Nuevos relatos publicados: 14

El amigo de mi esposo

  • 16
  • 81.060
  • 9,33 (18 Val.)
  • 7

Mi nombre es Angélica, tengo 32 años, soy madre de un niño de 7 años, tengo un cuerpo armonioso mis tetas no son muy grandes, mi cola está dura bien parada, aun me miran mucho en la calle, pero mi mayor atractivo definitivamente es mi cara, aparento menos edad de la que tengo en realidad tengo y llama mucho la atención a los hombres.

Soy casada, pero mi esposo por motivos laborales ha salido del país hace más de tres años y por motivos de la pandemia no ha podido regresar, nuestra relación empezó cuando aún estábamos en la universidad, le fui fiel hasta que ocurrió lo que les voy a contar.

Tenemos un amigo en común con mi esposo, lo conocimos en la universidad y desde ese tiempo hemos sido muy cercano, fue nuestro amigo de parrandas viajes y desorden por mucho tiempo, él se convirtió prácticamente en el mejor amigo de nuestro matrimonio, nos alejamos un poco ya que después de un tiempo nosotros nos fuimos a vivir a Medellín y él se quedó viviendo en Bogotá, con Raúl, es el nombre de nuestro amigo, algunas veces que bebíamos y no estaba presente mi esposo, terminábamos en charlas bastante calientes, él me decía que si no fuera la esposa de José, hace mucho tiempo me habría comido, a lo que yo respondía con risa un poco picara, pero nunca negando nada solo con la intención de ponerle algo de picante a nuestra charla, él nunca me fue indiferente, la verdad tenía un buen cuerpo, ojos claro, siempre estuvo muy bien arreglado y muchas veces a modo de juego me acercaba a él solo para sentirle su olor que era bastante delicioso, esto pasaba mientras estábamos en la universidad y algún tiempo después en el que vivimos en la misma ciudad y no perdíamos oportunidad de encontrarnos y tomar algunas cerveza, cocteles, tragos o simplemente salir a comer, pero nunca paso nada más.

En el mes de mayo pasado, recibí un mensaje de Raúl, donde me decía que por trabajo tendría que viajar a Medellín y que aprovechando que tendría que pasar la noche en la ciudad le gustaría que saliéramos a comer y tal vez tomar algo como en los viejos tiempos, la idea me pareció genial, deje a mi hijo en la casa de mis padres y me dirigí a el encuentro con Raúl, muy ansiosa, ya que por la pandemia y por la distancia con mi esposo tenía mucho tiempo sin salir a este tipo de planes.

Al llegar al restaurante donde iba a ser mi encuentro con Raúl, el ya me estaba esperando mientras bebía una cerveza, al verme, se levanto fue hacia mi y sin decir más me dio un gran abrazo, al que yo respondí aparentándolo con mucha fuerza, al sentir su olor recordé lo bien que la pasábamos antes y sentí como si esos días hubiesen sido ayer, fuimos a una mesa, acompañamos la cena con una botella de vino, hablaos, recordamos, reímos, estaba un poco tarde pero queríamos seguir aprovechando la noche seguir pasándola como lo hacíamos antes, así que el me invito al bar del hotel en donde se estaba hospedando, a lo que yo sin mas, que pensar le dije que fuéramos, estando allá y después de un par de cervezas, paso lo que solía pasar en los viejos tiempos cuando tomábamos solos, la charla se puso caliente y empezamos a hablar de sexo.

El me pregunto si me hacía mucha falta hacer el amor, yo respondí que obviamente, no soy de piedra, la siguiente pregunta la hice yo, ¿Raúl y tu si le eres fiel a tu pareja o te sigue portando mal, como lo hacías antes?, el respondiendo con risa, me dijo que ya era muy juicioso y que solo reía infiel a su pareja si era conmigo; su respuesta en ese momento me hizo pasar un frio por todo el cuerpo, aunque este tipo de comentarios siempre los hacíamos, pero sabíamos que solo era parte de nuestra complicidad como amigos, es esta oportunidad me sentí diferente, tal vez porque mi esposo no estaba y llevaba mucho tiempo sin tener sexo, pero me hizo sentir nerviosa, como no sabía si su comentario era con doble intención o simplemente seguía siendo el mismo de antes, yo solo le respondí – no tientes al diablo, jejeje-, dejamos pasar ese comentario con risas y seguimos conversando por un buen rato, me di cuenta que no podía dejar de pensar en cómo sería el en la cama, imaginarme fantasías para esa noche, cosas que nunca habían pasado pero que sabía que estaba en mis manos que eso pasara, cuando me di cuenta que no les taba prestando atención a lo que él me decía, simplemente estaba mojada de solo pensar en las fantasías que mi mente creaba en ese momento.

