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Última travesura como prohibida

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Casa de Anahí – tarde. Anahí y Zarek, ex profesor de Anahí, platican.

Anahí: pensé que se perdería.

Zarek: naa. La ubicación que me mandaste me solucionó todo.

Ríen.

Anahí: ahora ya sabe a dónde venir mañana.

Zarek: sí, creo que ya llegaré sin problemas.

Anahí: ¿se aprendió el camino?

Zarek: algo así.

Vuelven a reír.

Zarek: lo que sí me aprendí es dónde está una tienda en la que vi tu regalo.

Anahí: ¿qué me regalará?

Zarek: sorpresa.

Anahí: no me deje con la duda. Dígame.

Zarek: los regalos no se dicen.

Queda pensativo.

Zarek: excepto el que ya te había dicho.

Anahí: ¿llevarme a ya sabe dónde?

Zarek: eitz.

Ríen de nuevo.

Zarek: ¿o ya no quieres ir?

Anahí: claro que sí. ¿por qué no?

Zarek: a lo mejor te habías arrepentido.

Anahí: no, para nada. Quiero conocer Guadalajara.

Zarek: ¿Guadalajara? ¿o donde actúo?

Anahí: se sonroja.

Anahí: bueno, las dos cosas.

Zarek: con un poco de suerte hasta actúas así como yo.

Anahí: ¿cómo usted?

Zarek: sí, o sea en uno de los papeles secundarios, no de los ya sabes.

Anahí: ¿sólo como secundaria?

Zarek: sonríe.

Zarek: ¿o qué? ¿quieres ser la actriz principal?

Ella también sonríe. Se queda pensando unos instantes.

Anahí: no lo sé… tal vez.

Zarek: ¿en serio?

Anahí: ¿qué? ¿no quiere verme ahí?

Zarek: ¿con otros? ¿para qué? Yo lo que quisiera es…

Él sonríe.

Anahí: ¿qué cosa?

Zarek: nada. Olvídalo.

Anahí: ¿qué? Dígame.

Zarek: no puedo. Sigues siendo prohibida.

Anahí: ríe.

Anahí: pero ya mañana no lo seré.

Zarek: entonces mañana te digo.

Zarek: también ríe.

Anahí: no, dígame ahorita. Ni que lo estuvieran escuchando.

Queda pensativo.

Zarek: ¿segura de que no hay nadie?

Anahí: ya le dije que salieron a comprar lo de mi fiesta.

Mira a su alrededor.

Zarek: ¿para qué verte en pantalla con otros? Lo chido sería verte en vivo y conm…

Anahí: sonríe apenada.

Anahí: ¿con quién?

Él sonríe también apenado.

Zarek: ¡ya! No me hagas decir las cosas.

Anahí: ¡dííígaaameee!

Se miran unos segundos sin dejar de sonreír.

Anahí: ¿con usted?

Zarek: ríe.

Zarek: ¡obvio! Lo disfrutable sería tenerte en vivo y poder hacerte muchas cosas.

Anahí: ¿qué cosas?

Vuelven a mirarse con la misma sonrisa.

Zarek: ¿por qué quieres que hable?

Anahí: curiosidad. Quiero saber lo que su mente imagina.

Sus sonrisas no se quitan.

Zarek: ¿saberlo? Disfrutarías más si lo sintieras.

Anahí: se sonroja mucho.

Zarek: pero todavía no se puede.

Anahí: (coqueta) ¿por qué no?

Zarek: ya te dije que eres prohibida.

Ríen.

Anahí: sólo es un día. No pasa nada.

Zarek: eso a la gente no le importa. Castigan igual así sean minutos.

Anahí: ¿y quién les diría? ¿usted?

Se sonríen unos segundos.

Zarek: entonces… ¿quieres saber lo que mi mente imagina?

Anahí: dijo que lo disfrutaría más si lo siento.

Zarek: se sonroja.

Zarek: ¿quieres sentirlo?

Anahí: sonríe coquetamente.

Anahí: hoy sería la última vez que podría hacerlo como travesura.

Él se extraña.

Zarek: ¿”travesura”?

Anahí: sí, porque a partir de mañana ya no sería tan emocionante para usted…

Sonríen.

Zarek: ¿crees?

Anahí: hoy será el último que soy “prohibida”…

Ella comienza a coquetear más.

Anahí: ¿no le emociona poder ser mi “despedida”?

Zarek: intenta esconder su excitación.

Zarek: despedida, debut, cambio, o lo que sea, siempre será emocionante.

Ella también intenta ocultar su excitación.

