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El mejor amigo de mi ex (parte I)
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Tuve una relación de casi 3 años con Mauricio, una persona que no se caracterizaba por ser sumamente atractivo, gordito, morenito, no es de rasgos faciales muy finos, siempre que nos veían juntos, levantaba preguntas o comentarios. Yo no soy exactamente una super modelo, o tener un cuerpazo, pero me defiendo, soy delgada, y tengo algo de cuerpo, cabello negro y piel clara. Pero lo que él no lo compensaba con su físico, lo compensaba con su personalidad, siendo sumamente dulce, detallista, empático y condescendiente.

Si es que tenía una actitud tan buena se preguntaran porque terminamos, el tiempo desgastó la relación, y las discusiones se hacían muy seguidas, e incluso por motivos los cuales no eran importantes, pero las constantes discusiones y peleas terminaron de fracturar la relación.

Al terminar las primeras semanas para mi fueron tranquilas, tenía más tiempo para pasatiempos, podía salir a divertirme con mis amigas sin preocuparme de que pase algo que moleste a Mauricio, o estar pendiente al celular para responder mensajes. Pero al pasar los meses empecé a sentirme sola, si bien los fines de semana la pasaba con mis amigas, y terminaba casi siempre con algún galán de solo una noche, los días cotidianos se sentían vacíos sin el que me acompañe y me haga sentir bien cada día.

El día viernes fuimos al cumpleaños de una amiga, no cercana, pero que sí existía estima suficiente como para que me invite a su fiesta, y de mi parte como para ir. Grande fue mi sorpresa al darme cuenta que estaba presente mi ex, además de su mejor amigo Iván.

Iván era todo lo contrario físicamente hablando de Mauricio, era flaco, pelo no rubio, pero castaño claro, de rasgos muy atractivos. Apenas cruzamos miradas con mi ex se sintió la tensión lógicamente a las amigas con las que me encontraba les pregunte el porque el innombrable se encontraba presente, resultando que Iván era hermano de la cumpleañera, por tanto se tomó la libertad de traer a su mejor amigo, sabiendo esto me arrepentí de ir al cumpleaños. Más sabiendo que con unas copas ya estaría buscándolo para hablar, o discutir, situación que definitivamente prefería evitar.

Entrando la noche yo hacía todo lo posible por evitar tomar, obviamente por la presión a ratos tomaba unos cuantos sorbos, pero el objetivo de mantenerme sobria se iba cumpliendo. A diferencia de Mauricio que mi presencia creo que motivó a que tomase más de la cuenta, cada vez que dirigía mi mirada a su grupo, solo veía como tomaba y terminaba vaso tras vaso, o directamente tomaba de la botella. Dentro de mí sabía que era cuestión de tiempo que el borrachín de la noche hiciera una escena o se desmaye, lo que pasará primero. Dicho y hecho, entre balbuceos y gritos empezó a llamar la atención específicamente ese grupo de personas, porque Mauricio empezó a querer pelear con otro tipo, el cual no conocía. Entre empujones y su grupo jalándolo, terminaron saliendo todos los de ese grupo de la fiesta. En parte me sentí mal por él, ya que en mi cabeza sentí que había tomado de más por mi presencia, pero en otra gran parte me sentía sumamente aliviada, ya que ahora sí podría tomar libremente sin miedo a terminar cometiendo errores que al día siguiente me arrepienta.

Empezaba a hacerse tarde, y conforme pasaban las horas y la gente se iba retirando, yo iba terminando vaso tras vasos de alcohol, primero uno de Vodka, uno de Fernet, un poco de Ron y entre uno o dos shots de tequila. Finalmente los que quedamos en la fiesta estábamos todos entonados, como éramos solo 10 personas, decidimos tomar asiento en su juego de sillones para conversar y jugar uno que otro juego para tomar. Antes de empezar, escuchamos abrirse la puerta y escuchar que alguien volvía, yo solo cerré mis ojos y ya me mentalicé que si era mi ex, vendría siendo hora de irme de la forma más disimulada. Fue mi tranquilidad el descubrir que el jugador número 11 sería Iván, el hermano de la cumpleañera y mejor amigo de mi ex. El cual supongo yo que por trivialidades de la vida, terminó sentado a mi lado, y al ser que ya estábamos apretados en los sillones, con el mas en el sillón terminamos muy pegados.

