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Le fui infiel a mi esposa con su amiga coreana y sin querer
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Tiempo de lectura: 10 minutos

Hola, mi nombre es Juan, tengo 29 años y quiero platicarles del día que le fui infiel a mi esposa ya hace un tiempo.

Mi ahora exesposa Karen de 27 aprendió coreano cuando era más joven y daba clase en una universidad privada en la ciudad de México y nos conocimos básicamente por un accidente de tránsito (casi me atropella, yo iba a pie porque soy pobre), describiendo a mi esposa, ella es muy bonita, típica chica de clase alta, delgada con el cabello rubio, con unos pechos que alimentarían sanamente a cualquiera, en mi caso me la pasaba bien en medio de ese par, tiene un culito no grande pero respingado y bien marcado, usa unas tangas que matan a cualquiera de un infarto. Yo por el contrario soy normal, nada especial, un poco robusto porque en mi juventud hice pesas, y pues de herramienta me siento bien, cargo 19 cm y yo creo que ando en 1 pulgada ¼ de grueso, la verdad Karen nunca se ha quejado (solo cuando se lo meto).

Ella me fue infiel hace un par de meses con un amigo de su padre y me enteré, estuvimos separados unos 20 días yo me fui a casa de mi papá y ella se quedó con sus padres que es donde vivíamos.

Como tengo buena relación con su familia por todos los medios hablaron conmigo y se disculparon, terminamos regresando con ciertas condiciones y yo le prometí que cobraría venganza, ella es muy celosa y después de eso me mantenía vigilado así que no tuve muchas oportunidades hasta ese día.

Un día cuando yo llegaba del trabajo (trabajo como administrador de un taller de camiones), saludé a mis suegros y subí al cuarto, Karen estaba hablando por teléfono en Taka Taka (Creo que era coreano), y se escuchaba del otro lado del teléfono a una mujer. No le di importancia y baje por una caguamita a la nevera de mis suegros para relajarme, me senté en el comedor a tomar un ratito.

Pasaron 10 minutos y Karen estaba muy contenta:

Karen: ¿Amor que crees?

Yo: ¿Qué? ¿Ya me vas a dar el divorcio culera?

Karen: ¡¡¡ ontoooo!! No baby, mi amiga Yeong está en México, y quiere verme.

Yo: Yeeiiii… Me vale verga… ¿Además yo que tengo que ver?

Para que no se me saquen de onda, después de que me fue infiel la he tratado mal, más que por convicción, es porque se lo ganó.

Karen: Yaaa bebe no seas así con tu esposita

Yo: Ya se te olvido lo que me hiciste? En fin, que tengo que ver?

Karen: Bueno bebe, el asunto es que ella no pudo venir cuando nos casamos y quiere conocerte…

Yo: Uy Simón (Simon es si para los que no son de México, jerga local jaja) como tengo ganas de ver a una jodida coreana toda operada y flaca, mejor preséntame a tus amigas, para cobrarte eso que me debes…

Karen: Ya ves como no puedo hablar bien contigo? Voy a verla mañana y tú vas conmigo…

Yo: No!, estoy cansado y lo único que quiero en mi día libre es descansar.

Al día siguiente de alguna manera me convenció de ir, llegamos a un pintoresco restaurante de la ciudad y su mencionada amiga ya la estaba esperando. Siendo honesto nunca me han gustado las extranjeras, pero su amiga me llamó la atención.

Era delgada pero a la vez tenia eso que los mexicanos llamamos carne, de 25 años, tenía buenas piernas, y unas tetas un poco más grandes que las de mi esposa, traía un short muy diminuto, y una playera un poco aguada pero amarrada de la cintura con un nudo, se le marcaban sus pezones, su cara estaba bien pero estaba algo cachetona y muy clara de la piel, traía un perfume que la verdad si medio me prendió, pero traté de tomarlo con calma.

