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El cambio de una madre (Parte IV)
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Estaba dándome una relajante ducha, me puse a pensar los cambios que había dado mi vida en la última semana. Hace una semana, era una persona normal, con un trabajo normal, con una familia normal, pero ahora algo estaba cambiando. Sobre todo lo de la familia normal. Nunca tuve deseo alguno por mi madre, pero ahora mismo lo único que pasaba por mi cabeza todo el tiempo, era disfrutar del sexo con ella. Hacerla gozar, quería que disfrutara a cada paso, que estábamos dando en el terreno sexual. Pero sobre todo lo que yo quería era FOLLÁRMELA. Me encanta estar con mi madre, estoy muy a gusto con ella, el tiempo vuela a su lado, pero esto también era así antes de que nuestra relación llegase a tener sexo.

Mientras canturreaba en la ducha, un flash vino a mi cabeza, no sé parecía como si estuviese olvidando algo. Pero no acertaba saber que era… Entonces me sacaron de mis pensamientos, las protestas de mi madre.

-Luisja hijo, tienes para mucho? que llevo prepara más de 5 minutos. Son los hombres los que tienen que esperar, no al revés. Protesto mamá.

-Voy, voy no seas impaciente, no me dejas ni darme una ducha tranquilo. Le respondí.

Cuando salí de la ducha, me puse el albornoz del hotel. Cuando salí a la habitación, allí estaba esperando una preciosa madura, radiante, brillaba más que el sol de agosto. Madre mía qué guapa estaba con la ropa que había escogido para ella. Si no fuese mi madre y me cruzaría con ella por la calle, haría lo que suelo hacer cuando me cruzo, con alguna madura de las que quita el hipo. La seguiría de cerca un par de calles por lo menos para poder apreciar esas bonitas curvas, esas preciosas piernas…

La falda le marcaba un poco su redondo culo, sus tacones de 5 cm estilizaban sus preciosas piernas… Como era posible, me había vuelto a empalmar… Era un continuo calentón con esta mujer. Pero, como puede estar tan buena y en 32 años no me dado cuenta? bufff

-Que tal me ves dijo la coqueta de mi madre, mientras daba una vuelta girando sobre si misma.

-Que como te veo Ma? Te veo como lo que eres, la madre más guapa y que más buena está del mundo. Afirmé

Abrí mi albornoz para poder vestirme. Ante los ojos de mi madre apareció mi durísima polla.

-Ves Ma, mi pichita piensa lo mismo que yo.

-Hijo , Estas todo el día caliente, en eso eres igualito a tu padre a tu edad. Siempre estaba caliente, no le importaba el dónde, el cómo pero siempre necesitaba su ración de sexo… Eso sí, sin preocuparse lo más mínimo por darme una pizca de placer a mi.

-Bueno Ma, a partir de ahora eso ya no va a pasar más. Para eso está tu hijo y dejarte bien satisfecha. Dije muy seguro.

-Hijo ya te he dicho más de tres veces, que cuando nos marchemos para casa acabará la tontería está. Será como en las Vegas. "Lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas" vale? dijo mi madre muy convencida.

Cuando estaba buscando mi ropa en el armario caí en una cosa… no tenía ropa suficiente. Yo venía para dos días y nos vamos a quedar 6. Ya solo me quedaban un par de calzoncillos limpios. Se lo comunique a mi madre, mientras me ponía un pantalón vaquero, una camisa y unos zapatos.

-Ma, no hemos caído en una cosa, sólo íbamos a estar aquí dos días y ahora serán 6, yo no tengo ropa, no tampoco calzoncillos, protesté.

Tú, no tienes problema, compraste de todo el sábado pero yo apenas tengo nada. Dije con pena.

-Bueno no pasa nada hijo, no te preocupes por eso, mañana es lunes y las tiendas vuelven abrir, compraremos toda la ropa que quieras… Eso sí la que yo quiera. Si por ti fuese te compras tres chándal y tan contento… Además pagá tu padre, esto le pasa por no venir el a la boda. Dijo risueña.

-Me pongo un poco de colonia y ya estoy listo, le dije a mi madre.

