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La visita de mi sobrina
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Bueno otra vez aquí, esta vez les voy a contar mi última aventura con una de mis sobrinas, si tengo 42 años, me conservo bien aunque ya mi cabello escasea, pero ese es otro cuento, yo vivo en mi apartamento y tengo bastantes comodidades, no me puedo quejar, mi trabajo me ha dado para vivir muy bien.

Entremos en materia, había hecho una pequeña reunión en mi apartamento e invité a una par de amigos son sus señoras, la idea era compartir un poco y hablar de bobadas, eran las horas de la tarde y mi hermana llegó de improvisto, llegó sin avisar y con ella venía mi sobrina Catalina, o sea su hija, Cata, como le decimos, es una niña pequeña de estatura, tal vez mide 1 metro con 55 centímetros, tiene 18 años y tiene un cuerpo muy bien proporcionado, ella está muy linda y con su cuerpo pequeñito se le acentúan sus curvas, tiene un culito precioso y unos senitos pequeños pero se le ven preciosos, tiene una carita de yo no fui, que deja con la boca abierta a más de uno.

El caso es que llegó mi hermana con su hija y se sentó a conversar y a departir con nosotros, como ni novia no estaba entonces se dedicó a atender la reunión y pasar pasabocas y servir los tragos, como ya sabrán mi trago favorito es el tequila, así que yo era el único tomando tequila y los demás bebían cerveza o Whisky. Mi sobrina mientras tanto se había sentado frente a mí, no me había fijado bien en ella pero al pasar los minutos me di cuenta que venía vestida de manera espectacular, traía una camisa blanca, mejor una camisita blanca, porque para ella todo es diminuto, como su camisa era blanca se podía ver un poco a través de la tela y se notaban sus senos pequeños y sus pezones se destacaban por su color café, también tenía puesto un jean como o usan ahora las niñas, descaderado y dejan ver todo su ombligo y sus caderas preciosas, ahora algunas niñas también dejan ver un poco sus pantaletas o por lo menos el inicio de ellas, Catalina no era la excepción, su cara de niña buena solo hacía pensar que era una tesorito divino, apenas reparé en ella tuve la sensación de querer comérmela toda, ella me miró y se levantó de su asiento y me dijo, "tío quieres que te ayude en algo", yo solo le dije que no había necesidad que todo estaba servido y que no hiciera nada, cuando dio la vuelta para dirigirse a la cocina me quedé mirándola y pude ver su culito, tiene una cola paradita y unas caderas anchas para su cuerpo, se veía fenomenal, mis pensamiento no fueron nada buenos para con ella, pero pronto me olvidé de ella y seguí conversando con mis amigos.

Al pasar los tragos el ambiente se fue calentando y dejamos de estar sentados y ya nos paramos por toda la sala y conversábamos animadamente, chistes van y chistes vienen, los tragos se acababan y cada uno se iba sirviendo por su propia cuenta, en un momento dado entré a la cocina para partir algunos limones para mis tequilas, sin darme cuenta entré a la cocina y sin darme cuenta mi sobrina estaba un poco inclinada tratando de servir no sé qué cosa, yo pasé por detrás de ella y mi guevo sin querer chocó contra su culo, al sentir su culo mi guevo cobró vida, pero inmediatamente pedí disculpas y pasé rápidamente hacía la parte de la cocina donde se encontraban las cosas que yo quería, mi sobrina solamente me sonrío y me dijo, "la cocina es un poco pequeña tío", yo le dije que así eran los apartamentos de hoy en día, ella seguía inclinada hacia adelante y su culito se veía muy provocativo, tomé las cosas que necesitaba y otra vez tenía que pasar por donde ella estaba, así que con mis manos ocupadas, fui pasando despacio y esta vez coloqué mi guevo bien pegado a su culito, se lo restregué un par de segundos como para que ella se enterara de que yo estaba pasando, mi sobrina lo que hizo me dejó perplejo, se inclinó un poco más y sacó su cola y me pegó totalmente a mi guevo, ella tenía que sentir mi guevo en su culo, pero no dijo nada, solo bromeo y me dijo medio en broma y medio en serio, "si vuelves a pasar por aquí te voy a estripar con mi culo", yo solo le dije, "con esa culo que tienes, seguro que lo puedes hacer", mi guevo estaba empalmado completamente y mi cabeza me daba vueltas, no podía ser, mi sobrina no me dijo nada y yo había podido poner mi guevo en su culito, que rico, pensé.

