Yo Pedro de 33 años y mi madre Teresa de 56 años. Castaña de pelo. Media melena. 1.63 cm. 67 kilos. La típica jamona tetona. No gorda, pero si con cúrvala típica MILF. Yo siempre la he espiado en casa mientras se cambiaba, duchaba, en la playa, piscina, etc. Es impresionante las tetazas que tiene. Gordas, con areolas grandes y marrones claras. Pezones grandes, sobre todo cuando sale de la ducha. Culazo. Buenas nalgas y coño peludo negro.
Trabaja en supermercado de barrio.
Un viernes por la tarde acudimos a centro comercial de ropa outlet. Quería ver ropa para esta próxima primavera. Yo estaba deseando que fuera a los probadores para seguir espiando.
Al cabo de 35 minutos decide ir al probador. La acompaño y espero fuera. Los probadores eran de cortina. No era capaz de ver nada. Pero al rato ocurrió algo que no esperaba. Mi madre descorrió un poco la cortina y me pidió opinión para ver como le quedaba un polo rojo. Era hiperajustado a las tetazas. Talla S. No había más tallas. La suya sería una M. Aun así decidió cogerlo.
-Te queda pequeño. Comenté
– Pero es que no hay otra talla y me gusta este color y tejido
De repente se lo quitó, dejando al aire libre las tetazas con un sujetador color marrón oscuro.
Para evitar meter la pata, salí del probador. Se empezó a probar pantalones. Al rato me mandó pasar. Estaba en sujetador y vaquero blanco.
– Como me quedan los vaqueros?
– Perfectos.
Y era verdad. Ajustados al coño, culo y piernas. De repente se los quitó para probarse otros y se quedó en tanga del mismo color que el sujetador. Pero esta vez no salí del probador. Estaba muy caliente y con el corazón a tope. Estaba la guarra solamente con sujetador y tanga. Al probarse los segundos pantalones, observé como los pelos del coño se le salían por fuera del hilo del tanga.
Acabó de probarse el segundo pantalón.
Todo lo hizo delante de mi. El hielo ya estaba roto. Esa fue la primera historia de mi madre Teresa la que te la pone tiesa.
CONTINUARÁ.
Es mi primer relato. Prefiero hacerlo breve. Habrá muchas más historias. Mi madre en la vida real se llama Teresa y es tal cual la he descrito. Dejo email visible.
me encanta ese relato, me encantan las mamás tetonas con areolas enormes y que sean relajadas q anden por la casa en pijama sin sujetador dejando ver esas enormes galletas y poderlas espiar en la ducha para hacerse ricas pajas. Q delicia. Y si están amamantando ufff con esas super areolas enormes y pezones deliciosos que provoca mamárselas, es excitante cuando sacan esas tetas para amamantar.