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El nido ocupaba remodelaciones (Parte 2): Conclusión

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Espero sea de su gusto esta conclusión, fui a lugares que no son muy comunes para mí, espero que sea placentero para ustedes como para mí, en espera de sus comentarios que siempre son motivantes.

A la mañana siguiente, cuando llevaba a Mi Rey al aeropuerto,

Y: ¿Rey mientras estén trabajando en casa como vez si me voy con mis papás a pasar el fin de semana? -tratando de evitar a mi atormentador.

Mi Rey: No mi Reyna, necesito que supervises a estos cabrones para que terminen en tiempo y forma lo pactado. - con si habitual machonearía.

Y: ¿Pero son gente de confianza de tus papás no?

Mi Rey: “Si, de mis papas, pero no míos, ese Don Beto nunca me ha caído, siempre queriendo ser muy fraternal conmigo desde chamaco”. - algo pensativo- siempre con su “compadrito”, compadritos mis hue… sos”

Y: Bueno, entonces…

Mi Rey: Entonces nada, tu supervisas a estos cabrones punto.

Y como lo que dice el Rey se hace, pues… al llegar a nuestro nido, Don Beto con su gente ya estaba dentro habían entrado con la llave que le dimos. Al ingresar al nido todos los chalanes de Don Beto dejaron de hacer lo correspondiente para fijar su mirada en mí.

Me sentí como una pequeña gatita rodeada de por una jauría de rottweileres, cada uno de estos hombres era más mal encarado que el anterior, note que habían movido muebles y estaban trabajando avanzando rápidamente en el proyecto, armándome de valor pregunte por Don Beto, con vista señalaron así la alcoba.

Mientras avanzaba me sentía violada por la mirada lujuriosa de estos hombres de aspecto ordinario.

Ahí estaba Don Beto trabajando en la puerta de mi dormitorio. Le había dado la vuelta a la cerradura para que ahora se bloquee desde el exterior.

Y: Que Hace? - secamente

DB: Hola “María”, ¿cómo amaneció la gata más cachonda del barrio? - sarcásticamente.

Solo pude poner cara de disgusto sin saber que responder.

DB: Para que le pegas a la digan si bien que te gusto, estas igual que suegra, se hacen las apretadas, pero bien que les encanta la riata, pinches viejas putas- riéndose a carcajadas dominante

Y: "Como?" con sorpresa, no podía comprender bien lo que estaba diciendo. "¿Es en serio?"

DB: "A webo que sí, tú y tu suegra se echan un tiro en lo caliente y putonas que son".

No podía creer lo que estaba escuchando. Mi educada y recatada suegra era una puta más de este viejo perverso. Ella que siempre me había considerado como arribista en mi relación con MI Rey no bajándome de zorra interesada. Ahora estaba aprendiendo que en realidad la clase de fichita que era ella.

DB: "Bueno, aunque su panocha ya está más abierta un y su culo más restirado que el tuyo después de 30 años de estar cogiéndomelo", con su sonrisa sínica. "Y tu estas más buena de los ella nunca estuvo".

¿Treinta años? Me quedé impresionada por la revelación. Ni siquiera podía procesar la información de manera significativa. Mi mente fue primero hacia la negación. Ciertamente, mi ex suegra no pudo haber tenido una aventura continua con Don Beto todos estos años. Seguramente era una más de sus maquinaciones, concluí.

Aun salía de mi estupor, cuando con una mano me tomo de la cintura y la otra por la nuca y me beso casi mordiéndome, ahogándome con su lengua profundamente en mi garganta, yo tratando de apartarme de entre sus brazos solo conseguía restregarme mi cuerpo contra el de él, que era contraproducente a mi intención.

Apenas se separó de mi pude tomar algo de aire, aun sofocada me agarra y me empuja hacia la habitación, y con su mano en la nuca me empuja hacia abajo sobre mis rodillas.

DB: "¿Estás lista para tragártela toda otra vez?"