Ya en el restaurante cuando estábamos comiendo, hablaban y pues yo como hablante de español y de mal español pues no entendía lo que me puso más de malas.

-Vale madre, pa que vine- Pensé.

Karen se levantó y me dijo que iba al tocador y se quedó su amiga conmigo… Me fui de espaldas porque me habló.

Yeong: No hablas?

Yo: ¿Hablas español?

Yeong: Si, y muy bien, eres muy guapo para quedarte callado

Yo: ¿Te gustan los mexicanos?

Yeong: Solo algunos, las coreanas no son fáciles.

Yo: Ahh! Qué bueno pa saber (poniendo cara de “me vale madres”)

Mi esposa regresó y se sentó, y comenzaron a hablar español.

Yeong: Si me vas a llevar a conocer la ciudad? Quiero ver la Torre latino americana y el Zocalo.

Karen: Amiga perdóname, eh estado tan ocupada con la universidad, pero Juan te puede llevar. Verdad Juan?

Yo: (Viéndola con ojos de “no mames”) Oye, tu amiga quiere ir contigo

Yeong: Juan, si no te molesta me gustaría ir contigo, veras tengo que regresar a mi país en unos días y de verdad quiero conocer aquí

Yo: Pensé que ya conocías aquí, digo, conoces a mi esposa supongo que se conocieron aquí

Yeong: Viví un tiempo en Monterrey, ahí la conocí, por favor vamos, nos vamos a divertir mucho.

Cuando Yeong dijo eso lo dijo en un tono medio raro, y note que Karen puso la cara que siempre pone cuando esta celosa. Pero ella tenía que hacer investigación de un proyecto que tenía para la Uni e invito a sus compañeras a la casa para hacer los trabajos y comer pizza.

Yo por mi parte pues acepté, ya que no tenía nada que hacer al día siguiente que era domingo y mi otro día de descanso, además de que las amigas de mi esposa no me caen bien, ella me dio la dirección el hotel en donde estaba hospedada y arreglamos los detalles, como a donde quería ir, que quería hacer y que quería comer.

Ya de regreso a la casa, Karen mientras conducía empezó a hacerme preguntas raras.

Karen: ¿Por qué aceptaste? ¿No que no querías ir?

Yo: Chinga ¿No fuiste tú la que lo sugirió? Además sentí feo por ella que no conoce aquí, solo la voy a acompañar.

Karen: No se te olvide que es mi amiguis y que si haces algo ella me va a decir.

Yo: Algo como ¿qué?

Karen: Bueno, ya te dije.

Ya domingo, me preparé para ir por Yeong, saque mi tarjeta del Metro y tome una chamarra y una sombrilla ya que había aviso por lluvia. Me despedí de Karen que ya estaba con sus amigas haciendo sus cosas de la Uni.

Cuando llegué a un hotel que me refirió, un modesto hotel en la avenida Reforma, ella ya estaba esperándome, y c-a-r-a-j-o…

Traía una minifaldita pegadita de estas que se adhieren bien a las curvas de cualquier mujer, con un escote discreto pero sexy, unos tacones y una chamarra negra pequeña.

No pude evitarlo y le dije:

Yo: Wow, te vez muy bien.

Yeong: Gracias ¿te gusta?, no le digas a nadie pero me arreglé para ti

Yo: (Riéndome un poco) Oye gracias pero no creo que sea adecuado, además va a llover.

Yeong: Escucha, la verdad es que hoy no quería salir, solo quiero platicar contigo, quiero ir a una cafetería cerca de aquí.

Me tomó de la mano sin dejarme responder y no me soltó.

Yo: Oye ¿es necesario que me tomes de la mano?

Yeong: Si, por que con mis zapatos me puedo caer

Nos fuimos tomados de la mano, supuse que era cierto lo que me dijo.