La reunión siguió y cada vez estábamos más contentos, mi sobrina entraba y salía de la cocina, ahora era ella la que servía los pasabocas y atendía a los invitados, mientras tanto su mamá estaba sentada en la sala conversando con las señoras y toda parecía normal. Se me acabó la guarnición de limones y me dirigí a la cocina, cuando voy entrando mi sobrina se vuelve a inclinar como para no dejarme pasar y poner como obstáculo su lindo culo, el solo hecho de ver ese culito se me volvió a parar mi guevo y como ya tenía mis buenos tragos en la cabeza no lo pensé, pasé muy despacio y al pasar mi sobrina me obstruyó el paso con su culo, quedé atrapado por su culito, la tomé por la cintura y le restregué mi guevo un poco descaradamente, ella no dijo nada, solo se reía y yo seguía pasándole mi guevo por su culito, imposible que ella no lo sintiera, me dijo: "ves tío no te dejo pasar", yo solo le dije, "no hagas trampa, así casi no puedo pasar mi linda", sin querer me tocó pasar con un poco de esfuerzo y dejarla quieta, mi nenita estaba jugando y al parecer le gustaba hacerlo, pensé, yo estaba nervioso y al mismo tiempo estaba muy empalmado, rápidamente hice lo que tenía que hacer y me tocaba volver a pasar, ella me dijo, "por aquí no vas a pasar tío", en tono de risa, "ya veremos le dije", me dirigí a pasar y ella me fue dejando pasar pero cuando estaba pasando volvió a poner su culito en mi guevo, esta vez se lo restregué sin ningún pudor, ya sin pena, le arremetía su culito con mi guevo y ella también hacía su parte, coloqué lo que llevaba en las manos a un lado y la volví a tomar por las caderas para poder manejarla y estrechar mi guevo contra su culito, la cosa ya era descarada, sentí que su respiración estaba agitada y la mía ni hablar, le dije al oído, "¿te gusta?", ella solo asintió con la cabeza, uno de mis brazos fue bajando hacia delante y coloqué mi mano en su entrepierna, empecé a recorrer su cuevita por encima de jean, ella me tomó la mano y me dirigía hacia donde quería que la tocara, mi guevo seguía empujando hacia delante y ella con su culito hacia atrás para sentir bien mi guevo, subí un poco mi mano y la empecé a meter por arriba del jean para poder tocar su cuquita, ella se pegó a mi cuerpo para dejar pasar mi mano, mi mano fue bajando y se encontró con su mata de vellos púbicos, los acaricié un poco y traté de seguir adelante pero la estrechez hacía imposible la labor, se inclinó un poco hacia adelante y mi mano pudo pasar a tocar cuevita, mis dedos recorrieron toda su cuquita y con sus flujos mis dedos se deslizaban deliciosamente, tenía una cuquita pequeña, mi mano la ocupaba toda, le trataba de meter un dedito pero por la posición era muy difícil , le dije, "lástima que no hubieras venido con faldita", me preguntó, "¿para qué tío?", "para poder tocarte mejor mi linda", me respondió, "tío esto no está bien, tu eres mi tío y no debemos hacer nada", pero no se quitaba de ahí y mis dedos seguían jugando, le dije:" ponte una falda que quiero hacerte de todo", "no tío, no podemos", Catalina jadeaba y arqueaba la cabeza hacia mí, estaba entregada y le encantaba, le volví a decir, "cámbiate de ropa, ve y busca una faldita que hay en la ropa y te la pones", "no tío que va decir mi mamá", "le dices que se te regó algo", enseguida la solté y le volteé un copa de tequila llena en su entrepierna, quedó completamente mojada, le volvía decir: "ve, mi amor a mi cuarto y busca una faldita que hay para jugar tenis que han dejado aquí", enseguida mi sobrina salió de la cocina y fue hasta donde su mamá y le comentó lo que había pasado, después se dirigió a mi cuarto.