Salimos del hotel y nos dirigimos hacia el mercado de San Miguel. Un antiguo mercado que ahora son bares- restaurantes. A mi madre le gustan mucho los sitios así. Probamos 6 o 7 pincho y raciones que estaban de muerte, regadas con unos buenos vinitos, blancos y tintos.. Estaba súper a gusto con mi madre, bueno siempre lo he estado. Cuando saciamos nuestro apetito, cogí a mi madre de la mano y paseamos por Madrid centro. Había mucha gente.

Vimos la plaza mayor, la puerta de Alcalá, la Almudena, Hasta fuimos al retiro y nos montamos en una barca. Parecíamos dos enamorados… En la barca estábamos enfrentados, mi madre en una de la tablas y enfrente yo en otra. No tenía junta las piernas y pude ver sus bragas y sus medias. Me volví a poner como una moto.

Mientras remaba, seguía todavía dando vueltas que se me estaba olvidando algo. No había forma de acordarme. Mi madre me volvió a sacar de mis pensamientos.

-Bueno rey, me está gustando mucho Madrid, pero después de esto nos vamos al hotel no? Ya hemos conocido unas cuantas cosas. Además anoche no descansamos mucho, y me está empezando a pasar factura. Ahh y se me olvidaba, tú tienes pendiente de enseñarle a mamá, como haces una cosita, dijo muy sonriente.

-Perfecto Ma, pero como tenía mi cabeza en otro lugar, seguía pensando que se me olvidaba, no sabía a qué se refería con "enseñarle a mamá". Que te tengo que enseñarte Ma, pregunté distraído.

-Joder hijo, como te haces el tonto cuando quieres… Pues que es un buen conilingus, que esta mañana no me lo has querido hacer…

Joder es verdad, Ya me podía acordar pronto, de lo que se me estaba olvidando o arruinaría estos días tan especiales junto a mi madre.

La verdad que tenía muchas ganas de comerle el coño a mamá. Le haría gozar como nunca, más que cuando le hice la paja anoche y esta mañana.

Que se corriera en mi boca… Pero antes de todo eso, jugaríamos un poco en el jacuzzi para ponerla bien cachonda.

Cogidos de la mano, paseábamos de regreso al hotel, entonces mi madre me dijo:

-Me muero de ganas de darte un buen beso, llevo más de 5 horas sin darte uno, lo necesito.

Me arrimé a ella y le comí la boca en medio de Madrid, por la calle pasaba gente, mucha gente, pero no llamamos la atención de nadie. Éramos dos personas dándose un beso, en medio de la calle. Nos fundimos en un largo beso, nuestras lenguas jugaron durante unos segundos, hasta que ya nos separamos…

-Te quiero mi chico. Dijo mi madre un poco acalorada por el beso.

Seguimos andando, como si de una pareja de novios se tratara…

Al pasar una licorera, pude ver que vendían champagne, no podía dejar pasar el detalle del jacuzzi sin tomar una copa de champagne.

-Espera aquí Ma, voy a comprar una cosa.

Compre una buena botella. Me sorprendió la pregunta del dependiente.

-Frío o del tiempo?

Era perfecto, tenían champagne frío y encima me regaló dos copas. La tarde-noche prometía. Lo íbamos a pasar en grande madre y yo.

Sin más sobresaltos llegamos al hotel. Mientras que subíamos en el ascensor, mi madre dijo.

-Hay que ver hijo que bien, te portas conmigo. Siempre pienso en como puedes estar soltero, con lo buena persona y detallista que eres. Eres capaz de hacer feliz a una mujer, sin costarte el mínimo esfuerzo… A mí me estás haciendo la mujer más feliz del planeta… Una mujer menopáusica que está a punto de cumplir los 54.

Estas consiguiendo que nunca olvide, estos días.

Joder ya está. Eso era, Mañana era el cumpleaños de mi madre. Joder se me había olvidado por completo, bueno como otros años. Pero esta vez la cosa era distinta estaba en deuda con ella, me sentía obligado a tener un detalle con ella. Llevaba más de 6 años sin comprarle nada… Pobre mujer. No me extraña que a veces este triste… Que mal hijo, pensé. Bueno luego pensaría algo para mañana, ahora tocaba un rato de placer con mi madre…

Abrimos la puerta de la suite mientras nos dábamos un largo y apasionado beso. Mi madre daba los mejores besos con lengua del mundo. Hay que ver qué rápido ha aprendido, con lo mal que lo hacía apenas 48 horas y ahora es toda una experta.

