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El Ayudante (Cap. 1): Yoga con Seung Yeon

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Abrió la puerta de la pequeña sala de ensayos, no sin antes dar una mirada a ambos lados del pasillo y darse por satisfecho al ver que no había nadie más rondando por allí. Sin más el alto ejecutivo ingresó a la sala, que si bien era pequeña en comparación con los demás cuartos de prácticas con los que contaba la empresa, era bastante amplia de por sí y bastaba para albergar hasta cinco integrantes cómodamente. Puso un pie dentro, siendo recibido por el fino y reluciente piso de color gris oscuro, y al fondo de la sala se la encontró a ella. Allí estaba Seung Yeon, la líder de CLC, sentada de piernas cruzadas en una silla con el respaldo pegado a la pared contraria a la puerta, celular en mano, aparentemente en plena sesión de selfies. Su exquisita figura se reflejaba en los enormes espejos que cubrían las paredes, mientras el equipo de música del salón se encontraba encendido y una canción instrumental sonaba a volumen bajo.

"Espero no haberte hecho esperar mucho, tenía que hablar unas cosas con el staff." Habló en perfecto coreano aunque aquel no fuera su idioma nativo. Cerró la puerta tras de sí, asegurándose con un movimiento rápido y disimulado de ponerle traba, y comenzó a caminar hacia ella, su mirada nunca despegándose de la morocha que hasta ahora no se había dignado a verle, apreciando con sus ojos la curvatura de su fino cuello hasta sus hombros, aquella tentadora piel bronceada seduciéndolo a lo prohibido.

"Hmh, señor Ayudante." No le dirigió mirada al saludarlo, continuando con lo que hacía en su aparato celular. "Está bien, no tengo más de diez minutos aquí. Sólo encendí el equipo para no aburrirme," Su afilada mirada al fin se posó sobre él, aquellos ojos azabaches que aún parecían reflejar sospecha y distancia en ellos. Y a pesar de esto, de todo su grupo, Seung Yeon había sido la más abierta a recibirlo cuando fue presentado como el nuevo 'Ayudante personal' para CLC. Un término a libre interpretación para quién lo escuchara, pero su trabajo, en general, era bastante sencillo y directo. Simplemente lidiar con las personalidades y necesidades de las Idols, ayudarlas en lo que pudiera, darles contención, consejo y confianza. "¿Todo en orden con el mánager? Las chicas me dijeron que tenemos este tiempo a solas para charlar con usted, pero al parecer ellas siguen en la práctica de baile por orden de nuestro mánager." La morocha finalmente hizo a un lado su móvil, dejándolo dentro de una pequeña cartera que descansaba en otra silla a su lado.

Ante la mención de su mánager, el 'Ayudante' sonrió de lado. Sí, cuando Cube Entertainment le contrató, obviamente el mánager de CLC había dejado clara su disconformidad, pues las tareas que ahora tenía él se supone recaían en el representante o mánager del grupo. No importaba, su cargo ahora de alguna manera sobrepasaba al del ofendido empleado, o al menos eso definía sus contratos y salarios. "Ningún problema, Seung Yeon, no te preocupes. Pero como dijiste, tenemos algo de tiempo para nosotros, pero no demasiado, así que vamos, de pie." El Ayudante sonrió amable, aplaudiendo una sola vez con entusiasmo.

La joven líder simplemente alzó una ceja, antes de suspirar leve y hacer caso al pedido. Se levantó y aprovechó para desperezarse, estirando sus extremidades y aflojando sus músculos. "¿Qué vamos a hacer? Me dijo que trajera música pero no especificó para qué era." Su voz aquejada por los estiramientos, sin darse cuenta de cómo el hombre recorría su cuerpo discretamente con la mirada. Llevaba puesto un conjunto cómodo para entrenar, apenas un top gris ajustado y una calza deportiva negra pegada a sus piernas y retaguardia, con 3 líneas blancas trazadas a cada lado, y calzado deportivo. Las curvas de la morocha eran obvias con esa ropa, su amplio busto resaltando cuando decidió estirar su espalda, los finos músculos de su abdomen descubierto dándose a ver. Luego seguía aquella deliciosa curvatura de sus tonificados glúteos y piernas cuando decidió voltear su cuerpo de un lado a otro. Ninguna de las sugestivas curvas de su cuerpo pasaban desapercibidas por el Ayudante, aunque ella no lo notara.

"Yoga."

