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Escapada a la montaña con mi madre (XI)
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Tiempo de lectura: 16 minutos

Era la mañana siguiente y el sol comenzaba a entrar por la ventana. Mis ojos apenas comenzaban a acostumbrarse a la luz cuando pude sentir a mi todavía dormida madre descansando a mi lado. La verdad es que todavía no me acostumbraba a esos despertares, pero puedo asegurar que era una sensación de la que nunca podría hartarme. Me quedé un rato mirándola, observando cada detalle de su majestuosa presencia. Su preciosa y despeinada melena rubia tapaba parte de su cara, en la cual se podía apreciar una expresión de felicidad como pocas he visto. En cuanto a su cuerpo supongo que os podéis hacer una idea. Todavía conservaba parte de su lencería, concretamente las medias, mientras que el resto se encontraba completamente desnudo. Esto incluye por supuesto sus preciosas tetas, en las cuales se podían apreciar varios chupetones reflejo de la noche de vicio y desenfreno que habíamos vivido.

Intentando no despertarla conseguí apartarle el brazo que reposaba sobre mi pecho y me dispuse a bajar a la cocina a por un vaso de agua, ya que aquella mujer me había dejado más que seco. Una vez abajo me asomé al jardín para tomar algo de aire fresco mientras me hidrataba. La verdad es que hacía una mañana maravillosa, de esas en las que el cuerpo te pide no salir de la piscina en todo el día, pero apenas eran las nueve y, sinceramente, estaba que no me tenía en pie, por lo que decidí acabarme el vaso de agua y subir a seguir durmiendo todo lo que pudiera (había que recuperar fuerzas por lo que me pudiera deparar el día). Una vez llegué a la habitación me di cuenta del fuerte olor de esta, el cual en este contexto no describiría como desagradable, sino incluso todo lo contrario. Definitivamente esa habitación olía a sexo. Este olor hizo que mi instinto comenzara a despertarse, y precisamente las vistas que ofrecía mi madre no era que ayudaran mucho. En ese momento me apetecía demasiado despertarla y darle un buen desayuno, pero viendo lo plácida que dormía y lo cansado que yo estaba, supuse que lo mejor sería descansar todo lo posible, al fin y al cabo, de eso tratan las vacaciones. Dicho esto me tumbé a su lado, rodeándola entre mis brazos y cayendo rendido a los pocos minutos.

La siguiente vez que abrí los ojos mi madre ya no estaba a mi lado, por lo que lo primero que hice fue mirar la hora. Efectivamente había estado durmiendo lo que no está escrito, ya que prácticamente eran las tres de la tarde. Antes de nada sentía que mi cuerpo necesitaba urgentemente una ducha, tanto por librarme del sudor acumulado como por intentar despejarme de una vez, y la verdad es que funcionó la mar de bien. Salí de esta fresco como una lechuga, me sequé un poco y fui a mi cuarto para ponerme unos shorts. Abajo me encontré a mi madre, la cual estaba comiendo en la terraza cubierta por una bata granate muy fina, de un material parecido a la seda. Vi que en la cocina había una olla de macarrones al pesto todavía caliente (como dato os diré que es una de mis comidas favoritas), por lo que me serví un plato y salí a acompañarla en la comida.

-Buenos días preciosa -dije mientras me acomodaba en una silla a su lado.

-Uy pero si tenemos por aquí al dormilón de la casa -dijo ella en un tono sarcástico mientras se acercaba a darme un pico de buenos días-. ¿Que tal ha dormido mi campeón?

-Buf pues la verdad que genial, aunque si te soy sincero todavía tengo el cuerpo machacado de lo de anoche.

-Bueno bueno que me vas a contar, que yo nada más levantarme creía que no me iba a poder mover en un mes.

-Anda mira que eres exagerada eh -dije mientras ambos reíamos.

-Sí sí tu ríete lo que quieras, pero pocas veces me he levantado tan destrozada, ni cuando hacía gimnasio de joven vaya.

