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Mi nueva familia y mi prima tímida (6)
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Tiempo de lectura: 18 minutos

Fue otro día de trabajo normal, aunque tuve que inventar una situación donde tuve que hacer unos tramites urgentes en la oficina de migraciones y presentarlas en la embajada de USA para que mi jefe me crea más la mentira del día anterior, todo salió bien y en ningún momento creyó que le estaba mintiendo, la mañana pasó tranquila, esta vez decidí almorzar en un restaurante cerca al café, y en el resto de mi hora de refrigerio me la pase fumando un cigarro y leyendo unos apuntes de la universidad, ese día tenía una reunión de uno de mis grupos de estudios que yo lideraba, lo haríamos en el café así que no me movería de lugar en casi todo el día. Unos que también eran de mi grupo de estudios Joaquín y Sebastián fueron los primeros en llegar a la cita, yo aún no terminaba mi turno así que me tocó atenderlos y servirles lo que me pidieran.

– Esclavo puedes traerme un café americano sin azúcar.

– Para mi un frappe de menta.

Me dijeron mis amigos ni bien se sentaron en la mesa a lo que yo muy cariñosamente les respondí.

– Si claro ya se las traigo pero hoy no estamos aceptando propinas en efectivo así que en cambio me tendrán que chupar bien la verga.

Nos quedamos en silencio un momento y luego estallamos en risa, ustedes saben típica conversación de amigos que cuando están solos hablan puras estupideces.

-Yo si te puedo dar efectivo es que no quiero que se me acalambre la mandíbula.

Me dijo una voz detrás mío, era Ximena una compañera más del grupo de estudio, Ximena era una chica linda y de mucho dinero también, ella estaba en el grupo de estudio más para mantenerse en la universidad que para mantener una beca, media 1.64 m aproximadamente, tenía los ojos marrones y el cabello castaño con ondas hasta la cintura, la piel muy muy blanca, ella era de contextura gruesa tenia piernas anchas y un redondo y firme culo que siempre atraía miradas a donde iba, no tenía un busto muy grande pero como dije hace un momento, su culo era lo mejor que tenía, que la verdad yo no conocía muy bien fuera del grupo, en realidad entro porque Sebastián en algún momento se la quiso coger pero algo paso entre ellos dos y desde ese momento Sebastián se siente súper incomodo cada vez que ella está con nosotros, y Ximena con la personalidad que tiene siempre lo fastidia, hasta llegar al punto en que Sebastián se iba antes y de vuelo no iba a algunas sesiones de estudio.

-Con el vergon que dice Sebastián que tienes no quiero tener que andar comiendo licuado durante 1 mes.

-Jajaja Hola Ximena. -Ese tipo de comentarios viniendo de alguien como Ximena siempre son más divertidos de lo usual.- Toda la vida Sebastián divulgando nuestras cosas, no se puede quedar callado.

-Jajaja Hola Luis, ¿me puedes traer un té por favor?

-Si claro como no, en un momento regreso.

Fui a preparar sus bebidas y de paso cerrar mi turno porque también debía integrarme al grupo, como mencione en algún capítulo anterior, estábamos de vacaciones pero los grupos de estudio yo los usaba para eso, estudiar y mantener mi beca, mientras un compañero me apoyaba a terminar las bebidas me cambie el uniforme para luego regresar a la mesa con las bebidas y ya con mis apuntes para comenzar la sesión de estudio, cuando llegue a la mesa ya se encontraban sentados el resto de integrantes, un compañero muy callado llamado Franco y una chica igual de callada llamada Paola, nunca fui muy cercanos a ellos pero Ximena los conocía y de cierta forma encajaban bien en el grupo, ese par tenía notas increíbles y mantenían un promedio de 19.5 por semestre lo que a mi me dejaba bastante asombrado. La sesión de estudios comenzó y no pasó nada en particular más que Ximena como siempre molestando a Sebastián cada vez que podía, al finalizar nuestra reunión si ocurrió algo que me llamo la atención, Sebastián se fue primero ya que no aguantaba mas la situación, Joaquín se fue luego ya que había quedado de verse con su novia, Paola y Franco se fueron juntos, yo recogía mis cosas, mientras Ximena llego detrás mío y me dio un fuerte susto.

-Buuuu!!! -Grito tomándome de improviso haciendo que suelte unos lápices que tenía en la mano.- Jajaja lo siento no lo pude evitar, déjame te ayudo.

-Si no te preocupes, ya estoy acostumbrado a que me asusten. -Dije con un tono no muy amigable ya que no me gusta que me asusten.