"¿Yoga?" Ante la simple respuesta la fina mirada de la talentosa Idol se fijó en él nuevamente, con claro cuestionamiento en sus ojos. "Ya veo, aprendió que me gusta el yoga, ¿Eh? Hizo su tarea señor Ayudante~" Sus labios se curvaron en una simple sonrisa. Pero acompañada de esa mirada tan naturalmente seductora que poseía, era más que suficiente para volver loco a cualquiera. Pero no aún, debía controlarse. Sabía que esa actitud juguetona de la joven adulta era sólo parte de cumplir con su deber como líder, de tratar de integrarlo a él. Sí, Jang Seung Yeon no sólo era un excepcional talento para esta industria, sino también una excelente líder para su grupo y empresa.

"Es un pasatiempo que curiosamente compartimos, Monkey." Contestó, con el mismo tono juguetón que había utilizado ella, comenzando a desvestirse de su traje habitual.

"E-espere, ¿¡Q-qué demonios cree que hace!?" Seung Yeon desvió sus ojos a la pared, usando sus pequeñas manos como escudo para evitar lanzarle una furtiva mirada.

"No pensarás que voy a acompañarte haciendo yoga con esta ropa, ¿Verdad? No te preocupes, que vengo preparado para la ocasión." Primero desabotonó y quitó su camisa, luego desabrochó su cinturón y procedió a quitarse los zapatos y el pantalón. Bajo su ropa formal llevaba, curiosamente, una musculosa y pantalones deportivos cortos. Terminó por sacarse los calcetines y le sonrió de vuelta a la Idol.

"Está loco, no pienso hacer yoga con usted, señor Ayudante, ¿Y por qué demonios va vestido así?"

"Yoga, ya te lo dije. Yo también lo practico, de hecho me jacto de ser un muy buen instructor." La chica sólo arrugó el ceño y su mirada se tornó más peligrosa y fría de lo habitual. Dios, sí que le encantaba cuando ponía esa aguerrida expresión, le hacía desear más el momento en que finalmente la sometiera y aquella fiereza se convirtiera en lujuria y pasión. "Monkey, vamos. Esto es parte de nuestro trabajo para habituarnos el uno al otro. Además, por tu forma de vestir me imagino que te esperabas hacer algún ejercicio o algo por el estilo juntos."

"Sí, puede que esperara hacer algo físico ya que me pidió traer música, pero no hacerlo con usted." Sus carnosos labios se movieron en una pequeña mueca de disgusto, su mirada implacable a pesar de que el contrario le sacara unas cuántas décimas de centímetros de altura. Se cruzó de brazos y su cuerpo acompañó esta postura defensiva descansando su peso en una pierna; pero el Ayudante no hacía otra cosa que encontrarla más y más sexy a cada segundo que pasaba.

"Entonces, ¿Qué te parece si bailas una canción? Que eso te ayude a distender tu cuerpo," Sonrió y caminó hacia ella, su sonrisa ladina ampliándose al ver como la morocha daba un paso hacia atrás, como insegura de lo que haría. Pero él simplemente la rodeó y continuó caminando hacia el avanzado equipo de música en la pared. "Vamos, algo con energía para que puedas sacarte la tensión y luego te relajes con el yoga. Ya te lo dije, yo sólo voy a instruirte un poco. Tengo un método muy divertido que estoy seguro que te encantará." Presionó repetidamente uno de los botones del aparto hasta que fue a dar con la canción ideal para lo que quería. "Sabes que amo verte bailar, Seung Yeon, no hay nadie como tú para eso." Sus palabras honestamente halagadoras parecieron desarmar sólo un poco su postura defensiva. "Te diré algo; Hazlo, y te daré una golosina del extranjero que he traído para compartirte. Pero sólo te la daré si me acompañas en esto y te portas bien." Se volteó y volvió a sonreír amable hacia ella.

"¿Quiere que me molesten luego por comer dulces sin permiso o qué? No sé a qué está jugando, pero no me gusta nada."

"Seung Yeon, esto sólo es para ayudarte, ya te lo dije. Nadie se va a enterar de que comiste un dulce, te lo prometo. Tómalo como un premio luego de que hagas esto por mí, ¿Sí?"

"¿Y dónde está el dulce?"

"En la maleta. Entonces, ¿Trato?"

La morocha suspiró con pesadez, antes de ir hasta su pequeño bolso y sacar un elástico para su cabello, atándose la suave y bien cuidada melena oscura en una simple coleta. "...Ponga la maldita canción que quiere y terminemos con esto."

"¡Esa es mi Seung Yeon! Pero espera, que tengo algo más." Caminó hasta el maletín que había dejado en el suelo cerca de la puerta de entrada, y sacó algo del mismo. Seung Yeon intentó dar un vistazo a esos afamados dulces de los que hablaba, pero no logró ver nada desde su posición. El Ayudante entonces volvió hasta ella y le ofreció el objeto.