Y: "No, espera, yo no… “tratando de conservar mi dignidad

Se desabrocho el cinturón y saco la polla. Acababa de vérsela ayer, pero me sorprendí de vérsela de nuevo. No parece posible, pero parece aún más grande.

Y: “ok, si…”- resignada a no detener lo indetenible

DB: "¿Si que, PERRA?" "¿Es sí, señor, o sí, papi?"- socarronamente

Y: "Sí, papi. O ¿Cómo te dice mi suegra?"

DB: "Esa puta me dice: 'sí, señor Martínez'"- a carcajadas - "Pero chingados estás esperando a mamar verga órale” con impaciencia.

Apenas acomode mi boca sobre la cabeza de su polla en mi boca, Don Beto agarró mi cabeza y empujó lo más profundo, mis labios estaban contra su ingle.

DB: “Te dejas de jaladas que ambos sabemos que te encanta la verga, puta".

La gran cabeza su polla supero mi reflejo nauseoso, pero no sin algunos momentos de pánico de mi parte. Para deslizarla por mi garganta. Sabia por experiencia que solo me quedaba relajarme y no luchar.

DB: "Se ve que te encanta tener la verga hasta el fondo de tu garganta, putilla"

Tener una polla alojada en la garganta no es como tenerla en tu coño o en tu culo. Ese elemento de placer se pierde si no se actúa con cuidado se trata de sobrevivir sin demasiado daño. Y no importa lo que digan los demás, no puedes respirar mientras tienes una polla en la garganta y menos si es de ben grosor.

Y: "Sabía que esos labios eran de una chupavergas, pero no me imaginaba que fueras mejor que la zorra de tu suegra".

Don Beto tiene su polla tan adentro de mi garganta que podía sentir su espinoso vello púbico contra mis labios. Claramente está tratando de ver cuánto tiempo podía soportarlo, y parecía estar disfrutando de mi incomodidad. Empiezo a alejarlo de mí, pero es demasiado fuerte. Pero justo cuando creo que me voy a desmayar, me saca la polla.

DB: "Chingada madre, eres buena putilla".

Me desplomo en el suelo, y mientras estoy jadeando y tratando de recuperar el aliento, cuando un cálido y pegajoso liquido se derramo por mi cara, era el abundante semen saliendo de la polla de este viejo abusivo.

DB: "Pinche puta, eres toda una profesional ¿haz mamado muchas vergas?"

Y: "Sí"- con picardía

DB: "¿Cuántas?" -lascivamente

Y: "No sé, Muchas, otras…” -con cierto fastidio

DB: "Piche puta"- riéndose

Mientras limpio el semen de mis ojos, escucho que la puerta se cierra de golpe y la cerradura gira. Me levanto de un salto y voy a la puerta. Está cerrado y no puedo salir.

Y: "Don Beto", le grito. "Abra la puerta".

No hay respuesta, y empiezo a golpear la puerta, pero no hay respuesta.

Y: "¡Oye tú, imbécil!" Grito. "¡Abre la maldita puerta!"

Él no responde. Decido que será mejor adoptar un enfoque diferente.

Y: "Papi, lo siento. Seré buena. Por favor, déjame salir".

Sin respuesta. Revise mi alcoba, estaba mi la televisión, mi computadora y mi teléfono. Nuestros closets y cajoneras habían sido vaciados, el baño tenia toalla y enceres de limpieza personal, con la esperanza de que Don Beto me deje salir en algún momento. Encendí la TV no es divertido cuando estás atrapado en una habitación sin salida, te vuelve un poco loco y menos a saber que estaba encerrada por un viejo que iba a volver seguramente a cogerme.

Podía escuchar como trabajaban en el nido, pero Don Beto no volvió en todo el día. Estaba un poco enojada. Ni siquiera había comido nada antes de llevar a Mi Rey al aeropuerto y estaba muerta de hambre. Era un día caluroso y también tenía sed. Afortunadamente, tuve que beber un poco de agua del lavabo.

