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En la banda me rompieron el culo

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Soy Camila, una chica joven, que ando en la moda del reggaetón y esas cosas, soy morena clara, y soy de Guatemala. Me gusta vestir como se visten las chicas de los videos, con los short pequeños y con tenis con calcetas, las blusas entalladas notando los pechos preciosos que tengo y por supuesto las colitas que me hago en el cabello.

Dicen que tengo bonito cuerpo pero no es exagerado, pero mi cara de niña y mi manera de ser me hacen parecer de lo más puta.

Y no lo era tanto hasta que conocí la vida de la calle, mi madre nunca ha tenido un gran cuidado de mí, la mayoría de las veces ni siquiera sabe en donde ando. En la escuela a la que asisto no prestan mucha atención a los alumnos así que si voy o no, no pasa nada.

En la escuela conocí a Paula, que también andaba en las mismas que yo, y ella anda metida en esas cosas de las bandas. Ella era chica bonita muy parecida a mí en la forma de vestir y de ser.

La primera vez que me invito a conocer a sus amigos de la banda, sentí un poco de miedo pero al final me convenció sin mucho esfuerzo, nos salimos de la escuela por la parte de atrás y nos fuimos a un baldío, donde esperamos un rato hasta que se fueron juntando todos los chavos, y me sorprendí de la cantidad de chavas que iban llegando.

Pusieron música de daddy yankee en la grabadora y comenzó la fiesta.

Estuvimos bailando un rato, cuando escuchamos el ruido de un carro que se acercó, vi a mi amiga sonreír y me dijo que era Ricky, el líder de la banda.

Ricky es un chavo como de 27 años, moreno, con el cabello desteñido como si fuera lanchero. Se ve que hacia ejercicio pues se veía delgado y muy simpático.

Llego saludando a todos con los modos característicos de las bandas. Y se fue acercando a nosotras, mi amiga sonreía coqueta, y él fue directamente a ella.

La abrazo y la beso con descaro metiéndole la lengua hasta la garganta mientras recorría su cuerpo con lujuria.

Yo me quede mirándolos con deseo, y mi cosita se humedeció rápidamente.

Él se separó de ella, y me miro curioso y le pregunto quién era yo.

-Es una amiga –respondió ella y le sonrió picara.

Y dirigiéndose a mí me pregunto qué cuantos años tenía, le dije que tenía 18.

Miro a mi amiga y le sonrió mientras le decía – sabes lo que me gusta.

Sin más agarro a mi amiga de la cintura y se la llevo a un galerón que estaba al fondo del baldío donde estaba la fiesta. Yo me quede sin saber que hacer hasta que se me acerco otro de los chicos y me dijo que fuéramos a bailar.

Olvidándome momentáneamente de mi amiga me puse a bailar con el chavo que me había invitado.

Sin embargo yo no podía dejar de pensar en mi amiga más que nada porque sabía que ella estaba con Ricky y lo más seguro es que estuvieran haciendo algo.

El chico con que bailaba, al notar que no dejaba de mirar hacia el galerón me dijo:

-No te preocupes, se están divirtiendo

Intrigada a mas no poder, deje de bailar y me dirigí hacia el galerón, el chico me dijo que no lo hiciera pero no me importo y continué decidida.

El lugar no estaba lejos, y cuando llegue vi la puerta entreabierta y sin pensar entre llamando a mi amiga.

Lo que vi al entrar no me sorprendió mucho:

Paula estaba sentada en una silla desnuda de la cintura para arriba con las piernas abiertas y Ricky la sostenía de los tobillos mientras su cabeza se perdía entre ellas.

Los gemidos y gritos que daba no dejaban lugar a dudas de lo que estaba disfrutando.

Desde donde estaba no podía ver bien la mamada que Paula estaba recibiendo por lo que me fui acercando sin el menor pudor.

Ella noto mi presencia y contrario a lo que pensaba me sonrió.

Tomo a Ricky de la cabeza, lo separo de su cosita y le hizo una seña para que volteara, cuando el volteo y me vio, también sonrió.

Ricky se paró dado que se hallaba de rodillas y extendió el brazo hacia mi me acerque, y me beso en la boca con una calentura que casi me vengo, sentí en la boca el sabor al sexo de mi amiga que el tenia impregnado, eso me calentó más.

Metió su lengua en mi boca hurgando hasta mi garganta, de pronto me soltó y dejo escapar un suspiro.

Mire a Paula y la encontré con la verga de Ricky en la boca dándole una mamada profunda como solo ella sabia y que después me enseño a dar.

Ricky me acariciaba los pechos sobre la blusa mientras me besaba y Paula seguía con su trabajo bucal.