-Bueno que le voy a hacer, soy un hombre muy pasional -dije en tono divertido-. Pero es que normal también te digo. ¿Hasta que hora estuvimos?

-Uf ni idea ni idea. Yo hubo un momento que perdí la cuenta de todo y simplemente me dejaba hacer. Lo que no sé es como tú no te agotabas ni un momento, hay que ver lo que es la juventud eh.

-Hombre sería un delito haber aguantado menos ante tremenda maciza -dije en tono provocativo mientras me acercaba a darle un beso, esta vez algo mas largo-. Pues fíjate que yo no perdí la cuenta eh, de hecho me acuerdo perfectamente de cuantas veces te corriste.

-¡Anda ya! -decía ella con cara de incredulidad-.

-Te lo juro. Y créeme, se nota cuando te corres.

-Bueno si, la verdad es que se puede decir que tu madre es bastante expresiva en ese sentido -ambos reímos-. Vale pues en ese caso déjame adivinar. Mmm… ¿Diez?

-Mmm… no.

-¿Nueve?

-No no, vas a tener que tirar mas arriba.

-¿Qué dices? -su cara era un poema-. Vale pues no se… ¿12?

-Hm… Hm… -yo negaba con la cabeza-

-¡¿Más?!

-Más.

-¿Catorce?

-Caliente caliente…

-No me lo puedo creer… ¿Dieciséis?

-¡Diecisiete! -dije dando un golpe en la mesa-.

-¡Pero que dices! -decía ella llevándose las manos a la cabeza y comenzando a reír-. Me tienes que estar mintiendo. ¿Diecisiete? Vamos es imposible que una persona aguante eso.

-Pues vaya que si lo aguantaste. Y porque nos pilló un poco de sopetón eh, que llegamos a ir bien cenados y estamos ahí hasta que salga el sol -decía yo entre risas-.

Tras esto la comida siguió transcurriendo con normalidad, si es que una conversación de ese tipo se puede calificar de normal claro. La mayoría de la charla transcurrió entorno a la noche anterior (y no era para menos), comentando varios puntos que nos habían gustado. Prácticamente parecíamos un par de aficionados comentando un postpartido. Una vez acabamos de comer cada uno se fue a hacer sus cosas, ya que ambos andábamos bastante cansados todavía. Ella decidió echarse un poco a leer y tomar el sol en la piscina, mientras que yo me subí a mi cuarto para echarme una breve siesta y así recuperar energías, poniendo el despertador para las seis de la tarde (bastante había desperdiciado la mañana ya).

A las seis en punto la alarma sonó, y con ella me levanté de la cama prácticamente sin remolonear un segundo. Esto ya era otra cosa, me encontraba mucho mas fresco que a la hora de la comida. Una vez ya despierto del todo bajé al salón, donde encontré a mi madre con mi iPad sentada en el sofá. Me acerqué por detrás sigilosamente para echar un ojo a lo que estaba haciendo y, una vez estuve lo suficientemente cerca, pude ver como estaba ojeando mi carpeta de porno.

-Vaya vaya… Así que cotilleándome la tablet eh… -dije detrás de ella, lo cual provocó que diera un saltito-.

-¡Serás…! -dijo dándose la vuelta y pegando un manotazo al aire-. ¿Se puede saber cuando llevas ahí?

-Nada, acabo de llegar como quien dice -dije saltando el sofá para sentarme a su lado-. ¿Qué andas viendo?

-Emm… Nada… O sea bueno… -se le notaba algo apurada por la pillada-.

-Venga hombre, ni que fuéramos a tener vergüenzas a estas alturas -dije cogiéndole el iPad de las manos-. Ya veo ya… Parece que alguien anda algo caliente esta tarde eh…

-Bueno me acordé de que tenías estos vídeos aquí y me entró curiosidad por echarles un ojo, que el otro día apenas pude ver uno solo -su voz comenzaba a sonar menos cortada, pero todavía con algo de vergüenza por la situación-.