Cuando llegamos a la cafetería y tomamos lugar, ella me platico de cómo es Corea de sus tradiciones y demás, un tema que la verdad no me importaba ya que pues no me llama la atención y supuse que solo quería pasar el rato conmigo.

Así estuvimos hasta que la regresé al hotel, ya cuando me despedía ella me dijo.

-¿Quieres un trago? Hay un bar en el hotel, y pues no ha pasado ni medio día

Asenté con la cabeza, es un trago, ¿Qué puede pasar?

Ya en el bar noté que tenía carta abierta, y que bueno porque tenía sed, hace tiempo que no tomaba y pues me pareció un buen momento, ese día abuse del Tequila y mi compañera de bar parecía que también, ya entrados en copas y sin perdernos ella me dijo.

-¿Sabes? Las coreanas cuando se trata de chicos a veces somos muy frías y más con los extranjeros-

A lo que respondí.

-Ok pero yo no soy un chico, soy un hombre casado, además siendo honesto, si me preguntas si me gustan las extranjeras, te contestaría que no, así que no te preocupes no tengo intenciones contigo, solo pasemos un buen rato-

Ella al parecer se enojó por lo que dije, el único gesto que hizo fue acercarme una botella y seguimos bebiendo.

Un rato después, yo ya entonado sonó la música y quería bailar, en ese momento pensé –Hoy levanto, me voy a vengar-, y cuando comencé a ver alrededor a ver que material había, Yeong me tomo de la cara para que no viera e inmediatamente me tomo de la mano y nos acercamos a la pista y comenzamos a bailar. Quede impresionado por que se movía muy bien, así estuvimos un rato hasta que pusieron música más romántica, ella no perdió el tiempo y me jalo para bailar, ella me tomo las manos y me las puso en su cintura y ella puso sus brazos en mi cuello y bailamos lentamente, ella me miraba fijamente a los ojos, yo ebrio comencé a ceder poco a poco, nuestros labios se rozaron mutuamente, solo alcance a escuchar que dijo –Perdón, pero quiero estar contigo.

Nos besamos en la pista mientras sutilmente mis manos rozaban su culito, yo ya estaba sometido, quería probarla, estaba caliente pero a la vez tenía curiosidad. Me tomo de la mano y sin decir nada fuimos hacia su habitación, en el elevador nos besamos desenfrenadamente, ella me tocaba la herramienta por arriba de mi pantalón mientras yo le metía la mano bajo su falda.

En su habitación ella me tomo por el cuello y me guio hasta la cama para quedar tumbado sobre ella, nuestros besos desenfrenados cambiaron a ser más apasionados, la tome por la cintura y la subí sobre mí, le descubrí sus tetas y no dude un segundo y las empecé a chupar, jugando con mi lengua en sus pezones ella gemía poco a poco, me tomaba de la cabeza para que no me separara, así estuve un rato y ya excitados los dos, ella me quito mi camisa, y me bajo el pantalón quedando solo en boxers, yo le quite su falda, traía una tanga negra, estaba hermosa así, la recosté en la cama y le quite su tanguita lentamente cuando vi abajo, completamente depilada su vagina sin ningún pelo, quería hundir mi lengua en ese pastelito que me estaba esperando, pero me reí un poco.

-¿Qué pasa? ¿De qué te ríes?

Yo conteste:

-Pensé que todas las asiáticas no se depilaban.

Ella me sonrió y me agarro la cabeza para guiarme a ese pastelito depilado que traía, se lo lamia descontroladamente, ella gritaba de placer mientras me bebía sus deliciosos jugos, mi lengua pasaba por las orillas de sus labios vaginales, por el centro, me detuve en su monte de venus para jugar con mi lengua, le tome una mano mientras que con la otra agarraba su pierna, ella me apretaba más y más mi mano, y sus piernas cruzaron mi cuello, hasta que tuvo un orgasmo.