Brindis pues… ahorita no hay nadie… sólo estamos usted y yo…

Zarek: si llegan tus papás y nos descubren me matan.

Anahí: ríe.

Anahí: primero a la gente, y ahora a mis papás. Qué miedoso salió.

Zarek: también ríe.

Zarek: como a ti no te pasará nada…

Anahí: ¿cómo no? Tal vez es muy bueno y hasta me enamoro.

Vuelven a reír.

Anahí: quizá me guste muchísimo y sufra por querer repetirlo y no poder.

Zarek: o al revés.

Se miran coquetamente.

Anahí: a lo mejor aprendió algo por allá y quiere enseñármelo.

Él sonríe.

Zarek: no lo sé…

Anahí: ¿no sabe qué?

Está pensativo…

Zarek: todavía no creo que realmente quieras hacerlo…

Anahí sonríe. Toma una mano de Zarek y la pone sobre su bubi.

Anahí: ¿ya me cree?

Zarek: está “paralizado”, con una mano sobre la bubi de Anahí. Ella ríe.

Anahí: no pensé que fuera tan penoso…

Vuelve a tomar la mano y la hace apretar y acariciar la bubi. Zarek sigue solo.

Zarek: comienzo a…

Anahí: sígale, hasta que se convenza…

Continúa acariciando.

Zarek: ¿segura?

Ella sonríe.

Anahí: ¿tengo cara de que me estoy arrepintiendo?

Se sonríen. Zarek poco a poco baja el cierre del vestido de Anahí. Ella queda con su blusa de tirantes.

Anahí: ándele, así, con confianza se siente mejor.

Él baja los tirantes y la blusa hasta la cintura, dejándola con su brasier.

Zarek: en tus fotos te ves hermosa… pero nada se compara con esto…

Anahí: sonríe. Se acerca lentamente a Zarek. Se miran, y comienzan a besarse. En ese momento ella descubre que sus sentimientos hacia él eran un poco más grandes de los que imaginaba, y que aquello no era solamente un juego. Durante el beso Zarek desabrocha el brasier de la parte de en medio, dejando las bubis de Anahí descubiertas. Las mira unos instantes. Ella se sonroja.

Anahí: ¿le gustan?

Zarek: todo de ti me gusta.

Anahí: ¿hasta mi novio?

Ríe.

Zarek: ¿en serio pensarás en él en este rato?

Anahí: sonríe coquetamente.

Anahí: eso depende de usted…

Se sonríen. Zarek pasa de nuevo sus manos sobre las bubis de Anahí. Acaricia tiernamente sus pezones, apretándolos por momentos. Ella intenta no hacer ruidos, pero su placer empieza a ser notorio son sonidos. Él vuelve a besarla, pasando su boca por sus cachetes, hasta llegar a su cuello, besándolo un largo tiempo.

Anahí: sin duda me cae mejor cuando no tiene pena y hace estas cosas…

Ríen. Zarek continúa besando el cuello, pero ahora sus manos acarician la espalda de Anahí bajando hasta sus pompis. Ella aprueba las acciones con gemidos.

Zarek: tus ruiditos son muy sexys.

Anahí: sonríe.

Anahí: y me salen mejor. ¿quiere descubrirlo?

Zarek: también sonríe. Anahí lo toma de una mano y lo lleva con ella a su recámara. Ya ahí él la mira fijamente.

Zarek: ¿segura de que no llegarán tus papás ahorita?

Anahí: ¿cree que me arriesgaría a que me vieran haciendo esto en mi cuarto?

Zarek: queda pensativo.

Zarek: tal vez.

Ríen. Zarek termina de quitarle el brasier y la blusa. Se besan acostándose en la cama, él sobre ella. Lentamente Zarek regresa su boca al cuello de Anahí, donde se queda unos instantes, y la continúa bajando hasta llegar a sus bubis.

Zarek: no imaginé tener tanta suerte cuando venía para acá.

Se sonríen. Zarek comienza a recorrer las bubis de Anahí con su boca. Pasa su lengua suavemente de arriba para abajo, en círculos; chupa los pezones, les da pequeñas mordidas, al mismo tiempo que con una mano acaricia la bubi disponible, provocando gemidos más intensos de Anahí.

Anahí: yo tampoco imaginé tener tanta suerte cuando dijo que estaría por acá.

Vuelve a besarla, y una mano baja a su entrepierna. Le acaricia esa zona sobre su short mientras su boca turna los labios, el cuello y las bubis de Anahí. Después de un ratito así mete su mano en el short y continúan sus caricias sobre la piel. Los gemidos de Anahí suben poco a poco de intensidad.