Ximena se agacho a recoger los lápices dándome la espalda, y podría jurar que lo hizo a propósito, dejo a mi vista ese enorme y hermoso culo, mi verga dio un salto dentro de mis pantalones y mi corazón se agito un poco con la situación, se levantó me dio los lápices en la mano me dio un beso en la mejilla y me dijo.

-Ya estamos conversando, chau.

Era como si ella supiera que después de ese acto yo la empezaría ver con otros ojos, y la verdad es que así fue, la seguí con la mirada mientras Ximena salía del café y vi como al salir de la puerta volteo a verme para darme un sonrisa antes de doblar y seguir caminando calle abajo. Me quedé colgado unos minutos pensando en lo que acababa de ocurrir termine de acomodar mis cosas y salí del café mientras prendía un cigarro para fumarlo de camino a casa.

Llegué a la casa de mis tíos a eso de las 9 pm y me encontré con mi tío y algunos de sus amigos tomando unos tragos en la sala mientras celebraban la aprobación de un nuevo proyecto en el que estaban trabajando.

– Sobrino, que bueno que llegas vamos a hacer una parrillada para celebrar con mis amigos estas invitado así que deja tus cosas y baja para que te unas a nosotros con una cerveza, tu tía salió a comprar unas cosas con Flavia ya deben de estar llegando en unos minutos. -Yo no entendía pero al parecer este proyecto significaba mucho para mi tío y sus colegas, estaba muy feliz por él y a pesar de estar cansado no quería quedar mal con él.

-Claro que si tío, déjame tomo una ducha rápida y bajo a celebrar con ustedes. -Le dije mientras saludaba con la mano a todos los presentes, la mayoría eran de la edad de mi tío pero si me llamo la atención un chico que habrá tenido 25 años aproximadamente, desentonaba con el grupo de señores pero pensé que sería un asistente de ellos o algo por el estilo.

Subí a mi habitación dejé mi mochila en mi escritorio y me metí a darme una rápida ducha, al salir de mi baño me encontré con Glenda que estaba sentada en mi escritorio ojeando mis libros y apuntes.

-Hola Glenda, qué haces aquí? tu papá está con amigos que pasa si te llaman para algo.

-Hola Luis, no te preocupes mi papá nunca me llama cuando está con sus amigos, me dice que estoy muy chica, ya salude a sus amigos así que él y mi mama se olvidaran de mí el resto de la noche. -lo último lo dijo mirando al suelo como con tristeza.

-Vamos Glenda no te pongas así, es que seguro piensan que tú te aburrirás con ellos, son todos unos viejos, ni que fuera tan divertido estar con ellos. -le dije mientras la tomaba por los hombros.

-Está bien Luis, ¿me puedo quedar contigo un rato?

– Bueno en realidad, me comprometí con tu papá para bajar y estar un rato con ellos. -No termine de decir esto y la cara de Glenda se puso roja, esta vez no por vergüenza o calentura, se veía realmente molesta.

-Era de imaginarse, todos van a estar en esa puta reunión y yo tengo que aguantar su ruido y risas estando sola en mi habitación. -Se alejó con violencia de mi haciendo que suelte sus hombros.

-Tranquila Glenda, no tienes porque ponerte así, es una reunión de gente mayor, créeme no te perderás de nada. -Le dije mientras bajaba la voz en un intento de que ella haga lo mismo, ya que temía que sus gritos se escucharan en el resto de la casa.

-No tengo por qué tranquilizarme, tu dijiste que estarías siempre para mi y mira, ya te quieres ir con los amigos de mi papá que no son más que unos viejos cochinos, ahhh pero la princesa Flavia si puede estar con ellos, ella si no tiene que quedarse sin hacer ruido en su habitación, apuesto que hasta tú te la pasaras conversando con ella mientras yo estaré sola.

Me acerque rápidamente hacia la puerta de mi cuarto donde ella estaba parada, la cerré mientras la jalaba de un brazo hacia adentro, ella aun gritaba haciendo una rabieta digan de una niña pequeña, me giré hacia ella y me quite la toalla que tenía envuelta en mi cintura.

-… ¿Qué haces? -Me preguntó Glenda parando su rabieta

-Nada, como veo que no paras de gritarme por cosas que no dependen de mí, me voy a vestir y me iré a la sala con tu papá y sus amigos, al menos que a ti se te ocurra una forma de convencerme y que me quede contigo…

-Está bien, ¿qué puedo hacer para que te quedes conmigo? -Me pregunto metiendo sus manos en el bolsillo de su polera.