Empezamos hablando de trivialidades, pero entre copa y copa, Iván terminó confesando que en alguna ocasión mi ex, me habia engañado con una chica de su curso, debo admitir que me dolió mucho enterarme, pero puse mi mejor cara de póker fingiendo que no me afectaba y que se trataba de algo del pasado. Posterior a la cháchara entre todos ebrios, nos dispusimos a jugar Verdad o Reto, donde ventilamos todos los secretos de todos como fantasías sexuales, aventuras que hemos tenido, experiencias en relaciones sentimentales y sexuales, en sí todo aquello que pudiera ventilarse, pero también los retos estaban presentes, en un inicio siendo más graciosos o ridículos, o enfocados en hacer que el que debiera hacer el reto tomará más alcohol.

Obviamente ninguno se salvó de ventilar verdades, hacer retos humillantes o tomar más alcohol del debido. Se imaginaran que yo ya estaba tanto ventilando posiciones o cosas que hacía con Mauricio, haciendo bailes ridículos y tomando hasta el agua del florero. Todo eran risas, hasta que empezaron con retos más comprometedores, como ser besos, nalgadas, o cosas por el estilo, y sabiendo que eventualmente me tocaría besar a alguien grande fue mi sorpresa que me tocaría besar a Iván, y el reto vino nada más que de su propia hermana.

En un inicio fue evidente la incomodidad de ambos, sin embargo hubo muy poca resistencia por parte de Iván, finalmente terminamos dándonos un beso, no fue muy prolongado, ni fue solo un pico, sorprendentemente se sintió muy bien, y había por mi parte ansias de que este se prolongue y creo que por su parte igual. El beso terminó con una mirada fija que ambos nos dimos, se sintió como una eternidad cuando en realidad sólo duró unos 2 o 3 segundos.

Conforme avanzaba el juego en tres ocasiones más terminamos besándonos, cada vez con besos más prolongados y más intensos. Poco a poco la noche avanzaba, y cada vez se iban yendo más y más de los 11 que estábamos jugando. Hasta que al final solo quedamos la cumpleañera, Iván y yo, después de una última ronda de shots, mi amiga se paró, dijo que estaba demasiado ebria y se fue a su cuarto, supongo que a dormir.

Quede a solas con Iván, nos miramos unos cuantos segundos, y yo al no poder aguantar el contacto visual con una sonrisa solo baje la mirada, a lo que escucho

¿Quieres que suceda?

No necesite mas invitación, me lance a sus labios de forma desesperada, me monte en sus piernas y empecé a besarlo de forma frenética, beso que él correspondió. Sus manos se posaron en mis nalgas, presionando y apretando. De forma casi instintiva empecé a mover mi cintura, frotándome en él, sintiéndome tan bien, sintiendo como aquel roce masajeaba mi parte sensible fue inevitable que pequeños gemidos empiecen a salir de mi garganta, incluso cuando mi boca estaba ocupada devorando la suya. Empecé a sentir como algo empezaba a crecer desde su pantalón, comenzando a presionar en donde estaba apoyada. Yo solo con una sonrisa cómplice le dije en su oído

¿Quieres que suceda?

De manera veloz paso directamente a besar y morder mi cuello, dominándome por completo. Incline mi cuerpo hacia atrás casi por reflejo, regalando totalmente mi cuello, ya no había resistencia alguna en mi mente, me sentía mojada como nunca antes. Una de sus manos no dejaba de manosear mi trasero, mientras con la otra inmediatamente por sobre la ropa empezó a presionar y masajear uno de mis pechos. Era momento de dar el siguiente paso, yo tomé la iniciativa, y quito tanto su polera al igual que la mía, quedando nuestros torsos al descubierto con la excepción que yo aún mantenía mi sostén, pero aún no era suficiente, quería más.