"¿Qué se supone que es esto?" La afilada mirada de la Idol se posó en la tela que ahora tenía en sus manos. Era obvio lo que era, un simple antifaz negro para dormir, de esos que cubrían tus ojos por completo. Lo que no entendía era su propósito en todo esto.

"Será parte de nuestra actividad, bailarás con eso puesto." Posó su mano sobre el hombro descubierto por el top de la Idol, sonriendo. "Vamos, que ya perdimos mucho tiempo con tanta charla." La morocha le dirigió una última mirada de sospecha, antes de arrugar su nariz un poco, lo suficiente para demostrar su disgusto, y colocarse el dichoso antifaz, acomodando la cola de su cabello sobre el elástico de la prenda para dormir.

"¿Feliz?"

"Casi," Presionó suave con la mano que aún descansaba en el hombro desnudo de la chica. "Ahora baila, que pondré la canción." Tomándola por ambos hombros con sus manos, aprovechando para dar una delicada caricia con sus pulgares a la clavícula de la chica, la movió hasta el centro del salón antes de separarse de ella y presionar el botón de Play en el equipo de música.

Seung Yeon conocía la canción, que comenzaba lenta, y, a pesar de no poder ver nada, su cuerpo comenzó a moverse por inercia propia, siguiendo el ritmo con movimientos sugestivos pero perfectos en su ejecución. Sí, ella era perfecta para esto. Talento natural mantenido por una gran dedicación, esfuerzo y amor a la música.

El ayudante sólo podía ver como cada curva de su sugerente cuerpo se realzaba con cada movimiento, sus tonificadas piernas mostrando la tensión de los músculos en sus muslos y pantorrillas con cada fino giro o seductora sentadilla. Sin poder evitarlo relamió sus labios al ver como por un momento sus brazos se pegaron a su cuerpo y abrazaron su amplio pecho mientras se abría de piernas hacia él.

Aprovechando como Seung Yeon estaba tan metida en el baile, como era de esperarse siendo esta una de sus pasiones, el hombre se acercó al sistema de calefacción del cuarto y aumentó la temperatura un poco más. Lo suficiente para crear un ambiente ligeramente sofocante y encerrado.

El Ayudante negó con la cabeza casi sin poder creerse como tenía a la líder de CLC haciéndole un baile prácticamente erótico y personal, antes de que el ritmo aumentara y la parte más intensa de la canción comenzara a resonar por los parlantes de la sala, y con esto se intensificaran los finos movimientos de la talentosa Idol. Una danza poderosa, intensa y seductora que se le daba a la perfección a la Main Dancer de CLC. Se podía notar a simple vista como su bronceada piel comenzaba a perlarse con sudor, aunque su respiración se mantuviera a un ritmo espléndido incluso llegando al final del tema.

"Dios, eres increíble, Seung Yeon." Apenas unas palmas de felicitación mientras se acercaba a ella una vez terminó la canción, la morocha inflando su pecho de aire antes de soltarlo en un lento suspiro para acomodar su respiración.

"... Supongo que sí es divertido, vendar tus ojos para hacer esto."

"Aún no te los saques, Seung Yeon," Con voz firme, el Ayudante detuvo las manos de la Idol con las propias antes de que pudieran llegar al antifaz. "Ahora el yoga. Distiende tus músculos." Sus manos se movieron a los brazos de la chica, sintiendo el calor de su cuerpo y la deliciosa humedad de su piel perlada por el sudor. Acarició los músculos de sus brazos como si de un masaje se tratara, presionando suave con sus pulgares, soltándola antes de que tuviera oportunidad de sentirse incómoda.

"¿Quiere que haga yoga con esto puesto en mis ojos?" A pesar de que su fina nariz estaba algo cubierta por el antifaz, aun así pudo notar el pequeño y lindo ceño fruncido en ella, muestra clara de su indignación.

"Lo haremos así para afinar más los ejercicios de Yoga." Sonrió aunque ella no pudiera verlo, y continuó. "Además, cuando llegue la hora de probar el dulce, tus sentidos estarán más que agudizados para saborearlo como se debe." La tomó con una mano de la parte posterior del cuello, sus dedos acariciando la raíz de su cabello. "Vas a ver cuánto más te gusta así. Ahora empieza a regular tu respiración." Y la soltó de nuevo, antes de que pudiera decir nada.

Seung Yeon así lo hizo, desacelerando el ritmo de su respiración, comenzando a inhalar y exhalar lentamente, guardando silencio; ya familiar con los ejercicios de yoga.