-Ya veo ya… -dije yo navegando por la carpeta-. ¿Y has visto ya alguno que te llamara la atención?

-Bueno hay uno… Pero me da un poco de corte.

-Haz el favor hombre, corte ninguno. Venga va va dime cual es, que me da curiosidad.

-Es… Este… -dijo señalando con el dedo a una de las miniatura-.

En esta se podía ver a la actriz Ava Addams siendo follada por unos cinco o seis tíos. Era un vídeo que apenas había visto una o dos veces, pero que sin duda para alguien que no suele ver porno, como era mi madre, podía resultar algo impactante.

-Anda mira tú -dije yo en tono morboso-. No sabía yo que también te iban estos rollos.

-Bue… Bueno… -esta vez parecía que la vergüenza iba aumentando, lo cual tenía un punto que me calentaba un poco-. A ver la verdad es que nunca me había interesado por algo tan fuerte, pero he visto la miniatura y me ha dado curiosidad. ¿Tantos hombres solo para ella?

-Hombre con todos mis respetos la verdad es que está buenísima. Yo si me llaman me sumo vaya.

-Ay que burro eres -dijo riendo mientras me daba un golpecito en el pecho-. Yo la verdad es que no sé si podría con tanto. Siéndote sincera alguna vez he fantaseado con hacer algo así, pero no a esa escala claro.

-¿O sea que te gustaría hacer un gangbang?

-Hijo me vas a enseñar mas palabrejas en este viaje de las que he escuchado en años -ambos reímos-. ¿Se puede saber que significa eso?

-Se le dice así en el porno cuando muchos chicos se follan a una mujer. Mira ves, lo pone aquí en el titulo -dije señalando-

-Aaah… Pues nunca lo había oído. Oye lo que aprende una teniendo un hijo pajero eh -dijo vacilándome en tono divertido-.

-Oye estas tu para hablar de pajera eh. Me lo dice la que quiere que le hagan un gangbang.

-Oye oye que yo no he dicho eso eh -discutíamos en un tono irónico-. Yo solo he dicho que bueno… En alguna que otra ocasión he pensado en como se sentiría estar con varias personas a la vez.

-Si vamos, que te apetece tener varias pollas para ti solita.

-Hombre dicho así suena un poco fuerte.

-No hombre pero si me parece genial. Lo que no se es por que todavía no lo has hecho.

-Bueno pues como con todo cariño, para cuando estas inquietudes me empezaron a rondar la cabeza yo ya llevaba años casada con tu padre.

-Ya bueno… -hubo un silencio de unos segundos algo triste que me dio a entender una vez más que mi madre no había tenido la vida sexual que ella hubiera deseado, lo cual por otro lado no era nada que no supiera a estas alturas-. Oye ¿que te parece si le echamos un ojo al vídeo? -dije mientras lo ponía-.

-Bueno era lo que tenía pensado, hasta que uno que yo me se me pegó un susto de muerte.

-Anda anda no seas tan exagerada -dije divertido mientras ambos reíamos-.

Como ya os podéis imaginar el vídeo era un clásico gangbang, con cinco tíos turnándose para meterle la polla a la actriz en cualquier agujero posible. En cuanto a mi madre y a mí, la verdad es que no hablamos demasiado. Sí que hubo algún que otro comentario, pero nada a destacar. En vez de a hablar nos dedicamos a disfrutar de lo que estábamos viendo, llegando al punto de comenzar a masturbarnos tímidamente. No pasó demasiado tiempo cuando las caricias comenzaron a intercambiarse entre nuestros cuerpos, dando yo el primer paso abriéndole la bata para dejar salir su precioso par de tetas. Ella por su parte dirigió una de sus manos directa a mi pantalón, la cual rápidamente se introdujo en este, comenzando así una lenta y rica paja. Para estar mas cómodos opté por apoyar la tablet sobre la mesa, de esta manera tendría mis dos manos desocupadas. En cuanto estas estuvieron libres, una de ellas se dirigió a su coño, el cual estaba completamente al aire y hecho un mar de fluidos. Por otro lado mi mano restante se posó detrás de su cabeza, agarrándola suavemente del pelo y dirigiendo su boca a la mía. Igualmente no nos olvidamos del vídeo, ya que a ratos íbamos parando nuestros morreos para prestarle atención al mismo.