Finalmente, se hizo de noche. Estaba empezando a preocuparme y enfadarme. Podía escuchar que dejaron de trabajar y tenían música, percibía el olor a comida, estos tipos corrientes ya tenían fiesta en mi casa y yo encerrada sin comer. Le envié un mensaje de texto diciendo que, si no venía y me dejaba salir, conseguiría el número de su esposa de mis suegros y le diría lo que me hizo.

En aproximadamente media hora, la puerta se abrió y Don Beto entró, con cerveza en mano. Traté de salir de la alcoba, pero no me dejó. Me tomo de los brazos zarandeándome.

Y: " Don Beto" Grité. "Me lastima".

DB: "Mira pequeña puta, o te comportas por la buena o a vergazos, Nunca me amenaces, ¿oíste?"

Y: "¡Me encerraste en mi propia casa todo el día!".

Me dio otra sacudida, No soy estúpida. Dejé de hablar y me miré los pies.

DB: "Ahora a mamar verga" ordenó.

Y: "Sí, papi", dije dócilmente, mientras me arrodillaba.

Afortunadamente, esta vez no trató de meterlo en mi garganta, sino que se contentó con dejarme atender la cabeza de su polla. Después de un rato, me levanto y me desnudo con toda la calma para después tirarme a la cama. Abrí las piernas para él, pero me dijo que me pusiera a cuatro patas.

DB: "A las putas como tú y tu suegra se les coger como perras que son"

Su polla se abrió camino por mis depilados labios vaginales y comenzó a entrar en mí, mi interior se estiró lentamente para adaptarse a su circunferencia. Se deslizó mucho más dentro de mí de lo que jamás había experimentado. Finalmente sentí que sus bolas se posaban contra los labios de mi vulva, lo que indicaba que estaba completamente dentro de mí, me sentía tan llena de polla, como si fuera a salir de mi boca si sus bolas no lo hubieran detenido.

Y: "Ay... Dios... tan... delicioso..."

DB: "Así como se coge a las perras", mientras continuaba bombeando dentro y fuera de mí. "Les encanta recibir verga bien empinadas".

Me folló como un animal salvaje, su polla golpeando en mí en poderosos golpes salvajes. Cada zambullida me empujaba más hasta que mi cabeza estaba contra la cama y todavía me removía todo mi interior.

Yo solo gritaba inesperadamente excitada, mi orgasmo tomó el control; Comienzo a correrme con el clímax intenso. Grité antes de perder el sentido.

Supongo que solo estuve inconsciente unos segundos y cuando abrí los ojos, Don Beto estaba sonriendo y mi coño se inundó con su semen caliente y pegajoso.

Y: "Wow, eso fue… eso fue…" Jadeé, sin encontrar palabras.

Su polla todavía estaba dura y comenzó a follarme de nuevo sin siquiera sacarla después de su primer clímax, me cogió hasta el clímax otra vez, y otra vez, tuve tres orgasmos antes de que sacara su polla de mi coño empapado, No paraba de cogerme hasta que finalmente dije que tenía hambre y sed que necesitaba algo para de beber al menos.

Don Beto salió de mi coño. Me dio un sorbo de su fría y refrescante botella de cerveza. Trate de coger la botella, pero la aparto de mis manos.

DB: "No tan rápido puta te lo tienes que ganar".

Me puse de rodillas para chuparle la polla, pero me detuvo.

Desnudo con su polla aun en pie de guerra abrió la puerta desde ahí grito:

DB: “Pinche “*Queso” ven pa´ca cabrón” (*lo hicieron por no tirar la leche).

Dejó entrar a uno de sus chalanes mientras yo me sentaba completamente desnuda en la cama.

El tipo era desgarbado pero fibroso solo traía puesto unos jeans, su mirada se clavó en mi lujuriosamente asombrado, debió haber visto el semen de Don Beto brillando en el interior de mis muslos. Por alguna extraña razón me sentía jactanciosa y abrí un poco más las piernas dejándolo ver el desastre que había creado su Patrón.