Decidí que esa noche debería volver a tener sexo después de tanto tiempo, debía volver a subirle en nivel a la conversación, para que el volviera a hacer un comentario que diera pie a responderle de forma positiva a sus insinuaciones, pensando en eso le comente que algunas veces debía ver porno para saciar mis deseos de sexo, el me respondió que el porno era falso que todo eso que mostraban no era real, la charla aunque jocosa y entre risas no dejaba de ser caliente, le pregunte – las vergas en los videos porno son así de grandes o simplemente las agrandan con algún truco de video??, el respondió, -que tal vez era el Angulo en que las tomaban; - le pregunte que si la de él se veía grande cuando le sacaba fotos, y reí, el no tardó mucho en responderme que tenía unas en su teléfono, que si quería me las mostraba a ver cuál era mi opinión; a mí no me gustan mucho este tipo de fotos, nunca las pido ni me gusta que me las envíen, pero esa era mi oportunidad de calentar aún más la noche, entonces accedí a darle mi opinión diciéndole, - a ver, muéstrame y yo te doy mi opinión.

Él me respondió que si estaba segura, a lo que yo le replique que por supuesto, o que si le deba pena mostrar sus pequeñeces, él no lo pensó más, tomo su teléfono fue su galería y tardo unos segundos buscando hasta que por fin dijo, -aquí las tengo, son varias míralas mientras voy al baño- me estrego su teléfono con una foto de su verga en la pantalla y se fue para el baño, yo inmediatamente sin mucho interés empecé a explorar sus fotos, pero cual sería mi sorpresa al ver esa verga venosa, cabezona, grande, algunos cortos videos moviéndola, pensé que no era de él, pero sus blancas, perfectas y bien cuidadas manos lo delataban, fue una sorpresa agradable y me di cuenta que ese tipo de fotos si podían gustarme; en su regreso del baño yo seguía dándole gusto a mi vista con esas fotos, eran tal vez 6, no eran más fotos, pero me calentaron demasiado, el me pregunto – qué opinas Angélica, si puedo hacer porno?- yo reí y le respondí – a mí no me engañas, esa no es tu verga, ve al baño y tomate una foto en este momento para creerte que es la misma- el rápidamente me respondió – lo hago, pero quiero algo a cambio – que quieres le dije – que también vallas al baño te quites la ropa interior y me la traigas a la mesa – intente negarme, pero el insistió y la verdad el nivel de excitación que tenía me pedía que lo hiciera, así que decidí no dale más vueltas a l asunto y le dije – tú lo que quieres es comerme – él se puso muy nervioso, lo note porque le tembló la voz a responderme, - si lógico que quiero siempre lo he querido, pero tú nunca me tomas en serio- con su respuesta sentí que estaba en mis manos tener sexo esa noche y disfrutar de esa hermosa verga por fin, le dije – está bien te doy mi ropa interior, pero si adivinas que tengo puesto también dejo que tú mismo me la quites – nuestra calentura subió demasiado.

Se notaba la tensión sexual que había entre los dos en ese momento, su verga estaba súper dura y grande, se notaba como su pantalón azul se hacía un paquete cada vez más grande y yo no podía quitarle mis ojos de encima de ella – en me dijo que le diera opciones de respuesta para no equivocarse, reí y le dije que fuera al baño y se tomara la foto mientras yo pensaba si le daba opciones o no, el no tardo mucho volvió apresurado con su celular en la mano mostrándome la foto, y pidiéndome las opciones, yo le dije – es un hilo, una tanga, un cachetero o no llevo puesto nada – en sus ojos se veía la libido de imaginarme y de imaginar la ropa interior que yo tenía puesta, después de un momento me dijo – es un hilo – yo le respondí – perdiste es una tanga, no me gusta el hilo – el con muecas de decepción me respondió que tampoco me creía, que debía mostrarle, yo de respondí –listo pero aquí ni, hay mucha gente -, no lo pensó dos segundo, inmediatamente de dijo, - entonces subamos a mi habitación y me muestras – no fue necesario hablar más por ese momento, fuimos directo al ascensor, marcamos el piso 8, que era en donde estaba su habitación, subimos solos en el ascensor y en el trayecto nos mirábamos con muchas ganas de comernos, pero ninguno de los dos se atrevía a acercarse al otro, yo con intenciones de romper un poco la tensión, dije – solo te lo voy a mostrar para que no pienses que soy una tramposa y volvemos a bajar – él estuvo de acuerdo sin decir nada más.