Yo no podía dejar de mirar a mi amiga, como se perdía la verga en su boca, daba ligeros bufidos cuando la sacaba e inhalaba cuando se la volvía a meter, la verga estaba llena de saliva, ella se la pajeaba usando su propia saliva como lubricante, se la sacaba de la boca y la escupía.

Mientras se la jalaba le besaba y chupaba los huevos con unas ganas impresionantes, el Ricky estaba pendejo, solo atinaba a sobarme las tetas y emitir sonidos como si le estuviera sacando el cerebro por la verga.

Sin esperar más me quito la blusa dejando mis tetas al aire, yo le ayude con el short y los calzones, en un dos por tres estaba completamente desnuda.

La boca de Paula seguía necia mamándole la verga a Ricky como si tuviera vida propia, el sin pensarlo mucho llevo su mano a mi cuquita y metió sus dedos en mi rajita ya completamente encharcada. No sé cuántos dedos me metió pero sentí una sensación de llenura que casi me vengo.

Estuve así por unos segundos, cuando vi mi amiga ponerse de pie.

Ricky sacando los dedos de mi coño, me tomo de la parte trasera de los muslos y me levanto en vilo, yo cruce mis brazos por su cuello, y lentamente me fue dejando caer, sentí su verga golpear con mi concha, pero sin poder penetrarme.

En eso sentí la mano de mi amiga por mi entrepierna que desde atrás guiaba la verga de Ricky hacia mi rajita.

Cuando estuve centrada sentí la pija abrirse paso deliciosamente dentro de mí, di un largo gemido que creo se escuchó hasta donde estaba la fiesta.

Con una facilidad que no pensé que él tuviera, me hizo subir y bajar sobre su verga hasta tenerme bien ensartada.

Me puso la espalda contra la pared para tener mejor apoyo, y continúo con el ataque de su verga contra mi cosita.

Me acribillaba de una manera deliciosa sentía cada centímetro de su polla perforarme, por un momento pensé que me llegaba hasta el útero.

Yo gritaba como una perra, y disfrutaba la mirada perdida de él.

De momento me la saco y me dejo pararme, sentía una comezón en el sexo que no había sentido nunca.

Paula mientras tanto volvió al ataque devorándose el miembro limpiándolo de todos los jugos que le había dejado mi sexo.

Ricky no la dejo mucho tiempo seguir con eso, tomándola del cabello la levanto y la puso de cuatro patas sobre un sillón desvencijado que estaba ahí lleno de polvo, ella se dejó hacer sin reparar en nada. Al ver a mi amiga en esa posición mi calentura aumento.

Ricky se acercó y la tomo de las caderas y dirigió el tronco hacia su rajita que se abrió ante el invasor de carne que la estaba atravesando. La cogida que le estaba dando era de miedo, Paula gemía como una loca con cada estoca que Ricky le daba.

La tuvo así por varios minutos hasta que él fue deteniéndose poco a poco.

Saco su verga de la vagina de mi amiga, y tomándome del cabello me llevo hacia su nabo, no puse resistencia, me agache, y lamí su verga desde los huevos hasta la cabeza, para de un solo golpe tragármela toda.

Volví a sentir el sabor del sexo de Paula mezclado con el sabor de la verga, chupe y chupe hasta dejarla limpia.

- Escupe ahí –me dijo señalando el culo de Paula que continuaba de cuatro patas

Me acerque a ella y me llego el aroma a su sexo que ya conocía perfectamente pues me lo había tragado dos veces.

Sin dudar agarre a Paula de las nalgas, se las abrí y lance un escupitajo al centro de su anito, mi saliva se corrió lentamente hacia abajo, sin pensarlo la esparcí con mi lengua por su ano, podía sentir en mi lengua cada uno de los pliegues de su culo mientras se lo iba lamiendo. El me miraba divertido mientras se jalaba la verga.

Me separe del culo de Paula que ya se encontraba bien lubricado con mi saliva y le di una última chupada al nabo de Ricky.

Ricky se colocó nuevamente detrás de mi amiga y abriéndole las nalgas con una mano, con la otra agarro su verga y la dirigió hacia su ano, cuando ella sintió que la verga hacia contacto con su esfínter dejo escapar un gemido de resignación, el sin inmutarse presiono la cabeza del miembro contra el esfínter, que nunca me imaginé que presentara tal resistencia, el empujaba sin piedad y no lograba abrirse paso en el anillo trasero de mi amiga, acerque mi rostro y deje caer más saliva en la cabeza de la verga que trataba de romper ese culito, mire a Paula y vi su rostro descompuesto por el dolor, tenía los ojos cerrados y los labios crispados mientras dejaba escapar sonoros gemidos, acaricie su cabello, le di un beso en la mejilla y regrese a su trasero para seguir viendo como la atravesaban.