"Eso, te quiero en perfecta paz y tranquilidad..." Su voz continuaba con aquella natural firmeza de una persona que tiene el poder, pero se expresaba en un tono de voz mucho más bajo, casi susurrando cerca de la tremenda mujer frente a él. Comenzó a rodearla a paso silencioso, posándose detrás de ella, llevando sus manos a masajear los hombros de la morocha delicadamente. "Así, Seung Yeon, muy bien..." Sus expertos dedos se movieron al fino cuello de la muchacha, dedicándole tersas e íntimas caricias que disfrazaba como parte del masaje.

"¿Estás seguro de que, hmh, sabes lo que haces?" Su forma de hablar dejó de tener aquel tono de respeto, tal vez un desliz de su parte, pues su cuerpo se tensó por unos segundos luego de que se le escaparan las palabras de su boca. Un fino suspiro escapó de sus labios, mientras ladeaba un poco la cabeza dejándose hacer por las expertas manos de su Ayudante que, ciertamente, la estaban llevando a relajarse y a sentirse más en confianza. Bueno, para eso estaba él, para mantenerla satisfecha y contenta, ¿No?

Sin embargo, él no podía dejar escapar aquella leve falta de respeto sin más, o perdería su posición de poder con ella. "Silencio, Seung Yeon. Hablarás cuando yo te hable, sólo para responderme." El Ayudante acercó su rostro, inclinándose un poco por la diferencia de estatura, aspirando el delicioso aroma a mujer que expedía a una distancia segura. Bajó sus manos por los hombros de la chica, recorriendo el largo de sus brazos hasta llegar a las muñecas, dedicándoles un pequeño masaje a las mismas. "Esto es para que te relajes, para ayudarte. Si no colaboras no sirve de nada..." Y el Ayudante tuvo que apretar su mandíbula cuando sus manos al fin llegaron a tocar la cadera de la morocha, siendo esta la primera vez que lograba hacer algo tan osado con ella. Miró hacia abajo, y casi se le escapa una carcajada al ver el evidente bulto en su pantalón, a centímetros de la espalda baja, desnuda, de la morocha. Que perfecta elección de prendas había hecho la Idol para esta ocasión, sin darse cuenta. "¿Entendido, Monkey?" Y se permitió inclinarse un poco más, bajando con sus manos hasta llegar a aquellos deliciosos muslos, apretándolos suavemente.

"Sí, supongo..." La respiración de la joven se había entrecortado un poco, pero más allá de eso, no hubo gesto de rechazo alguno. Perfecto.

"Así me gusta," Terminó por ponerse en cuclillas, sus manos bajando por las seductoras piernas de la líder de Crystal Clear, su rostro quedando justo frente a la redonda y firme retaguardia de la inocente Idol. El Ayudante volvió a negar con la cabeza para sí mismo, masajeando suavemente las pantorrillas de la joven y con su mirada clavada en aquellas amplias y tonificadas nalgas, a centímetros de su cara.

"... ¿Señor Ayudante? ¿Vamos a hacer algo más aparte de estarme manoseando tan descaradamente?" La cabeza de la morocha se movió a su izquierda y luego a su derecha, como si intentara buscarle con acusadora mirada, aunque obviamente no podía ver nada.

"Seung Yeon, ¿No aprendes, verdad?" Se había vuelto a parar y habló contra el oído de la joven, con tono firme y seguro, acción que envió ligeros escalofríos por el cuerpo de la morocha. Pero lo que terminó por sorprenderla fue la suave y juguetona nalgada que recibió y le hizo escapar un suave gritito, tensando su cuerpo por unos segundos. "Que guardes silencio a no ser que te hable, ¿No fue eso lo que dije?"

"... L-lo siento."

"¿Cómo?"

"Lo siento. Es que no hemos hecho nada más aparte de ejercicios de respiración. Ni una asana."

"¿Cómo vamos a hacerlo si aún estás tensa?" Devolvió sus manos a la cintura de la chica, un tanto sudorosa después del baile y ahora por el evidente calor que comenzaba a encerrarse en el cuarto. "Inclina tu cuerpo hacia delante, así. Levanta los brazos, quiero tu torso y brazos paralelos al suelo." La sujetó firme, hundiendo suave sus dedos en el firme y entrenado vientre de la Idol.

Siguiendo su instrucción con controlada respiración, la joven de cabello azabache se dejó guiar por las manos que tomaban su cintura, sin tomar en cuenta la posición en la que quedaban.

"Muy bien, así." Seguidamente sus manos fueron a descansar en la espalda de la chica, ladeando su cabeza mientras la devoraba con la mirada. Cuánta gente mataría por poder estar así con la afamada Seung Yeon. Y él la tenía así, a su merced, toda para él. La sostuvo así unos cuantos minutos, mientras las canciones seguían pasando desapercibidas por ambos, apenas como un ruido ambiental de fondo. "Las piernas rectas. Mantente firme, que trabaje tu abdomen." Llevó sus manos en una caricia suave hasta el vientre plano de ella, notando como sus músculos se tensaban por el ligero esfuerzo de la postura. Soltó un suspiro suave, mirando de nuevo el aquel notorio bulto que sobresalía en su pantalón.