Al entrar a la habitación él se sentó en un borde de la cama mientras yo dejaba mi bolso en una mesa que estaba junto a la cama, me puse frente a él y le dije – te voy a mostrar pero no pues levantarte de la cama, es mi única condición – el nuevamente estuvo de acuerdo, acomodándose la verga disimuladamente, pero yo me di cuenta, pues tampoco podía quitarle los ojos de encima, parada frente al desabotone mi pantalón baje la cremallera y baje el pantalón solo por un lado dejando descubierta solo la parte lateral de mi tanga, a lo que le dije- te das cuenta yo no miento- el un poco desilusionado me dijo que eso era Tampa, que debía mostrarle todo, sonreí, me gire quedando de espalda a él y baje mi pantalón hasta las rodillas, dejando al descubierto mis nalgas frente a él; sé que las estaba contemplando porque duro un momento sin decir nada, después de un rato solo dijo – son perfectas- eso me éxito más de lo que estaba, con un la ayuda de mis pues quite mis zapatos y me agache un poco para poder quitar mi pantalón por completo, aun de espalda a él, di un par de pasos hacia atrás, y me senté en sus piernas, solo le dije,- bájate el pantalón a ver si lo de las fotos es cierto, me levante nuevamente para permitirle desabrochar su pantalón y bajarlo, no tardo más de 5 segundos en esa tarea, se quedó en bóxer y se sentó de nuevo, yo volví a poner mis nalgas en sus piernas, esta vez subí un poco más y sentí su verga debajo del bóxer justo en mis nalgas, el rápidamente subió mi blusa hasta quitarme por la cabeza, empecé a hacer movimientos con mi cadera para acomodar su verga justo entre mis nalgas, las movía y cada vez seria más ese pedazo de carne crecer, el avariciaba mis tetas por debajo de mi brasilero, le dije- esta noche quiero ser una puta, pero solo tu puta, esto lo tenemos pendiente hace mucho tiempo.

Fue así como descuido a quitarme el brasilero, levantarme de sus piernas tirarme en la cama y empezó a chupar mis tetas con unas ganas enormes, yo solo posea gemir suavemente mientras el con su boca hacia fiestas en mis tetas, lo acomode hacia un lado para tener más libertad y con mis pues intente bajar si bóxer, para por fin deleitarme con ese pedazo de carne que tan antojada en tenia, el me ayudo con la tarde de bajar su ropa interior mientras a la vez terminaba de quitar toda su tipo quedando desnudo frente a mí, yo para ese momento solo tenía puesta mi tanga, la culpable es estar en esta situación, su verga estaba parada un poco mojada, yo desde acostada estire mis piernas para con mis pues empezar a acariciarla, pasaba mis dedos desde la raíz acariciaba sus testículo, la empezó a masturbar como si lo hiciera con mis manos.

El ver si cara de placer me ponía a mil, sabía que le estaba gustando, pero ya era hora de tener esa verga en mi boca, así que hice un cambio de posición, poniéndome de rolillas frente a él y pasando mi legua por la punta de su verga, después por ese venoso tronco, llegando hasta bajo, él puso sus manos en mi cabeza, ya no resistí mas y la empecé a meter en mi boca, fue un sabor delicioso que hace mucho tiempo no sentía, empecé a meterla lentamente, cada vez más, con mi lengua la recorría, hasta que sentí que ya estaba en mi garganta, estaba deliciosa, de no ser por la ganas que tenia de sentirla en mi chocho lo hubiera hecho venirse en mi boca en ese momento, la saque de mi boca y me subí a la cama, me pude a 4 patas quedando frente a él, me quito la tanga y sin más abrió mis nalgas con sus manos y metió su cara, sentí su lengua en mi ano, me hizo soltar un gemido delicioso, empezó a lamer de arriba hacia abajo desde mi vagina hasta mi ano, mientras yo seguía levantando mi cola y poniendo mi pecho contra la cama, para darle más espacio a que continuara dándome placer con su lengua.

