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La crespa erótica

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Ellos eran dos jóvenes entre los 26 y 29 años, que estudiaban juntos su posgrado, eran compañeros de clase y había esa complicidad de miradas y coqueteo. Y en algunos momentos de estudio en la universidad compartían más allá de las percepciones de asuntos relacionados con perspectivas filosóficas y teóricas, también compartían placer. Si, ellos en ocasiones se daban besos y exploraban sus cuerpos, pero no se había dado el momento para llegar a la intimidad. Pero, finalmente llegó el día, era un viernes alrededor de las 9 de la noche, ambos habían salido de clase y acordaron ir a tomar unas cervezas cerca de la Universidad, ella ese día lucía su cabello negro rizado, una blusa color rojo, un jean ajustado y tenis blanco. Pero esa blusa era muy especial en la medida que le permitía insinuar parte de sus grandes senos.

En ese bar estuvieron alrededor de dos horas donde se rieron mucho, escucharon rock y salsa. Y bueno, entre canción y canción se besaron, disfrutaban mucho de verdad cada uno de sus besos. Hasta cuando decidieron irse a un lugar más tranquilo, en ese tiempo él compartía apartamento pero esa otra persona estaba de vacaciones, así que decidío ir con ella a su apartamento.

Cuándo llegaron, pusieron algo de música y él tenía unas cervezas en la nevera, así que continuaron tomando. Ella le dijo que iría al baño mientras él buscaba la música y oh sorpresa cuando viene del baño. Sin jean y sin blusa. Tenía puesto un brasier color rojo y tanga brasilera de encaje del mismo color. Le abrazo y le comenzó a besar, mientras lo besaba, bajó su mano a su entrepierna y comenzó acariciarla. Él acariciaba sus pequeñas nalgas, y luego quitó su brasier, que bellos senos, eran muy grandes y firmes, sus pezones eran grandes y de color café claro. Y empezó a besar el seno derecho y con mi mano acariciaba el seno izquierdo, ella le acariciaba la cabeza mientras besaba sus senos talla 36. Luego el bajó su mano y acarició su vagina por encima de su ropa interior y ya la sentía mojada, en realidad, muy mojada, ya se vía en su tanga huellas que ella estaba disfrutando del momento.

Al darse cuenta de ello, decidió correr a un lado la lencería y empezar a besar, lamer, palpar, saborear. Su depilada y húmeda vagina. Se sentía tan rico, ella no paraba de jadear, de decirle que no parara, que le gustaba como se la chupaba. Su vagina era pequeña y estaba muy húmeda y decidió meterle dos deditos y sentir que también era estrecha y al mismo ritmo que lamía su clítoris, movía sus dedos. Ella estaba de pie y sus piernas le temblaban, se sentía muy rico no solo el explorar su cuerpo sino también ver que ella disfrutaba mucho ese momento. Hasta que ella empezó a gemir más duro, y con sus dos manos apretar sus brazos. Y a decir que no parara que ya sentía que se venía. Mmmm ah ahhh. Fue tan rico sentir que se viniera en la boca, al él le encantó mucho, ella al acabar le dijo (…) y ahora soy yo quien quiere chupar. Y le indicó que se sentará en el sofá color azul con cojines grises. Y tomó su pene grueso y erecto con su mano derecha y empezó a lamerlo, acariciarlo. Con sus dos manos. Se vía que le encantaba chupar, lo chupaba de-li-cio-so.

Lo hacía suave, rápido, con la mano izquierda con la mano derecha. Y era tan pícara que le dijo espera un momento. Y buscó sus gafas color rojo, un aceite -manzana verde- y destapó un dulce mentolado. Oh por dios que chupada tan deliciosa, cogia el pene y lo frotaba mientras chupaba los testículos, luego le miraba y se metía el pene suavemente en esa boquita. Lo sacaba y se daba golpecitos en la lengua. Y de un momento a otro paró y le dijo ahora te voy a comer.

Se sentó encima. De espalda. Y empezó a moverse, suave de arriba a abajo y luego, era de adelante hacia atrás y viceversa.

Después se puso en cuatro, se bajó un poco más para que se le ensancharan sus nalgas y se vieran más grandes el culo. Él se la metió. Ah mmm - grito ella- mientras apretaba uno de los cojines con su mano derecha, se le había ido completica y mientras la penetraba, él cogio la botella de aceite que ella había usado mientras se lo chupaba y se lo echó en ese culito. Y empezó a acariciarle el ano. Y cuando sentía que estaba muy excitada decidí meterle un dedo. Ya era la verga en vagina y un dedo en el ano. Mmmm se sentía delicioso, la tomó de ese cabello negro rizado con su mano izquierda le sacó el dedo del ano y empezó a darle nalgadas y a darle duro por la vagina. Ahhh. Mmmm. Shhh y apretaba más fuerte ese cojín y luego se llevó el otro cojín a su boca para morderlo. Se lo sacó y empezó a chuparle el culo. Ella inmediatamente comenzó a sentir un placer que no habia sentido antes, si bien antes se lo habian chupado, no le habian movido la lengua de esa manera en su ano. Ella sentía mucho mucho placer, él le movia la lengua en varias direcciones ella estaba muy muy extasiada, a medida que le chupaba el culito, le metían dos dedos en la vagina, ella estaba muy muy mojada. Luego le sacó los dos dedos y comenzo a frotar el clitoris. Oh por dios. Exclamó ella, sentía que otra vez estaba por venirse. Le dijo. Que rico, no pares. Estoy que me vengo. Que rico. Y él siguio. Dejó de chuparle el culo, y le metió un dedo. Y ella estaba tan caliente, que decidió meterle otro dedo. Dos dedos en el culo y dos dedos en la vagina. Hasta que ella le dijo. Aquí. Aquí me vengo y. Luego, gimió fuerte. Muy fuerte y finalmente se vino. Sus jugos eran tanto que le bajaban por sus gruesas piernas. El al ver eso. Le lamió las piernas. Hasta llegar a su vagina.

Luego, ella se levantó y montó una pierna en el sofa su mano izquierda contra la pared, y le dijo que se la metiera. Que deseaba sentirla adentro él, inmediatamente acomodo su verga gruesa, grande y caliente y se lo metió. Estaba tan mojada que se le deslizó rápidamente y le entró en esa vagina muy humeda y caliente. El comenzó a darle fuerte. Se movia de tal manera, que ella lo veía por el espejo y le excitaba sus movimientos. Que embestida tan excitante. Después, él decidió llevarla a la cocina, la montó en el mezon de la cocina le abrió las piernas y se la volvió a meter. Ella a medida que le metían esa verga gruesa le cogia las nalgas y se las agarraba a medida que él la penetraba. Y se lo metío más fuerte hasta cuando ya sentía que estaba apuntó de "explotar". Él se lo sacó y ella se arrodilló y se lo acomodo en sus tetas grandes, redondas de pezones claros. Y él se vino en esas tetas mientras ella se lo acariciaba con su mano derecha. Posterior, ella se lo volvió a chupar hasta dejarlo sin una gota de semen, mientras ella se acariciaba su bellos y grandes senos. Y finalizó con una mirada fija y un guiño por parte de ella.

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