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Festival música

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Esta es una obra de semi-ficción. Algunos nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos y hechos que aparecen en la misma fueron modificados por la autora en el uso de su libertad literaria.

En la ciudad hubo un festival de música al aire libre el viernes, sábado y domingo, en el gran parque público. Como ambos tenían trabajos estables, irían el sábado por la noche y volverían a casa el domingo por la madrugada. A Eleny estaba emocionada era una buena oportunidad de salir de la rutina.

Esposo: "Bebecita, puede que haga calor durante el día, pero por la noche va a hacer frío, la última banda no terminará hasta pasada la medianoche".

Eleny: "Estoy lista para cualquier eventualidad” pensando en la una falda larga.

Con las bendiciones en casa de los abuelos, cuando Eleny salió de la ducha, su esposo estaba algo emocionado.

Esposo "¡Bebecita! ¡Nomas tantito!" suplicó.

Eleny: "¡Mor, No! Me hubieras dicho antes de bañarme, no voy ir todo “olorosa” toda la noche. Pero, si quieres, ¿Por qué no me comes mientras te masturbas? ¿Te gusta hacer eso?".

Con muy pocos juegos previos, su esposo pronto enterró la cabeza entre sus muslos. Masturbando furiosamente, mientras lamía la calva panocha de Eleny, pronto disparó sus mecos sobre una toalla.

Eleny gimió de frustración, al sentir que él disminuía la velocidad y perdía interés en satisfacerla. Al oírla gemir, su esposo, en su inopia, pensó que ella también se había corrido. Mientras él se duchaba, Eleny usó sus dedos para alcanzar un orgasmo insatisfactorio.

Camino al concierto su esposo, no dejo de estar juguetón, insinuándole que probablemente, durante el concierto tuvieran oportunidad de satisfacerse, idea que maravillo a Eleny, por lo cual, cedió a la solicitud de su esposo para quitarse las pantaletas, en coche.

Poco antes de llegar, su esposo se detuvo en una tienda de conveniencia y regreso con una botella de ron.

Eleny: "¿Para qué es eso? Casi nunca bebemos. ¡No quiero que te emborraches y después no me cumplas!" gritó.

Esposo: "No se permite el alcohol en el parque y vamos a estar allí durante horas. Pondré un poco de esto en botellas de agua para mantenernos calientes. No nos emborracharemos". sonrió "¡Las botellas caben en mi mochila! ¡La seguridad nunca lo sabrá!"

Durante toda la noche, su esposo había toqueteado a Eleny, teniéndola en un estado de euforia erótica, A las once en punto, el ron se había acabado, causando la baja de lívido en su esposo y la frustración de Eleny, Finalmente embriagados ambos, estaban apoyados sobre una barandilla de seguridad disfrutando de las bandas. El contraste de los juegos de luces de los grupos contra la oscuridad natural del parque los envolvía junto a más de mil personas deambulando o tambaleándose. Usando la barandilla como apoyo, para no ser llevados por el empuje de la corriente humana, la pareja disfrutó de la música.

El Roger, había estado “trabajando” toda la noche, buscaba la oportunidad de agenciarse alguna cartera o celular, por enésima vez en esa noche. Cuando observo a la pareja apoyada en la barandilla. No hacía falta ser un científico espacial para saber que estaban etílicamente alegres, “presas fáciles”, pensó.

Moviéndose de cerca detrás de la mujer, El Roger rodeo con su brazo buscando el celular de la mujer que estaba metido en la cintura de su falta, entonces ella empujo sus nalgas contra su entrepierna. Inmediatamente su verga reacciono rígidamente buscando la hendidura carnosa, formada por sus posaderas.

Sin obtener alguna otra reacción, El Roger, simplemente aprovecho el momento suavemente levantó la falda lo suficiente para que su mano alcanzara su panocha, encontrándose con la grata sorpresa de la desnudes de su raja, Ella se estremeció cuando sus dedos tocaron su rendija húmeda, pero nunca gritó ni trató de escapar. Cada vez más valiente, El Roger frotó su rígido clítoris, mientras insertaba un dedo en su resbaladiza abertura.

Al escuchar a Eleny gemir, en la penumbra

Esposo: "¿Pasa algo, cariño?".

Eleny: "No... No... Todo es simplemente maravilloso. La noche … la música … todo se siente tan bien".