"Ahora... el perro boca abajo. Separa las piernas. Las manos al suelo, tu columna recta." La mantuvo sujetada de su cintura por un par de minutos, aún detrás de ella en esa posición comprometedora. Su miembro estaba a milímetros de tocar la cola de la Idol. "Mantén la postura, firme." Como si eso estuviera probando, dio unas cuántas palmadas a los muslos de la morocha, testeando los músculos que estaba haciendo trabajar. Luego se separó un poco, sin decir nada, y acomodó como pudo el evidente paquete de su pantalón. Pero luego de pensarlo unos segundos, decidió sin más sacarse el pantalón y el bóxer slip negro que traía puestos. Silenciosamente los dejó a un lado en el suelo, y con alivio se permitió tocar su semi-erecto y grueso miembro recién liberado. Lo tomó de la base con una mano y volvió a ubicarse pegado a la retaguardia de la Idol, que aún estaba en cuatro patas. Se masturbó suave y lento, queriendo disfrutar más que nada del momento, flexionando sus piernas para que su gorda barra de carne quedara suspendida sobre la cola de la joven.

Tenía un buen tamaño y aún estaba semidormido. Incluso los huevos que colgaban bajo su miembro eran grandes y pesados, conteniendo amplias cantidades de su fértil semilla lista para bombear a chorros. Sonrió, moviendo un poco su verga para que hilillos de líquido preseminal comenzaran a caer sobre la tela de lycra negra que abrazaba la retaguardia de la despistada Idol. Tuvo que limpiar el sudor de su frente, tal vez por el calor de la subida calefacción, o por el propio calor del momento. Lo que estaba haciendo era muy peligroso. Pero increíblemente estimulante a la vez.

"¿Cómo vas, Monkey? ¿Aguantas?" Usó aquel apelativo cariñoso para no levantar más sospechas.

"Sabe que esto no es nada para mí."

"¿Ah sí?" Sonrió de lado, saboreando el momento de ver como su transparente fluido recorría el negro y ajustado pantalón deportivo de la joven, dejando una exquisita mancha sobre sus amplias nalgas. "Esto es un trabajo de dos, tienes un buen instructor." Relamió sus labios, acariciando su ahora firme y duro falo, moviéndolo sólo a milímetros de los tonificados glúteos de la muchacha.

"Sí, como diga, señor Ayudante. ¿Ya terminamos? Hace mucho calor."

"Sólo unas posturas más, creo que ya estás bastante más relajada." Embadurnó su mano con el líquido preseminal que aún brotaba de su verga, antes de llevar la misma a tomar firme la cintura de la chica, mientras que con la otra controlaba a su engordada verga para que no tocara el cuerpo de la joven por descuido. No quería que le sorprendieran aún. "Pero tienes razón, creo que está siendo más calor. Aunque está bien para el yoga." Acarició con su mojada mano la cintura de la chica, queriendo marcarla con su esencia. "Recuéstate en el suelo boca arriba, te quiero recta." La dejó separarse, viendo como sumisamente le seguía la corriente, ignorante de lo que realmente estaba pasando. Suspiró al ver su rostro de nuevo, aquellos labios carnosos remarcando su desinterés ante el momento, sus mejillas particularmente regordetas, al menos para una idol, y por ello jodidamente sexys, y su nariz perfecta. Masturbó su miembro mientras se paseaba alrededor de ella, dejando que toda su persona, tanto su olor como su presencia masculina, inundaran los sentidos de la chica. "Ahora ve separando brazos y piernas de tu cuerpo. Eso, lentamente. Continúa con ese ritmo de respiración."

"¿Así? ¿Todo lo que pueda?" Sus labios mostraban ahora una pequeña mueca, seguramente preguntándose qué clase de asana era esta, o tal vez ante el aire que comenzaba a viciarse con el aroma a cuerpos y fluidos.

"Así, perfecto. Eres muy flexible, como es de esperarse de la líder de CLC." No pudo verlo, pero estuvo seguro de que la muchacha rodó los ojos ante ese comentario. "Unos minutos así, y cambiamos." Masajeó su gorda verga arrodillándose a su lado, dejando caer más líquido preseminal sobre los grandes pechos de la chica aún cubiertos por el top. Podía ver como un hilillo de aquel fluido transparente aún se conectaba a su glande con la prenda de la Idol, y eso le fascinaba de una morbosa forma.

