Marcela y yo somos travestis de closet, nos encanta ser muy femeninas, coquetas y exageradas cuando estamos vestidas, adoramos levantar la faldita que tengamos puesta para mostrar o cambiar nuestras pantis y mientras yo adoro ser amarrada, sometida, castigada y educada como una niña de escuela ella disfruta mucho comportándose como una profesora, una directora o cualquier otra figura femenina adulta que pueda personificar para hacerme entender que debe obedecerla y estar a su servicio. Ese día nos encontramos comenzando la noche, habíamos quedado de vernos después de la comida para ir a un motel unas cuantas horas y poder volver a nuestras casas antes de medianoche, pues ambas debíamos trabajar al otro día.
Nos encontramos llevando cada una un bolso a una cuadra del motel que íbamos a usar, rápidamente entramos y pedimos una habitación sencilla, solo la cama grande y un baño con ducha. Cuando ella cerró la puerta nos desnudamos rápidamente encontrando que las dos íbamos con sostén deportivo y pantis debajo de nuestra ropa de hombres, rápidamente sacamos todo sobre la cama y nos vestimos, yo me puse una faldita corta y una camisita de tiritas pegadas, las dos rosaditas, unas medias de liguero blancas y unos tacones altos, mientras Marcela se puso un vestido de falda que llegaba a sus rodillas, también se puso pantimedias y unos tacones negros. Nos maquillamos en la baño rápidamente y cuando volvimos a la habitación ya nos estábamos comportando como una niña y su profesora. Ella me indico que me sentara en la cama y me indico que la clase comenzaba, yo asentía obediente mientras ella me explicaba que las mariquitas debíamos saber cómo chupar una verga sin usar las manos, debíamos aprender meterla toda en la boquita y dejar que nos comieran todas por la boca. Me pregunto si me gustaba el sabor de los preservativos y por supuesto le conteste que Si, que me encantaba, aunque le dije que me gustaba más cuando podía tomarme todo el semen y saborearlo.
Mientras hablaba sentada en la cama ella me coloco un par de pulseras y tobilleras gruesas, con argollas, entonces me dijo que me pusiera de pie, me dio vuelta y tomando mis manos las amarro juntas en mi espalda con una cuerda que paso por las argollas fácilmente, luego me indico que me sentara nuevamente y se colocó entre mis piernas poniendo su cadera justo frente a mi carita, yo miraba fijamente la parte de su sexo mientras involuntariamente comencé a pasar mi lengüita por mis labios saboreando, ella me miro y me dijo que mirara hacia arriba, cuando lo hice note que tenía un dildo con forma de pene en la mano y lo estaba metiendo en su boquita y volví a pasar mi lengüita por los labios, ella sonrió y sacando el juguete de su boquita lo metió en la mía y comenzó a comerme toda mientras me tomaba de la cabeza y me decía que era toda una perrita, luego me tomo y me pego toda contra su falda, yo obediente comencé a besar justo donde sentía su verga caliente, besaba y chupaba todo lo que podía mojando su faldita con mis babitas. Tras un ratico así ella levanto su falda y puso mi carita contra sus pantimedias, las cuales ya estaban mojaditas, yo saque mi lengüita y comencé a lamber de abajo hacia arriba mirando siempre hacia su cara, veía como ella disfrutaba cada lamida, cada beso que daba en su verga y sentía como se podía caliente, cada vez más dura, ella había vuelto a meter el dildo en su boquita y lo chupaba mientras me miraba muy excitada.
Entonces me dijo que me iba a enseñar cómo poner un preservativo, un condón con mi boquita, saco un paquete de su morral y tomando uno lo saco del empaque, entonces me dijo que pusiera mi boquita como para dar un beso, cuando la obedecí, lo coloco en mis labrios y con uno de sus dedos lo introdujo un poquito en mi boquita mientras me explicaba que el truco era apretar los labios, poner el condón en el sentido correcto para que se desenrollarla bien y mover la lengua para saborear bien y excitar la verga para que estuviera bien dura mientras lo colocaba, entonces saco su dedo y tomando el dildo comenzó a enseñarme a colocarlo, apretó mis labios con sus dedos y lentamente fue metiendo todo el dildo por mi boquita mientras yo gemía y babeaba todo el juguete, cuando termino lo caso y mirando que estaba a más de la mitad me dijo que era una buena putica. Entonces tomo un labial rojo, volvió a pintar mis labios y me indico que me debía poner de rodillas en el piso. Yo la obedecí y después de estar arrodillada y con manitos todavía amarradas seguía mirando como ella saca un nuevo condón y lo ponía en mi boquita, sentí como lo metía con su dedo en mi boquita y saboreaba todo el lubricante muy excitado.