 No sé… -Le respondí mientras me ponía unos boxers y blue jeans, me acerque al armario a buscar una camisa decente, tome una camisa blanca que era de mis favoritas y mientras me la abotonaba Glenda se acercó lentamente a mi.

Tomo mis manos para evitar que me abotone la camisa y se puso en la punta de sus pies para intentar llegar a mis labios, algo que por su pequeña estatura sería imposible, mire hacia abajo y vi su hermoso rostro con una semblante de arrepentimiento, era imposible seguir enojado con alguien cuando te miran de una forma tan tierna, le di una sonrisa y me agache para que pueda besarme, nos besamos primero con mucha ternura y amor pero casi enseguida ya nos estábamos devorando mutuamente, ella me abrazo por mi cuello y saltó sobre mí para abrazarme con sus piernas alrededor de mi cintura, con ella encima gire y avance hacia mi escritorio para hacer que se siente sobre este, tome su polera y la jale hacia arriba con violencia haciendo que sus pequeñas den unos leves botes, ella me quito la camisa que aún no me terminaba de poner y empezó a besarme el cuello y el pecho, empezó a darme suaves y tiernos besos por todo mi torso mientras que seguía un camino lento por mi abdomen, se bajó del escritorio y se arrodillo delante mío.

-Luis, perdóname por todo lo que dije, nada de esto es culpa tuya.- Me decía mientras me miraba con cara de arrepentimiento y sus manos me desabrochaba la correa y me bajaban el pantalón y bóxer hasta las rodillas.

-No te preocupes Glendita, no tengo de que perdonarte ufff. -No pude evitar soltar un resoplido al sentir como Glenda pasaba su lengua por toda la cabeza de mi verga.

La tomé por el rostro y la acaricie suavemente como felicitándola por su trabajo, ella me miro y me sonrió pero esta vez con cara de travesura pura, acto seguido se engullo mi verga todo lo que pudo hasta que todo el fondo de su garganta, dios mío Glenda cada vez se volvía mejor en sus mamadas y a mi cada vez se me complicaba más el no venirme al instante, de pronto se sacó mi verga rápidamente de su boca al momento que yo también di un salto, resulta que escuchamos un gran alboroto en la sala y luego una carcajada que nos dejó tranquilos, la fiesta en el piso de abajo se estaba poniendo buena al parecer, Glenda y yo nos miramos nos reímos del susto que nos acabamos de llevar, le di una mano a Glenda ayudándole a que se ponga de pie, le di un fuerte beso en los labios e hice que se dé la vuelta dándome la espalda, Glenda se apoyó en el respaldar de mi silla dejando su hermoso culo a mi merced, tome sus pantalones deportivos y se los baje junto a sus panties lentamente hasta la mitad de sus muslos, con eso era suficiente, siempre me pareció increíble que alguien con un cuerpo tan delicioso como Glenda siempre trate de ocultarlo usando ropa suelta, definitivamente era opuesta a su hermana, tome su hermoso culito con ambas manos y lo estruje fuertemente al tiempo que me agachaba y le di un sonoro beso en su mojada rajita.

-Que rico culo tienes Glendita. -Le susurre al oído.

-Gracias. -Me dijo volteando a verme con la cara totalmente roja, esta vez sí por calentura

Tome mi verga con la mano Derecha y empecé a restregarme por su rajita y anito dando pequeños golpes con ella entre sus muslos.

-Métemela ya si? -Me dijo Glenda casi como un gemido mientras volteaba a verme mordiendo su labio inferior.

No la iba a hacer esperar más, Yo tampoco podía contenerme, puse mi verga en la entrada de su rajita y empecé a empujar lentamente…

*Toc toc toc.

Pare de moverse al escuchar que llamaban a la puerta de mi habitación, Glenda se quedó inmóvil y volteo para verme como diciéndome que haga algo.

-Si?? -Pregunte entre nervioso y con miedo.

-Primito soy Flavia, puedo pasaaar?? -me respondió Flavia con su típico tonito coqueto.

-Si, claro dame un momento porfa.

Glenda se subió los pantalones y tomó su polera mientras corría hacia el baño de mi habitación, esto lo hizo dándome una muy mala cara en todo momento, una vez adentro me hizo un gesto como que me deshaga de ella rápido y cerró despacio la puerta, yo tenía el corazón a mil por hora, me subí el pantalón y me gire para abrir la puerta.

-Hola Flavia… -La saludé levantando la mano.

-Hola Primito, ¿por qué estás sudando?, mi papa me dijo que subiste a darte un baño.