Después de escuchar la conversación, El Roger supo que esta perra quería verga, y quien era el para negársela. Desabrochándose los pantalones, dejó que su gruesa verga se liberara al fresco de la noche. Su trozo de carne rígido estaba parado en un ángulo de cuarenta y cinco grados y ya goteaba. Usando ambas manos en el interior de sus muslos, abrió los labios de su coño y levantó su cuerpo. Su monstruo tuerto fue atraído hacia su coño como si fuera un imán. Bajándola suavemente sobre su tranca, la mitad de su verga se deslizo fácilmente su vagina chorreante.

Eleny: "¡Dios!... ¡Oh Dios! Tranquilo... Despacio, ve despacio... Por favor" susurro

No tenía idea de quién estaba detrás de ella y no quería saberlo. ¡Estaba siendo llenada y eso fue suficiente!

Esposo: "¿Qué dijiste, cariño? ¿Estás bien?".

Eleny: "¡Estoy bien! ¡Me siento genial!"

Mirándola con preocupación, su esposo pudo ver, con los reflejos de los juegos de luces del concierto en la oscuridad, su cuerpo moviéndose como si estuviera al ritmo de la banda. Pero estaban tocando rock y ella se movía al ritmo de un vals. ¡Estaba realmente borracha! Bajando la cabeza, miró sus pies. ¡Estaba de puntillas! ¿Cómo pudo hacer eso? ¡En realidad parecían estar fuera del suelo! La mente ebria de su esposo no aceptaba lo imposible e inmediatamente lo olvidó.

Por ahora, El Roger tenía toda su verga dentro de su vientre. Comenzando con penetraciones cortas y poderosas, su verga pronto se hundía más y más fuerte. Su panocha se aferró a su verga como un guante de cuero apretado.

Eleny temblaba como una hoja al viento, gimiendo y gimiendo silenciosamente con cada embestida profunda.

Eleny: "¡Me encanta! ¡Me encanta! ¡Más fuerte!... ¡Más rápido! ¡Oh Dios! ¡Se siente tan bien!"

Por el rabillo de sus ojos etílicamente borrosos, su esposo podía ver los giros salvajes de Eleny. Sin duda fue una sorpresa descubrir cuánto amaba la música rock. A él también le gustaba la música, y se sentía bien ver a la banda, pero Eleny se movía tan fuerte y rápido entusiasmada con la música. ¡Definitivamente, No más alcohol para ella!

El Roger sintió la enorme carga que se elevaba hacia la cabeza de su verga, con un poderoso empujón le inyecto su semilla en lo profundo de su útero como una bala de cañón, la lleno hasta desbordar por su bien cogida panocha.

Eleny: "¡Oh! ¡Dios mío! ¡Ya llego! ¡Ya llego!" gimoteaba suavemente.

Mientras los zarcillos de placer se extendían por su cuerpo. ¡Estaba en llamas! Su cabeza se sentía como si fuera a explotar. Con un último estremecimiento, su orgasmo se hizo más lento y se detuvo.

Esposo: "¿A dónde llegas? Baja de la nube, bebecita" murmuró.

Al sentir que el monstruo de carne dejaba su panocha y su falda bajaba, Eleny se quedó con una sensación de vacío. Sintió un fluido espeso y pegajoso resbalando por sus muslos y piernas. Sus rodillas no la sostenían y agarró los hombros de su esposo.

Eleny: "Mor, Vámonos. Estoy cansada y con sueño".

Cuando llegaron, se las había arreglado para limpiarse la parte interna de las piernas sin que su esposo lo supiera. Ya en la habitación.

Eleny: "¡Mor, Quiero que me comas de nuevo! ¡El concierto me puso tan cachonda!"

Tomando la iniciativa, lo empujó sobre la cama y se sentó a horcajadas sobre su rostro.

Su esposo estaba sorprendido, pero feliz de cumplir. No vio su coño crudo y rojo, pero pudo sentirlo cubriendo completamente su boca. Sin recordar que alguna vez había sido tan grande, abrió la boca y metió la lengua, lo más profundo posible. ¡Guau! ¡Estaba realmente cachonda! Su boca se llenó una y otra vez con su fluido espeso. Sabía deliciosamente diferente a otras ocasiones.

¡Qué maravillosa esposa tenía!

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