Anahí: tan seriecito que se veía dando clases.

Ríen. Zarek baja su boca hasta la entrepierna de Anahí. Le quita su short y su sexy calzoncito. Juega con su boca sobre esa zona hasta que su lengua llega al clítoris, donde la pasa suavemente de diferentes formas, y de pronto también introduce dedos, causando más placer en ella.

Anahí: debería dejar de dar clases y dedicarse a cobrar por hacer esto.

Zarek ríe.

Zarek: ¿crees?

Anahí: apuesto a que le iría muy bien.

Sonríe.

Zarek: ¿me contratarías?

Anahí: sonríe.

Anahí: ¿me cobraría?

Se sonríen. Él responde que no con la cabeza. Ella lo jala hacia arriba para que puedan volver a besarse. Momentos después lo recuesta boca arriba y queda sobre él.

Anahí: ahora es mi turno.

Sonrisas de nuevo. De pronto Anahí queda pensativa. Zarek la mira.

Zarek: ¿qué pasa?

Ella sigue pensativa.

Anahí: es que…

Ríe un poco.

Anahí: no sé qué hacerle.

Él también ríe.

Anahí: ¿qué le gusta?

La mira sonriente.

Zarek: tú.

Anahí también lo mira sonriente.

Anahí: ya en serio; dígame. Yo no tengo imaginación.

Zarek le sonríe coquetamente.

Zarek: haz lo que te nazca. Sólo déjate llevar.

Anahí sonríe. Se acerca para besarlo nuevamente. Ahora ella recorre con su boca y su lengua el cuello de él. Instantes después comienza a deslizar una mano hacia la entrepierna de Zarek, donde se queda acariciando un rato. Lentamente le va quitando el cinturón y desabrocha el pantalón, hasta que el acceso queda libre y mete su mano debajo del bóxer para agarrar su pene. Lo masajea.

Anahí: ¿qué tal?

Zarek: ¿no que no tenías imaginación? Vas bien.

Anahí: me estoy dejando llevar.

Ríen. Se besan otra vez. Anahí: baja poco a poco. Él se quita la playera; ella el pantalón. Su boca hace contacto con el pene de Zarek; primero de forma leve, luego con besos; recorre su lengua, hasta que decide comenzar a chuparlo, despacio, y después sube la velocidad, cambiando ritmos, lo cual provoca mucho placer en él.

Zarek: como cuando te daba clases: te pondré un diez.

Ella lo mira sonriente, sin parar lo que estaba haciendo. Zarek toma el cabello de Anahí y juega con él un rato. Baja sus manos hacia la cintura, y de ahí la toma para jalarla y colocar su vagina en su boca, con la clásica posición del “69”.

Zarek: creo que así estaremos mejor.

Sonríen. Los labios y la lengua de Anahí recorrían el pene de Zarek. Los labios y la lengua de Zarek recorrían la vagina de Anahí. Gemidos que reflejaban el placer que los dos sentían con las muestras de cariño que tal vez nunca imaginaron que se podrían dar y que la vida les estaba regalando en ese momento. Anahí se voltea y lo mira.

Anahí: mi vagina pide algo más que su boca…

Zarek sonríe.

Zarek: dile a tu vagina que haré lo que ella quiera. Hoy soy todo suyo…

Ríen.

Anahí: ¿de casualidad no trae… protección?

Zarek: no es como que al venir haya pensado “oh, llevaré esto por si casualmente no hay nadie en la casa de Anahí y ella quiere hacer su última travesura como ilegal”.

Ríen de nuevo.

Anahí: ¿y si quedo en Barcelona?

Zarek: definitivamente no te quejarías.

Anahí se extraña. Sonríe.

Anahí: ¿por qué?

Zarek: porque con eso me amarrarías.

Se sonríen.

Anahí: ¿y a poco quisiera a alguien como yo de esposa?

Zarek la mira.

Zarek: eres muy linda, inteligente, y hermosísima. Cualquiera que anhele a una mujer que valga la pena te querría a su lado.

Anahí sonríe. Se levanta y se coloca sobre él. Acomoda el pene para que entre en su vagina y cae lentamente. Sube y baja despacio, hace giros con su cintura, se acerca a Zarek para besarlo mientras da brinquitos; él acaricia la espalda de Anahí, y cuando ella vuelve a subir pone su mano sobre sus bubis, acariciándolas, apretándolas, al igual que los pezones de su querida ex-alumna. Por momentos él se levanta para besarla, pasar su lengua sobre el cuello, bajar su boca y hacer lo mismo con sus bubis, sus pezones erectos que marcaban la excitación que los dos sentían, que ninguno imaginaba sentir con el otro. Así pasan varios minutos; minutos que no querían que acabara.