-Esteee… lo que pasa es que me puse buscar una camisa y no la encontraba por ningún lado, busqué en mis maletas y tú sabes por el trajín más el calor…

Flavia se acercó y me susurro al oído:

-Y esto también es por buscar tu camisa? -Mientras me decía esto tomo mi verga con una de sus manos por encima de mi bóxer la estrujo y empezó a hacerme una suave paja mientras se agachaba, yo voltee a ver la puerta del baño que seguía cerrada, rápidamente intente seguir la conversación como si nada estuviera pasando.

-Le dije a tu papá que bajaría en un rato, no quiiieroo hacerlo esperar. -Le dije mientras Flavia se metía mi verga dentro de su boca.

-Si justo por eso me mando a buscarte, porque dice que demorabas mucho. -Me respondió arrodillada frente a mi, me dio un amoroso beso en la verga y me dijo.- Bueno le diré que ya bajas entonces, no demores mucho -Se levanto me guiño un ojo y la vi desaparecer mientras bajaba las escaleras hacia la sala.

Cerré la puerta me tome el pecho con una mano por el susto de que casi pasaba, no quería ni imaginarme las consecuencias si es que Glenda y Flavia se enteran que tenía algo con las dos, aun peor si mis tíos lo descubrían, tenía que ser muy cuidadoso.

-¿Por qué no se iba la idiota esa?… ahh -Me dijo Glenda al salir sigilosamente del baño y exclamar con sorpresa al verme con la verga afuera.

Con todo lo que acababa de pasar no se me ocurrió nada más que decir, me acerque a Glenda la tome de los hombros y la arrojé sobre mi cama.

-Ayyy Luis -Se quejó un poco por mi violento accionar.

Le di la vuelta y baje sus pantalones deportivos y pantis de un solo tirón hasta sus rodillas, Ella quiso ponerse en cuatro y trato de levantar su torso, pero de un solo empujón hice que se acueste nuevamente boca abajo, me quité rápidamente mis pantalones y boxers y me subí sobre sus piernas dejando mi verga sobre su hermoso culo, ella sintiendo todo mi peso encima trato de liberarse un poco tratando de recuperar el control de la situación, pero no la deje, la tome por ambas manos y las puse sobre su cabeza para luego sujetarlas solo con mi mano izquierda.

-Shhh -Le susurre al oído mientras que con mi mano derecha apuntaba mi verga en su rajita.

Se la empecé a meter lentamente, primero solo la cabeza y se la sacaba igual muy lento, quería que se muera del placer, pero el que se estaba muriendo del placer era yo, al sentirme totalmente dominante, empecé a bombearla cada vez más rápido y sin soltar sus manos empujaba su cabeza contra la cama para evitar que alguno de sus gemidos se oyeran fuera de mi habitación, No pude aguantar mucho mas y me vine a chorros dentro de su rajita mientras que estrujaba sus nalgas con mi mano derecha.

-Ahhh no sabes como me prendes.- Le dije al oído mientras dejaba mi semilla dentro de su conchita.

-Es tuya cuando quieras, pero no seas tan brusco. -Volteo a decirme Glenda con las mejillas sonrojadas.

-Tienes razón, lo siento.- Le contesté dándole un suave beso en los labios.

-Igual creo que debiste de esperar un poco después de que Flavia se fuera, tú sabes como es, ha podido regresar a seguir fastidiando.

-Es verdad, debemos de tener más cuidado.- Le dije ayudándola a pararse de la cama mientras le di otro dulce beso en los labios.

– Bueno, entiendo que te comprometiste y tienes que ir a esa estúpida reunión, pero me tienes que recompensar bien!! -Me dijo mientras me señalaba con un dedo haciendo una muy infantil amenaza que me hizo sonreír de ternura.

– Claro que si Glendita. Le respondí y sin decirme nada más se dio media vuelta y silenciosamente salió de mi habitación.

Salí del trance en el que me había dejado Glenda, tome otra ducha solo para refrescarme, me puse unos jeans una camisa blanca unos botines de cuero negros y el anillo que me regalo Flavia el destacaba en mi mano derecha por la forma y el brillo que tenía, agarre mi celular y me dirigí a la sala.

Al llegar me encontré con un ambiente muy animado, todos ya estaban con 2 o 3 tragos encima incluso mi Tía, a la cual no recordaba verla beber antes, se encontraba con una copa de vino en la mano, vi a Flavia y a un Señor cuyo nombre no recuerdo conversando junto al Joven que vi al llegar, este Joven no paraba de ver a Flavia con ojos de deseo lo cual para serles sinceros me incomodo pero no era la primera vez que veo que un hombre la miraba así delante mío así que no le di mayor importancia, Flavia al ver que la estaba viendo me dio una sonrisa y yo le guiñe un ojo como muestra de complicidad.