En cierto momento la actriz comenzó a chupar las pollas de un par de los actores, escena a la cual mi madre no le quitaba ojo. Viendo lo mucho que le gustaba esa imagen, mi primer instinto fue recogerle el pelo, haciendo con este una coleta en mi puño para, seguidamente y sin avisar, bajar su cabeza hasta mi polla. Una vez su boca estuvo lo suficientemente cerca esta se abrió por completo, haciendo que mi miembro llegara de una sentada a lo más profundo de su garganta. Tras esto mi madre comenzó a mamar con unas ganas tremendas, lo cual a estas alturas ya prácticamente no me sorprendía, al fin y al cabo sabía de sobra que una de sus cosas favoritas era disfrutar comiéndose una buena polla. Mientras ella hacía su trabajo yo no me quedaba atrás, colando unos de mis brazos por detrás de su espalda y llegando así a su húmedo coño, el cual comencé a masturbar introduciendo mis dedos todo lo profundo que pude. A todo esto el vídeo seguía rodando, y claro nosotros disfrutando de él a la vez que nos dábamos placer el uno al otro. En cierto momento comenzó la parte buena de este, en donde a la actriz (a la cual se estaban follando por el coño) se le acercaron un par de tíos dispuestos a rellenarle los otros dos agujeros restantes. De esta manera uno de ellos metió su polla directa en su boca, mientras que el otro se acercó por detrás dispuesto a follarle el culo. Viendo esta escena agarré a mi madre del pelo y del cuello, sacándole mi polla de su garganta y colocándola de rodillas en el suelo, justo delante de la pantalla.

-Mira mamá… ¿Esto es lo que quieres verdad? ¿Quieres tener todas estas pollas para ti? -decía yo susurrándole al oído-.

-Dios sí… Quiero que me follen por todos lados… -dijo ella con una voz de total depravada. Sin duda estaba del todo metida en el juego-.

-Sabía que eras una guarra, pero no que tuviera a una madre tan puta… Mira… -dije acercándole la cara al vídeo-. Mira como le rompen el coño y el culo al mismo tiempo… ¿Te gustaría ser esa verdad?

-Aghh sí… Me encantaría que follaran de esa manera… Dios necesito que me follen así de rico…

-¿Ah sí? Pues no te preocupes que vamos a ponerle solución a eso -dije sentándola de nuevo en el sofá-. Quiero que me esperes aquí cariño, y mientras -llevé una de sus manos a su coño- quiero que te toques y me mantengas este coño tan rico bien preparado. ¿Harás eso por mí?

-Sí… -dijo mirándome a los ojos a la vez que comenzaba a masturbarse-. Mami tendrá su coñito bien preparado para ti cariño…

Esto hizo que mi polla se pusiera aún mas dura de lo que ya estaba, lo cual me parecía prácticamente imposible. Tras darle un breve pero cerdo morreo de despedida. subí rápidamente al piso de arriba, donde se encontraba su dildo y el bote de lubricante anal. Supongo que a estas alturas ya no tendréis ninguna duda de cuales eran mis intenciones. Sin perder tiempo me desprendí de mi pantalón, quedando completamente desnudo y bajando a toda prisa de nuevo al salón. Ahí pude encontrarme de nuevo a mi madre, la cual seguía en la posición en la que la había dejado, masturbándose a una gran velocidad mientras soltaba algún que otro gemido. Os puedo asegurar que solo esa imagen ya daba para correrse sin apenas tocarse. Después de unos segundos embobado con la escena decidí acercarme a ella, rodeando el sofá y posando mis artefactos sobre la mesa para finalmente arrodillarme ante ella. Al ver lo que había traído una sonrisa de lo mas cerda se dibujó en su cara, asistiendo con la cabeza y separando los labios de su vagina todo lo que pudo, ofreciéndome así una vista espectacular de su coño completamente abierto.