Pase mi lengua por su oreja, bajando lentamente con un camino de besos y lamidas, pasando por su mejilla, su cuello, su pecho, su abdomen, pero al momento de llegar abajo de su ombligo, encontré su pantalón que aún estorbaba, viéndolo a sus ojos con la cara más inocente posible que podía hacer desabroche su cinturón y baje su cremallera facilitando que le baje sus jeans de un solo tirón, en este punto solo quedaba su ropa interior entre yo y mi objetivo.

Retiro la ropa interior y como sale inmediatamente su pene, el cual no es fuera de lo común, pero para mi es imposible no compararlo con el de su mejor amigo, tal vez el morbo o una malicia interna mía, pero en definitiva la sacaba un considerable diferencia. No puedo más e introduzco la cabeza entera a mi boca, y comienzo a bajar y subir, intentando en cada ocasión meter un poco más de su miembro. En determinado momento siento como su mano empieza a agarrar mi nuca, dirigiendo y empujando mi cabeza, obligándome a que mayor parte de su virilidad ingrese en mi boca. En esos momentos sentía el choque de su cabeza con mi garganta, y eso no hacía más que ponerme más húmeda, si es que fuese posible. De más queda señalar que ya su miembro entraba totalmente en mi boca, mi mentón con un poco de esfuerzo podría fácilmente chocar con sus bolas.

Siento como su mano me jala del pelo y me lanza contra el reposabrazos del sofá, dándole la espalda. Siento una nalgada que retumba por todo el cuarto generando que haga un grito ahogado, no puedo evitar sonreír del morbo que me generaba que me traten así. Apoyándose en mi espalda desabrocha rápidamente mi pantalón y me lo quita de un solo tirón, al dar vuelta levemente y verlo, no era el Iván amable y tranquilo que recordaba, era alguien diferente desesperado por cogerme. No se toma el tiempo para bajar mis bragas solo aparta a un lado la tela que cubre mi intimidad y prosigue a apoyar su virilidad en mi entrada.

Despacio fue entrando en mi, sentí primero la cabeza ingresar, luego como suavemente se desliza dentro mío, cuando termina de meterse totalmente en mi, su abdomen fue acostándose casi totalmente en mis nalgas. Lentamente su mano empieza a recorrer todo mi brazo hasta tomar la mía, entrelazando sus dedos con los míos. Progresivamente el movimiento de cintura empezó por su parte, generando que su pene saliera hasta la mitad, y de golpe vuelva a ingresar en mi. No era un miembro grande, o que el tenga movimientos dignos del Kama Sutra lo que me excitaban, si no era el saber que él era el mejor amigo de mi ex pareja, el morbo de pensar en él qué pasaría si Mauricio se enterase que su novia de tanto tiempo, ahora estaba siendo penetrada por su mejor amigo de toda la vida. Y como si la situación no fuese lo suficientemente morbosa, de golpe aumentó cuando el celular de Ivan empezó a sonar. Sin necesidad de sacar totalmente su miembro de mi alcanzó su pantalón, sacando su celular y contesto.

-Alo, Mauri, ¿ya te encuentras mejor?

Era mi ex novio que lo llamaba, la culpa me invadió por completo, pero a la par saber que el pene de su mejor amigo estaba aún dentro mío sin importar la llamada me invadió de excitación. Ya el control en mi era casi nulo, y casi instintivamente empecé a mover mis nalgas de adelante a atrás, empalándome yo sola con el miembro de Iván.

-Si, si, ya todos se fueron, ahora estoy limpiando todo el desastre. -Decía Iván con la voz entrecortada y nerviosa, viendo mi rostro iluminado con una sonrisa perversa mientras movía mis nalgas.

