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Fiesta en mi facultad
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Mi facultad realizaba una fiesta cada año, esa ocasión era nuestro turno, como es de suponer este trabajo fue muy demandante, al final conseguimos un hermoso lugar a las afueras de la ciudad, parecía un pequeño castillo con un salón principal enorme con grandes ventanas que permitían observar el paisaje exterior. Todo iba genial a falta de una semana, mi novio David y yo salimos a comprar vestidos y accesorios, conseguí un hermoso vestido corto, con detalles plateados, aunque no me gustan mucho los escotes, ya que considero mi pecho demasiado voluminoso, este vestido tenía ese escote perfecto para mí, a David también le fascinó el vestido, por lo que estaba muy feliz y segura de mi elección.

La noche de la fiesta llegó, y como organizadores llegamos temprano y arreglamos todo, para iniciar la fiesta a las 7 pm, todos empezaron a llegar y pronto el lugar estuvo completamente lleno, mi novio también llegó pero yo aún no me había cambiado, así que me acompaño al baño a cambiarme, una vez ahí mi novio empezó a besarme y por un segundo le seguí la corriente, pero no pude, por qué sentía la presencia de mucha gente alrededor, y lo detuve, él se molestó un poco, continué con mi vestido y salí de allí, no tardaron en lanzarme cumplidos, se sentía muy bien, continué con mis labores de organizadora y David se quedó en una mesa que habíamos separado para nosotros, todo marchaba de manera genial, así que empecé a relajarme un poco, salí a la recepción a tomar un poco de aire y fue cuando lo vi, era Andrés un amigo de la facultad, hace un par de años en una etapa un poco problemática de mi relación con David, nos acostamos un par de veces, se lo confesé a mi novio y por obvias razones me aleje de él, no habíamos hablado desde entonces, esa noche cruzamos las miradas y él vino directo hacia mí, me saludó con un beso en la mejilla y me dijo que estaba muy guapa, le dije que él tampoco se veía tan mal, la verdad se veía muy bien, llevaba un traje a la medida azul, venía con su novia, que también se veía increíble con un hermoso vestido beige, los invite a pasar y los acompañe hasta una mesa con sus amigos, fui a ver a David y estuve con él un momento, estaba solo en nuestra mesa, le dije que en un par de horas sería toda de él, que por favor me esperara, él estuvo de acuerdo, y yo volví a salir a la recepción.

Eran aproximadamente las 10 y comencé a sentirme un poco cansada, sentí que ya debía entrar y quedarme con David, cuando de repente sentí un suave toque en mi espalda, al voltear me sorprendió ver a Andrés solo, sonriéndome, me dijo al oído que lo acompañara a su auto, quería contarme algo, le dije que no podía dejar el evento, el insistió y me tomó de la mano llevándome al estacionamiento y nos sentamos en la parte de atrás de su auto, empezó por preguntarme como iba mi relación con David, simplemente le respondí que muy bien, continuó diciéndome que no ha dejado de pensar en mí, que me extrañaba, que cuando tiene relaciones con cualquier chica se acuerda de mí, tuve que frenarlo en seco, le dije que no podía decir todas esas cosas, su novia y ¡mi novio! estaban en la fiesta, le recordé que esa breve aventura acabó muy mal y le dije que siento que David aún no termina de perdonarme por lo que pasó, él se calló por un momento y apartó su mirada de mí, no sabía que mas decir, pensé que ya había terminado, así que abrí la puerta del coche para volver a la fiesta, de pronto muy bruscamente Andrés detuvo la puerta quedando de frente a mí, solté un pequeño grito, clavo su mirada en mí, me dijo -Me encantas-, y me besó.

En ese momento pasaron muchas cosas por mi mente, no pude separarlo de mí, o tal vez no quise, él coloco su mano derecha en mi cintura, y con su mano izquierda movió mi cabello a un lado y continuó besándome el cuello, consiguiendo que me retorciera un poco de placer, mi corazón latía a mil por hora, algo dentro de mi quería detenerlo, pero mi cuerpo no respondía a las demandas de mi cabeza, perdí el control, cualquier indicio de cordura se desvaneció, olvidé que David me esperaba, olvidé que Andrés tenía novia y peor aún perdí la noción del tiempo. Andrés continuó besándome y con mucha delicadeza bajo las tiras de mi vestido descubriendo mi pecho, apasionadamente mordisqueó mis pezones, uff…, yo no podía hacer más que gemir muy suavemente para no llamar la atención de nadie alrededor, entonces se quitó su leva y me acostó en el asiento colocándose sobre mí, besándome de una manera tan irresistible, los labios, mis oídos, el cuello, mi pecho; sus manos empezaron a bajar por mis piernas, apretándolas con firmeza, con sus dedos bajo mi vestido empezó a subirlo lentamente, le pedí que tuviera cuidado, ya que no podía romperlo, además de ser un vestido muy hermoso, fue costoso, él solo se burló de mi petición, pero lo hizo con cuidado y continuó, levanto mis piernas, las beso un poco, luego tomo mi braga y la retiro de un solo tirón, de repente estaba nuevamente desnuda con el mismo chico que me había causado tantos problemas, pero no pude resistir, solo sé que empecé a sentir como sus dedos empezaron a penetrarme de a poco, mientras él jugaba con su lengua y mis pezones, tape mi boca con ambas manos para no gemir tan fuerte, el retiro mis manos y puso sus dedos empapados de mi en mi boca, moviéndolos sobre mi lengua, estaba tan mojada que comencé a sentir como me resbalaba del asiento.