-Mami ha dejado su coñito bien listo para que hagas con él lo que quieras cielo… -dijo ella con esa voz de niña mala que tan cerdo me ponía-.

Con esta imagen ante mí no me pude contener, y por supuesto lo primero que hice fue abalanzarme a comerme ese rico manjar que me ofrecía. Yo soy de los que piensan que un buen coño siempre sabe a gloria, pero ese en concreto, el coño de mi propia madre… Madre mía eso era como probar un pedazo de cielo. Estaba completamente empapado, por lo que enseguida mis dedos se colaron hasta lo mas profundo de este, mientras que mi lengua se ocupaba de chupar y succionar su rosado e hinchado clítoris. Esto en seguida hizo que los gemidos de mi madre se multiplicaran. En cierto momento y con mi madre ya cerca del orgasmo, aproveché varios de sus fluidos para lubricarme otro par de dedos, los cuales poco a poco y con suavidad fui introduciendo en su culo. Esto hizo que se comenzara a retorcer victima del placer, anunciando entre gritos que estaba a punto de tener un orgasmo, el cual efectivamente acabó llegando a los pocos segundos. De esta manera tanto su culo como su coño comenzaron a contraerse entre espasmos con mis dedos todavía dentro, mientras que mi boca se veía inundada de varios fluidos provenientes de lo más profundo de su interior. Sin duda podría decir con total seguridad que la corrida de mi madre era mi sabor favorito en el mundo.

Después de varios minutos saboreando cada rincón de su entrepierna y dejándole a ella tiempo para que recobrara el aliento, pensé que ya iba siendo hora de pasar al plato principal. De esta manera agarré el el bote de lubricante, echando algo de este sobre mi pene (el cual para esos momentos no es que necesitara demasiado lubricante precisamente) y algo más también sobre el dildo. Me incorporé apoyando las rodillas sobre un par de cojines que eché en el suelo, elevando así un poco mi altura para quedar en la posición perfecta. A ella por otro lado la coloqué de una forma que favorecería un poco más el acto. Boca arriba (como ya estaba) pero con las piernas flexionadas al máximo, prácticamente llegando a poner casi los pies detrás de su cabeza. De esta manera tanto su coño como su culo quedaban bien expuestos y preparados para ser ensartados. La imagen era tremenda, sus tetas parecían más grandes que nunca en esa posición, con los pezones bien duros y marcados por la extitación, mientras que su rojo, hinchado y chorreante coño palpitaba rogando por ser follado de una vez por todas. Todo esto claro acompañado de una cara totalmente desencajada por la lujuria, cuyos ojos no perdían detalle de mi polla cada vez mas cerca de sus dos entradas.

Una vez habiendo disfrutado de esta imagen decidí no hacerla sufrir más, aunque mentiría si dijera que yo no estaba como loco por follarme alguno de esos dos agujeros que se me ofrecían. De esta manera comencé a pasar mi pene por toda la zona, frotando tanto su coño como su culo.

-Dime cariño, ¿qué prefieres? ¿Este? -dije metiendo u sacando muy suavemente la punta de mi polla en su vagina, lo cual hizo que mi madre se estremeciera soltando un suave suspiro- O… ¿Este? -dije haciendo lo mismo en su culo-.

-Agggh… Ese cielo ese… Dios… Quiero que me vuelvas a follar el culo como anoche…

-Pues eso haré mami… -dije metiendo un poco más mi miembro, tal y como ella había pedido-. Bueno entonces supongo que esto otro… -dije comenzando a pasar el dildo por su vagina-. Esto otro va aquí, ¿verdad?