-No hermano, no hay chance de que vengas, ya no hay más alcohol además que yo ya quiero dormir.

Mentía Iván por obvios motivos mientras me hacía señas para que parara y así evitar ser descubierto. Señas las cuales ignoré, e hicieron que mis movimientos sean más profundos y agresivos aumentando el ritmo, obviamente complicando la poca calma que aún le quedaba.

-Vale, vale, mañana hablamos, hasta mañana. -Finalmente colgando el teléfono

Lo único que podía hacer era acompañar mi travesura con una sonrisa, mientras lo miraba atrás mío.

-Dios mío, pero que zorra, casi haces que nos descubran, ahora la pagaras. -Mencionó Iván con una mirada e intención de castigarme.

De forma agresiva tomó mi cabello jalándolo hacia él, mientras con la otra mano ahorcaba como podía mi cuello. Empezó el mete y saca, pero de una manera más frenética y agresiva. Penetrando constantemente, generando el sonido de aplausos a raíz del choque de su pelvis con mis nalgas. Por si fuera poco, sentía constantemente el rebote de sus bolas contra mi piel. Poco o nada ya me importaba en el despertar a su hermana o a algún vecino. Si antes aguantaba los gemidos, aquello ya era solo una idea, ya que los sonidos que salían de mi boca por poco eran gritos, no pidiendo, sino exigiendo que siga penetrándome.

-Por favor, no pares, sigue sigue.

-Que rico, me encanta, así me encantaaa.

-Dios mío, por favor cógeme.

Gritaba constantemente ante la mágica cogida que me estaban dando, explotando en un fantástico orgasmo, el cual no fue impedimento claramente para que el siguiera maltratando mi sexo.

No fueron uno, ni dos o tres minutos que mantuvo este ritmo, si no que ya llegaríamos a los 10 minutos casi de aquello. Él perforando mi coño, y yo gritando que me encantaba lo que hacía. Pero yo no podía seguir a ese ritmo y caí rendida al sillón, dejando mis nalgas levantadas a la disposición de Iván, para que hiciera lo que quiera, de más está decir que ya había terminado con toda mi energía, y él estaba próximo a explotar.

De repente solo escucho un fuerte gruñido por parte de mi amante mientras se retira de mi interior, y siento como un fuerte chorro caliente de un líquido espeso cae en mi espalda, y algunas gotas chorreando por medio de mis nalgas rozando mi ano y mis labios vaginales. Cuando levanté la vista entre un espacio que existía en el sofá me pude dar cuenta que mi amiga y hermana de Iván estaba espiando desde no se hace cuanto tiempo por su puerta semi cerrada. Antes de poder pensar en él como reaccionar siento como Iván cae a un lado del sofá jalándome y abrazándome por mi hombro.

*******************

Han pasado aproximadamente unos 5 meses, desde aquel encuentro con Iván, por unas cuantas semanas el chat era constante con él, aquella sensación de ausencia de cariño que tenía, y de tener ese compañero que me acompañe en el día a día estaba siendo cubierta. Desde las banalidades de contar lo que hicimos en el día o los problemas que me aquejan se los contaba. Hasta que en cierto punto, el me dejo las cosas en claro, lo nuestro no iba a tener un futuro, él era el mejor amigo de mi ex, y por más que yo le encantaba y blablablá. En resumen, que lo nuestro fue un encuentro de una noche.

Poco tiempo después de quedar en que aquello nunca debía saberse, retome el contacto con Mauricio, mi ex novio. Y efectivamente como muchos estarán pensando, terminamos volviendo a tener una relación. Ya llevamos un mes desde que regresamos, y sé que la única cómplice hasta ahora no hizo comentario alguno, o eso espero.

Nunca olvidaré esa noche, pero espero de igual forma que nunca nadie, se entere de lo que pasó, y constantemente tengo el miedo de que ese secreto se conozca, es un fantasma del pasado. O eso creía.

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