Anahí: olvide el regalo que vio. Esto es lo mejor que puede darme de cumpleaños.

Él la mira.

Zarek: deberías cumplir años más seguido.

Ríen. Zarek coloca a Anahí acostada del lado. Se acomoda para penetrarla en esa posición. Mientras comienza a hacerlo vuelven a besarse. Él acaricia sus pechos y sus pezones con una mano, mientras la otra baja a su vagina y también la acaricia, al mismo tiempo que la penetra, provocando gemidos cada vez más fuertes en ella por el placer que le estaba “regalando de cumpleaños”.

Anahí: me vale que no sean mis cumpleaños, usted puede venir cuando quiera.

Vuelven a reír. Anahí ahora es colocada acostada boca abajo. Zarek la besa desde el cuello, bajando por su espalda, llegando a sus pompis. Las nalguea. Anahí ríe. Le abre las piernas y vuelve a pasar su lengua por su clítoris mientras aprieta sus pompis. Ella le hace saber el placer a través de gemidos. Luego de unos minutos Zarek comienza a levantarla y la pone “en cuatro”. Se prepara para penetrarla nuevamente, siendo ayudado a colocar el pene.

Anahí: no me vaya a nalguear muy fuerte.

Zarek: ¿segura?

Anahí queda pensativa.

Anahí: bueno, ahorita vemos.

Risas de nuevo. Zarek pone sus manos en la cintura de Anahí y comienza a penetrarla. Después le toma su cabello con una mano para estarlo jalando, y con la otra la nalguea, subiendo de intensidad conforme pasan los minutos. Anahí grita al sentir nalgadas más fuertes, pero no pide que pare o que sean más ligeras porque el placer que le provocan es más grande que ese dolor.

Anahí: no pensé que el dolor me llegara a gustar tanto.

Zarek: yo no pensaba que tú me llegaras a gustar tanto.

Se sonríen tiernamente. Zarek continúa penetrándola de esa forma. Por momentos se hace a un lado un poco para mirar las bubis de Anahí rebotando en el aire al ritmo de la fuerza del golpeo con que son golpeadas las pompis de ella durante la penetración. Por momentos también Zarek para y acerca su pene a la boca de Anahí y para ser chupado, mientras él acaricia la espalda y las bubis de su ex-alumna, y regresa a continuar con las penetraciones.

Anahí: ¿me invitará a su cumpleaños?

Zarek: depende. ¿qué me regalarás?

Anahí queda pensativa.

Anahí: buena pregunta. Acaba de dejar el listón muy alto.

Paran. Se sonríen.

Anahí: pero necesito saber si me invitará para ir pensando qué hacerle.

Se miran. De nuevo se besan. Anahí se acuesta boca arriba y jala a Zarek para que quede sobre ella. Él se acomoda y comienza a penetrarla en esa posición, sin dejar de besarla en ningún momento. Vuelve a jugar con su boca por el cuello de Anahí al mismo tiempo que sus manos recorren sus bubis, sus pompis, mientras continúa penetrándola. Ella comienza a pedir más fuerza y velocidad, siendo complacida en sus peticiones.

Zarek: ¿nos venimos juntos?

Anahí: no, usted todavía no.

Ríen. Zarek le da más fuerte. Anahí grita hasta que no puede más y se vacía. Respira profundamente, besa a Zarek, lo levanta, mientras ella queda de rodillas. Comienza a chuparle el pene, logrando que momentos después él no aguante más y se venga en la boca de Anahí. Ella ríe y se traga lo recibido. Se acuestan en la cama. Anahí se recuesta sobre el pecho de su ex-profesor. Así se quedan un rato.

Anahí: es el mejor regalo que me han dado en la vida.

Zarek: diría lo mismo, pero no es mi cumpleaños.

Ríen.

Anahí: ¿vendrá a mi fiesta mañana, verdad?

Zarek: obvio.

Anahí: ¿y si llega más temprano?

Zarek la mira. Sonríe.

Zarek: ¿más temprano?

Anahí: sí. Usted hoy está siendo mi despedida como “prohibida”.

Le sonríe.

Anahí: a partir de mañana seré “permitida”…

Toma una mano de Zarek y la pone sobre su vagina.

Anahí: le toca estrenar mi nuevo “status”.

Continúan riendo.

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