Ya todos estábamos un poco pasados de tragos, hasta mi hermana, que pocas veces toma, la noche era larga, pensé, me quedé esperando que mi guevo se calmara un poco para poder salir de la cocina, decidí entonces ir al baño y hacer como si tuviera ganas de entrar, así lo hice y nadie notó nada extraño, entré al baño que también tiene una puerta hacia mi cuarto y cerré la puerta, de verdad no lo había pensado, pero la otra puerta, la que da hacia mi cuarto estaba medio abierta, me asomé un poco y estaba mi hermana con mi sobrina, ella le buscaba entre mis ropas alguna prenda qué ponerle, por fin encontró la faldita que yo la había dicho y mi hermana dijo: "Jaime es el colmo, tiene ropa de sus aventuras aquí, ponte esta falda y luego sales", mi hermana salió y dejó a Catalina sola, yo me quedé observando desde donde estaba sin que me vieran, Catalina se fue quitando su jean y quedó en pantaletas, eran negras, o como le llaman ahora "Hilo Dental", se paseó un rato así y yo la veía como un lobo a su presa, sin ponerse la falda todavía se dirigió al baño donde yo estaba, cuando me vio se asustó uy me dijo, "tío, qué haces aquí, mi mamá puede venir en cualquier momento", se veía hermosa, su triángulo era divino, yo le tape la boca y la entré al baño, cerré la puerta y me arrodille entre sus piernas, mi boca quedó a la altura de su cuquita y empecé a pasar mi cara por su cuevita, ella me decía, "no, tío, no, déjame, nos pueden agarrar, mi mamá me mata", yo no le hacía caso, aparté su tanga y pasé mi lengua por sus pelitos y su cuquita, ella solo decía que no, que por favor no, pero no hacía nada, me tomó la cabeza y empezó a dirigir, yo solo chupaba su cuevita, ella gemía y decía que no, no sé en qué momento me entró la razón y decidí que era mejor no correr riesgos, le dije que entrara al cuarto y se pusiera la falda y saliera, ella salió corriendo y así lo hizo, mientras tanto yo cerré con seguro la puerta del baño que da a mi cuarto y me quedé unos segundos esperando a que todo se calmara y nadie sospechara nada, cuando decidí salir, en encontré con mi hermana en la puerta, "por qué te demoras tanto Nacho, estoy que entro al baño hace rato, los tragos me están ya mareando", yo solo le dije, "tranquila Julia, estaba haciendo cosas que nadie puede hacer por mí", en tono de broma, me dirigí a la sala y la gente seguía en el mismo plan, es más me pareció que había más gente, pero eso no me importaba, busqué con mi mirada a mi sobrina y estaba conversando con una amigo, ella me miró y bajó la mirada como apenada, decidí que era mejor dejarla un rato tranquila, de todas maneras la faldita se le veía muy bien.