– Luis, Sobrino, ven tomate una cerveza y ayúdame con la parrilla.

– Voy tío.

Me puse a darle una mano con la carne mientras tomaba una cerveza y mi tío me contaba del proyecto que acababan de cerrar, y como les había costado 5 años que la junta directiva de su empresa tuvieran la misma visión que él, se notaba que estaba muy orgulloso y con razón, hasta mi tía se notaba muy emocionada con la noticia.

– De aquí en adelante sobrino algunas cosas en la casa van a cambiar, lo más probable es que yo tenga que salir de viaje varias semanas al año, y quiero que sepas que tu llegada me deja muy tranquilo, una casa sola con 3 mujeres no es lo más seguro, y créeme que para mi no hay nada más importante que el bienestar de mi familia .- Me sentí muy alegre, y por qué no un poco conmovido por las palabras de mi tío, en ese momento no me daba cuenta que él me estaba dejando en total confianza la seguridad de lo más importante que el tenia, su familia.

– Tío, quédate tranquilo, puedes confiar en mí para lo que necesitas, yo cuidaré bien de mis primas y como no me mi tía.

– Gracias Luis, tenerte aquí me dejaba concentrarme en mi trabajo cuando esté fuera.

Mi tío me dio dos palmadas en la espalda al momento que llegaba a conversar con nosotros uno de sus colegas, un señor bajito y calvo llamado José Ángel que se notaba tenía muchos aires de superioridad, tiempo después me enteré que hace algunos años mi papa y él se pelearon por un comentario mal intencionado hacia mi mama, mi papa no era el gran peleador, pero como me contaron las cosas, mi papá casi lo mata.

-Le contaste a tu sobrino las buenas nuevas? -Le dijo a mi tío mientras le daba un golpe en el brazo a mi tío y a mi me agarraba fuertemente por el brazo como queriendo medir mi fuerza.

-Si él ya está al tanto, mi familia está en buenas manos con Luis aquí. -Le respondió mi tío mirándome con confianza y alzando su cerveza hacia mi, le respondí el gesto de la misma manera y con una sonrisa solemne.

-No te preocupes Luis, mi hijo José Miguel te dará una mano con una de tus primas jajaja -Dicho este desagradable comentario nos señaló a mi tío y a mí aquel joven que con una sonrisa hablaba alegremente con Flavia sentados en el sofá de la sala.

-Jajaja ya veremos -Le respondió mi tío levantando la cejas en modo de burla a el comentario recién hecho por su colega. -Luis por qué no vas y te presentas con José Miguel, tal vez se hacen amigos y puede ayudarte laboralmente en algún momento.

-Si claro tío, le voy a llevar una cerveza, los dejo. -Le respondí a mi tío mientras tomaba una cerveza y fingía una sonrisa, no me había gustado para nada lo que dijo José Ángel, mucho menos el tono de su voz.

Camine hacia la sala y vi nuevamente a José Miguel y Flavia conversando, apenas me acerque a ellos Flavia dirigió su mirada a mi y me recibió con una sonrisa de alivio.

– Hola José Miguel, soy Luis el sobrino de Mario.- Le dije mientras le ofrecía la cerveza que tenía en la mano.

-Que tal Luis, mucho gusto, sorry pero solo tomo whisky.

-Yo si te la acepto Luis, gracias.- Me respondió Flavia al tiempo que me daba un beso en la mejilla.

-Y bueno de qué hablaban.- Pregunté mientras me sentaba al lado de Flavia.

– Le contaba a Flavia, mis vacaciones en Europa del verano pasado, como te decía Flavia Luego de ir a Italia fuimos a Francia… .- Ya había visto a gente como el hacer ese tipo de cosas, ignorar o hacer sentir mal al hombre que tuvieran cerca con tal de impresionar a una mujer… este tipo de comportamiento siempre me pareció de lo más desagradable.

-Vaya debes de tener un trabajo muy bueno para poder pagar unas vacaciones en Europa.- Le interrumpí.

