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La inocente sirvienta

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Alejandra era una joven que recién había terminado sus estudios y deseaba encontrar su primer empleo ya que vivía con su madre y su padrastro, era una joven tímida, pero muy bonita media 1.60 no era delgada más bien lo que se dice rellenita, pero muy bien distribuida cosa que hacían resaltar sus hermosas piernas y su redondo culazo, tenia cabello largo negro que le llegaba a la cintura y con su piel blanca y sus grandes ojos negros era todo un poema verla.

Buscando empleo en el periódico encontró un anuncio donde solicitaban una empleada del servicio muy educada y bien presentada, al no encontrar muchas posibilidades llamó al anuncio y le contestó una mujer la cual le indicó donde tenía que dirigirse para la entrevista. Al día siguiente Alejandra se levantó muy temprano se vistió de manera informal unos jeans y una camisa de tirantes junto con unas sandalias de plataforma se despidió de su madre y se dirigió al lugar acordado.

Al llegar se encontró con que el lugar estaba un poco alejado de donde el autobús la había dejado, hecho que hizo que tuviera que caminar durante media hora. Al llegar encontró una enorme casa de 2 plantas, llamó a la puerta y después de unos minutos la recibió una señora de más o menos 50 años, la mujer era alta y muy acuerpada se veía que era de mucha clase. La hizo pasar a una especie de recibidor donde había un sofá grande “siéntese y así piensa que le voy a dar el empleo llegando tarde hasta el día de la entrevista” dijo la señora de pie mirando a la joven que avergonzada agachaba la cabeza y solo pudo balbucear “disculpe señora es que yo no sabía que el lugar quedaba tan lejos”.

Luego de esto la señora se sentó en frente de la joven y cruzando las piernas la miró durante unos minutos como analizando la linda joven.

-Y usted si sabe realizar labores domésticas.

-Pues señora yo no tengo mucha experiencia, pero yo le aseguro que si puedo realizar el trabajo -dijo ella.

-Le diré que aquí somos muy estrictos con las empleadas del servicio y que no toleramos ninguna falta, está usted dispuesta a aceptar el empleo bajo esas condiciones.

-Y cuantas personas viven aquí -dijo la joven con un nerviosismo que se le notaba en la dulce voz quebrada.

-Aquí vivimos mi marido y yo y en algunas ocasiones nos reunimos a tomar él te mis amigas y yo, entonces usted me dirá para traerle el contrato ahora mismo.

La joven se emocionó y dijo:

-señora en serio

-Si claro se nota que es muy educada y obediente.

La joven le extrañó esto último, pero con una sonrisa dijo:

-si claro señora.

La señora se levantó y al cabo de unos minutos volvió con una pequeña caja de donde sacó el contrato y un uniforme de empleada.

-Mira aquí tienes el contrato, fírmalo y te colocas este uniforme para ver si te queda bien o hay que hacerle algún arreglo y por favor apúrate que tengo que salir.

La joven tomó el documento y casi sin leerlo lo firmó sin saber realmente lo que estaba firmando, luego le pregunto a la señora en donde quedaba el baño para cambiarse.

La señora la llevó hasta el baño y cuando Alejandra ya estuvo dentro y sacó el uniforme se mostró confundida, ya que el uniforme era un vestidito de mucama azul muy corto con un delantal blanco que tapaba un poco el frente y se veía que era al menos una talla menos para ella, así y todo se lo colocó y cuando se vio en el espejo del baño se vio una joven con un vestido que le quedaba casi por debajo de las nalgas en la parte de atrás se sintió muy incómoda.

-Puedes salir ya -dijo la señora desde el otro lado de la puerta ella con mucha vergüenza abrió y le dijo a la señora que ese uniforme le quedaba demasiado corto.

La señora empezó a girar alrededor de ella como observando su presa y luego la joven sintió como la señora con total descaro con su mano tocaba el límite de su vestido en la parte de atrás rozando así el comienzo de su culo el cual al llevar tangas estaba casi al desnudo.

La joven se sentía muy nerviosa, pero se quedó inmóvil cosa que la señora aprovechó para con la excusa de seguir tocando el contorno del corto vestido pasó ya varios dedos por las suaves nalgas de la nerviosa joven.

-Para mi este uniforme le queda perfecto.

Y cuando la joven estaba diciendo “es que señora este uniforme…“, la señora le dio una fuerte nalgada por encima del corto vestido cosa que hizo que la joven diera un paso adelante asustada.

-Tú te callas yo soy la dueña de la casa y yo soy la que decido como tienen que estar mis empleadas y tú ya eres mi empleada acuérdate que acabaste de firmar el contrato y que de renunciar tendrías que pagar una gran suma de dinero. Y dime eres una persona aseada?

-Si señora -dijo Alejandra sin atreverse a mirar la señora.

-Bueno entonces voy a comprobarlo.

Luego de decir esto se arrodilló tras la joven y sin darle tiempo a que ella reaccionara le levantó el vestido y le corrió la tanga- inclínese.

-Pero señora -intentó protestar la joven cuando sintió nuevamente otra nalgada.

-Cállese e inclínese.

Ahora la joven obedeció cosa que hizo que el culazo se mostrara en su totalidad frente a la cara de la señora que miraba ese coñito de labios carnosos y ese agujerito rosado.

Aun con una mano sosteniendo la tanga hacia un lado con la otra introdujo un dedo en el coñito de la joven esta dio un pequeño respingo al sentir ese dedo intruso en su cavidad, pero la señora siguió hundiéndolo hasta dejarlo adentro empezando a un mete y saca, luego lo sacó y metiéndoselo a la boca ahora introdujo dos los cuales volvieron hacer el mismo movimiento. La joven no era capaz de parar lo que la señora le estaba haciendo ya que estaba muy confundida por lo irreal de la situación solo daba pequeños quejidos al sentir los dedos de la señora.

-Bueno parece que este coñito si está limpio ahora veamos a que.

Y luego de decir esto sacó los dedos del coñito de la joven y dirigió uno a su culito cosa que cogió desprevenida la joven que casi se cae hacia delante. Ahora si empezó a quejarse un poco más fuerte, pero la señora sin atender a sus quejidos sacó su dedo y luego de escupir bastante saliva en el anito de la joven volvió a introducir su dedo el cual fue introduciéndose más y más hasta tenerlo completamente hundido en el dilatado agujerito también comenzó un mete y saca que hizo que el cuerpo de la joven comenzara a reaccionar y luego de varios minutos de dicha intromisión y de hacerle un gancho con el pulgar en su coño y el índice en su culo la joven no pudo aguantar y se corrió permitiendo a la señora acercarse a beber los jugos de la joven vencida por el deseo.

Luego de esto la señora se puso de pie y le dijo:

-Bien, veo que empezó muy bien su empleo, mañana la espero muy temprano.

Continuará…

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