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Marcelita la puta (Parte 2)

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Después de esa primera vez tan morbosa con mi amo mi vida cambió mucho, de partida mi mami no podía mirarme a los ojos ¿cómo podría después de ver como se follaban mi boquita y comportándome como una zorra?

Al principio me sentí mal pero mi amo me dijo que no me preocupara, que con el tiempo iba a acostumbrarse y con un poco de suerte también se convertiría en su puta. Cuando me dijo esto al principio me sentí celosa, yo quería ser la única puta de mi amo, pero después de pensarlo un poco me di cuenta que me calentaba la idea de ver a mi mamita abusada por la gran verga de mi amo.

Mi amo empezó a venir a mi casa a diario, aunque mi mami lo odiaba y no quería verlo cerca de mi yo lo dejaba entrar y ella no se atrevía a hacer nada jejeje, obviamente mi amo me follaba cada vez que tenía la oportunidad y ya no teníamos tapujos en hacer ruido, total mi mami y mi hermana no hacían nada. Con el tiempo las cosas fueron escalando y mi amo se puso cada vez más atrevido y pervertido. Lo primero que me pidió hacer era usar un micro bikini mientras estuviera en casa, este era uno color turquesa que apenas cubría mis oscuros pezones (que por lo general estaban duros como rocas) y mi chorito, el bikini se metía tan rico entre los cachetes de mi culo y podía sentir el hilo contra mi lindo ano. Se veía increíble contra mi cuerpo moreno y me hacía sentir como toda una zorra.

Bueno, ese día salí de mi habitación con el micro bikini puesto y fui descalza a la cocina donde estaba mi mamá y mi hermanita, cuando me vieron quedaron con la boca abierta jeje.

-¿Cómo me veo? -pregunté dando una vuelta, el bikini era tan ridículamente pequeño que no dejaba nada a la imaginación, mi mami trató de regañarme, pero antes de que empezará le respondí- cállate vieja estúpida, me veo súper rica y a mi amo le gusta que me vea así.

En eso llega mi amo detrás de mí y me da una nalgada.

-que buena estas puta -me dice en frente de ellas.

Yo me reí y le di un beso jugando con su lengua, el me agarró el culo y lo masajeó muy rico, agarró el hilo y lo jaló hacia arriba haciendo que presionara mi anito, mi mami no lo aguantó más y se fue muy rápido de la cocina, pero mi hermana, la Paulina, se quedó ahí congelada o tal vez muy caliente para moverse jeje, mi amo masajeaba y jugaba con mi culo mostrándole mi ojete a mi hermana

-¿qué pasa? ¿ te gusta el ojete de tu hermana? -le preguntaba mi am.

Yo gemía y me reía y me daba palmadas en el culo, estaba tan caliente.

-amo, dame tu verga por favor -le suplicaba mientras frotaba mi cara en su entrepierna.

Saber que mi hermana me veía me calentaba aún más. Mi amo me agarró del cuello y apretándolo me hizo arrodillarme al lado de mi hermana, yo lo miraba con la lengua afuera y la cara roja por la falta de aire hasta que por fin liberó su gran vergota frente mío, al verla ahí dura, venosa y caliente se me hizo agua la boca.

-muéstrale a la Pauli cómo se hace -me dijo y sin dudarlo metí su gruesa verga hasta que sus pesadas bolas chocaron con mi barbilla, no pude retener una arcada y la saqué de mi boca

-jodeeer, que verga -dije jadeando- te gusta Pauli? No quieres jugar con ella? -le pregunté justo antes de escupirle encima y meterla en mi boca otra vez sin dejar de mirar a mi hermana a los ojos.

La Pauli no aguanto más y salió de la cocina, nosotros nos reímos.

-ya van a caer las putas -exclamó mi amo, estoy segura que escucharon.

Yo seguí chupando su vergota hasta que se corrió en mi carita y así mismo me paseaba por la casa, vestida como zorra y cubierta de leche.

Hola mis amores, vi que les gustó mi relato anterior así que les dejo este, ojalá se hagan una paja bien rica imaginándome. Por favor déjenme comentarios, me calienta mucho.

(9,11)