-Trabajo como Asistente de diseño en una gran empresa de Marketing Digital, y gano muy bien, pero mis vacaciones pasadas me las regaló mi papá por haber terminado mi carrera en la U.- Si, luego de casi 10 años estudiando marketing en una universidad privada había terminado la carrera y su papá lo premió con viaje a Europa, increíble, y no piensen mal no estoy menospreciando la carrera de marketing ni mucho menos estoy diciendo que es algo fácil, pero este chico tenía 25 años y por lo que contaba desde que salió de su colegio estuvo en la universidad, sé que no a todo el mundo se le dan los estudios de la misma manera, pero era obvio que con la billetera tan holgada de su papá, tener una carrera no era precisamente una prioridad para él.

-Ahh que suerte, ya quisiera que mi papá pudiera pagarme unas vacaciones aunque sea a Cuzco jajaja.- Le respondí de forma irónica.

-Jajaja Sigue estudiando como lo haces y vas a poder comprar Cuzco si quieres Primito jajaja. -Me respondió Claudia tomando mi pierna y mirándome a los ojos con una sonrisa de complicidad.

José Miguel siguió relatando por casi 1 hora y media sus vacaciones mientras Flavia me miraba cada cierto tiempo como para asegurarse de que yo estaba escuchando lo mismo que ella, en resumen el chico era un pesado total y por donde lo mires, pero bueno considerando la forma de ser de su papá, que él sea igual no me sorprende para nada.

-Bueno José Miguel, fue un gusto pero ya es algo tarde y me tengo que ir a acostar los dejo para que sigan conversando.- Flavia se paró y se fue para despedirse del resto de invitados dejándonos a mi a José Miguel solos.

-Bueno Luis, verás que pronto seremos familia.

-Eso ya lo veremos… -Le respondí mientras daba un sorbo más a mi cerveza.

-Que? crees que Flavia no podría estar conmigo ?, no sabes de lo que soy capaz mocoso.

-Jajaja, piensa lo que quieras, a mi no me interesa.- Le dije mientras me paraba, ya había tenido suficiente de este tipo.

De pronto sentí como me tomo por el hombro sujetándome con fuerza evitando que siguiera caminando.

-¿Quién crees que eres para dejarme hablando solo?.

Quite su mano de mi hombro y lo empuje con ambas manos en su pecho, José Miguel cayó de espaldas sobre la alfombra de la sala mientras yo dejaba mi botella de cerveza bastante derramada sobre la mesa del comedor y me quitaba el anillo que me regaló Flavia, pero antes de que pasara algo más llegaron mi tío, José Ángel y uno más de sus amigos a parar el asunto.

-Luis, ya cálmate.

-Perdón tío, pero no dejó a nadie que me falte el respeto.

-Suficiente Luis, por favor retírate.- Yo estaba muy molesto pero por suerte no había tomado lo tanto como para no entender la situación, a mi tío no le convenía que esto pasara a mayores, se trataba del hijo de su compañero y socio, no se podía perjudicar por una gresca de este tipo.

-Señores, ha sido un gusto conocerlos y disfrutar su compañía, buenas noches y disculpen por el altercado.- Le puse una mano en el hombro a mi tío dejándole saber que todo estaba, él me respondió asintiendo con la cabeza, creo que sabía que José Miguel me había sacado de mis cabales, lo cual es algo muy difícil de lograr.

Tomé mi botella de cerveza un poco derramada, mientras miraba como su padre ayudaba a poner de pie a José Miguel y de paso lo reprendió por su comportamiento, no escuche bien lo que le dijo solo que José Miguel volteo a verme con ojos de furia, llegue a las escaleras y gire la cabeza para dar una última mirada a la sala y ver a Flavia mirarme con una sonrisa de satisfacción la cual devolví mientras llegaba al descanso de la escalera, pase por el segundo piso y vi a Glenda parada bajo el marco de su puerta preguntándome que si todo estaba bien, le hice una seña de todo bien levantando el pulgar y seguí mi rumbo hasta llegar al tercer piso. Al llegar a mi habitación me quite la camisa que llevaba puesto tome un cigarro entre abrí la puerta del balcón y encendí mi cigarro, me senté en la silla de mi escritorio y tome un cenicero mientras meditaba de lo sucedido, para mi accionar no estuvo mal, me estaba defendiendo y sobre todo no dejando que alguien me trate de pasar por encima, por otro lado creo que exagere, pero estaba molesto por la forma en la que hablo de Flavia, y por qué no, celoso de sus ansias de conocerla mejor y tener algo con ella. Tome mi celular y revise algunos mensajes que me envió Glenda, me preguntaba qué había pasado, y le respondí dejando fuera varios detalles que no tenía que saber cómo mis celos o que todo comenzó principalmente por Flavia, le dije que no intente subir hoy porque mis tios estaban despiertos hasta tarde y podrían verla.

– Nunca se habían peleado por mi.