Después me recosté para que ella se sentara en mi cara, dándole la misma dosis hasta que ella me pauso por un momento, me quito el bóxer e hicimos un 69, ella tenía algo que con otras mujeres incluida mi mujer no sentía, ella me chupaba mi herramienta con una maestría, tuve varias contracciones en mi herramienta, era como venirme sin venirme, fue mágico, cuando terminamos ella me miro de nuevo y se me aventó al cuello dándome besos por el cuello hasta llegar a mi boca, mientras me besaba se acomodó, tomo mi miembro y de un sentón lo desapareció y empezó a rebotar en mi pelvis mientras me besaba hasta que se descontrolo y me empezó a cabalgar como si me amara y me deseara, estaba tan estrecha que sentía ese algo diferente que les dije.

Ella se cansó y mientras yo le daba un tierno beso la recosté boca abajo dejando esa figura esbelta sometida a mis deseos, me quedo su culito arriba y yo me puse en posición detrás de ella y la empecé a penetrar salvajemente, ella ya en el éxtasis me dijo algo en coreano que no entendí, mi verga entraba y salía haciendo sonar nuestros fluidos, fue maravilloso.

La puse de perrito y continuamos, la tome de los brazos y la levante un poco para poder abrazarla y tocarle las tetas (mi posición favorita), ella ya no aguantaba, ella soltó un gemido de placer que jamás olvidare, tan sensual y al mismo tiempo me vine dentro de ella, el mejor sexo que he tenido en mi vida, con alguien que no me llamaba la atención.

Nos recostamos ya cansados y sudorosos los dos, ella me miro se subió encima mío y me beso tiernamente, nos quedamos así hasta que ella me dijo que nos metiéramos al jacuzzi.

Ya sentados ella encima de mi miembro conversamos un poco:

Yeong: Me gustas mucho

Yo: Al principio no me gustabas, pero me hiciste cambiar de opinión, ¿Sabes? Karen me fue infiel y sin querer tú me diste la oportunidad de vengarme, pero más que venganza, me la pase muy bien contigo, espero no haber hecho algo que te disguste, pero todavía estoy un poco ebrio.

Yeong: No, me la pase muy bien contigo, y si, ella me contó que te fue infiel, pero no te preocupes que no diré nada a Karen.

Yo: Por mi dile, ella ya sabía que me iba a desquitar, siéndote honesto desde que me casé con ella no ha ido muy bien la relación, pero sus papas se oponen a que me divorcie, no entiendo porque pero en fin me la pase muy bien contigo…

En ese momento la besé y ella tomo de nuevo mi verga ya dura y antes de metérsela me dijo.

-Cuando rompas con tu esposa búscame, yo te mostraré lo que es ser una esposa-

Mi verga se deslizo dentro de ella nuevamente, para mayor comodidad nos salimos del jacuzzi y la puse en el lava manos abierta de piernas dándome un espectáculo único, mientras me la cogía la besaba y ella estimulaba su clítoris, ella se volvió a venir rasguñándome la espalda, me sentó en la orilla del jacuzzi y me la chupo hasta que me vine en su boca y ella se tragó toda mi leche.

Ya era hora de irme, me vestí y cuando estaba en la puerta ella me volvió a besar como si no hubiera un mañana (Técnicamente porque ella regresaba a su país).

Ya en casa después de ducharme otra vez me preparé para dormir pero no me acordaba que Yeong me había arañado la espalda y Karen lo vio.

-Antes de que me la hagas de a pedo te aviso que rasque la espalda ahorita que me estaba bañando- Le dije.

Ella me dijo.

-Si ya se, luego sales todo arañado del baño, ya córtate las uñas, platique con Yeong-

-Y que te dijo- Respondí

-Me dijo que se la pasó bien contigo- Ella dijo en un tono como que ya estaba sospechando.