Era un experto sabía lo que hacía, detenía su boca en mi vagaba metiendo su lengua hasta mi clítoris y con movimientos armónicos me tenía a punto de llegar al orgasmo, después volvía a mi ano y pasaba la lengua por los borde y apuntando por momentos al centro y con algo de fuerza intentando meterla dentro de mi culo, es el mejor sexo oral que he recibido en mi vida, lo hacía delicioso, después muestras estaba con su lengua en mi vagina y yo llegaba mi primer orgasmo de la noche, sentí como iba acercando un dedo a mi ano y lentamente intentaba meterlo, (debo confesar que hasta ese momento no había tenido sexo anal), pero lentamente y con algo dolor y pudor por mi parte, me relaje y fue dejando que ese dedo entrara en mí, me sentía en el cielo, estaba teniendo uno de los mejores amantes de mi vida, después de un rato de este desenfreno oral, me gire y le dije que me comiera ya, estando acostada frente a él, abrí mis piernas el con sus manos puso la punta de su verga en la entrada de mi vagaba, y de a poco fui sintiéndola por las paredes de mi vagina, desplazándose hacia adentro, ya la tenía bien metida dentro de mí, él se inclinó, acerco su cara a la misa y mientras empezaba a bombearme nos besamos, su boca aun con ese sabor a mí, me encantaba sentir su lengua en mi boca y su verga en mi vagina, me estaba dando muy rico, yo levantaba mis piernas y las entrelazaba mis pies en su espalda con la intención de tenerlo muy dentro y que no me lo fuera a sacar ni por un segundo, eso solo sacaba su lengua de mi boca para llevarla a mis tetas y chuparlas.

Me tuvo ensartada así por unos minutos fue delicioso, gemía como loca, el un poco agotado, por estar atan entregado a su trabajo de darme verga se levantó un poco y entendí que era mi monto de retribuir la acción, Raúl se acostó en la cama, yo abrió mis piernas dejando cada una a un lado de su cuerpo, pero estando de espalda a él, él tenía toda la vista de mi culo aborto para él, tome su verga con mi mano y la apunte a mi vagina, de apoco entro y cuando ya estaba bien dentro empecé con el sube y baja, dándonos un placer inmenso, los dos estábamos gozando, el nuevamente aprovecho que tenía mi culo frente a él, y de nuevo sentí ese dedo intentando entrar en mi culo, lo lubricaba con nuestros mismos jugos y lo intentaba meter, yo en principio trate de decirle que no lo hiciera, pero el insistía, por lino estaba bien dentro, aunque fuera solo un dedo, era la primera vez que me sentía penetrada por dos partes a la vez.

Me gustó muchísimo, estaba muy excitada, quería todo de él, me sentí preparada y le pregunte si quería darme por el culo, él dijo que sí, yo le aclare que sería la primera vez que lo hacía que me ayudara y si le pedía que e detuviera lo hiciera, él estuvo de acuerdo y yo me puse a 4 patas dándole la autorización de destrozarme totalmente, el nuevamente metió su dedo, yo ya estaba acostumbrada a ese tamaño, pero lo saco y sentí como desde arriba caí saliva en mi culo, con su verga lo puso en la punta, empezó a empujar hacia adentro, pero creo e solo alcanzo a entrar una pequeña parte de su cabeza en este intento, me corrí hacia adelante y sentí un gran dolor, creo que hasta lagrimas salieron de mí, le dije que me disculpara pero que aún no estaba preparada, el entendió y no insistió mas.

Así que me volví a poner en 4 y él lo metió por mi vagina y me empezó a dar duro, cada vez más duro, yo me sentía en el paraíso, estaba delicioso sentir esa verga dentro de mí, me pregunto si se podía venir dentro y le pedí que mejor me lo diera en la boca, inmediatamente lo saco y me giro me levante un poco quedando mi cara a la altura de su verga, le bastaron como 4 sacudones para que esa leche empezara a caer en mi cara, abrí la boa y metí su verga, para que el resto de su leche cayera dentro de mí, la quería toda, la trague, con mis manos limpie la que había caído por fuera y la chupe, desde la posición en que estaba abrí muy bien mi boca mire hacia arriba y le mostré que toda su lecha ya me la había tragado, su cara de placer y satisfacción no se me va a olvidar.

Después de todo este placer, nos duchamos juntos y salí, pues tenía que recoger a mi hijo muy temprano en la mañana, nos despedimos y yo solo le dije que le debía algo, sonreímos me beso y salí de su cuarto del hotel, me sentía toda una puta, pero fue delicioso.

Aun estos esperando que el vuelva a Medellín o yo poder ir a Bogotá para encontrarme con él y esta vez sí entregarle hasta mi culo, lo deseo mucho, les contare cuando pase.

(9,33)