Voltee asustado mientras dejaba caer mi cigarro al suelo.

-Flavia, qué haces aquí? -Le respondí aún con mi asombro mientras levantaba mi cigarro.

-Vine a verte primito, supongo que José Miguel dijo alguna idiotez sobre mi y lo pusiste en su lugar.- Flavia entró a mi habitación y cerró la puerta con seguro atrás de ella.

-En realidad no, solo que no le gusto que lo dejara hablando solo, me tomó del brazo y lo empuje.

-Si claro primito, yo sé perfectamente que te morías de celos cuando él me hablaba casi al oído contándome todos sus viajes, nunca pensé que reaccionarías así -Me dijo mientras se acercaba a mi.

-Flavia, de verdad las cosas no fueron así, pero si él hubiera dicho alguna estupidez de ti déjame decirte que ahorita estaría sacando una cita con su ortodoncista.

-Jajaja, o sea si te hubieras peleado por mi, admites entonces que estabas celoso.- Me seguía diciendo mientras ya estaba delante mío.

-Flavia, a ti cuando se te mete algo en la cabeza no te lo saca nadie.- Le respondí mientras tomaba con mis manos sus muslos acercándola mas a mi.

-Tomaré eso como un "sí estaba celoso Flavia". Flavia me tomó por ambas manos y me abrazó la cabeza que quedó a la altura de su vientre… -Gracias por cuidarme Luis.

Yo no sentía que la estaba cuidando solo me defendía, pero creo que ella veía las cosas un poco diferentes. Me tomó con ambas manos el rostro y me dio un dulce y lento beso, tenerla tan cerca y sentir su aroma delicioso simplemente nublaba mi razón, la tome por la cintura y la jale para que quede sentada sobre mi.

-Ayyy primito.- Exclamó Flavia mientras acomodaba su pelvis para que quede justo sobre mi verga que ya estaba poniéndose dura.

Me abrazo por mi cuello y mientras me besaba ya desenfrenadamente frotaba su cuerpo contra el mío, sin parar de besarla desabotone su blusa y libere de su brasier ese maravilloso par de tetas, baje mi mirada para contemplarlas y hundí mi cara en ellas, lamiendo besando y chupando sus hermosos pezones rosados.

-Sii asi primito asiii… -Gemía Flavia mientras tomaba mi cabeza y la empujaba restregándome sus senos por toda mi cara

Pare de besar sus hermosas tetas y volví a besar sus hermosos labios, puse mis manos en sus nalgas y me levanté de la silla con ella encima mío, me abrazo con sus piernas mientras me besaba el cuello y las orejas, paro un segundo para verme a los ojos, no dijo nada simplemente se soltó para bajar al suelo empezó rápidamente a quitarse su pantalón y panties, mientras yo me quitaba los zapatos y el pantalón, al levantar la mirada mi el hermoso culo de Flavia levantado hacia mi, mientras ella hundía su torso lo mas que podía en mi cama, pase mi lengua por esa rosada rajita y su hermoso anito y apunte mi verga en su estrecha conchita, no tuve que hacer nada de esfuerzo, Flavia estaba tan mojada que mi verga entro de frente hasta el fondo de su rajita.

-Ahhh sii.- Exclamó casi gritando, creo que si no hubiera tanta bulla con la fiesta del primer piso los vecinos la hubieran escuchado con toda claridad.

Empecé con un bombeo suave y firme tratando de contenerme lo más que podía, Flavia no paraba de moverse de adelante para atrás acompañando mis movimientos, y cada vez gemía más fuerte.

-Flavia, por favor no hagas tanto ruido.

-mmmm… es que no puedo contenerme ahhh .- Flavia estaba claramente más excitada de lo normal, no se si fue por todo el alboroto de la pelea o porque, pero estaba fuera de sí… – Ahhh ahhh mmm dame mas fuerte.

Flavia siguió gimiendo sin importarle mucho si la oían o no, así que trate de tomar el control de la situación, le di una fuerte nalgada con mi mano derecha que hizo que volteara su rostro y me ve a los ojos, yo lleve un dedo a mi boca haciendo una señal para que guarde silencio.

– Ayyy primito así nalguéame asiii, dame mas fuerte…

Yo no podía contenerme más, Flavia se estaba moviendo delicioso y escuchar sus gemidos me hizo explotar aún mas rápido, le di dos fuertes nalgadas y la embestí lo más fuerte que pude, mientras le estrujaba el culo con ambas manos asegurándome de llenar lo más que podía su rajita con mi verga cuando sentí que Flavia me estaba acariciando los huevos con una mano, fue suficiente, me vine a chorros dentro de ella mientras que Flavia en su trance pegó su culo haciendo que mi semilla llegará lo más profundo posible.