Entonces paso lo que tanto deseaba, ella se levantó la falda y quitándose las pantimedias y las pantis puso su verga en mi carita, me la paso por los ojitos, por la frente y los labios, yo la miraba excitada y apretando el preservativo en mi labios ansiosa de tener tu verga en frente para mostrarle que había aprendido bien, así que cuando e momento llego ella no tuvo que mover mi cabecita, no apretar mis labios con su mano y yo ya había cubierto más de la mitad de su verga con el condón, lo chupaba fuerte con mi boquita apretada y mirando hacia arriba así la verga entraba hasta mi garganta. Seguí obediente hasta que sentí pegar sus bolitas contra mi mentón, estaban muy mojaditas, lo mismo toda mi carita, entonces ella la saco y mirando mi trabajo me felicito y me dijo que para mí premio debía ponerme en el borde de la cama levantando mi culito.
Como pude me moví de rodilla y me puse al borde de la cama, mi rodillas tocaban el piso, mientras con mis manos en mi espalda me acosté en la cama levantando todo lo que podía mi colita, ella se aproximó y primero comenzó a pasar su verga por mi culito, mientras me preguntaba si recordaba nuestra última clase, yo excitada solo recordé que ella adoraba ver a una mariquita como yo rogando y suplicando que jugaran con su culito y comencé a pedirle, a rogarle que me comiera toda, que metiera su verga por mi culito, le comencé a rogar a pedir que metiera su verga en culito, mientras lo hacia ella me alentaba a rogar más, a humillarme como una putica caliente, como una perra, yo obedecía muy excitada, le pedía, le rogaba que me rompiera mi culito, entonces sentí como comenzó a meter primero sus dedos con lubricante, luego el juguete, el dildo con forma de pene por mi culito, yo gemía y seguía rogando por su verga dura y caliente, quería su lechita, la quería adentro, entonces ella saco el juguete de mi culito y después de quitarse sus pantimedias y sus pantis comenzó a meter su verguita, su colita por mi culito, yo tenía las pantis todavía puestas, solo había bajado la parte mi culito para meter el dildo y ahora cenia su verga en mi culito completa, me sentía comida, ella me monto así toda mientras me decía que era su sumisa, su perrita, que era una mariquita.
Luego me tomo de la cadera y sacando su colita de mi culito me monto a la cama boca abajo y puso una almohada debajo de mi barriguita para levantar mi culito, volvió a meter su verguita en mmi culito mientras yo gemía y le daba las gracias muy excitada, entonces ella comenzó a montar más duro y yo toda caliente me moje en las pantis, ella lo noto y se puso más caliente, me comenzó a decir que era una puta, que era toda una perrita en celo y mientras me trataba así me comía más duro por mi culito hasta que sentí como se puso su verga muy dura, muy caliente y luego sentí como se venía, como se mojaba toda dentro de mi culito. Cuando ella termino se dejó caer encima de mí, se quedó un rato así, luego se paró y quitando el preservativo de su verguita me dijo que me pusiera de rodillas, yo la obedecí y ella me dio a tomar toda su lechita escurriendo el condón en mi boquita.
Luego fue lo usual, nos duchamos y nos vestimos rápidamente para irnos, cada una por su camino, yo con el culito muy abierto y un rico sabor en mi boquita, ella con mil fantasías que pude leer la mañana siguiente en mi correo. Si te gusto este relato y tienes alguna fantasía con una sumisa como yo puedes escribirme a [email protected], como buena sumisa me encanta recibir correos y contestarlos en mi computadora de niña, lo mejor es que siempre que lo hago estoy bien vestida y maquillada como me enseño mi AMA Marcela.