Estuve intrigado y no dejaba de pensar en Yeong por un tiempo, a veces conversábamos por mensaje y pues creo que me enamoré de ella por alguna razón, ella siempre me escribía con amor, y me mandaba fotos de ella desnuda y con poses muy sexys, quería volver a tener su cuerpo y además su corazón. Así que decidí ver a mi camarada Jesús (El Chuy), el vato quien me ayudo cuando estaba deprimido cuando Karen me fue infiel y quien está feliz casado con una japonesa y un maestro en el diseño mecánico. Fuimos a un bar y ahí platicamos.

Chuy: Que paso mi Juancho que acontece en tu existencia, te veo afligido, tal vez preocupado.

Yo: Nada mi Chuy, verás ya me vengué de Karen, pero creo que me enamoré y se pone peor bro, es asiática. Así que te quería consultar tú qué sabes de extranjeras y además que tienes una buena relación con Emi (El nombre de su esposa)

Chuy: A huevo Juancho que es, ¿Japonesa?

Yo: No, es coreana

Chuy: Jajaja no tienes llenadera amigo mío, te voy a ser franco men, de coreanas en general no se mucho, casi nada, sé que por su cultura son muy selectivas con los hombres, sé que deben de tener como que cierta estabilidad económica y mamadas como esas, su cultura no es mala en sí pero pues tiene sus detallitos me imagino yo, además cuando vivía en Japón una coreana frecuentaba mucho a Emi, y escuchaba que si se fijaban en la posición económica cuando se trata de hombres, pero a mi experiencia creo que en todos los países hay de todo y jamás se debe de juzgar.

Yo: ¿Sabes? Ya estoy por dejar a Karen y quiero intentarlo con Yeong pero quiero saber tu secreto, para que todo salga bien.

Chuy: Yeong? Que nombre tan raro jeje. El secreto es que no hay secreto bro, depende de cómo lo quieras y de cómo lo quiera ella, tengo camaradas que estuvieron casados con japonesas que también les fueron infieles, por varias razones, es como te digo en todos lados hay de todo, tu sabes que yo desde la prepa fui un ojete con las mujeres y solo las usaba pero desde que llegó Emi a mi vida note que todavía hay mujeres que quieren algo serio, que valen la pena, y tal vez Yeong quiera algo más contigo.

Yo: Pero que tengo yo bro? No tengo una buena posición económica ni nada de lo que mencionas.

Chuy: Como te lo dije, en cada país hay de todo, tal vez a ella le importe más lo sentimental, sabes? Lo mismo pensé cuando conocí a Emi pero ella no le importó que no tuviera solvencia económica, y ella me impulso a ser lo que soy. Deberías darle una oportunidad a Yeong si ya no ves futuro con Karen, tal vez quiere algo diferente, o vio algo en ti que rifa un chingo.

Yo: Y si ella también me es infiel?

Chuy: A Emi le doy razones suficientes para que no me sea infiel, a diario le meto unas cogidas que al día siguiente se levanta adolorida, trabajo para ella, y me doy un tiempo para ella, la consiento, le doy lo que me pide y se lo cobro con el cuerpo, esto del matrimonio es mierda de todos los días men. Si ese es tu miedo dale razones a tu asiática para que te sea fiel, pero yo creo que ella si va en serio contigo bro.

Chuy me levanto la moral, deje a Karen quien por cierto me volvió a ser infiel con 2 hombres, pero a ella le dolió mucho mas que yo le fuera infiel con su mejor amiga, y ahora vivo con Yeong aquí en México, y cada día le hago el amor de distintas formas, también ya se lo hice por atrás, y aunque no quiero aprender coreano ella me ama demasiado como para querer obligarme, y cada vez que se pone celosa, me castiga a sentones.

Hasta la fecha, desconozco mucho de la cultura de mi futura esposa y de como son la mayoría de las mujeres coreanas, pero soy afortunado de haberla conocido solo a ella.

Espero te haya gustado mi experiencia y si te fueron infiel espero que tengas la suerte que yo tuve.

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