DB: “Como ves, cabroncito, ahora si me crees que me estoy cogiendo a “María” la gata” – burlonamente.

Queso: “No pues así, si, pues me dejo callado de hocico”

DB: “Este pendejo creía que eras la Patrona de esta casa, por lo buena que esta, pero yo le dije que eras la gata más puta de la zona, por obvio la dueña de esta casa nunca cogería con los sus trabajadores, ¿qué no?” sínicamente con lujuria

Yo solo asentí

DB: “Para que veas que soy buena onda de voy a dejar que le batas la malteada, pero eso si con condón” – sacando un preservativo de sus pantalones que estaban tirados a lado de la cama.

El Queso no se lo pensó dos veces, tomo el condón y se deshizo de sus jeans llenos de mezcla, desnudo completamente a excepción del preservativo en su erección, se acercó hambriento de lujuria, ¡Ahora era María la puta de Don Beto y me tendría que atender a este chico!

Me reposté sobre mi espalda y abrí mis piernas mientras me montaba y le ofrecía mi coño empapado a su polla. Se deslizó dentro de mí como un cuchillo caliente en mantequilla, su polla llenando el vacío dejado por Don Beto. Envolví mis piernas alrededor de sus nalgas y lo atraje hacia mí. Empezamos a follar mientras, Don Beto quería espectáculo, espectáculo le iba dar.

El pobre muchacho no sabía lo que había sucedido cuando rodé sobre él y comencé a saltar salvajemente arriba y abajo en su deliciosa polla.

Q: "Que rico te mueves María, ¿Te gusta esto mami?" sonrió mientras sus bolas se azotaban contra mi vagina.

Solo gemí con incredulidad.

Lo cogía con saltos largos y poderosos, moviendo mis caderas con frenesí, sus grandes manos agarraron mis hombros y me forzaron a bajar más íntimamente sobre su deliciosa polla encerrada por el preservativo.

Gruñí tratando de acomodarme alrededor su polla, ya había llegado a pequeños clímax media docena de veces, pero buscaba mi gran explosión orgásmica, pero, entonces el Queso entregó su esperma dentro del profiláctico. Sentía los espasmos de su pollo queriendo depositar sus chorros calientes de semen dentro de mí, pero siento atrapados por su cubierta de látex.

Baje de él jadeante sudorosa estaba cubierta de sudor y desnuda como gata en celo en un frenesí de reproducción, con la boca seca.

DB: “Que tal he?”

Y: “Tengo Sed” jadeante, respirado agitadamente.

DB: “NO te hablo a ti gata”-molesto- “A ver mi Queso estuvo bueno o no?”

Q: “Que rico estuvo eso patrón muchas gracias”- sonriente y satisfecho, quitándose el preservativo.

DB: “NO lo tires, dáselo a María y vete a organizar a los demás para que tomen su turno antes de irse” entregándole un paquete de preservativos “Pero ya saben todos con sus globitos o no hay fiesta”

El Queso salió presuroso a buscar al resto del grupo.

DB: “Pues mientras se ponen de acuerdo mis chamacos quiero date por el culo, perra, ¿Quieres que lo lubrique o lo quieres seco?" - jalándome del tobillo hasta la orilla de mi cama.

Y: "Lubricado, por favor".

DB: "Pues ahí tienes con que “señalando el preservativo lleno del semen del Queso que estaba sobre mi vientre.” lubricante, entonces, putilla".

Saqué el semen y lo coloqué sobre y dentro de mi ano con mis dedos. Como ya era costumbre Don Beto no fue amable. Me tomo sobre mis codos y rodillas, No mostró piedad conmigo mientras me follaba duro por el culo, yendo tan profundo como podía.

Después de que terminó de correrse en mi culo, Don Beto se sentó a mi lado en la cama, tomo otro trago de su apetitosa cerveza, moría de sed en esos momentos.

Yo yacía boca abajo, desfallecida y agotada, me ofreció otro sorbo, cuando llego el siguiente chalan.

