Era otro tonto viaje de amigos de la universidad, solo acepté venir porque no quería pasar otro fin de semana aburrida en casa.
Venimos a esta playa algo desolada, no hay muchas personas. No vinieron chicos guapos, solo los bobos de mis compañeros. Aun así me puse mi mejor traje de baño, un bikini negro que me va muy bien con mi tono de piel clara y mis glúteos deliciosos que me cuestan cinco días de ejercicio a la semana.
Tomamos algo y después me fui a broncear algo retirada de los demás, no quería que nadie me molestara. Así que cuando estuve lo suficientemente lejos puse mi toalla en la arena y me recosté, ni siquiera me preocupé por el bronceador.
Antes de broncearme la espalda vi a lo lejos algunas cosas, no estaba tan sola como creía. Escucho a alguien saliendo del mar y es un tipo musculoso muy marcada con un traje de baño que no dejaba mucho a la imaginación.
Así que lo veo y me ve, se acerca y entonces veo a su amiguito. Y entonces se quita el traje de baño y veo su pene algo erecto y lo meto a mi boca. Se la empiezo a chupar y comienza a ponerse dura.
Me mojo poco a poco. Entonces me sujete y me lanza contra la arena y me quita la parte de abajo de mi bikini y me penetra.
Lo disfruto, siento el movimiento. Uno, dos. Uno, dos. Suelto un gemido suave.
Sale de mi y me pongo en 4. Entonces me folla como en esos vídeos. Cada vez más duro y sale de mi y termina en la arena.
Se pone su traje de baño, me pongo el mío y se despide.
Fue algo rápido para mi gusto.