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Mi experiencia como cornudo: El cumpleaños de mi esposa (2)

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Las cosas transcurrían como de costumbre, por lo menos hasta una mañana que comenzamos a hablar en el desayuno.

K: Oye que crees que acaba de pasar?

M: Que?

K: Armando me ha estado mandando mensajes para decirme que me veo muy bien en las fotos que he estado subiendo los últimos días. Y está muy insistente en que vaya a tomar un café con él.

M: Ja... Ese cabron cuando te empieza a insistir es porque te quiere llevar a la cama

K: Y no es acaso lo que queremos?

M: Si, pero esta vez es diferente.

K: Entonces... Puedo ir?

M: Si pero recuerda que no puedes hacer nada, la idea es que lo provoques y si llegas a un punto adecuado que le digas que es lo que queremos hacer.

K: No te preocupes tu confía en mí.

Dicho esto seguimos con nuestra rutina diaria y casi a las 8:00 pm me dijo que se iba a alistar para salir

Se acercó a mí me dio un beso y se metió a bañar.

Cundo salió, me quede boquiabierto.

Llevaba una minifalda negra que dejaba ver el comienzo de sus nalgas y de la tanga que llevaba puesta.

Un top negro que dejaba ver que no llevaba bra debajo y unas zapatillas abiertas que dejaba ver sus uñas recién pintadas

M: Te ves hermosa

K: Gracias... Me voy de pesca jajaja Te veo más tarde

Se despidió de mí y salió cuando escuche un auto legando a la entrada.

Subí a ver la televisión pero me quede dormido casi de inmediato, desperté casi a las 3:00 y no fue sorpresa darme cuenta que ella aun no había llegado.

Casi a los 2 minutos escuche el auto en la entrada otra vez, pero fue hasta casi después de media hora desde que escuche que se estacionaba en la entrada que escuche la puerta abrirse y vi a Karina entrar procurando no hacer ruido.

M: Te divertiste?

K: Hay cabron... Pensé que seguirías dormido

M: Desperté hace poco... pero bueno aprovechando que estoy despierto dime... que paso?

K: Ok... no te voy a mentir, te voy a contar todo pero promete no enojarte y que vamos a seguir con el plan.

Escuchar eso no me pareció y comenzó a revolverme el estómago pero decidí acceder

Llego por mí y me saludo dándome un beso casi en la boca.

Llegamos a un café en el centro y comenzamos a hablar de cosas banales, hasta que llegó un momento en el que me pregunto por qué había accedido a verlo después de tanto tiempo.

K: Bueno pues decidí darte la oportunidad de hablar y pasar el rato

A: Vaya... ya te separaste?

K: No, no te emociones.

A: Pero tengo alguna oportunidad?

K: No lo sé... si haces méritos posiblemente...

A: Ok, ven vamos a otro lado

Me llevo a un bar bastante escondido, pero agradable, comenzamos a beber y a bailar, sentía como restregaba su paquete en mi vientre y sentía como sus manos se acercaban a mis nalgas cada que podía.

No te lo voy a negar. Estaba excitadísima... Sentía como comenzaba a escurrirme

A: Vaya, se ve que ya estas algo pasada de copas.... Que te parece si nos vamos a un hotel como en los viejos tiempos y te hago gozar como te gusta?

Al escuchar estas palabras ya tenía mi tanga completamente mojada, el metió su mano bajo su falda y lo noto.

A: Vaya, lo sabía. Vamos no te vas a arrepentir.

En ese momento no pude más y le dije que nos sentáramos y le platique lo que planeábamos hacer.

A: Ja... me estás diciendo que ese pendejo cornudo quiere ver cómo te cojo mientras nos ve?

Ok, lo voy a hacer... No va a haber limites cierto?

K: No, no va a haber límites, si puedes esperar al próximo fin de semana

A: Muy bien, Ya me tienes bastante excitado, te llevo a tu casa antes de que me arrepienta.

De camino a dejarme el solo me recordaba lo que hacíamos cuando salía con él, la forma en la que me daba y eso me excito más... no lo sospechaba pero llegando aquí entendí cuál era su intención.

Nos estacionamos y cuando me iba a despedir tomo mi mano y la coloco en su pantalón

A: Mira como me dejaste... No piensas ayudarme con esto?

K: No puedo, lo prometí...

A: Oye, es solo una mamada, además sé que te encanta, cada oportunidad que tenías para chupármela y sacarme la leche que tanto te encanta lo hacías.

Cuando dijo eso abrió su pantalón y saco su verga. Grande, más que la tuya, gorda, venosa. Veía como palpitaba y comenzaba a salir de la punta el jugo que me volvía loca.

No tuve tiempo de reaccionar, me tomo de la nuca y me bajo a la altura de su verga.

Comencé a mamarla como loca, estaba perdida en placer... más cuando sentí que con sus dedos masajeaba mi clítoris ya húmedo por mis jugos

Estuve casi media hora mamando, pasaba mi lengua de arriba a abajo, me metía sus huevos en la boca y sentía como el llevaba el ritmo de la mamada.

Llego un punto en el que ya no pudo más, me la metió hasta la garganta y sentí los espasmos de su verga en mi boca.

Fueron chorros de leche llenando mi boca y bajando hasta mi garganta.

Lo que se llegó a escurrir en sus huevos me hizo limpiarlo lamiendo hasta que los deje limpios y yo encantada lo hice.

A: Muy bien putita, sigues recordando cómo me gusta, dile al pendejo que tienes por esposos que esto no es nada comparado con lo que te voy a hacer la próxima semana.

Cuando baje del carro me dio una nalgada y se quedó con mi tanga de recuerdo

En ese momento yo estaba lo que le sigue de excitado, la empine y comencé a cogérmela hasta que termine.

No podía esperar a que llegara el día de su cumpleaños.

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