La reunión siguió y ya los tragos habían hecho su efecto, algunos estaban dormidos y otros estaba enfrascados en conversaciones políticas que nunca tienen fin, mi hermana se había ido a dormir en uno de los cuartos y me había recomendado a Cata, yo no estaba tan pasado de copas, pero los demás parecía que si, en un momento no vi a Cata y decidí ir a buscarla, no la encontré, le pregunté a mis amigos pero ya todos no servían para nada, solo uno estaba medio despierto pero estaba muy tomado, sin pensarlo me dirigí a la cocina y ahí estaba Cata, estaba preparándose algo de comer, me miró y me dijo: "tío, fue una locura, esto no debió pasar, yo no soy así", me acerqué a ella y le dije, "tranquila mi amor, tu no eres una cualquiera, simplemente esas cosas pasan y punto, además tus hormonas están revoltosas y punto", "no tío, lo que pasó es que cuando entraste la primera vez y me rozaste la cola, yo sentí muy rico y me dejé llevar después, eso no está bien, tu no me debes tocar", yo la interrumpí, "tranquila mi niña, no pasa nada, además esto es lo más rico que hay en el mundo, ¿o no?", "si, tío pero esto no lo debo hacer contigo, tu eres mi tío y yo soy tu sobrina, esto es incesto", yo le dije: "si mi amor, pero con una niña tan hermosa como tu cualquiera se vuelve loco, con ese cuerpo que tienes me imagino que ya lo has hecho muchas veces", me dijo: "no, tío no muchas, pero siempre me pongo así cuando me tocan la cola", "cómo así mi amor", "si tío, la otra vez en un bus un señor se me arrimó y me tocó el culo como lo hiciste tu", "¿y tu qué hiciste?", "nada lo dejé hacer, porque me daba una vergüenza que todos se dieran cuenta", "y cómo fue, cuéntame", "ay tío, me da vergüenza", "mi amor con lo que hemos hecho hoy, conmigo no tienes por qué volver a tener vergüenza, cuéntame, te gustó", "ay tío, no hagas hablar", "cuéntame mi amor, esas historias me encantan ya tienes que contarme, no me dejes así", "bueno, está bien, hace unos días salí del colegio un poco tarde y se subí a un bus para ir a mi casa, no sé en qué momento se llenó el bus y quedé en la parte de atrás, de pronto es que siento que alguien se me acerca por atrás y me empieza a rozar la culo yo no le di importancia pero de pronto sentí un bulto pegado a mi culo y cada vez se restregaba más en mi culito, yo miraba para todos lados y no sabía qué hacer, tenía mucha gente cerca y no quería que nadie supiera que estaba pasando, el señor seguía apoyándose y me colocó los brazos como tu hiciste, como llevaba falda el me empezó a tocar por todos lados, pero como yo llevaba cachetero no creí que fuera hacer nada, pero hizo como tú, me metió las manos y me tocó toda, me fue tratando de bajar el cachetero y yo no lo dejaba, pero lo bajó un poco y se sacó su guevito y me lo puso en el culo, yo no sabía qué hacer, pero al ratico acabó y me dejó toco untado mi culo de su leche, me dio un asco tío", "ah, pero te gustó", "si, un poco tío, pero no se lo vayas a contar a nadie, mi mamá me mata", mientras mi sobrina me contaba sus desventuras mi guevo estaba como un riel, me acerqué a ella y le pasé la mano por el culo "es que tienes un culito precioso mi amor", mi mano acariciaba cada cachete de su suculento culito, ella se dejaba hacer, pero me decía. "no tío, no empieces otra vez", me arrodillé otra vez y metí mi cabeza por delante de su falda y empecé a chuparle su cuquita por encima del bikini lo aparté un poco y mi lengua fue directo a su cuquita, estaba muy mojada , ella abrió las piernas y me dejaba hacer, le bajé el bikini y se lo fui quitando, cuando se lo quité me levanté y se lo mostré, le dije: "mira, este es mi trofeo", "no tío, no te puedes quedar con él, qué le voy a decir a mi mamá", "no sé mi amor, pero este es mío y pasé mi lengua por su panty, justo donde quedaba su cuquita, estaba lleno de sus fluidos, ella me dijo: "tío no seas cochino", le dije: "me encanta tu sabor, y ahora quiero comerte toda", "no, tío, no sigamos, esto es una locura, por favor tío, no sigas", pero ya era demasiado tarde, mi sobrina no tenía interiores y el camino estaba abierto, la senté en mis piernas, ella me daba la espalda, le restregaba mi guevo en su culito y ella trataba de no dejarse hacer nada pero sin mucha convicción, le levanté un poco después de haberle sobado por todos lados, sus piernas, su cuquita y por supuesto sus senitos, pero no había tiempo para más, yo me la quería culear, le levanté un poco y me saqué mi guevo ella se dio cuenta de lo que iba a pasar y me dijo:

"No tío, no me lo metas, por fa, no lo hagas", era por hacerse la difícil, porque no hacía nada por levantarse e irse, "mi amor, quiero culear contigo y la vas pasar delicioso", ella solo decía que no, pero estaba esperando que se la metiera, poco a poco le fui acercando mi guevo a su cuquita, ella me dijo: "no, tío, con cuidado, tienes que tener cuidado, me puede doler, pero mejor no lo hagamos, si quieres te lo chupo, te hago lo que quieras, pero no me lo metas", "ya mi niña, ya va entrar, ya no hay paso atrás te voy a culear bien rico y vas a disfrutar muchísimo, después me lo chupas bien rico", mi guevo se fue acercando a su entradita, hice que abriera muy bien las piernas y mi guevo tocó su cuquita, el primer contacto fue delicioso, ese calorcito, esa humedad, mi guevo encontró su huequito y como estaba muy lubricada y en esa posición mi guevo entró un poco, ella gimió y echó su cabeza para atrás, se entregó totalmente, la tome por la cintura y la fui sentando en mi guevo, poco a poco mi guevo entró, hasta que quedó totalmente adentro, ella sintió que estaba completamente adentro y me dijo: "tío es muy grande tu guevo, es muy grande, me estas abriendo mucho y mi cuquita no creo que aguante, me vas a matar", yo no dije nada, solo le daba besitos en el cuello y con una mano te tocaba sus senitos, y con la otra dirigía mi guevo al tiempo que le frotaba su pepita, ella jadeaba cada vez más, "tío me matas, tío eres un degenerado te estas culeando a tu sobrina de 18 años", esas palabras me enloquecieron aún más, "tío yo solo tengo 18 años, tío me estas matando", yo empecé a subirla y bajarla en mi verga, mi verga entraba toda y se la volvía a clavar toda, en cada embestida ella gemía más fuerte, jadeaba y movía su cabeza para un lado y para el otro, las embestidas eran fuertes, hasta que le dije que ella misma se levantara y se volviera a sentar encima de mi guevo, se fue acomodando y así lo hizo, mi guevo entraba y salía, era todo un poema, solo le veía su culito y pensaba, "por aquí también", pero estaba en el cielo, Cata había pasado varios orgasmos, eso era seguro, había mucho flujo por mis piernas y por las de ella, se debía haber venido muchas veces, pero no estaba yo para contar cuántas veces, estaba llegando a mi limite y el pregunté si se cuidaba, "no tío, no creas que lo he hecho muchas veces, pero quiero que acabes dentro de mí, quiero sentir tu lechita dentro de mí", yo estaba loco pero no para tanto, imagínese mi sobrina embarazada, decidí disminuir las embestidas para no acabar y le dije que debía chupármelo un rato, ella estaba entregada y me dijo, "tío nunca lo he hecho pero me enseñas", yo ya estaba que me corría, así que le la fui sacando y le dije que debía arrodillarse en el piso y chuparme el guevo quería acabar en su boquita, el morbo era total, ella se levantó y se acomodó como le dije, su cabeza inclinada sobre mi guevo, al tiempo que podía ver sus piernas abiertas acurrucada y podía ver su cuquita abierta por mis embestidas, su pequeña cuquita estaba abierta en las dimensiones de mi guevo, en ese momento quería chuparle su cuquita pero primero quería que me chupara mi guevo decidí levantarme y dejar que si sobrina se metiera mi guevo en si boca, así lo hizo, me dijo: "tío, nunca he hecho esto, es sabor es.", no la dejé terminar, le metí mi guevo en su boca y le dije: "Chúpalo como una chupeta cuidado con los dientes, chupa mi amor", ella se dejó llevar, yo le manejaba la cabeza, mi guevo entraba y salía como si fuera su cuquita, fui acelerando y mi guevo estaba a punto de estallar, le dije: "chupa, chupa mi amor, chupa y se la dejé adentro", mi guevo estalló en una acabada bestial, mi leche salía por su boquita y ella trataba de que mi guevo no se le saliera, la tomaba con las dos manos, una acabada fenomenal, que delicia y con mi sobrinita, que mejor, su carita me miraba, sus mejillas estaban coloradas de la excitación, decidí que esa carita merecía un premio así que la acosté en el piso, le abrí las piernas y me dispuse a chuparle su cuquita otra vez, me metí entre sus piernas y su cuquita todavía estaba abierta, le chupe su cuquita deliciosa y ella jadeo, de arqueó y casi se desmaya.

La levanté del piso, nos dimos un profundo beso y le dije, "quiero seguir así toda la noche, mi amor", ella solo me dijo: "yo también tío, yo también".

 

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1 COMENTARIO

  1. Excelente relato me paso algo parecido con la nieta de un amigo yo tenía 60 años y ella 25 años fue una experiencia hermosa y todavía cuando nos sabemos encontrar en algun evento nos pegamos una buena encamada .

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