Ricky ya había logrado meter la cabeza, el anito de Paula se hallaba distendido, el tamaño que tenía cuando se lo lamí, había aumentado un poco más al tamaño de la cabeza de la reata que la atravesaba, tratando de ayudarla, abrí sus nalgas a todo lo que daba.

Ricky me sonrió, y con suaves movimientos hacia delante dejo ir perdiéndose el tronco de la verga dentro del culo de mi amiga. Centímetro a centímetro fue entrando toda hasta que su pelvis quedo pegada a las nalgas mi amiga.

Con las manos firmemente colocadas en las caderas redondas continuo con los movimientos de mete y saca cada vez más rápido.

Los gemidos de Paula se habían convertido en gritos, no podía creer como le entraba toda la verga en el culo me parecía increíble por el tamaño que tenía, ella movía las caderas hacia atrás ayudándolo con la penetración, hubo un momento en que el se detuvo y ella fue la que rítmicamente se balaceaba hacia delante y atrás dejando entrar y salir al trozo de carne de su ano.

Yo estaba que no podía con mi calentura, sentada como estaba junto Paula con las piernas abiertas me acariciaba el clítoris, y metía mi dedo en mi cosita, pero no era suficiente, quería volver a sentir la verga de Ricky atravesándome el sexo.

Sin embargo el seguía perforando a mi amiga sin piedad, ella se encontraba en otro mundo, se había quedo quieta y el seguía con los movimientos invasivos de su miembro,

La piel de las nalgas de Paula se erizó incontrolable, la oí gritar y perder el sostén de sus piernas cayendo desmadejada sobre el sillón polvoso, se estaba viniendo, el orgasmo que la invadió fue impresionante, de sus ojos brotaban las lágrimas, mientras sus labios trataban de curvarse en una sonrisa.

Ricky le saco la verga de un solo golpe, ella soltó un gemido de alivio, y acerco su verga a mi rostro, y sin el menor asomo de asco me la metí a la boca mínimo hasta la mitad, sentí un sabor diferente, pero no me disgusto, al contrario, provoco que yo la saboreara a un más.

No tarde mucho mamándosela, él ya estaba pronto a venirse, y sin ninguna delicadeza me tomo con las dos manos de la nuca y continuo metiéndome la verga hasta la garganta al mismo ritmo que lo había hecho en el culo de mi amiga.

De pronto coloco su mano en mi frente haciéndome para atrás, y me ordeno abrir la boca y sacar la lengua. Lo vi pajearse con frenesí y a los pocos segundos sentí lo caliente de su leche regarse por mi lengua, mis mejillas y mi cara entera.

Me trague lo que había caído en mi lengua, saboreando hasta la última gota leche.

Se dejó caer sentado en el sillón junto a Paula, y la empujo hacia a mi que seguía sentada en el sillón, Paula se acercó y me lamió la leche de la cara para tragársela con gusto.

Él sonreía mientras nos miraba, abrace a Paula y le di un beso.

Ricky cerró los ojos y se fue quedando dormido, yo me recosté en el sillón junto a él mirándole la verga que había perdido su dureza, pero aún conservaba su buen tamaño.

Paula me dijo que lo dejara descansar, que no me desesperara, que sabía que yo no me había venido y que él no tardaría en darme gusto.

Así ella me tomo del rostro acariciándome y me beso con mucha ternura, su lengua estaba dentro de mi boca haciéndome unas caricias muy diferentes a las que había sentido cuando él me había besado.

No me había imaginado nunca tener sexo con otra chica, pero con la calentura que tenía en ese momento toda cabía en lo posible.

Sus manos suaves se apoderaron de mis pechos que acariciaba y pellizcaba en los pezones, dejo mi boca para dirigirse a ellos y los chupaba suave pero firmemente, era delicioso sentir su lengua en mis senos.

Llevo su mano a mi conchita y con sus dedos acaricio mi clítoris haciéndome sentir un placer que no había imaginado nunca, la experiencia que tenía como mujer me hizo encontrar sensaciones que nunca había experimentado.

Sus dedos atacaron mi cosita, metiéndome no sé cuántos dedos me masturbaba deliciosamente, lo más exquisito fue cuando dejándose caer entre mis piernas, abrió los labios de mi vagina y sentí su lengua recorrer todo el contorno hasta llegar a mi clítoris.

Lengüeteo sobre el sin detenerse por varios segundos, chupaba mi botoncito firmemente como si se tratara de la verga de Ricky, el mete y saca que tenía en mi vagina combinado con su lengua en mi clítoris me acercaba a un orgasmo inminente, mi corazón latió con más fuerza y sentí que se me vaciaban las entrañas en un orgasmo interminable.