Mientras que nuestras lenguas se unían, jugaban y se entrelazan, yo acariciaba con mucha suavidad el cuerpo de mi madre. Acerté a levantar la falda por la parte de atrás y acariciar su redondo culo.

Seguimos besándonos y comencé a desabrochar los botones de la blusa de mamá, se la quité, ella me tocaba el culo, con las manos metidas en los bolsillos de mis vaqueros.

-Te quiero Ma. Le susurré al oído.

– Yo también cariño mío, pero por favor no pares, y enseña otra manera más de disfrutar. Por favor hijo hazme que pierda la cabeza y me vuelva loca teniendo otro orgasmo.

Besé, su cuello mientras mis manos recorrían todo su cuerpo, pasé mis dedos por encima de su sujetador. Sus pezones ya estaban empezando a estar duros… Busqué la cremallera de su falda y esta cayó al suelo. Me separé para deleitarme con la visión de mi madre, con esas bragas blancas semi transparentes, con encajes y esas medias negras con sus detalles rojos. Hice una foto mental para cuando volvería a casa tendría un recuerdo para hacer una buena paja…

Mi madre se dejaba hacer, la veía un poco perdida, dejaba que yo llevaría la iniciativa. Me volví a acercar a ella y la volví a besar, le solté el sujetar, chupé sus pezones y sus tetas yo ya estaba a mil. Metí mi mano en sus bragas para tocas su humedecido coño, estaba lubricadito. Metí mi dedo por su rajita y un suspiro salió de la boca de mi madre. Cuando acaricié su clítoris, resopló. Le quité las medias y el liguero, le dije al oído vamos a llenar el jacuzzi y seguiremos jugando allí.

Llenamos el jacuzzi y abrí la botella de champagne, brindamos los dos desnudos. Mientras que se terminaba de llenar el Jacuzzi, agarré a mi madre por detrás, y restegré mi dura polla contra su culo, tenía la polla llena de líquido preseminal, estaba a punto de explotar. Apreté sus redonditas tetas, jugué con sus pezones y le ordené que se metiese en el jacuzzi.

Nos seguimos comiendo a besos acaricié su coño, toque su clítoris y le metí dos dedos por su raja la cosa ya estaba más que caliente…

-Ma, estás preparada para que te coma ese coñito tan rico que tienes? le pregunté al oído.

-Me muero de ganas, ya no aguanto más, como sigas poniendo mas cachonda me voy a correr. -Dijo muy segura.

Entonces le dije que sentará en la repisa del jacuzzi y apoyase la espalda contra la pared. Así lo hizo. A la altura de mi cara apareció, ese coño que me había visto nacer hace 32 años, y que ahora me moría de ganas de comerme lo.

Quité el jabón que tenía en su coño y empecé mi labor.

Empecé a subir y bajar mi lengua a lo largo de todo su coño, ella empezó a acariciar mi pelo Seguí metiendo mi lengua por su raja, hasta subir a buscar su clítoris. Se lo chupe…

-Ahhhh acertó a decir mi madre… Joder qué gusto no pares mi amor… Que gusto me matas…

Seguí comiéndole el clítoris, lo absorbía, mi madre se empezaba a retorcer de placer… Entonces absorbí sus labios vaginales… la tenía a punto. Cuando no lo esperaba y mientras jugaba con su clítoris con mi lengua, metí dos dedos en su coño. Los metía y los sacaba poco a poco, fui aumentando el ritmo… hasta que de su boca empezaron a salir quejidos de placer que inundaron todo la habitación. Estaba claro que mi madre se estaba corriendo en mi boca…

Apretaba mi cabeza contra su coño, le estaba gustando y mucho. Tardó 4 o 5 min más hasta que ya soltó mi cabeza y la empujo suavemente hacia atrás…

Dejó caer su cuerpo inerte al jacuzzi.

-Que tal Ma, te ha gustado? Que te ha parecido? pero no obtuve respuesta.

