella si llegó a terminar varias veces, puesto que mientras yo la cogía, ella se masturbaba y se daba su propia atención. Después de un rato, ella me pidió que termináramos, puesto que se estaba haciendo tarde y ella ya quería que fuera mi turno. Le pedí que nos fuéramos a bañar para limpiarme y terminar en su boca, ella aceptó. Nos fuimos a la regadera, me lavé varias veces mientras ella también se daba su ducha.

Comencé a masturbarme viéndole las nalgotas que recién me acababa de coger, ella volteo y me detuvo, se arrodilló y mientras le caía agua de regadera en su rostro, comenzó a mamarme la verga, lo hacía fuerte y contundente, con la mano derecha me masturbaba y con su boca al mismo ritmo, me succionaba, se pasaba a mis testículos y ocasionalmente me lamía las piernas, el estómago y el pubis. Con su otra mano tocaba mis nalgas y curiosamente se quería meter donde no debía.

Debo aclarar que no tengo problema con eso, pero en ese momento no estaba preparado para ello. Después de unos minutos, le dije que estaba listo, se alejó de mi pene y comenzó a masturbarme fuertemente, abrió la boca y empecé a chorrearla con todo lo que tenía, le caía semen en el pelo, en el rostro, el su boca, era un gran chorro lo que estaba expulsando. Mientras me corría ella se abalanzó sobre mi miembro y comenzó a chuparlo, para que el resto de la leche le cayera dentro de su boca, chupaba y cada vez más suavemente recorría la lengua sobre todo mi tronco, poco a poco terminaba su actividad oral, hasta que terminé de correrme, después se levantó, y me abrazó.

Me dijo que había sido algo que no había hecho nunca en su casa, y que estaba muy contenta de haber experimentado. Nos vestimos y la dejé en el centro deportivo, finalmente tuvo la oportunidad de concluir sus actividades pendientes.

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