Autogol*: “Se puede conPENETRAR?”- sonriente ya desnudo enfundado con el preservativo. (*lo hicieron sin querer)

DB: “Autogol, pásale que ya María esta lista para ti” sínicamente

Autogol era muy gordo con una panza prominente con un corte rape para disimular su calvicie prematura.

Autogol: "¡Vas a saber lo que coger mamacita!" auto complacido.

Me montó mientras reposaba indefensa sobre mi pecho, mi coño todavía estaba húmedo con el abundante semen de Don Beto y mis jugos internos. Lo sentí como se encajaba gorda cabeza su polla entre mis suaves labios vaginales con facilidad. Con un poderoso empujón se deslizó dentro de mí.

Y: “Ay Dios, despacio…” Automáticamente mi coño apretó su polla.

Autogol solo mugía como animal salvaje, apoyando todo su peso sobre mi dejándome inmóvil, entraba y salía de capullo. Gemía con cada embestida de sus caderas sobre mis nalgas.

Fue una cogida de lujuria, cogió sin miramientos contra el colchón como un animal salvaje. Mis caderas subieron y chocando mis nalgas contra sus ingles en cada zambullida en mí. Quería buscar mi propio orgasmo antes que el terminara.

Autogol: "¡YA mero, ya mero ya casi!" - susurró en oreja con su fétido aliento a cerveza y supe que estaba a punto de correrse.

Cerré los ojos y sentí los espasmos de polla sacudir el interior de mi coño. Fue suficiente para desencadenar mi propio estallido, mi orgasmo se estrelló contra mí en un diez en la escala de Richter.

Todo mi cuerpo tembló, los dedos de mis pies se curvaron, reposaba totalmente descuartizada mientras El Autogol Finalmente se desmontó dejando mi vagina sintiéndose tan vacía.

No por mucho tiempo, antes de que el sudor se evaporara de mi cuerpo, sentí que unas manos me giraban por la cadera boca arriba, otro chalan estaba tomando el lugar que dejo el Autogol.

DB: "Tranquilo, mi Elvis*, para todos hay puta hoy" (*el visco, o podía ocultar que era por sus ojitos pispiretos)

Creo que Tres más de los chalanes de Don Beto visitaron mi alcoba esa noche. No estoy segura aun, Cada uno depositando su semen en los preservativos, preservativos que Don Beto, fue guardando, cuando todo ese bacanal de hombres se retiró.

DB: "Te dejo esto para que comas", señalando los preservativos usados y llenos de semen "Intentaste chingarme y amenazaste con llamar a mi esposa".

Y: "Yo solo quería salir" agotadoramente satisfecha.

DB: “¿Qué te parecería si llamara a Mi Compadrito y le dijera que me la clase de perrita que tiene de esposa?" y tengo testigos - confiado

Y: "Bueno, pero yo no te encerré en tu habitación todo el día", respondí.

DB: "Toma un poco", dijo, entregándome la botella de cerveza, que me supo a gloria, dejándome otras 2 más en el piso.

Mientras bebía, Don Beto se levantó y fue hacia la puerta.

Y: "¡Esperar! ¿Ya fue todo? ¡¿Estamos a mano?!"

DB: "Lo pensare " secamente

Con eso, se fue, encerrándome en mi habitación de nuevo, Afortunadamente tenía mi teléfono para atender la llamada de Mi Rey más tarde esa noche.

El domingo me desperté desnuda en mi cama con eso entumecimiento muscular después de una satisfactoria noche de sexo, con hambre y sed. No había rastro de mi ropa. Y por ahora, No había quedado de otra de alimentarme de la lechosa “proteína” que dejaron los chalanes de Don Beto. Me preguntaba cuánto tiempo iba a torturarme así este viejo enfermo.

Don Beto finalmente llegó alrededor de las diez. Tenía una bolsa de papel que esperaba que tuviera comida. Desafortunadamente, sacó dos consoladores de la bolsa. Ambos tenían un aspecto irreal.