La dejé mientras servía otro par de copas de champagne. La verdad que no me quería quitar el sabor del coño de mi madre, pero toda la vida no podía estar sin beber…

No se movía, tenía la mirada perdida… A los 3 o 4 minutos por fin volvió del shock.

-Brutal. Dijo mi madre, suspirando. Si lo de ayer creía que era LO MÁS, esto es LO MAS DE LO MÁS. No tengo palabras para describirlo…

-Entonces le dije; Ma, yo sé que tú te has quedado muy bien, pero mira como estoy yo.

-A ver, voy a hacerle qué una buena paja a mi niño, que hoy se lo ha merecido…

Mientras me besaba, subía y bajaba, la piel de mi polla, despacio y aumentando el ritmo, poco a poco hasta que después de un rato así, me corrí.

De mi polla salieron unos cañonazos de semen y brotaban por encima del agua del jacuzzi…

-Qué manera de correrte dijo mi madre. No recuerdo que tú padre se corriese así…

-Papá se ha corrido encima de ti? le pregunté intrigado?

-No hijo, siempre lo hizo, dentro de mi para que me quedaría embarazada de vosotros o dentro del condón, el cual cuando acaba, lo tiraba a la basura y yo no lo veía.

Aquellas dos pajas que le hice de novios se corrió en mi mano, pero no recuerdo tal cantidad… Dijo asombrada.

Nos seguimos relajando el jacuzzi y terminamos la botella de champagne. Nos dimos unos cuantos besos y nos acariciamos nuestros desnudos cuerpos. Tras mas de 2 horas salimos del jacuzzi, nos pusimos los albornoces y yo me tiré en la cama a ver la TV. Mientras que ponía una peli, pude ver que madre, estaba buscando su crema para darse. Sin quitarse el albornoz y con una toalla enroscada en pelo, subió una pierna en la mesa y comenzó a darse crema. Entonces me acerque a ella y le dije;

-Ma, me dejas darte la crema a mi?

-Claro que sí cariño, dijo mientras soltaba su albornoz y quedaba desnuda ante mi.

Unté mis manos en crema, y empecé dando un liguero masaje por su espalda, luego pase a sus tetas en la cual me recree un rato, bajé hasta su culo y sus piernas. Volví a repetir el recorrido otra vez. Mi polla esta dura otra vez y me rocé con el culo de mi madre…

-Bendita juventud, estás todo el día preparado.

Tras untar todo su cuerpo de crema, me volví a recrear en su coño, lo acaricié. Mi madre no oponía la más mínima resistencia creo que quería más. La tumbé en la cama y comencé a besar su cuerpo, desde su cuello hasta los dedos de su pie, parando en su ombligo.

Acaricie la raja de su coño y seguía húmedo. Así que sin pensármelo dos veces, volví a comerle el coño. A ella le gustaba pero a mí también.

Le estrujaba el clítoris con mi lengua, la subía y la bajaba desde el culo hasta el clítoris, buuf bufff, qué gusto, decía mi madre. Estaba lista para tener otro orgasmo. El tercero del día…

Tras un buen rato jugando con su clítoris, y sus labios vaginales, se corrió en mi boca. Que sabor más rico.

-No puedo más, acertó a decir mi madre sobre la cama.

Esta vez tardó en reaccionar 5 o 6 minutos. Entonces acertó a decirme.

-Cariño creo que estoy en deuda contigo, quiero chupar tu polla, yo también quiero que disfrutes. Dijo muy convencida.

Yo estaba empalmado como un loco, encima de la cama. Ella era la que tenía que meter mi polla en su boca y chupar. Pensó que sería fácil y que cualquiera lo podría hacer, pero cuando se lanzó encima de mí y engulló mi polla, un grito de dolor salió de boca…

-Ahhh, dije yo, no era de placer. Ma, no más despacio esto es muy sensible, tienes que hacerlo más suave y sobre todo esconder los dientes en tus labios.

-Lo siento hijo, pero es mi primera vez.

-No pasa nada Má, ya aprenderás. Mira tienes que esconder los dientes detrás de tus labios y subir y bajar los labios por mi polla.