"Bien, levántate. Postura recta, piernas separadas, los brazos pegados al cuerpo."

"... ¿Así?" Nuevamente le daba la espalda, haciendo caso a todas sus indicaciones sin rechistar. La famosa celebridad tenía un cuerpo de locura, pero no podía negar que lo que más le encantaba era su rostro. Pero bueno, su tonificada y entrenada cola estaba en un firme segundo puesto en su lista.

"Así Seung Yeon, muy bien." Llevó sus manos a la cadera de la joven, separando a su vez las manos de la propia Idol de su cuerpo. "Iré subiendo con mis manos, quiero que vayas levantando tus brazos a medida que lo haga." Comenzó a recorrer cada lado de su cuerpo con las manos, notando como ella seguía al pie de la letra su movimiento, elevando sus brazos como le había indicado. Pasó sobre los pechos de la joven, aunque sólo fuera de lado, y continuó hasta llegar a sus axilas, húmedas con sudor.

"¡M-me hace cosquillas!" Pareció evitar una risa mientras su cuerpo se removía, y aunque el hecho le pareció muy lindo, no podía dejar escapar la oportunidad.

"Qué te dije antes, Seung Yeon." No fue una pregunta. Sin esperar respuesta le dio una sonora nalgada que hizo temblar el pequeño pero curvilíneo cuerpo de la chica, haciendo que la Idol pegue un saltito del susto.

"... ¡L-lo siento! ¿P-pero usted no de-"

"Ya lo has hecho varias veces." Y otra nalgada, tomándola del abdomen con su mano libre para que no perdiera el equilibrio ni pudiera escaparse. Un gritito se escapó de sus labios en respuesta al abuso, pero nada más. Se movió para ver su rostro y pudo ver como la joven se mordía su labio inferior.

"Lo siento, mi Ayudante..."

"Eso espero." Le dio una caricia a su cola, apretando suavemente, abarcando con su mano todo el amplio de su tersa carne, degustando con sus dedos aquella firmeza pero suavidad a la vez de un culo tan perfectamente entrenado. "... Bueno, Monkey. Creo que lo has hecho muy bien, a pesar de todo. Ya puedes dejar la postura pero no te quites el antifaz."

Suspirando leve, la joven de bronceada piel bañada en sudor descansó en una postura más cómoda, dedicando una caricia a su retaguardia castigada. "Ahora va a darme mi dulce."

"¿Eso crees? ¿Te lo has ganado?" Se separó de ella e hizo un ademán de ir por su maletín y abrirlo, volviendo a ella con las manos vacías sin siquiera haber tocado el maletín. Un claro teatro pues no existía la tal golosina que le había prometido, al menos no de la manera que la sexy Performer esperaba.

"¡Claro que me lo he ganado! Malo. Ha sido muy malo conmigo, yo le he hecho caso en todo." Y un tierno puchero se dibujó en sus labios.

"Mi linda Monkey... Tienes razón. Te ganaste la golosina. Arrodíllate."

"¡Sí!" Sonriendo, hizo caso sin titubeo alguno. Dejándose caer delicadamente de rodillas en el suelo, sus manos descansando sobre sus perfectas piernas mientras, sin darse cuenta, ponía su rostro a la altura de una enorme barra de carne frente a ella que la esperaba, expulsando sin cesar un flujo transparente de la punta.

"Ahora, lo que te debo decir es que tiene un sabor muy peculiar. Puede que no te guste al principio, pero de verdad es muy bueno. Te dará muchas proteínas. Se lo he dado a otras Idols y al final les termina encantando."

"¿Se lo dejo probar a alguna más del grupo?" Aquel inocente puchero volvió a aparecer en sus labios, mostrando su indignación. Su nariz, por otro lado, parecía olfatear el fuerte hedor de su verga. Si llegó a reconocer aquel olor a fluidos preseminal y sudorosa carne, no lo evidenció para nada.

"Por supuesto que no. Guardé la primera porción para ti. Eres su grandiosa líder después de todo." Masajeó su semi-erecta verga justo sobre la cara de la Idol, el miembro comenzando a despertarse más y erguirse luego de haberse controlado durante los minutos anteriores. Pero ahora, teniendo la inocente carita perlada de sudor de Seung Yeon frente a su el, era imposible que no se pusiera dura y grande para ella.

"Más le vale, señor Ayudante, ¿Y qué es eso que me gotea en la cara? Espero que no sea su sudor, o lo meteré en problemas."

"Nh, estoy dejando caer un poco del líquido de la golosina en tu cara, pero aún no puedes probarlo." Su líquido preseminal comenzaba a adornar el rostro de la Idol, con finos hilillos del líquido transparente colgando de su nariz y recorriendo su mejilla.