-Ahhh ufff.- Exclamé por el gusto y el esfuerzo mientras Flavia se sacaba mi verga de su rajita.

Me tire sobre mi cama mientras miraba al techo, pensando que Flavia se iría al baño a limpiarse ya que la vi hacerse una cola de caballo, de pronto sentí como mi verga era totalmente engullida, Flavia estaba echada boca abajo a la altura de mi verga y la tenía toda dentro de su boca, yo sentía como la cabeza de mi verga golpeaba el fondo de su garganta, dios mío, la sensación era increíble, acababa de tener una de las corridas más intensas de mi vida y Flavia seguida dándole placer a mi verga, no demoró mucho en ponerse totalmente dura y Flavia sin desperdiciar ni un segundo se sentó sobre ella devorando toda mi verga pero esta vez con su rosada rajita.

-Ahhh siii… No pensabas que me dejarías sin terminar no primito? -Mientras empezó a saltar sobre mi verga.

Por mi parte acompañaba sus movimientos tomándola por sus caderas y por momentos frotaba sus hermosos senos que rebotaban delante mío. De pronto cambió bruscamente sus movimiento de arriba abajo para pasar a frotarse de adelante hacia atrás como desesperada, la tome del culo y la apreté hacia mi nuevamente estrujando sus nalgas lo más fuerte posible.

-Asi así primito, aprietame no me suelte, así aprietame aprietame aprietame mmm aaaah.

Flavia se estaba corriendo como nunca y conociendo lo sensible que eran sus senos no me demoré en llevarme como pude uno de sus pezones a la boca para chuparlo como si fuera un bebe.

-Ahhh si primito chúpame siii -Gemio flavia mientras paraba sus movimiento y se dejaba caer a mi lado derecho.- Ufff primito, eso estuvo increíble.- Me dijo mientras me miraba a los ojos con la sonrisa más grande que alguna vez le había visto.

-Estuvo muy rico Flavia, pero mírame.- Le respondí mientras miraba hacia abajo.

Flavia vio mi verga erecta al 100% y me respondió dando una tierna risita. Me pare en la cama y ella se arrodilló delante mío.

– Por favor avísame cuando te vayas a venir si.

– Si yo te aviso primita.- No termine de decir esto y Flavia ya estaba tragando mi verga hasta al fondo, le agarró rápidamente el truco y su felación se sentía deliciosa.

La tome por a la cola de caballo y dirigí sus movimientos, ella repitiendo su accionar de minutos atrás empezó a frotar con una mano mis huevos, lo que me hizo estallar de forma imprevista, no me dio tiempo para avisarle.

-Flavia me voy a venir.- no llegue a la mitad de la oración y mis chorros de leche ya estaban inundando su boca.

Pensé que Flavia se enojaría por esto, pero me sorprendí al ver que mientras yo descargaba mi leche en su boca ella iba tragando mi semilla como si estuviera ordeñando mi verga con su boca, me quedé fascinado y hasta el momento no he conocido una mujer que se trague mi leche de esa manera.

-Ahhh Flavia, wow.

-Jajaja… te dije que me avisaras, te quería sorprender, pero bueno menos mal adivine que eso dispararía todo jajaj -Se refería a acariciar mis huevos.

-Donde aprendiste todo eso, si tu no tenías experiencia? .-Le pregunté con una legítima curiosidad.

-Ya que estuve castigada y sin salir me puse a leer e investigar por internet y encontré varios artículos interesantes.- Flavia recogió su brasier y sus panties, se puso su pantalón y blusa rápidamente y antes de irse me dijo.- Luis quiero que sepas que yo de verdad te quiero mucho, y para mi significa mucho todo lo que haces por mi.

-Yo también quiero Flavia, espero que te levanten el castigo rápido para salir nuevamente a divertirnos.- Me acerque a ella y le di un abrazo y un fuerte beso en los labios, ella se quedó mirándome a los ojos con una mirada totalmente enamorada.

-Buenas noches primito.

Camino hacia la salida de mi cuarto y cerró la puerta al salir…

Muchas gracias por leer hasta aquí, quiero agradecer especialmente a todos los que me estuvieron escribiendo por correo preguntándome cuándo continuará el relato, por cuestiones de fuerza mayor no pude continuar, pero nuevamente estoy retomando este relato y ya voy escribiendo uno más, nuevamente muchas gracias a todos.

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