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Mi hermano Matías
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Es una locura pero es lo que yo siento: estoy super caliente con mi hermano mayor Matías: es un atractivo muchacho de 25 años, tiene el cabello color marrón chocolate y ojos verdes, es bastante alto ya que mide 1,85 de altura. Solo nos llevamos 5 años y tenemos el mismo color de cabello.

Siempre fuimos muy cariñosos, él me suele dar besitos en la mejilla y me acaricia el cabello, yo lo abrazo y me siento en sus piernas mientras el me acaricia

Esta noche me preguntó si quería dormir con él, ya que sabe que no me gusta dormir sola, le dije que sí. Por eso mismo me puse mi típico pijama: un short rosa que hace que mi trasero se vea más grande y un top del mismo color que parece un sostén por que deja mis pechos casi al descubierto (pero no llevo sostén).

Voy al dormitorio de Matías y el me hace lugar en su cama, nos acostamos y nos ponemos en posición de cucharita.

-Estas hermosa -me dice mientras no para de darme besos por la mejilla y algunos por el cuello.

-Matías

-Dime

-Me encanta estar con vos, los mejores momentos de mi día son los que pasamos juntos.

-Eres lo mejor de mi vida, mi querida Amber, te quiero mucho.

-Yo te quiero más -me doy vuelta para mirarlo de frente y por unos minutos apoyo mi cabeza en su pecho, luego es mi turno de darle unos cuantos besos, empiezo por las mejillas, le lleno de besos su cuello y le doy besos en las comisuras de los labios.

-Bésame -murmura por lo bajito, entonces me doy cuenta que mi hermano quiere que lo bese en la boca, no lo dudo ni un minuto y eso es lo que hago.

Primero fue algo suave porque él estaba sorprendido, pero luego él fue quien se encargó de ponerle pasión al beso, empezó a mover sus labios rápido alrededor de los míos y a saboreármelos, cuando el beso termino nos quedamos mirándonos a los ojos.

-He besado a mi hermana menor y me ha encantado -dice Matías, con esta afirmación nos empezamos a besar nuevamente pero con caricias de por medio, yo le toque suavemente su pecho hasta sacarle la remera y luego le he tocado sus abdominales, mientras tanto Matías se ha dedicado a acariciarme la espalda y a introducir sus manos por debajo de mi top.

-Amber

-¿Que?

-¿Quieres que siga?

-Quiero que me hagas el amor, quiero ser tuya ¿tú no quieres?

-También quiero hacerte mía -me dice y minutos después ya estamos desnudos los dos.

-Que hermosa eres sin ropa -me dice mientras mira mi cuerpo desnudo.

-Más hermoso eres tú -le agarro su pene que ya está muy duro- tu miembro es una obra de arte que debe ser adorada -cuando termino de decir esto meto su pene en mi boca (no puedo creer que le esté haciendo sexo oral a mi hermano).

Primero le chupo la zona de la cabeza y muevo mi lengua despacito haciendo los movimientos más ricos y hot posibles, después voy bajando con mi lengua hacia el resto de su verga, la saboreo, la disfruto, me encanta que esa verga este en contacto con mis labios de una manera tan sensual, miro a Matías a los ojos y está en un placer infinito, ya se le olvido que hasta soy su hermana y está gimiendo por lo bajito, le hice un sexo oral tan rico hasta que le temblaron las piernas de tanta excitación.

-Tu concha también merece ser adorada- me dijo y le dio unos cuantos besos a mi vagina para después pasarle la lengua como si fuera una paleta de helado, mientras me chupaba la concha súper rico me manoseaba las tetas, su lengua hizo contacto con el fondo de mi clítoris y eso me causo un estremecimiento de placer y calentura, luego metió los 3 dedos y cuando los saco se los metió en la boca de una manera tan sensual que me volvió loca.

-¿Estas lista? -me pregunto, yo le hice un movimiento afirmativo con la cabeza y puse mis piernas alrededor de su cintura.

Matías me tomo de la mano cariñosamente para demostrarme que me quiere mucho más allá del sexo y con una embestida profunda me penetro, su pene entro completamente en mi vagina.

Yo di un gemido de sorpresa, luego de que el asombro paso el empezó con los movimientos sin soltarme nunca de la mano, sus embestidas fueron tan increíbles que yo no he podido evitar gemir pero siempre tratando de no hacerlo tan fuerte porque nuestra madre es católica y dice que el incesto es un pecado totalmente aberrante, yo pienso que el incesto es el pecado más delicioso que puede existir y más si lo haces con tu hermano mayor.

Luego cambiamos de posición: nos pusimos de cucharita otra vez pero en esta ocasión fue totalmente desnudos y el me penetro de costado agarrando fuerte mis tetas.

Pasamos unos cuantos minutos en esa posición sensual y romántica hasta que vino el momento más rico: el de la eyaculación.

Yo abrí bien grande la boca a pedido de Matías y el eyaculo una buena cantidad (fue tan abundante por que hasta se escapó un poco de leche y fue a parar a mi pecho).

Cuando terminamos de tener sexo nos abrazamos y nos empezamos a besar.

-Fue increíble -le dije

-Vamos a repetirlo

-Claro

-Pero ahora quiero que seas algo más que mi hermana

-No te entiendo

-Desde que cumpliste los dieciocho estoy enamorado de ti, y ahora que tienes veinte recién me animo a confesártelo, quiero que seas mi novia.

-Acepto -fue mi respuesta

Desde esa increíble noche me he convertido en la novia de mi hermano Matías…

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