-Ayy si amor… Por favor relléname también el coño…

Y así lo hice. Tras esto introduje el dildo por completo, el cual entre el lubricante y la calentura que llevaba mi madre consiguió colarse hasta el final de una sola sentada. Esto hizo que mi madre se estremeciera del gusto al instante, aumentando poco a poco sus gemidos, víctima de la doble penetración que estaba degustando. Por otro lado a mi pene le costó un poquillo más abrirse hueco por ese apretado culo, pero apenas unos minutos después este ya estaba completamente ensanchado y recibiendo una follada en toda regla. La verdad es que tenía su truco, ya que tenía que compenetrar mis embestidas con mi mano metiendo y sacando el dildo, pero una vez comencé a dominar el asunto la cosa fue sobre ruedas, alternando incluso de vez en cuando los ritmos y movimientos. A veces metía y sacaba ambos al mismo tiempo, mientras que otras veces los iba turnando. Esta segunda forma sin duda era la que más hacía gozar a mi madre, la cual hacía que en todo momento tuviera una dentro. Cuando una de las pollas apenas comenzaba a salir, la otra ya estaba entrando a toda velocidad, lo cual hacía que mi madre se estremeciera entre gritos de puro placer.

-Ay así así así… Agggh sigue por dios cielo…

-¿Te gusta verdad? Aghhh… ¿Te gusta tener dos pollas para ti solita eh?

-Aaghh si amor… Dios me encanta… -decía amasándose las tetas y llevado alguno de sus pezones por momentos a su boca- Siento como me llenas por todos lados…

-¿Te gustaría tener más pollas verdad? Aghhh…

-Agghhh sii… Joder quiero que me follen por todos lados…

-Eres una puta mamá… Eres una puta cerda incestuosa… Agghh…

-Agghhh no… Yo no soy eso… Uff….

-¿Cómo que no? Entonces cómo es que disfrutas tanto de que tu hijo te esté follando el culo y el coño a la vez… -dije yo acelerando las embestidas-.

-¡Aagghh!

-Vamos… ¡Responde! -dije dándole una cachetada en una de sus tetas, las cuales botaban completamente descontroladas-.

-¡Aagggh! -su respuesta fue unicamente gemir con una sonrisa de lo más lasciva mientras me miraba fijamente-

-Te he dicho… Que respondas -dije yo en un tono mas serio mientras con mi mano sobrante le agarraba el cuello, haciendo que esa sonrisa se convirtiera en la carcajada más depravada que he escuchado en mi vida. Sin duda a mi madre le encantaba llevarme al límite-.

-¡Ay sii jodeer! Me encanta… Tu madre es una sucia puta… ¡Ufff! ¡Sigue cielo sigue! Dale a la cerda de tu madre lo que se merece… Aaaghhh….

-Lo sabía… Agghhh… Vamos… Pídemelo por favor… Pídeme que te folle hasta que te corras…

-Por favor cariño te lo suplico… Follame… ¡Aagghhh! Por favor… Amo… ¡Fóllate a tu putita para que se corra!

El que mi madre se refiriera a mi como “amo” seguramente es de lo que más cachondo me ha puesto en la vida, por lo que no podía hacer otra que cumplir sus súplicas. De esta manera aceleré aún más mis embestidas, haciendo que mis caderas rebotaran contra su culo mientras mi mano penetraba a una velocidad pasmosa su encharcado coño una y otra vez, el cual chasqueaba sin parar ante tal follada. Ella por su parte apretó sus dos tetas a más no poder, enterrando sus dedos en estas y moviéndolas al ritmo de mis embestidas. Por otro lado mi mano restante apretó algo más su cuello, dejándola respirar pero lo justo para que la falta de oxígeno le causara una explosión de sensaciones.

-¡Aaggh! ¡Así amo así! Joder que bien me follas amor…

-Vamos cariño… Agghhh… Dale una buena corrida a tu amo… -yo sentía que en cualquier momento iba a reventar-.

