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Después del curso

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Hace como 7 meses me llamó Beatriz ‘Betty’ para que la apoyara a dar un curso de computación, ella es coordinadora de una empresa importante del país y obvio me ofreció buena lana, yo acepté y no solo por el dinero si no para aventarme un taco de ojo con su espectacular silueta.

Llegué al evento que fue un sábado, ese día ella lucia excitantemente bien, llevaba una minifalda negra pegada que resaltaba su riquísimo y grande trasero sin olvidar sus piernas morenas y bien torneadas, una blusa pegadísima al cuerpo que transparentaban sus tetas, lucia exquisita para la ocasión.

Comenzamos a dar el curso, durante el transcurso de este no podía dejar de verle sus piernas y su trasero incluso me costó trabajo concentrarme, pero todo fue un éxito, para celebrar nos fuimos a comer-cenar.

Llegamos a un bar por revolución y comenzamos a platicar sobre el éxito del curso y también de cómo nos iba ya que ella y yo habíamos trabajado juntos unos años atrás.

¡Todo era risas y buenas historias, nos pusimos a beber ya entrando la noche y también bailamos, yo aprovechaba para darle re pegones con mi verga semirrecta y tocarle más de la cuenta aprovechando los pasos de baile, eso no pareció incomodarle!

Ya más noche decidimos irnos a un bar más movido para seguir bailando y tomando, estábamos en la pista y ya había más confianza, nos repagamos mutuamente y yo comenzaba a toquetearla más, le acariciaba sus ricas piernas, la sentaba en mis piernas y la abrazaba por atrás y es que su tremendo par de nalgas excitaba a cualquiera.

Ella se fue al baño y yo la seguí, cuando salió me lancé a darle un beso ella no lo tomo a mal y me beso también, mis manos lentamente bajaron para acariciar ese trasero que tanto estaba deseando y sus piernas espectaculares.

L: ¡Oye, vámonos a otro lado!

B: ¿Y a donde me vas a llevar?

L: ¡No preguntes, te vayas a espantar, jajá!

B: ¡Pues entonces mejor te sigo y ya, jajá!

L: ¡Ok, no te vayas a echar a correr!

Salimos del bar cachondeándonos mutuamente, mientras esperábamos el carro seguíamos fajando riquísimo, ya en el carro, ella me besaba el cuello mientras yo tocaba sus piernotas y ella hacia lo mismo rozando mi verga ya erecta.

Nos metimos al primer hotel que vimos, seguimos con el faje, beso caricias y re pegones, comenzamos a desnudarnos mutuamente, ¡estas buenísima! Le dije mientras seguía acariciándole su cuerpo.

En serio sentía mi corazón acelerarse al ver su cuerpo riquísimo totalmente desnudo, ella segura de sí, tomo mi verga y comenzó a besarla y mordisquearla deliciosamente, lamia desde abajo de mis bolas hasta la punta de mi verga para después tragársela toda de un bocado decidimos hacer un 69, ambos nos estábamos dando unas mamadas increíbles, yo ya probaba sus jugos de placer mientras ella hacia lo mismo.

B: Que rica verga amor, ¡sabe deliciosa!

L: ¡Tú también sabes exquisita nena!

B: ¡Que grande esta, como me gustan!

L: Tú también tienes unas nalgas riquísimas y tus piernas, ¡dios me tienes loco!

Estuvimos mamando un buen rato y es que Betty es un manjar de los buenos y es que a sus 35 años estaba exquisita, además de ser muy fácil de convencer.

Me senté sobre la cama y me la puse de frente para que se diera sus sentones, mientras se comía mi verga con su concha yo me tragaba sus tetas, mordía su pezón y al mismo tiempo le apretaba las nalgas, mientras ella se daba sus sentones en mi verga, todos esos movimientos hicieron que se viniera, pero en un squirt tan potente que salpico toda la habitación, ¡estaba sintiendo un orgasmo y yo era el más beneficiado por sus movimientos!

B: Nene, que rico, ¡dios!

L: ¡Nena, que precoz!

B: ¡Es tu culpa por tenerla bien rica!

¡La puse en cuatro para darle de perrito, estaba tan excitado ya que empinada tenía unas mega nalgas que me hacía darle con todo, la arañaba y golpeaba mientras ella se movía como licuadora!

B: ¡Ay papi! ¡Así papi, no pares ah, ah, ah, cógeme fuerte cabrón!

L: ¡Sí, eres mi puta, muévete para tu rey puta!

Ella se movía desesperadamente, sentí una sensación que nunca antes y de repente sentí que me venía, ella lo sintió también y de inmediato puso su boca, saqué mucha leche más de lo normal, ¡para observarla como se la tragaba y saboreaba cada gota de semen!

B: ¡Que rica leche!

L: ¡Uf, nena que loca!

B: ¡Sabes deliciosos bebe!

¡Yo aún no estaba acabado ella volvió a hacerme sexo oral, mientras yo me recosté ella se subió en mi verga que a pesar de haberse venido seguía firme y dura, ella se montó en un misionero invertido mientras yo jugaba y me deleitaba con sus nalgotas, ella se movía exquisito sentía que mi verga era demolida por una enorme licuadora, ambos nos pusimos de pie y yo se la comencé a meter, no sé, pero parados ella apretaba más mi verga, parecía que estábamos bailando ya que ella se movía también!

B: ¡Así, Luis que rico, uf!

L: ¡Betty, que rica eres, como aprietas uf!

Estábamos todos mojados que la recargue en el sofá, le abrí las nalgas, moje su culo y comencé a darle lentamente, ¡ella gemía y se movía mientras yo entraba poco a poco en su rico culo!

B: ¡Ay que rico, ah! ¡Despacio nene, despacio!

L: ¡Que rico culo tienes Betty, eso nena, muévete, que rico culito tienes!

Tolero muy bien la penetrada, mi verga entro casi por completo y ella solo jadeaba, yo le acariciaba sus nalgas y su espalda, tremendo culazo me estaba comiendo.

¡Comencé a moverme despacio, mientras le acariciaba sus piernas, ella se movía muy rico también, me sentía en la gloria, esa mujer era un deleite una diosa sexual!

¡Acelere mis movimientos, su culo estaba muy apretado y rico, la estaba empalando toda, ella hacia como si fuera a vomitar, pero no me dejaba sacársela!

B: ¡Así bebe, aunque duela y grite, no me la saques, no me la saques por favor!

Ella seguía gritando mientras yo me chingaba su culo, al mismo tiempo comencé a estimular su clítoris, ella estaba totalmente extasiada, mientras yo agarraba y me despachaba de todo su cuerpo, ¡en eso no pude aguantar ya que ella se movía y apretaba tan bien que me vine en ella!

L: ¡Betty que rico!

B: ¡Así bebe, así!

L: Eres una diosa, uf, toma mi leche, ¡tómala!

B: ¡Ah, que rico, que rico!

Se movía para sentir como mi manguera llenaba su culo de semen, se giró para llevarlo nuevamente a su boca y limpiarme mi verga, descansamos unos minutos en la cama totalmente empapada.

B: ¡Que rico Luis, coges delicioso!

L: Tu coges muy rico, ¡qué forma de moverte!

B: ¡Eres listo, te pague y todavía te regale mi cuerpo jajá!

L: ¡Jajá ya vez como somos algunos!

B: ¡Pero sabes, entonces quiero más!

Ella se lanzó nuevamente sobre mi verga y así no la pasamos toda la noche, confieso que nos grabamos y nos tomamos muchas fotos, así que ese momento lo tengo bien guardado, al día siguiente quedamos en volvernos a ver y hacerlo mínimo una vez al mes.

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