"¿Eh? ¿Por qué no? Es mi premio." La aun aparentemente rebelde Idol alzó una de sus manos hasta su rostro con la intención de tomar aquel desconocido fluido pegajoso y probarlo con su boca, pero fue detenida al instante al sentir una mano tomando el lateral de su cuello, con sutileza pero firmeza al fin.

"No, Sung Yeon."

"... Bien." Pareció arrugar su naricita de nuevo, pero no renegó más que eso.

"Tan obediente, nhm, te has ganado el dulce, abre grande la boquita, vamos."

"¿Aah~?"

Gruñendo levemente al estarse masturbando y sintiéndose a punto de venir, tomó con su mano libre el mentón de la joven Idol. "Recuerda... nada... de sacarte el antifaz..." Gimió suave, teniendo a la gran Seung Yeon de CLC de rodillas y con la boquita abierta, salivando preparada para lo que venía, dispuesta a recibir su leche caliente. "Así lo degustarás mejor..." Y con un gruñido final, su verga casi morada por tanto jugueteo y excitación, liberó un tremendo chorro de caliente semen directo a la boquita de la morocha. La cantidad de su espesa corrida pareció sorprender a la chica, que intentó como pudo tragarse todo el blanco y caliente líquido que se vertía a borbotones en su boca, atragantándose por un momento.

Con su sudoroso cuerpo temblando por el clímax, el Ayudante no pudo contenerse más y tomó de la nuca a la sexy morena, antes de jalarla hacia él y hundir su verga en la boca de la Idol, su miembro aun lanzando chorros de su rica y abundante semilla. "Trágatela toda, sin morder." Suspiró, arrugando su cara con gozo mientras miraba como la Idol luchaba por tragarse cuanto podía, tanto de su leche como de su verga, ni siquiera llegando a comerse la mitad de su enorme miembro. Pero estaba bien, era un inicio y podría mejorar. Lo importante es que ahora podía ver sus carnosos labios envolviendo lo que podía de su carne, podía sentir la deliciosa calidez y humedad del interior de su boca, y hasta podía sentir su traviesa lengua jugueteando con aquel bocadillo como buscando degustarlo por completo y a la vez dar con su forma.

Por su parte, la chica llevó sus manos a las piernas desnudas del hombre que la estaba casi ahogando con aquel caliente y espeso líquido y aquella dura y cálida barra que estaba por desacomodar su mandíbula, haciendo un débil intento por separarse. Pero le fue imposible al sentir otra mano en su cabello que sólo la hizo tragar unos cuántos centímetros más de aquel duro y venoso falo, que, curiosamente, estaba igual de caliente que la lechita que le estaban dando de beber, ¿Sería un postre a comer caliente? Sabía que los extranjeros eran muy raros con sus dulces, así que intentaría no quejarse hasta comerlo todo.

"Mgh, mhm, mgh..." Sonidos húmedos y atrevidos comenzaron a resonar por la sala a causa de la Idol que movía su cabeza rítmicamente, comiéndose sin descanso todo lo que podía de aquella carnosa golosina.

"Degustalo bien, Seung Yeon..." Suspiró, contemplando su obra y aún sin liberar su firme agarre de la cabeza de la chica. Semen comenzaba a brotar por las fosas nasales de la Idol, al no poder con la fuerza de su corrida. También caían hilillos mezcla de su semilla y saliva por la comisura de sus carnosos labios. Pero su orgasmo ya llegaba a su fin. Respiró agitadamente, sin soltar la cabeza de la joven ni dejarla separarse de su verga. "Es un sabor exótico, ¿lo notas? Es único, pero aprenderás a que te guste." Llevó una de sus manos a sacar mechones de cabello que se habían pegado al rostro de Seung Yeon por el rejunte de sus combinados fluidos que ahora aceitaban su cara, mientras movía su cadera adelante y atrás a un ritmo lento, introduciendo cada vez un nuevo centímetro de su dura verga que la joven Idol podía ir tragando con cada nueva y suave embestida. Exquisito, sí. Aquel orgasmo había sido tremendo, había valido la pena guardarse el tiempo en el que había oído el interés de Cube Entertainment por sus servicios. Ya se había hecho fama de lograr que las Idols con las que interactuaba lograran mejores desempeños y actitudes, aunque realmente nadie supiera sus métodos. Bueno, aquí había una muestra.

Y ya estaba sintiendo como su verga empezaba a recuperarse para un segundo round, pero ya no tenían mucho más tiempo. Retiró lentamente la barra de carne aún erecta de la boca de Seung Yeon, disfrutando de verla respirar agitadamente, con hilillos de espesa saliva colgando de su boca hasta su miembro, tomando bocanadas de aire luego de que casi la ahogara con su semen y verga.