Andrés se detuvo por un momento e hizo que me sentara, el hizo lo mismo, mi calentura era tal que sin titubear empecé a desabrochar su pantalón, bajándolo por completo, de un solo impulso me senté en sus piernas y continué besándolo, tome su corbata como una cadena obligándolo a besarme los senos, para luego quitársela junto con su camisa dejando al descubierto su pecho tan bien trabajado que no pude resistir besarlo, mientras él tomaba con sus manos mis nalgas, las apretaba y las golpeaba tanto que no pude resistirme más, mi mano tomó su pene tan mojado y caliente y lo introduje dentro de mí, ambos gemimos juntos y nos reímos mirándonos a los ojos, empecé a dar sentones uno tras otro posando mis manos sobre su pecho mientras el sostenía mi cintura con las suyas, mientras mi mente volaba de placer vino a mí el recuerdo de la última vez que habíamos tenido sexo hace ya 2 años más o menos, intentamos hacerlo de perrito pero no duró más de 5 segundos lo cual fue muy decepcionante para mí y quería cumplir esa boba fantasía.

Lo miré a los ojos y le dije -Te quiero detrás de mí-, de inmediato el me quitó de sus piernas y me colocó de espaldas tomó mi pierna derecha y la ubicó sobre el asiento y me empujó hacia el frente dejándome perfectamente a su disposición, en ese momento agradecí ser pequeña porque de otra manera no lo hubiera conseguido, acto seguido comenzó a penetrarme de manera más deliciosa que había, lo hacía con tal intensidad que mi cuerpo empezó a golpear la puerta y yo no podía contener los gritos de placer, así que tomé su camisa y empecé a morderla para no gritar, sin embargo no sirvió de mucho mis pequeños gemidos eran demasiado evidentes, si alguna persona pasó por allí debió escuchar muy claramente, sin embargo, nada ni nadie podía arruinar ese momento, me penetro una y otra vez, hasta que no pudimos más, él se detuvo y eyaculó afuera, derramando sobre mi trasero y mis piernas su semen caliente, tanto el como yo estábamos exhaustos, sudados y por sobre todo desorientados en el tiempo, habíamos pasado alrededor de una hora en el coche.

De pronto todo se volvió real, entré en pánico y no sabía qué hacer, le pedí algo para limpiarme y me ofreció unas toallitas húmedas, me apresuré a limpiarme por completo y vestirme, le pedí que no saliera hasta que yo haya llegado a la fiesta, me despedí sin más y salí muy deprisa, al llegar vi a David muy enojado y dentro de mi pensé, lo sabe, pero me acerqué y le pregunté qué pasaba, me dijo que estuvo esperándome más de una hora, y que sencillamente ya quería irse, eso me tranquilizó un poco, y me comporte como una novia comprensiva, aunque por dentro solo quería morirme, le dije que bailáramos y tomáramos algo, pero que me diera un segundo para ir al baño, el asintió algo molesto y me fui, una vez dentro del baño me miré al espejo y no podía creer lo que había hecho, que demonios había pasado por mi mente, no había ninguna excusa válida para mi comportamiento, observe todas las partes visibles de mi en busca de posibles evidencias, pero no encontré nada, lo cual me alivió bastante, así que salí con mi mejor rostro y fui con David, bebí un par de copas para matar mis culpas y salí a bailar, mi novio me tomaba con sus brazos y tocaba mi cuerpo pero eso me hacía sentir más culpable, al finalizar la noche, no podía ir a casa con David, tuve que inventar una excusa de que estaba muy cansada y mis padres querían que fuera a casa, eso solo terminó de enfurecer a mi novio, pero fue lo mejor, de otra forma no sé que hubiera sido de mi aquella noche, al llegar a casa solo pude llorar y del cansancio me quedé dormida poco después.

Esta historia jamás se la pude confesar a mi novio, terminamos hace poco y no tuve el valor para decirle, pero creo que fue lo mejor, Andrés terminó casándose con su novia y ahora cada quien tomó un camino muy diferente en la vida.

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