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En el transporte rumbo a casa

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El pasado viernes 30 de diciembre tuve que trabajar hasta tarde porque necesitaba terminar unos proyectos en mi computadora,  el problema es que tengo una PC de escritorio y por obvias razones no podía llevarme el trabajo a casa; en fin, termine finalmente alrededor de las 9:30 pm, en nuestra empresa tenemos servicio de transporte para el personal en 3 diferentes horarios, el de las 10 pm estaba a punto de salir y me dejaría apenas a 2 calles de mi casa, tenía que apurarme... Cómo no había mucha gente trabajando en la planta, me atreví a llevarme un leggin push up que me ajustaba completamente sobre mis nalgas, era de un color blanco que me encantaba como a través de la tela se alcanzaba a ver mi tanga, por lo mismo me tuve que llevar una sudadera larga que me cubría perfectamente y solo si me agachaba se me veía el trasero, de otra manera permanecía oculto.

Me apresuré a guardar todas mis pertenencias en mi bolso de mano, que realmente no eran muchas pues todo lo guardaba en el cajón de mi escritorio, y me dirigí a dónde se estacionaban los vehículos del servicio de transporte, abordé el que me correspondía y me senté justo atrás del lugar del copiloto, pude reconocer al chófer, quien al verme de inmediato me sonrió y me saludo cortésmente.

- Buena noche Señorita, hoy salió más tarde de trabajar!!!

Yo solo le comenté que tenía unos proyectos que debía terminar pero que ya finalmente estaban concluidos...

En ese momento encendió la camioneta del transporte y nos pusimos en marcha, ya anteriormente me había dado cuenta de que le agradaba al chófer puesto que siempre me ha mirado con ojos de lujuria cada vez que me acerco o me alejo de su vehículo cuando hago uso de sus servicios, en esta ocasión solamente íbamos él y yo a bordo, lo cual me pareció muy excitante, de repente, a medio trayecto comenzó a escucharse el sonido del timbre de un celular pero ni el contesto ni yo porque tampoco fue el mío el que estaba sonando, al poco rato sonó nuevamente y se orilló en el acotamiento para ubicar de dónde procedía el sonido y era justo detrás de mi, en el asiento que estaba atrás del mío, yo me di vuelta y me tuve que poner de rodillas en mi asiento para estirarme hacia atrás y poder alcanzar el teléfono, el chófer, al ver mi movimiento, de inmediato prendió la luz interior para ver mi culo en todo su esplendor, yo me di cuenta perfectamente de su movimiento y tarde un poco más en alcanzar el celular a propósito para que pudiera verme toda, lo vi sacar su lengua y lamerse los bigotes, sabía que quería cogerme en ese justo momento...

Me di la vuelta y sorprendida le dije que ya había encontrado el celular que sonaba tanto, él se bajó de la camioneta y fue del otro lado hasta abrir mi puerta y sentarse justo a mi lado, cosa que a mí me hizo moverme un poco para que él tuviera espacio para sentarse, yo al sentirlo tan cerca de mi y oler su aroma a sudor de macho, me empecé a mojar, quería que me tomara ahí en ese momento...

Me pidió el teléfono para verlo y saber si podía reconocer a quien podría pertenecer, cuando se lo di me tomo de la mano y no me la soltó, me jalo hacia él y me beso bruscamente, yo correspondí a su beso con lujuria total y busque de inmediato su entrepierna, y lo encontré, tenía su herramienta completamente dura, hinchada a más no poder, el no paraba de tocar mis piernas y jalarme de tal manera que también me agarraba las nalgas, tenía unos brazos muy bien trabajados, quizás hacia pesas o algo parecido y sus manos eran grotescas, con callos, me gustan mucho los hombres así...