DB: "Estos son consoladores los conseguí a para tu suegra, pero se me hace que tú los vas a disfrutar más". Libidinosamente

Y: " Don Beto, Usted está bien pendejo si cree que voy hacer eso"

No me dijo nada solo sonrió, me empujó hacia la cama y se sentó a horcajadas sobre mi pecho. Tomó el más grande y lo puso contra mi boca.

DB: "Veamos si puedes tomar esto en tu boca".

Forzó la cabeza del consolador en mi boca, pero ni siquiera pudo entrar más de media pulgada en mi boca. La cosa era más ancha que una lata de coca cola.

Y: "Tu suegra tampoco puede con este"- riendo.

Afortunadamente, no trató de presionarlo más. Definitivamente me habría partido el labio y dislocado la mandíbula.

El otro consolador era un poco más pequeño. Cuando Don Beto lo metió en mi boca, estiró mis labios hasta el límite y sentí pánico. Mis mandíbulas estaban abiertas tanto como podían, y temí haberles hecho algo cuando los escuché hacer clic. Pensé que Don Beto iba a tratar de empujarlo por mi garganta, pero afortunadamente solo lo bombeó suavemente de un lado a otro en mi boca antes de sacarlo.

Don Beto: "Tu suegra apenas puede con él. Lo hiciste mejor que ella". Lo escuche decir con satisfacción mientras me auto masajeaba la mandíbula.

Don Beto se intercaló entre mis piernas y supe lo que vendría a continuación.

Y: "¡Oh, maldito hijo de puta, no!" Grité cuando Don Beto empujó el consolador contra mi pequeño coñito. "¡Eso no va a entrar en mí!"

DB: "Tu suegra lo disfruta mucho", mientras intentaba introducirme con delicadeza el monstruo de goma.

Y: "No, por favor", supliqué. "Ay papi, papito, por favor, no".

Me di cuenta de que me estaba estirando de una manera poco natural. Dejé escapar un grito de dolor e intenté escapar, pero Don Beto me sujetó con una mano mientras me metía el consolador con la otra.

DB: "Aguanta perra, ya mero, entra" mientras yo continuaba gritando.

Una parte del gran falo estaba ahora dentro de mí, y el dolor era apenas tolerable. Ni siquiera quería mirar para ver cuánto había dentro. Don Beto dejó de presionar para que me acostumbrara a su tamaño. Dejé de gritar.

Y: "Oooh, oooh, es demasiado grande, papi", lloré.

DB: "Parece que te vamos a dejar bien abiertita "con una risa

Y: "Don Beto, por favor, no lo hagas…” Templando.

Don Beto comenzó a bombear el consolador dentro y fuera de mi capullo, haciéndome gritar de dolor nuevamente.

DB: "Chingado, eres una puta muy ruidosa", se quejó.

Sacó el gran consolador de mí. Fue un gran alivio.

Y: "¿De verdad jodiste a mi suegra con esa cosa?"

DB: "Chingadamadre, no, ¡Respeto demasiado a la mamá de mi compadrito para dilatarla así!"

Y: "¿Entonces por qué me hiciste eso?".

DB: "Porque eres una pequeña perra llorona que necesita ser puesta en su lugar".

Don Beto se metió entre mis piernas y miré hacia abajo para ver que su polla erguida y dura. Sentí un escalofrío subir por mi espalda cuando anticipé que él entraría en mí. Quería alcanzar su polla y empujarla dentro de mí, pero sabía que Don Beto no quería eso. Se sentía tan bien sentir su polla dentro de mí.

DB: "EN la madre, chamaca, todavía estás apretada después de estirarte. Te sientes tan apretado como tu suegra la primera vez que me la cogí".

Y: "¿Y quién es mejor ella o yo?" mordiéndome el labio inferior de mi boca.

DB: “Ella lloró la primera vez que la cogí, lágrimas de alegría."- empujando sus pelvis contra la mía.

Y: "¿Cuándo fue la primera vez, que te la cogiste?"-rodeando con mis brazos su cuello hablándole al oído.

