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La caza de nuestro primer sumiso para humillarte

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No hace mucho, mi Ama publicó un relato que le rogué que escribiera para ayudarme a quitar el miedo al momento en el que Ella esté usando a algún juguete junto a mí,  para disfrutar de otro hombre (sumiso) y a la vez para humillarme a mí… y que yo también disfrute del juego.

Alguna vez Ella ha comentado que mis experiencias con terceras personas siempre han sido desde el lado del juguete. Un ama quería humillar y disfrutar de otro sumiso y me llamaba para eso… y mi implicación mental en esas situaciones se limitaban a obedecer lo que deseaba de mí. Y luego a marcharme por donde había venido.

Pero en este caso, yo soy el sumiso titular, y la situación (al menos en mi cabeza) es completamente diferente. Le tenía miedo a esa sensación, y simplemente pensarlo hacía que se me diera vuelta el estómago. Mi situación con DominAma no es simplemente la de un sumiso sometido a su Ama. Estoy completamente enamorado de Ella. Nos queremos y queremos pasar toda nuestra vida juntos… y eso hacía que cada vez que pensaba en Ella disfrutando de otro hombre… un agujero se instalara en mi estómago sin solución de continuidad.

Por eso le pedí que escribiera el relato de “Humillando a mi sumiso con otro hombre. El juguete”. Pensaba que leyendo y entendiendo una de las mil situaciones parecidas que viviré a sus pies y al lado de otra persona, sería capaz de asimilar poco a poco lo que, a mi juicio, iba a ser algo inevitable.

Lo cierto es que DominAma es una Dómina controladora y paciente. Sabe cómo mover los hilos y de qué cuerda tirar (y con qué intensidad) en cada momento. Sabe que acabaré dándole cualquier cosa que Ella desee, pero no tiene prisa y espera el momento adecuado en el que yo sea quién se lo ofrezca. Un día me dijo “acabarás rogándome que te humille follándome y disfrutando de otro sumiso”

Ella sabe que mi único objetivo es quererla y complacerla. Le he prometido obediencia absoluta y yo jamás falto a mis promesas… no hay nada que desee más que Su control 24/7 y la vida hacia la que nos dirigimos, y eso conlleva romper barreras por mi parte en aras su felicidad y plenitud como persona y como Dómina. Y por qué no decirlo, también la mía propia como sumiso. Como Su sumiso entregado y dispuesto a todo por Su placer y felicidad.

En ese sentido, poco a poco me siento más fuerte. Más seguro. Más querido y deseado por Ella. Sin que DominAma haya tensado más que lo necesario, he ido cediendo y abriéndole las puertas de todo, y con esta situación de sentir que Ella disfruta de otro sumiso en el ámbito sexual y “BDSMero” también hemos avanzado de la mano y de forma pausada y consensuada.

Hoy por hoy, ya no me retuerzo imaginándola en alguna de las situaciones del relato que os he indicado un poco más arriba. He superado muchos miedos y, aunque soy consciente que será algo diferente cuando ocurra físicamente, me siento cada día más preparado para ese momento.

Por eso, y de forma pausada, hemos empezado a buscar a ese sumiso-juguete con el que Ella jugará, de quién disfrutará y con quién me humillará de mil formas posibles. Y lo hemos empezado de forma pausada. Ya en su relato, indicó que quién quisiera ofrecerse a participar en nuestros juegos podía escribirle un email respetuosamente a [email protected], y lo que ha estado haciendo estas semanas es ir evaluando a varios candidatos.

Y esa situación, de ver que Ella está escribiéndose con otros sumisos, también me está haciendo sentir más fuerte. Yo pensé que no lo llevaría muy bien. Mi Dómina hablando con otros hombres para asegurarse que cumplían Sus exigencias. Detallando qué haría con ellos y conmigo. También de qué forma nos hará relacionarnos entre nosotros.

Como una araña que va tejiendo su tela alrededor de su presa, mientras se excita con esa caza, con esa búsqueda de la persona con la que humillarme, y de la que disfrutar. Imaginando el momento en que nos tendrá a los dos a su disposición. Y reconozco que lejos de sentir ese vértigo que sentí antaño, ahora me excito. Me excito porque la imagino a Ella relamiéndose… apretando más y más sobre cada uno de sus juguetes, hasta elegir a varios.

Porque su idea es tener un grupo fijo de juguetes/sumisos con los que jugar puntualmente. Un grupo de putas más o menos fijas a quién usar cuando le apetezca, sin tener que andar buscando cada dos por tres, ya que es cuidadosa en términos de seguridad y confianza. Así que estamos en ese proceso de filtrado y selección para ver cuáles se ajustan mejor a sus gustos, y con quién se siente bien para tenerlos preparados, y que cuándo Ella considere que estoy listo, jugar con ellos si surge la ocasión.

Y aunque se den mil formas posibles de juegos y diferentes interacciones con Ella y entre nosotros, busca sumisos. No desea simplemente un “macho alfa”. Un follador. No. Ella necesita sentir que tiene control sobre esos juguetes, y que ellos tienen el grado de sumisión y entrega necesario hacia Ella. Sólo de esa forma podrá hacer lo que desee con ellos y disfrutar al máximo de cada una de las veces que decida humillarme disfrutando de otros a la vez que conmigo.

Y a mí, todo esto se me hacía cuesta arriba hace unos meses. Imaginar que son otros dedos los que la tocan, que disfruta follándose a otro hombre, otra boca la que disfruta de su coño… hacía que se me retorciera algo por dentro. Y no negaré que aún siento un puntito de vértigo, pero deseo complacerla en todo, y aprenderé a gestionar esos momentos en los que seguramente tendré que apretar la mandíbula debajo de la máscara, viendo su placer en manos de otro hombre que no seré yo.

Tanto ha cambiado mi forma de verlo, que me excito imaginándolo. Y estoy ayudando a la búsqueda de esos sumisos/juguetes, porque como dice Ella… “Más vale que te sientas a gusto con ellos. Por tu propio bien”

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