Me empezó a bajar mis leggins y mi tanga con una sola de ellas, yo me deje llevar por la lujuria y le empecé a desabrochar el pantalón, casi de inmediato broto su verga para invitarme a chuparla, era grande y llena de venas, gruesa y con una cabeza enorme, cuando la metí en mi boca apenas cabía, la empecé a mamar despacio, quería disfrutarla pues no siempre se encuentra una con un falo así, la estuve chupando durante mucho tiempo, en verdad disfrutaba aquel miembro con mucho placer, le dije que aguantara un poco más porque aún no quería que terminara, antes quería que me lo metiera por detrás, apenas le acababa de decir esto cuando me dijo que ahora yo me hincara en el sillón, de esta manera yo con las piernas arriba del asiento, quedaba perfecta con mi culo expuesto hacia él, se arrodilló en el piso del auto y comenzó a comerse mi anito, me metía su lengua tratando de llegar hasta bien adentro de mi, yo gemía cada vez más de placer, me tocaba con sus manos mi pequeño miembro que ya estaba todo erecto y lubricando, ocasionalmente me mamaba mi verguita para chupar el líquido que escurría de ella, cosa que también me prendía aún más.

Fue cuestión de unos minutos para que me dejara mi culo bien lleno de saliva, listo para recibir su herramienta; y así fue, me bajo mis caderas para que mi culo estuviera a la altura de su falo y con un movimiento de profesionales me lo fue metiendo muy despacio, yo apenas sentí que entraba su cabeza, me retorcí de dolor y de placer, le dije que se detuviera justo en ese momento, en verdad me dolía, pero le dije que no lo sacará ni que tampoco lo metiera más, yo necesitaba acostumbrarme a esa enorme verga que se abría paso entre mis nalgas.

Cuando él se dio cuenta de que yo respiraba de forma agitada pero tranquila, empezó a meterla cada vez un poco más, centímetro a centímetro yo iba disfrutando de ese miembro, claramente sentía que me abría mi culo cada vez que me la empujaba, ya cuando tenía más de la mitad adentro me agarró por los hombros y me dio un fuerte empujón, yo sentí que me la metió hasta adentro, solo pude abrir mis ojos a todo lo que dan y ahogue un grito de dolor, solamente gemí un poco, ya con su verga dentro de mi ni siquiera hizo algún intento por sacarla, me tenía bien ensartada con su miembro hasta el fondo de mi culo, podía sentir sus huevos en mis nalgas, después de unos segundos empezó a frotarse contra mi, sentís sus vellos rozar mis piernas y mi nalgas también.

Poco a poco sentí como me sacaba ese instrumento de placer y me lo volvía a meter hasta adentro, todo muy lentamente, después fue aumentando el ritmo de sus embestidas, cada vez más rápido y más duro, yo podía escuchar el sonido característico del mete-saca de su verga entrando en mi culo, sabía que no iba a tardar en venirse, entonces yo levanté más mis nalgas para que pudiera meterse aún más y que sus embestidas fueran más duras y fuertes, yo estaba al borde del placer y gemía como la puta que soy, le grite que se viniera dentro de mi y no tardó en regalarme su leche, la sentí llenarme el culo por completo, sentía como bombeaba su verga dentro de mi, también podía sentir que era mucha la cantidad de leche que había derramado dentro de mi, quizás en su casa no lo habían ordeñado como yo lo hice esa noche...

Se cayó justo sobre mi espalda, agotado, pero su verga aún seguía parada, yo le dije que no me la sacará hasta que ella se saliera por si sola; nos quedamos así por alrededor de 5 minutos, nadie hablo, pude sentir cuando me saco su miembro, que empezaba a escurrir su leche por mis nalgas y mis piernas, él muy caballeroso me empezó a limpiar todas mis partes con papel higiénico y después con toallitas húmedas, me encantó ese detalle, y ya después yo me volví a poner mi tanga y mis leggins, pasaron quizás 10 minutos y arranco el vehículo solo para confirmarme que me llevaría a mi casa.

Yo estaba aún en el limbo, recordando con lujuria lo que acababa de suceder cuando en ese momento me saco de mis pensamientos para decirme que ya habíamos llegado, me abrió la puerta y me despidió con un rico beso y un apretón de nalgas con una de sus manos.

Yo estaba segura que no sería la primera vez que eso sucedería.

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