DB: "No lo vas a creer, fue cuando tu suegro salió en viaje de negocios, durante un fin de semana, Me la follé todo el fin de semana, como te estoy follando a ti ahora".

Mientras Don Beto me cogía, y gemía en su oreja embestida tras envestida note un lunar tras su oreja extrañamente familiar, mientras continuó hablándome de mi exsuegra.

DB: "A diferencia de ti, ella nunca había probado muchas cosas antes de que yo le mostrara, Nunca había tenido una verga en la garganta, nunca había tenido una en el culo. Le mostré muchas cosas ese fin de semana”. - burlonamente

Me folló duro, y ambos nos corrimos rápidamente. Me di cuenta de que mi interior había mucho semen, y algo salió de mi coño mientras él continuaba penetrándome después de que terminó de eyacular.

Y: "Don Beto, ya es suficiente. Te has divertido, ahora déjame ir”. -poniendo mi cara de niña buena.

Se visto en silencio, sacudió la cabeza y empezó a cerrar la puerta.

DB: "Los chamacos andan trabajando, no me provoques o los voy a mandar a divertirse contigo como ayer".

Toda duda que podían tener sus chalanes sobre mi moral relajada sabía que era despejada, por el hecho de que todos me habían escuchado no solo teniendo un orgasmo bastante fuerte, sino también gritando malditamente mientras tenía el consolador dentro de mí.

La puerta se cerró de golpe.

Podía escuchar el trabajo que se estaba haciendo. Me preguntaba cuánto tiempo Don Beto seguiría así. ¿Me iba a mantener en mi habitación todo el fin de semana? ¿Y me iban a coger uno por uno nuevamente?

Cuando Don Beto volvió a mi habitación a la hora del almuerzo, en silencio me empujó boca abajo sobre la cama y me folló el culo. Sabiendo que sus hombres todavía estaban abajo, hice todo lo posible por sofocar mis gritos, a pesar de que Don Beto se metió profundamente en mi trasero. Después de un rato, salió de mi culo y puso su polla sucia en mi coño.

Pero pareció perder interés y se retiró sin venir. Me sentí decepcionado cuando se retiró porque yo estaba a punto de correrme. Al menos no me hizo tomar su sucia polla en mi boca.

Y: "¿De verdad no me vas a dejar salir en todo el fin de semana?"

DB: "Bueno, creo que te lo mereces, Primero, trataste de jugar conmigo como un tonto “María”, y segundo, amenazaste con llamar a mi esposa".

Don Beto se fue y bebí un poco de agua del grifo del baño. Me di cuenta de que Don Beto realmente me iba a hacer pasar todo el fin de semana encerrada para su placer.

Alrededor de las cuatro en punto, los sonidos de los trabajadores se calmaron y miré por la ventana para con alivio verlos salir de la casa. Vi decepcionada que Don Beto también se marchaba enfermizamente esperaba que viniera y me cogiera otra vez.

Pero ahora mi preocupación más inmediata era que Mi Rey regresaba en un vuelo de las ocho. ¿Cómo iba a recogerlo del aeropuerto? O si no podía, cómo iba a explicar mi situación. O me preguntaba si Don Beto regresaría a cogerme hasta que Mi Rey entró por la puerta.

Un par de horas después, escuché que la camioneta de Don Beto se acercaba a la casa. Me acerqué a la ventana como una adolescente expectante esperando a su cita. A pesar de estar hambriento y un poco mareado por no haber comido bien en 48 horas, quería el gran cuerpo de Don Beto entre mis piernas.

Cuando Don Beto abrió la puerta y entró en mi dormitorio, mientras yo estaba completamente desnuda. Me dio una botella de agua y me dijo que bebiera. Después de que terminé de beber, me puso en su regazo y me besó. Era la primera vez que me besaba, y nos besamos durante mucho tiempo.