Al bajar lo hacía bien pero al subir los dientes arañaba mi polla y me hacía daño. Probó varias veces pero a esto no le cogía el aire. Si escondía los dientes, me raspaba el prepucio con el paladar… un verdadero desastre. Pero no le podía enseñar, así que tras 10 min de dolor, le dije que lo dejara que me dolía mucho, y estaba muy lejos de darme placer.

Pero esta vez, en vez de decaer dijo muy risueña.

-El otro día me dijiste que si a papá le había hecho alguna vez lo de las de Cuba.

-Ja ja acerté a reír, una cubana mamá, una cubana es eso.

-Bueno pues una cubana, como sea. Quieres que te haga una de esas? Si es más fácil mucho mejor. Dijo mi madre.

-Si mamá esto es muy fácil, solo tengo que meter mi polla entre tus tetas y hacerme una buena paja.

-Pues aquí las tienes dijo tocándose las tetitas.

La senté en la cama, cogí un poco de crema y la extendí pos sus tetas. Metí mi dura polla entre sus tetas y las junté. Comencé a subir y bajar mi polla mientras movía mis caderas… Joder que tetas mas ricas, que buena cubana me iba hacer mi madre. Le dije que apretara sus tetas y así lo hizo. Ver esa imagen fue lo más, me puso a mil. Que pedazo de cubana me estaba haciendo mi madre. Deje de moverme y le dije que subiese y bajase ella las tetas y así lo hizo. Estaba tan caliente que iba a explotar en cualquier momento…

Estaba tan a gusto y tan excitado, que no me dio tiempo de avisar a mi madre, y de mi polla salieron unos cuantos chorros de lefa. Alguno fue a parar a su cara, otros encima de sus tetas… Eso sí supo hacerlo y aminoró la velocidad, mientras aflojaba la presión de sus tetas… que gusto madre mía qué buena…

-Lo siento Ma, quería haberte avisado, pero no me dado tiempo.

-No pasa nada, me limpio y listo. Por esto no se muere nadie…

Entonces vi algo que me descolocó, mi madre estaba chupando la lefa que tenía cerca de la cara… Bueno más que chupando, probándola.

-Ma, estás probando la lefa? le dije asombrado.

-Si, no sé, tenía curiosidad por saber a qué sabía. Dijo muy tranquila.

-y te ha gustado? le pregunté intrigado.

-La verdad que no, pero bueno, si un día aprendo hacer mamadas y te corres en mi boca no me voy morir, la escupo y tan felices.

Joder mi madre… la que decía que no iba a pasar nada entre nosotros, y ahora sé cómo hasta mi corrida.

Yo pensé que toda era un sueño y que en cualquier momento sonaría el despertador, pero no fue así.

Mi madre fue al baño y se limpió la corrida, cuando salió, entre yo y me di una ducha rápida.

Nos metimos en la cama desnudos, y mi madre dijo.

-Cariño, estoy reventada, tanto placer me está matando. Tengo el coño muy sensible tanto trajín…

-Bueno Ma, para mañana como nuevo no te preocupes.

Nos dimos unos besos y abrace a mi madre. Espere a que se durmiera, tenía que pensar en algo para sorprenderla mañana.

Cogí mi móvil y puse mi ubicación. Vi que al lado del hotel había una joyería, la cual ya tenía elegí una gargantilla y unos pendientes a juego. Justo al lado había una boutique, en la cual dejé pedidos unos pantalones Negros ajustados, tipo pitillos, una blusa con encajes totalmente transparente, que dejaría ver el sujetador, y una cazadora de cuero roja. En la sección de zapatos pedí unos rojos a juego con la cazadora, de unos 5 cm de tacón. Estaría guapísima. Para rematar el día se me ocurrió, buscar un restaurante de esos que tienen dos o tres estrella Michelin. Esos sitios a mi madre le pierde y nunca había estado en ninguno. Menuda sorpresa se iba a llevar. Mandé correo a 5 o 6 es muy difícil que haya sitio de un día para otro, imposible diría yo, pero quién sabe lo intenté.

Ya sólo me queda idear un plan para salir del hotel sin que mi madre me acompañase. Bueno eso mañana se me ocurrirá algo.

Con todo más o menos preparado para el día del cumpleaños de mi madre. Apagué el móvil y me dormí.

Continuará…

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