-¡Siii! Dios estoy a punto cariño… Joder no aguanto más… ¡Ayyy joder me estas matando amorr!

-¡Agghh! Dios mamá tu culo se siente demasiado bi… bien… Joder creo que no voy a aguantar mucho más…

-Yo tampoco cielo… Vamos destrozame el culo bebé… Destrózame el culo y el coño al mismo tiemp… ¡Aagghhh!

-Joder tu culo se siente demasiado bien… Aaghh creo me corro mamá…

-Yo también hijo… ¡Yo tambíen! ¡Aaaghh no pares…! ¡No pares! ¡Dale toda tu lechita a la puta de mami!

-Me voy cielo… ¡Me voy me voyy! ¡aagghhh!

-Ayyy que rico… ¡Que rico que rico! ¡Aaghhh jodeer me corro! ¡me corro me corro me corroo! ¡aagh!

Ambos explotamos en un orgasmo digno de una película porno. Por un lado ella comenzó a gritar como una loca, presa del enorme placer que le suponía haber tenido un orgasmo con doble penetración, mientras que yo rápidamente saqué mi polla de su culo, comenzando a correrme de una manera totalmente descontrolada por todo su cuerpo. Fueron varios los chorros que salieron disparados sobre ella, cayendo algunos en sus tetas, otros en su abdomen, y otros incluso llegando a bañarle parte de su sonrojada cara. Una vez mi corrida llegó a su fin, saque el dildo de su coño e introduje ahí mi todavía erecto miembro, acercándome al mismo tiempo hacia su boca para finiquitar aquella majestuosa follada con un sucio y salivado morreo.

-Madre mía mamá… Eso ha sido… Increíble…

-Increíble… Se queda corto cielo… Dios… -apenas podíamos hablar de lo fatigados que estábamos-.

-Dios mira cómo te he puesto… -dije restregando mis restos de semen por sus tetas-.

-Ya sabes lo mucho que me gusta tu leche… -dijo ella recogiendo parte de la lefa que había aterrizado en su cara para acto seguido llevársela a la boca-.

Tras esto decidimos ir a ducharnos, ya que aunque estoy seguro de que a ambos nos hubiera encantado seguir con la sesión, teníamos que aprender a dosificar un poco. Eso sí, como ya era costumbre la ducha fue conjunta, y la verdad es que poder enjabonar todo el cuerpo de tu madre es una experiencia ya de por si de lo más placentera. Una vez salidos de la ducha ambos nos dirigimos a nuestros cuartos para ponernos algo de ropa, ya que eran casi las ocho y el día comenzaba a refrescar.

Una vez en mi habitación comencé a darle vueltas a la situación que acabábamos de vivir. Obviamente no en lo referente a follar con mi madre, a estas alturas para mí eso estaba tan normalizado como el respirar. Más bien pensaba en cómo me sentía respecto a que mi madre quisiera hacer un gangbang, aunque fuera simplemente una fantasía. Sinceramente yo nunca me he considerado celoso, pero siempre he pensado que eso de las relaciones liberales no era lo mio. ¿Tu chica follando con otros tíos? ¿Tú tirándote a tías cuando estás ya enamorado de alguien especial? Incluso el tema de hacer tríos u orgías se salía completamente de mi esquema. Obviamente respeto a quien esté cómodo con ello vaya, amor libre y esas cosas, pero en lo personal no lo veía aplicable a mi vida. Por eso me sorprendió tanto que me pusiera tan cachondo imaginarme a mi madre en una escena así, en la que varios tíos se la follarían por todos lados, y en la que yo pudiera observar o incluso participar en algún momento.