Cuando terminamos el beso, me arrodillé y desabroché sus jeans. Su pene ya estaba presionando contra la cremallera, e hizo una entrada impresionante cuando lo liberé de sus pantalones. Le hice el amor a su polla con mi boca. Tenía tanta hambre de su polla que no podía tener suficiente. Varias veces lo invité a perforar mi garganta, pero él se negó, contento de que le mamara la cabeza de su polla. Con el trabajo que estaba haciendo en la cabeza de su polla, me sorprendió que no se corriera en mi boca.

En cambio, me empujó suavemente sobre mi espalda y se subió encima de mí. Estaba tan lista para su polla, pero aun así fue una sorpresa sentir que el monstruo entraba en mí una vez más. El acto sexual de Don Beto fue la actuación más impresionante que jamás había experimentado. Sabía cómo aumentar la tensión con sus suaves embestidas y retiradas con la cabeza de su polla justo dentro de los labios de mi vagina.

Con ambas manos tome sus caderas para empujarlo más adentro, pero Don Beto me iba a hacer esperar. Solo cuando pudo sentir que estaba desesperada y que ya no podía soportar la espera, clavó su polla más adentro de mí. A medida que se adentraba más, también aceleró el paso, haciendo que mi respiración se agitara. Mi largo viaje de dos días de abuso, privación y humillación me había llevado al borde y lo único que me quedaba era rendirme por completo a él.

Me hizo correrme tantas veces, mientras se abstenía de su propio placer. Era como si todo estuviera cuidadosamente orquestado. Al final, me envió al borde mientras me penetraba ferozmente, antes de correrse abundantemente por enésima vez, enviando chorro tras chorro de semen en mi coño. Pude sentir su polla espasmódica durante mucho tiempo.

Nos acostamos en la cama un rato después. Quería hacerle más preguntas sobre su aventura con mi exsuegra, pero no lo hice, o no pude.

DB: "¿No necesitas ir al aeropuerto?"-entregándome algo de mi ropa- “Dile a mi compadrito que terminamos con lo que pidió, como se lo prometí en un fin de semana”.

Me levanté de un salto y busqué en mi teléfono la información de llegada del vuelo. Traté de ponerme lo más presentable que pude. Fui al baño, metí los dedos en mi coño y traté de eliminar la mayor cantidad de semen de Don Beto que pude. Había mucho, por desgracia. Me vestí y me preparé para ir. Don Beto estaba trabajando para volver a colocar la cerradura como estaba.

DB: "Yo asegurare la casa, Será mejor que te vayas por mi compadrito”.

No sabía qué decir, así que solo asentí y salí a mi auto. Pensé que podía oler a Don Beto por todas partes mientras conducía el auto, pero no había mucho que pudiera hacer al respecto excepto abrir las ventanas. Llegué al aeropuerto justo a tiempo para recoger a Mi Rey. Me besó en los labios, los mismos labios que acababan de envolver alrededor de dura polla de DB horas antes.

Mi Rey: "Te extrañe princesa."

Yo: "Yo también”.

Mi Rey: "¿No has comido todavía?".

Pensé en la proteína que los chalanes de DB me surtieron, y solo sonreí.

Y: "No realmente, Vamos a cenar algo".

Mi Rey: "Pareces cansada” -mirándome de cerca- "Espero que no estés demasiado cansada por que hoy empieza la ovulación y hay que llenar el nidito esta noche".

Me reí. Tan dolorido como estaba, pensé que tendría que hacer un esfuerzo para tomar la polla de Mi Rey después de un fin de semana de ser usada por Don Beto.

Mientras conducía Mi Rey, acaricié su oreja derecha entonces volví a notar ese lunar tan familiar, ¿la historia de DB con mi exsuegra era de verdad?, mientras podía sentir el semen de Don Beto nadaba en mi coño.

Tres semanas después...

La ventana del indicador de embarazo era azul sólido; ¡Estaba embarazada! De mi primera bendición.

Nueve meses después…

Mi Rey: Mira Princesa, la bendición tiene el mismo lunar que yo detrás de la oreja.

Y: Si Rey TU lunar “familiar”…

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