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Fin de semana en Granada

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Lo primero deciros que esta historia es rigurosamente cierta.

En este tiempo Lucila y yo teníamos 21 años. Tenemos unos amigos, Manu y Pilar que son pareja y con los que tenemos mucha confianza.

Yo he dormido muchas veces en casa de Manu y Lucila en casa de Pilar y viceversa, por tanto la confianza es total, son de esos amigos que son casi familia.

Pues bien, Manu estaba estudiando en Granada y vivía en un piso de alquiler con otros compañeros. Era el mes de junio y me dijo que tenía que ir a la facultad a hacer unas gestiones y que si queríamos podíamos ir los 4 y pasar el fin de semana allí, puesto que sus compañeros de piso no estaban y el piso estaba vacío.

Dijimos que sí, un fin de semana en Granada era un plan muy bueno. Total, que nos fuimos los 4 y mientras Manu fue a la Facultad nosotros nos fuimos de tiendas y a tomar unas cañas. Cuando llego mi amigo ya nos habíamos tomado unas cuantas cañas y con él, otras más. En Granada se tapea muy bien.

Después del tapeo nos fuimos al piso a descansar para poder salir por la noche.

Resulta que el piso estaba todo desordenado, las habitaciones de los 2 compañeros, con todo tirado y las camas con las sábanas usadas y sin hacer. Solo estaba medianamente bien la habitación de Manu, que además tenía 2 camas, así que quedamos en que cada pareja dormiría en una cama.

Nos echamos en la cama para dormir un rato la siesta, pero con las cervezas que habíamos tomado lo que teníamos eran ganar de “jugar". Yo besaba a mi novia y Manu hacía lo mismo con la suya y ellas estaban bien cachondas. Yo creo que la situación las tenía más cachondas de lo normal, así que yo aprovechamos para meter mano cada uno a su novia Lucila llevaba un vestido con la falda por encima de la rodilla y Pilar unos vaquero y una camisa.

Yo metía la mano por debajo de la falda y la subía para arriba, dejando a la vista sus bragas, ella me decía que quitara la mano del culo porque la iba a ver Manu, pero yo le decía “Mira Manu, está a lo suyo, no se va a fijar en ti” y seguía tocándole el culo Manu por su parte desabrochaba el pantalón de Pilar y metía la mano por debajo de sus bragas.

Claro, yo veía lo que hacía mi amigo y él lo que hacía yo, así que él veía a Lucila en bragas y yo a Pilar con los pantalones medio bajados. Y a ellas no les importaba estar así. Yo me quite el polo y el pantalón y me quedé en calzoncillos y Manu hizo lo mismo. Ya en esa situación le quite el vestido a mi novia quedándose en bragas y sujetador, allí estábamos los 2, en ropa interior delante de nuestros amigos. Manu no tardó en hacer lo mismo con Pilar y la verdad, estaba buenísima, con unas bragas pequeñitas y un sujetador que dejaba entrever sus pezones. Después de unos pocos minutos retozando así, la ropa interior ya empezaba a estorbar, así que sin pensarlo, me quite los calzoncillos y a Lucila las bragas y el sujetador. Allí, los 2 en pelotas, más calientes que un burro. Nuestros amigos no nos quitaban ojo, si ellos estaban calientes, nosotros quemábamos las sábanas. Se desnudaron los 2, yo no dejaba de mirar a Pilar y Lucila a los 2. La verdad es que los 4 nos mirábamos entre risas cómplices.

Para que os hagáis una idea de cómo son nuestros cuerpos, el de Manu y el mío, son de complexión parecida, 1,75 m de altura y unos 70 kg de peso, pero ellas son muy distintas. Lucila es alta, mide 1,70 m y pesará unos 65 kg, tiene unas buenas tetas y caderas anchas, Pilar sin embargo es algo más baja y delgada, tetas de tamaño normal y unos grandes pezones de color marrón oscuro, su culo con unas curvas perfectas. Las 2 tienen el chochito con pelo pero arreglado.

Yo creo que todos estábamos más pendientes de lo que sucedía en la otra cama que en la nuestra, porque nunca hubiéramos pensado que algo así podía suceder. Para nosotros ver desnuda a la novia del otro y para ellas vernos desnudos a nosotros era algo muy especial y excitante.

Estábamos los 4 con la adrenalina a tope. Yo acariciaba a Lucila por todo su cuerpo, su culo, sus tetas y coñito, le tocaba su clítoris con mucha suavidad y ella se removía y jadeaba, ni que decir tiene que Manu hacía lo mismo con Pilar. Los 4 nos mirábamos unos a otros con cara de placer.

Yo tenía la duda de si me iba a dejar que le lamiera el chochito, pero no puso ninguna objeción. Mientras, Pilar se la estaba chupando a Manu.

Estoy seguro de que si alguno hubiéramos dicho que intercambiáramos las parejas lo hubiéramos hecho sin ninguna duda, pero ninguno nos atrevimos, por el riesgo de estropear el momento.

Después de un buen rato, ninguno podíamos aguantar y empezamos follar. Yo follé a mi novia al estilo perrito y yo tumbado y ella sentada encima y Manu y Pilar poco más o menos. Después de un ratito de descanso, nos duchamos y arreglamos para salir.

Pero curiosamente no hablamos de lo que había pasado, todos estábamos un poco descolocados porque ni se nos había ocurrido pensar que algo así podía pasar Solo en la cena salió el tema y entre risas nerviosas hablamos de que en el futuro podíamos repetir la experiencia, pero muy bien sin arrepentimiento por parte de ninguno.

Los 4 habíamos estado desnudos delante de todos y follando con nuestras parejas, ¿podía haber salido algo mejor? Lucila me contó al día siguiente que tenía una sensación extraña y que le iba a dar vergüenza la próxima vez que viera a Manu y a Pilar, pero como tardamos unos días en verlos, se le fue pasando.

Tengo más cosas para contar, pero eso será en otro relato.

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