Cuando las contracciones de mi vagina pasaron, Paula saco sus dedos de mi sexo y con una sonrisa lujuriosa se los metió a la boca chupándolos con deleite.

Mi orgasmo no mermo mi excitación y decidí devolver el placer a mi amiga que gustosa lo acepto, la tome de los hombros colocándola de en la misma posición que yo me encontraba, sin mayores preámbulos fui hacia ella que ya me esperaba con las piernas abiertas, pase mi lengua lentamente por su cosita abriéndola de par en par, hasta detenerme en el clítoris dándole largas lamidas y chupadas.

Estuve chupándola por varios minutos, de pronto sentí unas manos apoderarse de mis nalgas, sobándolas y estrujándolas, mire a un lado y no vi a Ricky por lo que supe que era el que estaba detrás de mi.

Me puse de cuatro patas con el culo en alto sin dejar de chupar a Paula, sentí que mis nalgas se abrían y el contacto húmedo de la lengua pasarse por la raya de mi trasero hasta detenerse en mi culito virgen, Ricky paseaba su lengua por mi ano de arriba abajo deteniéndose solo para introducirla en mi huequito trasero, era simplemente delicioso.

La lengua se separó de mi ano y fue cuando sentí el dedo que trataba de entrar, un ligero escozor tuvo lugar en mi culo pero fue momentáneo.

El entrar y salir del dedo con la saliva no fue difícil, y no lo fue tampoco cuando introdujo otro y otro más, la sensación en mi recto era deliciosa

Sin aguantar más separe mi boca de la concha de mí amiga y volteando le dije a Ricky:

-méteme la verga Ricky, por favor, méteme la verga.

-quieres que te la meta? -Me respondió

-si amor métemela en el culo.

-Pídemelo por favor -contesto

-Papi por favor métemela en el culo – respondí

Paula me tomo del rostro y me dio un beso.

Una sensación diferente me llego al ano, era frio, volví a sentir el dedo de Ricky en círculos dentro de mi, paula me dijo que era lubricante, los dedos de Ricky se perdieron en mi recto una vez más.

Inmediato que los saco sentí la cabeza de su miembro en la entrada de ano, el empujo nuevamente, y me prepare para resistir el embate recordando el rostro de Paula, sin embargo mi sorpresa fue grande al sentir como me iba entrando la verga sin que mi esfínter pusiera gran resistencia, una ligera molestia me invadió pero no duro mas de unos minutos.

Ricky fue deslizando su reata suavemente dentro de mi recto hasta que lo sentí pegado a mis nalgas, me acaricio el cabello, y el mete y saca que pensaba sería imposible comenzó.

La verga entraba y salía deliciosamente de mi culo causándome algún dolor y un poco de molestia, mi piel se enchino y pude notar que mis pezones se erguían y endurecían.

Deje mi cabeza sobre las piernas de Paula que me acariciaba el rostro mientras miraba sonriente a Ricky.

El no dejaba de bombearme para esos momentos con más fuerza, entraba y salía sin piedad de mi.

Nunca pensé que sería sodomizada de esa manera, la sensación me encantaba, estar así, de cuatro patas con el culo en alto, con el rostro en la entrepierna de mi amiga, y berreando como perra y apenas era una chiquilla, un aire de libertad me invadió, lo que me esperaba de la vida.

De pronto Ricky comenzó a bombear con más fuerza, y mis berridos aumentaron al ritmo de la embates de ese pistón de carne, el lanzo un grito ahogado y sentí que su reata crecía dentro de mi, después de dos embates lo sentí estallar dentro de mi.

La sensación caliente de su leche recorrió mi recto que pensé que llegaría hasta mis intestinos.

Mi orgasmo no se hizo esperar, líquidos calientes comenzaron a manar de mi cosita mojando mis muslos, una sensación extraña me invadió cuando él me la saco del culo. En verdad pude sentir mi culo abierto, y la leche de Ricky saliendo de él.

Él se dejó caer nuevamente en el sillón, Paula me ayudo a pararme y me sentó junto a ella diciéndome:

-te gusto amiga?

-Si fue delicioso, creo que me he convertido en una putita anal –le respondí

-Claro que lo eres, yo quisiera poder hacerlo como tú, pero aún me duele

-Gracias -le respondí.

Paula y yo somos inseparables y somos las consentidas de Ricky, nadie puede meterse con nosotras, y hasta la fecha continuamos disfrutando los tres, algunas veces juntos otras entre nosotras solas o con algún chico de la banda, me siento feliz de estar con esta banda.

Espero les haya gustado, no busco sexo ni encuentros, si me quieren comentar háganlo a [email protected], muchos besos buena semana.

(9,19)