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Embarazada sin saber de quién

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El día que perdí mi virginidad fue en una fiesta familiar, estaba bien cachonda por los manoseos de mis primos, mareada con varias cajas de cerveza en mi torrente sanguíneo y media somnolienta pues de la fiesta subí a un cuarto de la casa a dormir cuando entre mi sueño sentía un movimiento constante y a alguien encima de mi, en unos instantes acabo dentro de mi y seguí durmiendo.

Al siguiente día al notar que no fue un sueño porque tenía aún semen rodando entre mis piernas cuando me levanté y vi sangre en la sabana comprendí que aquel lejano sueño fue realidad.

Realmente no me dolió ni lo recuerdo bien pero solo se que debió ser alguien de los que estaba en aquella fiesta.

Lo primero que pensé es que fue alguno de mis primitos pues con ellos ya habíamos tenido juegos de masturbacion mutua y nos teníamos muchas ganas pero por el simple hecho de ser primos nunca habíamos pasado a la penetración por la vagina, solo habíamos tenido sexo oral y me habían penetrado y acabado en el culo, pero lo más seguro es que alguno de ellos borracho y viendo que también estaba en similar estado y para colmo dormida pues se atrevió a ir más allá de las prácticas que ya veníamos haciendo a escondidas.

Y como yo quería averiguar con quién perdí la virginidad me pareció buena idea tener sexo con cada uno de ellos tratando de comparar el tamaño y la sensación que entre sueños recordaba de esa noche, comparar la manera en como me penetraban, cómo me chupaban mis pezones y majaban mis tetas y las palabras que me decían, cualquier cosa que recordaba la compare con cada uno de mis primos y a la vez hacíamos realidad lo que tantas veces deseábamos, ellos penetrarme y yo poder sentir cada uno de sus penes entrando y saliendo de mi vagina y sintiendo cada acabada pues tenía la esperanza de que lo que más recordaba que fue la acabada de esa madrugada se repitiera de igual manera con la acabada dentro de mi vagina de alguno de ellos pero cada uno de mis primos culeaba y acababa diferente que el hombre que me desvirgo esa noche, es más, el grosor de aquel pene era muy grande en comparación que los penes de mis primos así que los descarte.

No podía seguir preguntando al resto de los hombres de la familia, solo a mis primos por la confianza y la complicidad que nos teníamos por nuestros jugos de masturbación previa.

Eso sí, puedo confesar que con cada uno de ellos disfrute de cada penetrada y acabada y en los siguientes días ellos siguieron buscándome según ellos para que vuelva a confirmar que ellos no eran una y otra vez hasta que al poco tiempo me empecé a marear y cuando mis padres me llevaron al médico y luego de los análisis resulte embarazada y sin saber de quién.

Hasta el momento no se si mi hijo es de alguno de mis primos o de el hombre que entre sueños me desvirgo de manera vigorosa.

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