Su cara bañada en sudor, saliva y semen, la volvía incluso más sexy que antes. Se le estaba antojando más Seung Yeon y eso no era bueno, no por el momento. "A ver, saca la lengua que has dejado mucha golosina afuera. Te la debes tomar toda, Monkey." Vio como ella arrugaba un poco el rostro, pero no soltó queja alguna antes de abrir grande su boca y sacar su cálida lengua para dejarse hacer.

Dejó que su húmeda verga se paseara por el mentón, labios y nariz ajena, recolectando lo que quedaba de su semen antes de volver a meter su miembro en la boca de la morocha, disfrutando de como la Idol removía su lengua por todo su glande buscando atrapar todo el fluido antes de cerrar su boca y hacer un sonoro aunque disgustado trago para terminarse la lechita, como toda buena señorita.

"Usted dijo que sería una pequeña dosis, no toda la golosina." Sonaba indignada, aunque al verla relamerse sus labios no sabía si ese era el caso.

"Si te hubiera dejado tomar sólo un poquito como querías hacer, el sabor te habría chocado y no habrías querido tomar más," La sujetó de su nuca de nuevo, y tomando su miembro por la base comenzó a restregarlo por la carita angelical pero viciosa de la sexy morocha, sonriendo de lado al ver como sólo se dejaba hacer, con sus manos posadas en sus muslos tranquilamente, esperando a que termine. Y lo que más le encantaba era que hasta que no le diera la orden de quitarse el antifaz que cubría sus ojos, no haría ademán de intentar sacárselo ella misma. "¿Pero, te ha gustado?" Esta sesión la había vuelto muy obediente, y lo aprovecharía.

"Es un sabor muy raro, muy calentito, ¿Y es salado? O muy agrio, ¿Por qué dice que es una golosina? Y fue demasiado, no quiero ganar calorías extra tomando tanto de eso," La dejó hablar tranquilamente mientras frotaba su glande contra las fosas nasales y nariz de la chica, ya simplemente gozando del momento, notando como olfateaba nuevamente el fuerte hedor de su barra de carne, arrugando un poco el ceño. "No creo querer volver a probarlo."

"Hmh, pero la vas a volver a tomar. Te la vas a tomar toda como hoy." Se animó a darle unos golpecitos con la verga en su nariz y luego en su cara, sonriendo ante el sonido que hacía su miembro al rebotar repetidamente contra la mejilla de Seung Yeon. Luego pasó a darle suaves golpecitos con el glande a sus húmedos labios, que estaban haciendo puchero ante su aparente orden. Sí, ella aprendería a degustar su verga con gozo, ella y todo CLC.

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Notas finales:

Hola y gracias por darle una oportunidad a este proyecto mío. Antes de seguir, quiero aclarar algunas cosas de esta historia.

Estos relatos seguirán a un personaje conocido como El Ayudante en sus aventuras por la industria del K-Pop intentando llevarse a la cama a cuantas Idols pueda. Procuraré poner el nombre de la celebridad en el título junto a su grupo para que ustedes puedan buscarla si así lo desean y darse a una idea de su aspecto físico. Demás está decir que estas historias son sólo ficción creadas por mí, y no reflejan en nada a la persona real de la que estoy escribiendo. Todas ellas, además, son mayores de 18 años.

Lo segundo es con respecto al hombre que protagonizará la historia. No quise usar a un Idol masculino u otra persona real para esto, por lo que me decidí a crear un personaje llamado simplemente el Ayudante. Este personaje está descrito de una forma tal que tú mismo podrás darle una imagen a sus facciones físicas, más allá de algunas cosas que quedarán especificadas en el fic. Básicamente, quiero que tú puedas imaginarte a tu gusto como es físicamente el personaje.

Por último, la historia constará de capítulos individuales enfocados a una sola Idol (por ahora, puede que en el futuro me anime a escribir un trío, la esperanza no se pierde) que el Ayudante intentará hacer caer. Por ejemplo, este primer capítulo está puramente enfocado a la Idol SeungYeon del grupo CLC, y el siguiente seguramente sea de ella también, para dar final a su "arco" en la historia. Ya el tercer capítulo se enfocará en otra Idol, y así.

Si conoces algo de K-Pop, me gustaría escuchar sugerencias de otras Idols femeninas que les gustaría ver aparecer en esta historia, aunque ya tenga algunas en mente.

Eso será todo. Realmente estoy interesado en ver si hay un público para un relato de este tipo, por lo que apreciaría mucho saber sus opiniones.

(9,33)