Tras darle un par de vueltas se me ocurrió coger el móvil y hacer algunas búsquedas en Google, concretamente relacionadas con el tema de locales de intercambio de parejas y esas cosas. Siempre había oído sobre ese tipo de sitios, pero la verdad que no sabía hasta que punto eran una leyenda o si realmente existían. Y obviamente no me refiero solo a locales de intercambio, que eso dentro de lo que cabe asumo que será de lo más normal, si no también a esos sitios donde supuestamente hay glory holes, se hacen bukakes, ganbangs, etc. Son sitios que uno pensaría que solo existen en las pelis porno, pero para mi sorpresa tras un par de búsquedas aterricé en un foro en el que varias personas ofrecían y buscaban información sobre el tema. En uno de los post un usuario daba varios nombres de locales en una ciudad no muy alejada de donde nos encontrábamos, pero lo suficiente para que absolutamente nadie nos pudiera reconocer. También describía lo que estos sitios ofrecían, dando además varias opiniones sobre cada uno de ellos. Obviamente a ojos de cualquier persona esto simplemente eran bares, discotecas, o pubs clásicos, por lo que tenías que ir recomendado por alguien o contactar directamente con el local utilizando una serie de códigos. En un principio me dio un poco de mal rollo el concepto, pero según seguí leyendo las palabras del usuario me calmaron bastante. Este aclaraba que estos protocolos se seguían para no escandalizar a nadie que no quisiera participar en estos juegos, y que todos los locales que había en esta lista se caracterizaban por su buen rollo. En definitiva, gente algo más guarra de lo normal queriendo hacer guarradas sin molestar a nadie.

Fui pasando entre varios de los nombres y leyendo sus descripciones. Unos estaban especializados en BDSM, otros eran solo para chicos, otros para chicas. También había alguno de intercambio de parejas clásico, pero de todos ellos el que más me llamó la atención era uno que cumplía a la perfección lo que estaba buscando. No voy a dar nombres ni del local ni de la ciudad por proteger nuestra identidad, pero si os puedo decir que por las fotos parecía un sitio de muy alto nivel. Era una especie de pub irlandés el cual se situaba en la parte baja de un hotel, uno no muy grande pero si con muy buena presencia. La idea del sitio era justamente lo que buscaba, ya que se especializaba en gangbangs (la verdad que dicho así suena casi a proba). El proceso era sencillo, una persona podía ir al local buscando dos cosas, o follar o ser follada. Si buscabas follar la condición era que fueras hombre y que acudieras solo, mientras que si lo que buscabas era recibir podías ser tanto mujer cómo hombre, y acudir o bien solo o acompañado por una persona, la cual a su vez podía elegir ser espectador o participante como follador. Después el propio bar te ofrecía unas habitaciones en el hotel de arriba, las cuales por un módico precio podías reservar durante un par de horas.

La verdad es que sonaba de lujo, de hecho me estaba poniendo malo solo de pensar que algo así pudiera llegar a ocurrir. Claro ahora ya tenía lo fácil, que era el donde y cómo, lo complicado iba a ser convencer a mi madre, ya que aunque sabía de sobra que algo así sería como un sueno para ella, por otro lado también era consciente de que se sentiría culpable al engañar a mi padre de esa manera. Esto se que a muchos os parecerá una tontería, “¿le pone los cuernos a su marido follándose a su propio hijo pero luego le sienta mal ponérselos con extraños?”, diréis. Y la verdad es que razón no os falta, pero lo nuestro era algo especial surgido de un deseo que ambos llevábamos dentro desde hace tiempo. En cambio ir conscientemente a un bar a ponerle los cuernos a tu marido con varios maromos ya eran palabras mayores. De todas maneras yo tenía la esperanza de poder llegar a convencerla. Quiero decir, en pocos días pasé de tocarle una teta de manera tímida e inocente a tenerla llamándome amo y rogando por que me la follara una y otra vez.

Dicho esto estaba convencido. No se como me las ingeniaría, pero de una manera u otra conseguiría hacer que mi madre disfrutara siendo follada por todos y cada uno de sus agujeros antes de que estas vacaciones terminaran.

Continuará…

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